Enamorarme de la hija de la persona que más detesto en este mundo tiene un sabor tan amargo y dulce al mismo tiempo, un juego bastanté arriesgado pero no puedo dejar de jugarlo...
Simplemente no puedo dejar de amarla.
Enamorarme de la hija de la persona que más detesto en este mundo tiene un sabor tan amargo y dulce al mismo tiempo, un juego bastanté arriesgado pero no puedo dejar de jugarlo...
Simplemente no puedo dejar de amarla.