Ambas miradas estaban conectadas, expresando palabras que ninguno entendía. Un brillo especial salía de estas, cuando los ojos celestes de aquella rubia miraban los misteriosos ojos miel de aquel Moreno, el espacio entre ellos fue disminuyendo de a poco, y sus labios se rozaron para luego juntarse en un apasionado y necesitado beso, juntos se movían al compás del otro. Se separaron, solo para recuperar el aliento, con ganas de seguir, pero ambos sabían que no podían continuar, necesitaban hablar antes de que se dañaran, mutuamente. —No puedo seguir, no pertenezco aquí.— dijo ella, llorando —Pero, te amo, y no dejare que nada ni nadie me separe de ti— Dijo el, con los ojos llorosos. —Pero... ¡No hay mas tiempo!, ¿que quieres que haga?— —Olvídate de todo, y quédate conmigo— — Simplemente no puedo, podria morir— —Claro que puedes... eres, eres un Solamnis— —¿¡Como sabes eso Zayn?!— grito ella, boquiabierta — Por que yo.., yo también soy como tu— dijo el, finalmente