Billie se ha casado con George. Después de disfrutar de su luna de miel, vuelven a Crake House a cumplir con su nueva rutina. Billie hace una reflexión sobre lo que la sociedad espera de ella como mujer y como futura condesa y lo que ella quiere. Finalmente, elige ser feliz. Menos mal, que siempre contará con el apoyo de George, quien la ama tal y como es.