Crecieron bajo la sombra de los mismos árboles, rodeados de la misma gente y escuchando la misma canción: una melodía empalagosa que aprendieron a interpretar a la perfección. Unidos por el amor a la música lograron una hermosa vida juntos, amando los dedos del otro acariciando las teclas de ese piano en la sala de su hogar. Pero la vida a veces es cruel, y cambia las cosas en un segundo. Después de que él muriera en esa operación que les había prometido solo un poco de esperanza, la alegría de la casa se tornó en doloroso llanto, y todas esas melodías hermosas que juntos tocaron son ahora LO QUE CUBRE EL SILENCIO.