AU #5

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Julien y Quinn tenían varias semanas saliendo, ella estaba lista para expresar abiertamente sus sentimientos hacia él

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Julien y Quinn tenían varias semanas saliendo, ella estaba lista para expresar abiertamente sus sentimientos hacia él.

Estaba más que segura en ese instante, ya no sentía que debía estar junto a él solo porque era su alma gemela, el amor había trascendido de una manera invaluable.

Lo único que sabía, es que en ese poco tiempo, estaban destinados a ser.

Se puso un vestido amarillo, a ella le encantaba ese color, y él siempre decía que le gustaba lo feliz que se veía con él.

Después de todo, el amarillo era la definición de felicidad para ellos —y para la cartilla de colores para almas gemelas—.

Estaba nerviosa porque no era un día cualquiera, al menos no para ella. Julien le comentó que estaría en su casa a las cinco de la tarde. Quinn revisó su reloj por décima vez, faltaban dos minutos para que llegara.

Ensayó algunas palabras, pero sabía que eso no serviría de nada; en cuanto estuviese frente a él, olvidaría todo.

La dejaba sin palabras y sin aliento.

«¿Por qué eres así?», se preguntó ella misma.

No solo ensayó palabras, ensayó como pararse frente a él, ¿cómo lo saludaría? ¿Cómo empezaría a hablar?

Hola, Julien. ¿Qué tal el clima? Te amo. Oh, sí. Hace un poco de frío.

Quinn se echó a reír. No le iba a decir eso.

¿O sí?

El timbre sonó, ella aclaró la garganta y revisó que su vestido no tuviese alguna arruga. Estaba lista para salir.

Bajó las escaleras a toda prisa, pero con cuidado de no caerse. Ya le había sucedido por la emoción. No iba a pasar de nuevo.

—¡Hola! —saludó alegre en cuanto la vio, ella no podía ocultar la sonrisa que le provocaba verlo, así que lo demostró con un abrazo.

—¡Hola, Julien! ¿Cómo estás? —respondió ella, se separaron un poco.

—Feliz de verte, ¿estás lista? —preguntó, Quinn le dijo que sí y salieron juntos.

Desde que pudieron completar la gama de colores, siempre quedaban en ir a algún lugar colorido y apreciar el lugar.

Aquella vez, no eligieron un lugar. Irían a donde los llevase el viento.

Y el viento, los llevó a un jardín inmenso de flores de todos los colores.

—Increíble cómo estuvimos tanto tiempo acostumbrados a ver todo en blanco y negro. ¿Te das cuenta de todo lo que nos perdimos?

—Yo creo que no perdimos nada —reflexionó Quinn—, porque siento que ahora que vemos todos los colores, podemos apreciarlos de una manera distinta. Ahora agradecemos poder verlos. Creo que nacer con ellos no nos hubiese hecho valorarlos como lo hacemos ahora, y creo que eso aplica para cualquier cosa en la vida.

Destinados a ser [Julinn ☾ soulmates au]Where stories live. Discover now