Ese día se oscureció temprano, y por la puerta vi subir a un chico completamente vestido de negro con la capucha puesta. Dio paso por el pasillo. La capucha dejó a vista la mitad de su cara, era pálido, tan pálido que sus labios perdieron el color rojo. Sus ojos eran obscuros, podría decir que eran negros. Lindo, pensé.