En la vida llegan momentos que particularmente sentimos que nos quebramos, nos sentimos rotos completamente. Es ahí cuando necesitamos comprender que aun seguimos siendo vasijas en las manos del alfarero por excelencia y estando allí somos restaurados. Este proceso se permite en tu vida para ser perfeccionado pero sobre todo para que logres ayudar a restaurar a quienes te rodean. Mi deseo es que conviertas cada herida en algo tan valioso como una perla... o aun mas. A medida que avances en este libro entenderas cuatro puntos que Dios me enseño fuertemente lejos de mi pais, y por lo tanto, lejos de mi zona de confort, y que te ayudaran tanto si eres cristiano reciente, antiguo o como si no lo eres.