Alysen Targaryen había nacido con cabello marrón y ojos negros, una breve mirada de Daemon sobre la recién nacida basto para llamarla bastarda y negar parentesco alguno. Con los años esas palabras solo se consolidaron para que se murmura de ser Stone, Alysen de verdad trato de ignorarlo todo, conservar la esperanza que su tío le daba de heredar el titulo de los Royce y tener su propia familia. Pero Daemon Targaryen cernía sobre ella como una maldición de la que no podía escapar.