Ojos café, todo lo bueno de un buen coffee, intensos, profundos, espacios galácticos para navegar. Manos suaves, movimientos lentos, sonrisa de lado, hoyuelos para sumergirse. Siento que esto podría durar para siempre o tan solo un instante, por la facilidad con la que me tomas y luego me sueltas. -No somos un para siempre, pero ¿puedes quedarte?- pienso.