Jungkook soltó un inaudible suspiro mientras observaba embobado a su omega quien se encontraba degustando un helado de vainilla dentro de una copa de vidrio lo suficientemente alta como para que dos personas comieran de ella.
Era sábado en la mañana, el día anterior apenas consiguió que su perezoso y mimado omega comiera, sin mencionar que técnicamente le tuvo que llevar la comida a la cama y hasta darle un poco en la boca y luego se quedó dormido.
El alfa entró en cuenta que definitivamente debía de estar profundamente enamorado, de lo contrario no haría con tanto gusto lo que su omega pedía.
Sonrió apoyando su rostro en su mano hecha en puño, Taehyung empezaba a tener las mejillas y comisuras manchadas, recogía demasiado helado con aquella gran cuchara y comía demasiado desordenado.
Jungkook tomó una de las servilletas del recipiente en el centro de la mesa para limpiar el rostro de su omega.
-¿Qué tal tu helado, amor?-le preguntó en tono suave.
Taehyung le miró emocionado metiendo la cuchara en el vaso hasta que de repente se detuvo un segundo y para sorpresa del alfa, sacó una considerable cantidad la cual esparció en sus labios y se estiró hacia Jungkook.
-¿Por qué no pruebas?-le preguntó en tono juguetón.
Jungkook le miró aun estupefacto, observó entonces a su alrededor, aquella cafetería cerca del mar estaba un poco vacía así que dudaba que alguien les viera, aun así no pudo evitar sentirse un tanto tímido ante la invitación, su rostro sonrojándose poco a poco.
-¿A-Así?-preguntó mirando fijamente los labios de su omega quien asintió de inmediato.-P-Pero nos podrían ver...
Taehyung bufó cruzándose de brazos sobre la mesa.
-Me quedaré así hasta que lo hagas, o bueno, siempre puede llegar algún insecto atraído al dulce primero que tu.
Jungkook rodó los ojos y tomó la barbilla del omega con firmeza, haciendo que este se acercara más a él, Taehyung suspiró cuando de repente sintió la húmeda lengua del mayor sobre sus pegajosos labios, cerró los ojos ante la descarga eléctrica que sintió recorriendo su espina dorsal y dejando una sensación placentera que no lo abandonó cuando Jungkook se alejó por fin.
Taehyung trató de regular su respiración bajo la mirada divertida del alfa sobre él, tal vez no fue tan buena idea, ahora se sentía caliente y estaban en medio de una cafetería, no quería que algún alfa extraño oliera sus feromonas plagadas de excitación.
-¿Y si vamos a casa?-preguntó haciendo un puchero.-Podríamos jugar como ayer.
Jungkook tragó saliva, bastante tentado ante la idea, pero terminó negando con un gesto de cabeza.
-Acaba el helado para que paseemos en la playa.-le pidió.
Taehyung refunfuñó, pero terminó obedeciendo a su alfa.
Taehyung tembló y se sujetó con firmeza de los hombros del alfa, las olas que aparentaban calma de repente tomaban fuerzas y los movían.
Solo a su alfa se le ocurría meterse tan temprano al mar, el sol intenso le estaba quemando y eso que fue bañado con bloqueador antes de salir, su piel igual era siempre muy sensible.
-Yo quería buscar conchitas.-refunfuñó Taehyung haciendo un puchero y jadeó cuando una nueva ola le llegó hasta el cuello.
Jungkook rió tomándolo de la cintura.
-Hay tiempo para todo, amor, pronto haremos nuestra búsqueda.-aseguró Jungkook.
Taehyung suspiró resignado y sus ojos fueron a parar al cuello del pelinegro donde su marca se encontraba, sonrió encantado, aunque todavía parecía fresca, Jungkook no parecía molestarle y él estaba feliz por ello.
~Más feliz estuviéramos si él nos hubiera anudado, omega iluso, no aprovechas las oportunidades.
Taehyung rodó los ojos, su lobo era todo un fastidio la mayoría de las veces y sólo quedaba ignorarlo.
-¿También podríamos hacer castillos de arena? Sé que me saldrán mejor que los del año pasado.-dijo emocionado Taehyung.
Jungkook bufó.
-Tus castillos siempre son un desastre.-se burló divertido.
Taehyung le miró mal.
-Al menos logro hacerlos, no como alguien que ni podía poner bien el molde.-se burló ahora el omega.
Jungkook rió y el omega no pudo evitar hacer lo mismo y es que en el pasado ambos tuvieron actitudes infantiles, les gustaba competir entre ellos teniendo de jueces a Namjoon y Seokjin, Taehyung siempre fue el rey de los castillos de arena con todo y el desastre.
El omega observó fijamente a su alfa, sintiendo un poco de vergüenza al recordar que la última vez que vinieron como familia, sus castillos de arena fueron hechos con el objetivo de impresionarlo a él y probablemente, esa vez no sería diferente.
Acercó su rostro para frotar su nariz contra la contraria y terminó pegando sus labios a los de Jungkook en un suave y lento beso.
Si, estaban siendo como esas parejas empalagosas y sin vergüenza alguna, comiéndose la boca en un lugar público mientras que probablemente, las otras personas se estén quejando o mirando mal.
Cuando se separaron, se encontraban jadeantes, una ola los empujó en dirección a la orilla.
-¿Hacemos los castillos?-preguntó en voz baja Taehyung y Jungkook simplemente asintió.
Los labios del omega se encontraban entreabiertos, no podía dar crédito a lo que veía.
-Imposible...
Al salir del mar, ambos se alejaron lo suficiente para dejarse caer donde habían dejado sus cosas, traían una caja plástica con los moldes y se habían dado la espalda para trabajar en los castillos, una hora máximo era el tiempo que tenían.
Cuando este terminó y se giraron, Taehyung no podía creer lo que veía.
-No es verdad, eso no es tuyo.-se quejó señalando aquel montón de arena que daban forma a... ¡Ni siquiera parecía castillo! ¡Era una mansión para cangrejos o algo así!
Y es que hasta el diseño estaba demasiado rebuscado, con conchitas y piedritas adornando las tres plantas que simulaban la mansión, se giró hacia el suyo, su pequeño castillo con dos torres y piedritas por doquier.
-¡Claro que lo hice yo! ¡Es mío! ¿Qué crees que estuve haciendo todo este tiempo?- se quejó el alfa.
-Pe-Pero tú no sabes hacer castillos de arena...-balbuceó.
Jungkook bufó y caminó hacia el omega para dejar un beso sobre su frente.
-Todo este tiempo te dejaba ganar, amor.-susurró para luego dejarse caer sobre la arena para disfrutar un poco de la repentina brisa.
Taehyung tardó en procesar, quedándose en su lugar por largos segundos hasta que refunfuñó dando patadas a su castillo y luego haciendo lo mismo con la mansión, terminó tirándose al lado del alfa mientras murmuraba para él un me hubieras dejado ganar ahora igual, llegando a los oídos del alfa quien sólo rió.
El día avanzaba a la perfección.
¡Fin de la maratón! Espero les haya gustado mi sorpresita, espero actualizar más seguido y que no le pase nada a mi cuenta porque de repente me falla >.<
¡Feliz navidad otra vez! ¿Cómo acostumbrar pasar esta fecha? En mi caso la paso con mi familia en casa, comemos pavo hasta reventar y vienen pocos familiares, por primera vez jugaré santa secreto y ya presiento que me regalan calcetines 😂