En un mundo brutal y despiadado, donde las sombras se extienden como manto de muerte y las criaturas de la noche acechan en cada esquina, la violencia y la crueldad son moneda corriente. Los campos de batalla están teñidos de sangre, los gritos de agonía resuenan en la noche y la muerte es perro rabioso que merodea constantemente. Dos almas perdidas se encuentran en un cruce de destinos marcados por la oscuridad y la redención, mientras la reputación mancillada de los cazadores de monstruos arroja una sombra mortal sobre sus vidas. En las profundidades de la soledad y la desesperación de una vida vacía, un cazador veterano, marcado por los años de servicio y las sombras de su pasado, deambula en busca de redención y entendimiento. Atormentado por la nefasta reputación de su gremio y el peso de sus propias acciones, se ve obligado a enfrentar los fantasmas de su pasado y los demonios de su alma. Con cada paso, cuestiona el propósito de su existencia y el significado y peso de sus acciones en un mundo donde la línea entre el bien y el mal se desdibuja más con cada batalla. Las vidas entrelazadas se convierten en un testamento de lucha y supervivencia en un mundo donde la reputación de los cazadores de monstruos se balancea débilmente entre los honrados y los condenados. Enfrentados con la oscuridad tanto dentro como fuera de sí mismos, deben encontrar la luz dentro de las sombras para prevalecer, antes de que los consuma por completo. Terminadas las batallas de la extensa Ivsallen, solo los cadáveres de las víctimas son capaces de sobrepasar en número a la cantidad de huérfanos. Aquellos abandonados a su suerte luego de haberles arrancado los únicos templos donde podía refugiarse. Niños y niñas que se cuentan por cientos ya han abandonado toda esperanza, sabiendo que nada ni nadie en su destino esta garantizado. Solo los hijos de la guerra podrán ser capaces de sobrevivir al mundo que lentamente comienza a marchitarse.