Un demonio me guió a un pueblo. Uno fantasma. Uno donde los hombres gruñen y se convierten en perros. Donde del cielo caen mujeres aladas amenazando con matar. Un lugar donde siete hombres no hacen más que engañarme. Pero ya no más. No seguirán moviéndome como un simple peón. No cuando soy la jodida reina.