A medida que la carrera de Chanyeol como cantante fue creciendo hasta llegar a convertirse en toda una celebridad, y en el cantante más popular en la industrial de los últimos años, Chanyeol se volvió adicto a los aplausos de su público, a los gritos ensordecedores de sus fanáticas, a los halagos que siempre recibía ante sus incontables talentos en el escenario. Toda esa atención era el combustible que liberaba adrenalina pura a través de sus venas, recorriendo todo su interior, y que lo hacía sentir admirado, amado, deseado. Vivo. Y Baekhyun, quien había pasado de ser su mentor, a ser su amante, comenzaba a sentir que, para Chanyeol, el se había convertido en un espectador más perdido en la multitud. Baekhyun ama a Chanyeol. Pero pareciera que Chanyeol no ama a nadie más que no sea él mismo. Un amor así ... ¿Está destinado a durar?