mundo real || cuatro

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Quinn se sintió a salvo cuando llegó a su hogar

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Quinn se sintió a salvo cuando llegó a su hogar. La sensación de estar en peligro solo la había hecho confirmar lo que pensaba. No necesitaba buscar un alma gemela. No lo quería cerca.

O eso es lo que ella pensaba, porque el poder del hilo que los unía, era más obstinado que un niño aprendiendo a manejar bicicleta.

Y aquel día no pasó nada, ni el día posterior, pero el siguiente sí.

Su hermana Brooklyn fue movida por los hilos para que ellos se encontraran.

—¿Vamos por un helado? —preguntó. Quinn le había abierto la puerta y se mantenía ahí.

—¿Para qué? —respondió.

—Porque el helado de Phill's es el mejor del universo, ¿tal vez?

Quinn suspiró, estaba en medio de una pequeña encrucijada, porque no tenía ganas de salir, pero no solía ver siempre a su hermana, y era una buena oportunidad para pasar el tiempo con ella. Así que finalmente accedió.

—Esta cosa de las almas gemelas es una estafa, Brooklyn, ya te lo digo —comentó casualmente mientras entraban a la heladería.

—Yo no pienso así, Quinn. Tu dije se encendió, eso debe significar algo, ¿no? —preguntó su hermana, y tocó su collar por inercia con una sonrisa.

—Esto es ridículo. —Rodó los ojos y se acercó a Phill para dejar su pedido.

—¡¡Quinn!! —gritó alguien. Ella no conocía esa voz, sin embargo, sintió la imperiosa necesidad de girar a verlo.

Estaba cansado, parecía haber corrido por mucho tiempo. Tenía flexionadas las rodillas y respiraba de forma irregular. Ella tomó su dije, que brillaba mucho más que otros días.

—¿Otra vez tú? —gritó Phill. Jamás en su vida le había visto gritar de esa forma.

—¿Qué pasa? —susurró Quinn, no entendía qué estaba pasando, pero no se sentía en peligro.

El muchacho, por lo poco que se apreciaba, era algo imponente. Alto y de cabello azul. Le pareció gracioso y tierno el contraste.

Pero tampoco se veía peligroso.

—Te dije que te vayas, voy a llamar a la policía ahora mismo.

—¡No! —El chico en cuestión se negó, aún estaba cansado. ¿Había corrido una maratón? —Solo quiero hablar contigo, Quinn. Por favor.

—¿Aló, Policía? —Phill habló, ella tomó su brazo para detenerlo.

—Gracias, Phill. No es necesario, voy a hablar con él. —Quinn giró a ver a su hermana, para avisar con la mirada que saldría con el muchacho. Brooklyn asintió y le avisó que estaría cerca por si la necesitaba.

Los dos jóvenes se miraron por algunos segundos y salieron del lugar.

Los dos jóvenes se miraron por algunos segundos y salieron del lugar

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Destinados a ser [Julinn ☾ soulmates au]Where stories live. Discover now