Dos por uno

By pequitas-chinas

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La cafetería llamada "los 7 misterios" se había vuelto muy famosa por su temática de terror, la cual atraía a... More

Prólogo
1. Los gemelos Yugi.
2. Consejos.
4. conversaciones amistosas.
5. Consecuencias

3. Hablando con los Yugi.

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By pequitas-chinas

El día había acabado y los tres chicos se reunieron en la entrada para poder ir los tres juntos a aquella cafetería e iniciar su pequeño plan, así que comenzaron a caminar tranquilamente mientras hablaban para distraerse un poco.

Al menos Yashiro estaba más calmada al ya no estar tan ilusionada por Natsuhiko y podría hablar tranquilamente con el chico, mientras que Kou solo esperaba que todo funcione y poder hacerle una pregunta indirecta sobre sus heridas.

Había omitido aquel detalle a su sempai, ¡pero era necesario! No quería que ella se entere de algo como eso y lo termine soltando por estar tan pensativa en eso, por eso no logro decirle nada y solo decirle lo necesario, aunque se sentía mal por mentirle, al menos estaba agradecido de que este lo ayude en su plan para hablar con aquel Yugi.

Entre conversación y risas llegaron a su destino, entraron decididos viendo aquel lugar terrorífico, al principio la chica dio un salto del susto y se aferró al brazo de su mejor amigo, Kou rio por eso y Natsuhiko solo sonrió.

—Debemos buscar donde sentarnos. —hablo Yashiro un poco temerosa.

Los dos chicos buscaron con su mirada un lugar y encontraron uno vació, para luego sentarse en uno de ellos y volver a hablar para distraer a la chica y así no se sintiera asustada.

— ¡Bienvenidos! —exclamo una voz que los hizo brincar levemente, Yashiro reconoció aquella voz al instante. — ¿les cuento un rumor mientras escogen lo que pedirán o ya saben que pedir? —pregunto con una enorme sonrisa.

— ¡Aoi-chan! —exclamo feliz Yashiro, la chica de cabello morado sonrió ampliamente al ver quien se encontraba en ese lugar.

—Nene-chan no pensé que vendrías, ya que me habías dicho que tenías miedo. —una pequeña risa salió de sus labios.

— ¡No tengo miedo! —exclamo enojada. —era solo que... no quería venir sola y no podría venir contigo porque trabajas aquí. —se excusó rápidamente.

—Lo que digas Nene-chan, pero me alegro verte aquí. —miró a los acompañantes de su amiga sin quitar su sonrisa. —Y es interesante que hayas logrado venir con dos hermosos chicos. —halago la chica, cosa que hizo avergonzar al rubio y al castaño solo mostro una sonrisa coqueta. —Aunque estos dos chicos fueron los que vieron a nuestro famoso misterio.

—Y hablando de ese famoso misterio... ¿no sabes algo de aquello? —pregunto Yashiro.

—Sí y no. —respondió poniendo una mano en su mejilla. —Nadie sabe exactamente porque están trabajando aquí, y según escuche, los únicos que saben eso es el jefe y el recepcionista de la biblioteca de las 4 en punto.

Escuchar aquello dejo intrigados a los chicos, pensando en sobre aquella biblioteca, ¿había un rumor sobre una biblioteca que hablaba sobre los hermanos Yugi?

— ¿podrías hablarnos más sobre esa biblioteca? —pregunto Natsuhiko interesado en saber aquel rumor que había dicho la chica.

— ¡Claro! —exclamo sonriente. —el quinto misterio, La biblioteca de las 4 en punto, dicen que en esa biblioteca existen tres libros con diferente color, uno blanco, uno rojo y uno negro, y cada uno tiene una utilidad una vez que lo encuentras. Si logras encontrar el negro ganas un pedido gratis cortesía de la casa, si encuentras el negro y blanco ganas un Mokke, y si encuentras los tres... podrás hacerle una pregunta al recepcionista o a nuestro jefe de lo que sea.

—Eso es interesante. —susurro Natsuhiko, pensando en si hacer lo que dijo la chica para conseguir más información.

Pero hay riesgos al hacer eso, si el recepcionista nota que estás buscando esos libros te sacará del lugar y si lo intentas de nuevo estará más al pendiente tuyo. —los tres chicos en ese momento descartaron la idea. —Por eso es difícil conseguir los tres libros, hasta ahora solo uno ha conseguido los tres libros y ha podido hablar con el jefe.

— ¡Gracias por esa información Aoi-chan! —exclamo emocionada Yashiro. —con eso nos acercaremos más a Hanako y a su hermano... aunque no sé si lograremos conseguir todos los libros, pero es una buena opción. —los dos chicos asintieron ante las palabras de la chica.

—Pensé que revelar información sobre nosotros estaba prohibido, Aoi. —una voz tenebrosa se escuchó, mientras un humo negro salía de la nada y cubría a los chicos.

Yashiro comenzó a temblar del miedo, mientras que Kou y Natsuhiko se preparaban para ejecutar su pequeño plan de poder hablar con los Yugi.

—No revele nada sobre ustedes dos. —hablo sin miedo Aoi. —solo estaba esperando a que ellos dijeron sus pedidos mientras les contaba el misterio de la biblioteca de las 4 en punto.

—Lo que nosotros escuchamos dice lo contrario. —hablo otra voz soltando una risita. —Sabes que no puedes ayudar a nadie a descifrar nuestro rumor... y es mejor así.

Los dos chicos solo escuchaban atentos, mientras que Yashiro temblaba del miedo por el sonido de esas voces, se escuchaban muy tenebrosas que no sabía que hacer o que decir, su cuerpo solo temblaba de manera inconsciente del miedo de saber quién hablaba en ese momento.

—Y ustedes deberían callarse. —otra voz se sumó a ellos, para luego ver como el humo negro poco a poco se disipaba y aparecían los dos gemelos, los cuales habían sido agarrados por un chico de lentes. —No deberían asustar a Aoi-chan de esa forma, malditos mocosos.

Murmuro molesto un pelirrojo, soltando a los dos gemelos que cayeron de golpe al suelo soltando un leve quejido por eso, el chico de lentes se sacudió las manos y se acercó a la pelimorada, para luego agacharse como si fuera a pedir matrimonio.

—Quería Aoi, te salve de esos pequeños demonios así que... ¡¿podrías casarte conmigo?! —pregunto alzando la mirada con un brillo esperanzador.

—3 puntos. —sonrió amablemente, mientras que el chico gritaba por eso y caía al suelo.

—Akane-kun es patético a la hora de declararse. —hablo el Yugi con el sello negro.

—Siempre lo ha sido Tsukasa, aunque nunca se rinda en eso, cada día lo hace ver más patético. —afirmo el Yugi con el sello blanco.

— ¡Cállense ustedes dos! —grito enojado Akane, levantándose y persiguiendo a los dos gemelos por el lugar.

Los tres chicos se quedaron sin palabras ante tal escena... era tan estúpida que no tenían palabras para describirla, además de que se les había escapado los dos gemelos, ahora tendrían que esperar a que se aparezcan nuevamente o algo suceda.

—Eso fue extraño. —hablo Yashiro, la cual había salido de su pequeño shock por el temor de esos dos, que cuando se dio cuenta que eran unos niños su miedo se fue por completo.

—Son así siempre. —rio nerviosa la pelimorada.

Los dos chicos seguían callados, nadie notaba algo fuera de lo normal de esos gemelos... solo eran unos simples niños, ¿Por qué tendría tanta intriga aquel misterio? Y una pregunta que seguía en la mente de Natsuhiko, ¡¿Por qué esos dos trabajaban?!

Esa pregunta salió de sus pensamientos, cuando logro escuchar la risa de los gemelos y gritos del chico de antes, veía como ellos se aproximaban a donde estaban ellos dos, Natsuhiko se iba a levantar para detenerlos, pero una sombra apareció delante de ellos y los gemelos y el chico se detuvieron rápidamente.

— ¿Qué les dije de hacer ese tipo de cosas? —una voz tenebrosa se escuchó, y los tres misterios temblaron del miedo, aquella persona que apareció se giró a donde estaban los otros.

—Perdón por ese desastre que tuvieron, esas tres cucarachas no saben cómo comportarse. —una sonrisa con unos brillos apareció en el rostro del rubio.

Yashiro quedo embobado en segundos por esa sonrisa, Natsuhiko le dio igual eso, Aoi solo sonría al ver al chico, sabía que él detenía a los tres chicos cuando se ponían así, y los tres chicos solo murmuraban entre sí mientras se burlaban en voz baja del chico que los detuvo por llamarlos cucarachas.

— ¡Teru-nii! ¿Qué haces aquí? —pregunto Kou levantándose y acercándose a su hermano, el cual abrazo eventualmente.

—Eso debería preguntar yo... no pensé que conocías este lugar.

—No lo conozco realmente. —explico apenado. — ¡Yashiro-sempai me lo enseñó! —señalo a la de tobillos gordos, la cual se enrojeció al ver como el rubio mayor la miraba. —Es una gran persona, y es buena conmigo... pero retomando mi pregunta, ¿Qué haces aquí? Según papá había dicho que trabajarías con él en algo.

— ¿Yashiro, no? —pregunto mirando a la fémina, esta asintió tímida. —gracias por cuidar a mi hermano. —le regalo una sonrisa y esta cayó al suelo desmayada. —Y sobre eso... este es el trabajo de papá... o bueno, uno de sus trabajos, como quería que empiece poco a poco, dijo que cuando el no este que dirija esta cafetería.

— ¿papá tiene esta cafetería? ¿Por qué no me dijo nada? —un pequeño puchero apareció en sus labios y Teru solo acarició su cabello.

—No quería que pienses mal de él, ya que tener una cafetería con temática de maid no da buena impresión. —explico sin dejar de sonreír.

Kou asintió un poco sorprendido ante eso y siguió hablando con su hermano, Natsuhiko al ver aquello se levantó e ignorando a los demás se acercó a pequeño Yugi con colmillos, este seguía parado observando todo mientras pensaba como escabullirse de aquel lugar.

—Hey enano. —llamo al chico, el cual lo miro con curiosidad. — ¿podemos hablar?

— ¡Tú eres el tonto de ayer! —exclamo con una enorme sonrisa. —no pensé que vendrías de nuevo y ahora queriendo buscar más de nuestro misterio. —ahora una risa salió de él, Hanako observaba aquello un poco molesto, sabía dónde quería llegar aquel chico.

—Sí, soy el tonto de ayer maldito enano. —murmuro enojado. —pero... ¿podemos hablar o no? —pregunto bajando un poco su enojo, debía calmarse si quería llegar a una pequeña amistad con el azabache.

— ¿puedo ir a hablar con él, Hanako? —pregunto mirando a su hermano, se le hacía raro llamarlo así, ya que usualmente le decía su verdadero nombre la mayoría del tiempo.

—Sabes que no puedes hacer eso Tsukasa, tenemos que trabajar. —dijo la primera excusa que llego a su mente.

—Bueno... mi hermano dijo eso, así que no podré. —alzo sus hombros restándole importancia a eso, Natsuhiko suspiro, ese niño lo estaba haciendo enojar.

—Hey Kou... ¿me ayudas? —pregunto el castaño dándose la vuelta para mirar a Kou, este asintió levemente ante las palabras del mayor.

—Teru-nii... sé que no soy de pedir cosas, pero... ¿podemos hablar con los Yugi? —pregunto con un brillo en sus ojos.

Teru se quedó callado, sabía a lo que quería llegar su hermano, y no quería aceptar, más porque él tampoco conocía sobre el rumor de esos gemelos, su padre le había dicho que se metería en muchos problemas si le decía algo, y era mejor que nadie supiera sobre ello, aunque el rubio mayor quería saber sobre ellos dos, le daba mala espina esos gemelos y cierta intriga que quiere resolverlo también.

—Promete que no te meterás en problemas... y trata de ser discreto, padre no quiere que descubramos este misterio. —explico en voz baja el rubio mayor, Kou asintió frenéticamente, Teru sonrió al ver el entusiasmo de su hermano. —Bueno Hanako... no creo que haya problema con que hables con mi hermano por unos minutos, ¿o sí?

Miro al pequeño azabache con una sonrisa siniestra, este se tensó ante eso, le tenía miedo a aquel rubio, ya que no sabía hasta donde podía llegar y eso lo hacía el ser más peligroso de la tierra, según palabras de Hanako.

— ¡No-o, no hay problema! —exclamo rápidamente y fue a donde estaba Kou, para luego agarrarlo de la muñeca. —pero debemos ir a un lugar privado.

— ¡Claro! Vamos sempai. —llamo el chico a la chica, la cual se levantó rápidamente y se acercó a Kou, no sin antes darle una mirada rápida al rubio mayor, a los pocos segundos se alejaron de los chicos.

—Bueno... tu hermano se fue, así que creo que podríamos hablar, ¿no? —pregunto Natsuhiko mirando al chico, este solo se acercó y agarro su muñeca.

— ¿puedo ir a hablar con él, Teru? —pregunto mirando al rubio mayor el cual hablaba con Aoi y Akane, este solo asintió ante eso, los dos chicos solo optaron por alejarse.

—Tu hermano y su amigo se meterán en problemas si tu padre los descubre. —hablo Aoi preocupada por los chicos.

—Opino lo mismo... es mejor no acercarse a esos gemelos, no sabemos que esconden esos niños que solo dos personas saben porque trabajan aquí. —opino Akane.

—Lo sé... pero no puedo hacer nada, solo esperar a que Kou no lo descubra mi padre y que logre descifrar el misterio... y ojala que lo logre. —diciendo eso se acercó a Akane y le palmeo la cabeza. —y tu deberías controlarte si no quieres que haya consecuencias. —una sonrisa siniestra apareció haciendo asentir a Akane del miedo.

Por otro lado un azabache y castaño se encontraban sentados en una escalera que Natsuhiko encontró, había casi obligado al Yugi a sentarse porque este no podía controlar su hiperactividad y andaba dando saltos por todo lados o hablando mucho.

—Bueno... ¿Qué quieres preguntarme idiota? —pregunto Tsukasa con una sonrisa.

Natsuhiko pensó bien en sus palabras, no debía ser directo, sino ganarse la atención del chico para cumplir su objetivo, quería saber porque eran tan misteriosos, quería saber porque tenían tanta popularidad... quería resolver el misterio de los hermanos Yugi.

—Es que... ¿quisieras ser mi amigo? —pregunto poniendo su mano en su mentón, era incomodo hacer eso, pero su señorita le había dicho que debía ser amigo de él.

Tsukasa en ese momento sintió una emoción recorrer todo su cuerpo y hacer que se sienta más feliz, después de todo no había tenidos amigos aparte de su hermano.

— ¡Claro que quiero! —exclamo emocionado y se abalanzó al chico, el cual rápidamente lo agarro con sus manos y lo alejo, este solo sonrió más mostrando sus colmillos. — ¡Nunca he tenido un amigo aparte de mi hermano! Estoy muy feliz por ello, ya quiero presentarte a mi asistente y también quisiera decirle a mi hermano que tengo un amigo.

Tsukasa al nombrar de nuevo a su hermano, recordó la advertencia que le había hecho su hermano, ahora bajando sus manos de la emoción y su sonrisa desapareció... debía obedecer las órdenes de su hermano si quería que todo este igual.

—No puedo. —dijo fríamente, mientras trataba de tocar el suelo con sus pies. —No puedo tener amigos. —el castaño al escuchar eso pensó en rendirse, pero otra idea llego a su mente.

— ¿Y si somos amigos a escondidas? —sugirió con una sonrisa, cosa que puso pensativo al menor.

— ¿amigos a escondidas? —pregunto para sí mismo, pensando en si aceptar o no.

—Sí, podemos hablar a escondidas de tu hermano y este no sabrá nada... tú no dices nada y yo no diré nada, le mentirías un poco a tu hermano, pero tendrías un amigo ¿Qué dices? —pregunto sonriendo, pensando en que más agregarle a su plan. —Y es que... también quisiera tener un amigo como tú, eres muy divertido.

Y ante esas palabras, Tsukasa cayó ante ello y su sonrisa volvió a su rostro.

— ¡entonces si quiero tener un amigo! —sus brazos se movieron entusiasmados al saber que tendría un amigo, que antes de que Natsuhiko dijera algo, quiso moverse para abrazar al chico.

—Entonces somos amigos. —dijo sin soltar a Tsukasa para evitar que lo abrace. —y trata de controlarte... no quiero un abrazo.

Un pequeño puchero apareció en el pelinegro. — ¡Eres malo! Solo es un abrazo. —dijo fingiendo enojo, Natsuhiko solo dejo al chico en el suelo y este solo sonrió más. — ¡Pero me alegra tener un amigo! Te presentaré a mi asistente otro día, de seguro se llevarán bien y sé que no le dirán a Hanako.

—Claro que no diremos nada, y estoy muy emocionado por hacer cosas de amigos contigo. —fingió una sonrisa para no mostrar una incómoda, aquello solo hizo dar pequeños saltos a Tsukasa.

Natsuhiko había logrado su cometido y ahora solo debía esperar a que Kou también lo logre, aunque no pensó que manipular un poco al pelinegro fue tan fácil.

Mientras tanto Kou y Yashiro miraban al pelinegro, se habían dejado llevar por el chico y ahora se encontraban en un baño... no supieron cómo es que se dejaron llevar para estar en un baño.

—Bueno... ¿Qué desean ustedes dos? —pregunto Hanako sentándose en el suelo, esperando las palabras de los chicos.

— ¡Queremos preguntarte algo! —exclamo Yashiro emocionada, haber visto un rostro hermoso como el de Teru la había dado energías.

—Si es sobre mi rumor no contestaré ninguna pregunta. —sentenció.

— ¡No, no lo es! —hablo esta vez Kou, negando algunas veces con su cabeza. —Es otro tipo de pregunta.

— ¿Cuál es niño? —pregunto ahora comenzando a caminar, aquel apodo enojo un poco a Kou.

— ¿quisieras ser mi amigo? —fue directo esperando una respuesta del menor.

Tal vez se había saltado los miles de consejos que le dio su mejor amiga, la cual aunque estaba al lado de él, casi no le prestaba atención a lo que decía por estar fantaseando, así que por eso tenía un punto a su favor.

— ¿Amigo de ustedes dos? —pregunto bajando su mirada, no quería rechazar aquello, al igual que su hermano, este no había tenido amigos y su único amigo era su hermano gemelo, por eso algo dentro de él le decía que no rechazará eso.

— ¡Sí! —exclamo emocionado Kou. —Seamos amigos Hanako.

—Yo... —no quería rechazarla, pero algo le daba mala espina de esos dos que le decía que no acepte, hasta que una idea llego a su mente. —pero antes... ¿saben porque los traje a este baño? —pregunto alzando su mirada y mostrando una enorme sonrisa.

— ¿Por qué? —se atrevió a preguntar Yashiro.

— ¡porque es mi territorio! —exclamo feliz. —hay un pequeño derivado que nadie sabe y como ustedes serán mis nuevos amigos creo que deberían saberlo. —se acercó a los dos chicos y sacando una esfera blanca de su bolsillo de maid, hizo que esa esfera este frente a los chicos. —Yo... Hanako-kun del baño puedo cumplir deseos. —explico seriamente.

Los tres se callaron ante eso, Hanako esperando su reacción mientras los otros días trataban de procesar lo escuchado por el de menor altura, cosa que llego unos segundos después cuando terminaron explotando en carcajadas.

— ¡Hey eso no fue un chiste, si puedo cumplir deseos! —exclamo ofendido el Yugi. —solo yo puedo hacer eso, mi hermano como es el menor no puede, ¡por eso tengo el poder de conceder deseos! —con aires de grandeza miro a los dos chicos que poco a poco paraban sus risas.

Kou miro a Hanako, este se encontraba un poco molesto por ver la reacción de los dos chicos, cosa que le pareció un poco tierno esa reacción al rubio, que se acercó al chico y palmeo su cabeza dos veces.

—Está bien, te creo. —le regalo una sonrisa, cosa que avergonzó un poco al pelinegro. —Como creo que somos amigos... tal vez un día nos puedas conceder un deseo... ¿así que podrías hacerlo?

Hanako al escuchar aquello, un sentimiento de calidez se apodero de todo su cuerpo, se sentía tan feliz por escuchar aquellas palabras del chico, que a los segundos la chica de cabello plateado se acercó a ellos y asintió ante las palabras del chico.

— ¡Claro que lo haré! Les mostraré mi grandioso poder... ya que somos amigos. —hizo énfasis en las dos últimas palabras mientras sonreía. — ¡Así que solo espero que no queden sorprendidos ante eso! —los tres solo rieron por ello.

Natsuhiko y Kou habían logrado su cometido de haberse hecho amigo de los dos Yugi, ahora solo les tocaba avanzar para poder hacerles más preguntas sobre ellos y no incomodarlos.


M

ientras hacía esto me pregunté... ¿debería cambiarle el título porque no tiene nada que ver con la historia?

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