Ambos despertaron, por fin estaban en la oficina de Conrad.
El sujeto estaba huyendo de ellos, y solo los envió al AU sin hacerlos pasar por la sala.
—Tengo muchas preguntas —dijo Julien.
—Me gusta el reggaeton —comentó Quinn, asintiendo. Es divertido.
—¿Por qué yo estoy haciendo el papel de gruñón en todas las historias? —preguntó, ignorando el anterior comentario.
—No estás haciendo el papel de nada, Julien. Solo se te asigna una historia, es tu propia personalidad actuando —explicó Conrad, se encogió de hombros.
—Qué cortito estuvo ese, me divertí. Era muy loco porque de verdad podía escuchar la música en mi cabeza
—Y yo me odié cada segundo escuchando cómo fanfarroneaba sobre pensar que la música clásica era lo único bueno en este mundo, ¿quién soy? ¿También debo decir que las únicas carreras difíciles son las de «inteligentes», y que las demás son carreras fáciles? O espera, ¿qué te parece si digo que los de arte se la llevan fácil? ¡Oh! Y que las películas clásicas son las únicas válidas para un buen cinéfilo.
—Conejito, ¿estás bien? —preguntó Quinn, él negó.
—Perdón, Buzz me saca de quicio. ¡Y no me digas así!
Conrad y Quinn se miraron.
—Uy, es hora de irse. —Conrad chasqueó los dedos y ambos desaparecieron.
Giró a ver a su asistente y alzó las cejas.
—La magia sigue viva —le dijo a su jefe fingiendo un tono de emoción.
—¡Cállate y tráeme otro café!
terrible el julien, eh
he's right tho... al menos pa mí
dejen que se queje el niño y no pelien si piensan distinto, gracias
en fin, nueva actualización.
TAMOS YENDO RÁPIDO
A
BAI