Destinados a ser [Julinn ☾ soulmates au]

AU #2

Concepto: Au en donde tu alma gemela tiene escrita una palabra o frase —a la mitad— que será importante para tu relación. Cuando se conocen, la frase de ambos se completa.

Quinn se encontraba dando vueltas por su habitación, no estaba segura de lo que estaba a punto de hacer, ¿por qué se había dejado llevar por la emoción de su hermana? Eso era algo que jamás había entendido. Brooklyn tenía el poder de convencer a cualquier persona de hacer lo más estúpido del mundo, además de hacerle creer que era la mejor actividad del momento.

Quería y no quería. Lo pensó varias veces, ¿era necesario?

No.

¿Iba a hacerlo?

Tal vez.

La situación era la siguiente: Aceptó ser parte de un programa de citas rápidas para almas gemelas sin compañero.

Personas que no eran pacientes y creían que esa persona jamás llegaría, que su frase atribuida, era demasiado obvia para encontrar a su alma gemela.

¿Cuántas veces había encontrado a alguien que dijese la palabra «Blanco»?

Ochocientas, más o menos.

¿Cómo iba a encontrar a alguien que buscase la palabra «negro»?

¿Por qué tenían que decir colores?

Preguntas que no tenían respuesta.

Y ni siquiera eran colores.

Así que ahí estaba ella, a minutos de dirigirse al programa de citas rápidas, a ver si así podía acelerar el proceso de encontrarlo, o de al menos conocer a alguien decente.

Estaba harta de tener que lidiar con imbéciles.

—Ok, es suficiente. Soy una mujer grande e independiente. No necesito de una persona que me complemente. Yo me complemento sola. Sin embargo, estoy harta de los imbéciles —dijo ella, al igual que el narrador—, así que voy a ir a ese lugar y quitarme las dudas de encima, viviendo esa situación. Porque quiero y puedo. —Se lanzó a sí misma un beso mirando el espejo y se dio la vuelta para salir por la puerta de su habitación.

Ella iba a ir. Porque quería.

El metro no demoró mucho más que veinte minutos en dejarla cerca de donde sería el evento.

Hizo una corta fila, e ingresó al lugar.

La cantidad de corazones y decoración de mal gusto, le dio un poco de vergüenza ajena, para ella, esas cosas eran horribles, sin embargo; respetaba que a otros les gustara. Pero eso no le iba a impedir reírse mentalmente.

Realmente estaba horrendo.

Tal vez se le escapó un poco la risa en la realidad, pero no fue intencional. Salió sola en cuanto vio un cartel que decía: