- Na Jina quiero que sepas que siempre te e amado. - Jung tomó la mano de Jina y le dio un último beso, ella sólo le dedicó una pequeña sonrisa. Había parado el auto en el punto clave, fue ahí donde empezaron la lluvia de disparos. Las balas llegaban y hacían que sus cuerpos rebotaran en los asientos del auto. Los disparos terminaron, el oficial Dylan se acercó armado al coche, al parecer la pareja estaba completamente muerta, había acabado con la pareja de asesinos más buscados. - Prólogo.