El mundo ya conoce la historia de la Diosa Griega y del Espadachín Negro y todos saben que ellos siempre han estado destinados a estar juntos en esta vida y la que sigue. Pero no en todas las líneas temporales las cosas pasaron igual a como las conocemos. No se conocen en las mismas circunstancias, no viven en un mundo como el que conocemos, no actúan tan seguros como sabemos que son, tienen más o menos problemas que los que ya sabemos y no siempre tienen su final feliz. Pero las historias de amor están para contarse porque unas almas gemelas como estas siempre se volverán a encontrar.