"Ven a jugar conmigo, ven a jugar conmigo, te he invitado, quiero verte, no tengo miedo" Las palabras salieron de su boca sellando el juego maldito, ahora se encontraba atrapado en la penumbra junto a lo que podría matarlo si exponía aunque fuese un centímetro de su ser. La adrenalina cargaba sus venas conforme transcurrían los minutos, la respiración se entrecortaba mientras el corazón galopaba desbocado por el temor en su pecho del pecoso un sentimiento tan pura y asfixiante que le daba sensación de estar vivo; el espíritu fuera buscaba impaciente como hacerlo salir antes de las 6:00 a.m. cuando los rayos del sol tocarán a la ventana ¡Ese juego no lo iba a perder! ⚠ ADVERTENCIA: -Relación chico x chico. - Contenido para adultos. -Historia original, personajes e ilustraciones pertenecen a sus respectivos autores.