Gabriela
Han pasado semanas desde esa cena con Chris, a la que me gusta llamar cita, debo admitir que nunca en mi vida me hubiera imaginado a mí misma probando la comida asiática, especialmente después de declarar en diversas ocasiones que la odio, pero Chris me hizo ver que mi panorama era muy pequeño y que había delicias más allá de lo que imaginaba, como siempre me sorprendió.
Chris está viendo su teléfono mientras desayunamos por lo que no me mira, lo que me tiene sin cuidado porque yo estoy ocupada fantaseando con él, cuando deja el aparato en la mesa, sonríe y me mira.
-pasaremos las fiestas en Paris.
¿qué dijo? ¿Acaso menciono Paris?
- Estas bromeando- exclamo emocionada.
¡Dios ya me pego su emoción!
-No lo hago.
Y esas simples palabras bastaron para que saliera del comedor tan rápido como puedo para hacer mis maletas.
Por que Paris no puede esperar.
.....
Estábamos en el avión, todo estaba en un total silencio, Chris trabajaba y yo solo miraba a la ventana hasta que una duda vino a mi mente.
-¿Cómo eran tus padres? -Chris levanta la vista poniéndome su total atención. -Yo no pude conocer mucho a los míos, como debes saber- asumí que lo sabía porque vamos él sabía cosas de mí que ni yo sabía.
Su rostro se tensa y su mirada cambia a una dura.
-No me gusta hablar de mis padres con nadie, mucho menos...-corta la oración antes de terminarla.
-¿mucho menos qué? -trato de no imaginar lo peor, pero me es imposible, me estaba empezando a enojar-Mucho menos con alguien como yo, una desconocida.
-Eso no es lo que quería decir.
-¿Entonces que querías decir? - me acomodo en el asiento de piel para verlo mejor. -Es que no entiendo otra cosa.
-solo no me gusta hablar de ellos, Gaby, es tan difícil de entender.
-Si-aclaro enojada- Si, es difícil de entender, Chris, porque no puedo evitar sentir que no te conozco y cada vez que creo que se lo suficiente resulta que no se nada y no puedo vivir así con mi pareja, no se como hayas manejado tus relaciones anteriores, pero yo lo mínimo que pido es llegar a conocerte, aunque sea un poco.
Él se queda en silencio.
-Y por lo que veo nunca llegare hacerlo-me levanto del sillón y me encierro en el baño del jet privado.
Vaya mierda, mi primera vez volando y me ocurre esta tragedia, es que tengo una suerte de los mil demonios.
Como sea no voy a justificar mis acciones diciendo "pude evitar el conflicto sino hubiera abierto la boca" porque no lo lamento, es algo que se tenia que decir y se dijo.
Cuando llegamos a Paris todo era estupendo, la torre Eiffel, el arco del triunfo y los diversos edificios, toda la ciudad me dejó sin palabras.
Definitivamente prefería llorar aquí.
Porque podré estar enojada, pero nadie me quita mi viajecito a Paris.
- ¿te gusta? - pregunta Chris como si nada.
¿Acaso no escucho lo que le dije en el avión?
En este momento deseo estrangularlo por estar así de calmado.
-sí, es más lindo de lo que imagine.
- es una tradición elegir un país diferente cada año para pasar las fiestas y este año toco Paris-continua su relato tranquilo
- ¿quién lo escogió?
-La abuela
- entonces debo agradecerle- después de varios minutos de camino vuelvo a hablar -¿hacia dónde nos dirigimos exactamente?
-al Royal Empire...el hotel de un amigo cercano.
Más cercano que yo seguro que si
.....
Cuando llegamos al hotel me ayuda a bajar del auto.
Ya estábamos completamente instalados, cuando veo llegar a la abuela, a Phinn, Jordan, Maxwell, su prometida, una señora como de la edad de Sofía bastante parecida a Max y por último a los Carrington.
- ya siento la navidad- se veía la emoción de Phinn desde Kilómetros.
-Ni lo menciones- dice Jordan
-Ay, Cállate Grinch, arruinas el momento- Jordan solo rueda los ojos y se dirige a recepción.
Dato anotado: Jordan por alguna extraña razón odia la navidad.
...
Después de saludar a todos, Danielle, Sofía, la abuela de Maxwell que al parecer era la otra anciana y la colada prometida de Max me acompañaron a recorrer la ciudad, específicamente las tiendas de lujo.
¿Qué le puedes regalar a alguien que lo tiene todo?
Al principio pensé, no le voy a regalar nada, pero no tenía que ser rencorosa, no si quería que algún día él me contara todo, se abriera ante mí, mi abuela solía decir nadie suelta todo sin que te ganes su favor y en este momento es un buen consejo a seguir.
Danielle y Sofía me ayudaron a escoger el regalo, un reloj con nuestras iniciales grabadas.
Bastante cursi, lo sé, pero de cierta manera es un dulce gesto, como el que él me dio a mi hace semanas con la cena.
....
-Ir de compras siempre me da hambre-comenta la abuela después de ordenar la comida.
- Desde que te conozco nunca has dejado de tener hambre, ni un solo minuto- Todas reímos ante su comentario sarcástico de Antonella la abuela de Maxwell y mejor amiga de la mayor de los Huberman.
- ¿Cómo se conocieron Chris y tú? - continúa la mayor y mejor amiga de Sofía, bebiendo de su copa.
- bueno fue hace cinco años, yo estudiaba en la universidad y ahí nos conocimos.
-No es la historia romántica que esperaba, pero me sirve- sonrió ante su comentario.
Ya se que no es romántica, pero sin duda es mejor que decir que nos conocimos por un contrato.
Christopher
Los chicos y yo estábamos almorzando en el club del hotel, después de los miles de intentos fallidos de Phinn de ganar en el Tenis, es pésimo, no se ni porque lo intenta.
Archie se fue a quien sabe dónde y realmente no es como si me preocupara que se fuera a perder, es la pareja de mi hermana no mía.
- ¿así que estas comprometido? -pregunta Jordan a Max
- sí, fue repentino.
-¿O sea no te lo esperabas? - preguntó Phinn.
-No me digas que te engatuso con un bebé- comenta de nuevo Jordán tomando de su Whisky.
-No, Maddie no está embarazada, solo sucedió de un día para otro.
- Me resulta interesante, tu un hombre que sabe poner un alto a todo ¿se va a casar de la noche a la mañana? - Maxwell se ríe ante mis palabras y me mira.
-Bueno por lo menos yo avise que estaba comprometido antes de casarme ¿con quién sabe quién es ella?
No puedo creer que antes lo llame mejor amigo.
-Al menos yo no huyo de mis responsabilidades.
-Yo no hui, si me fui fue por su bien-habla esta vez mirando a Jordan
- Di lo que quieras Max-me acerco a él- solo te lo advertiré una vez, tu y yo ya no somos amigos así que aléjate de mi hermana, ella ya no te quiere así que no vayas mendigando por un poco de su afecto, no te humilles así.
- había olvidado que te crees dueño de medio mundo- una sonrisa falsa llena su rostro.
-No me creo dueño del mundo, sé que lo soy-digo con algo de arrogancia- solo espero que tu matrimonio no fracase como todas las relaciones que sueles tener y asegúrate de nadie salga lastimado.
Sin más me marchó.
Gabriela
Estaba arreglándome para la cena de Navidad, ya pasaron algunos días desde que fui a comprar los regalos, he notado algo de distancia entre Maxwell y Christopher, pero el cómo siempre no me quiere decir por qué, aunque tampoco es que desde que lo conociera Chris y él hayan sido los mejores amigos, así que supongo no hay nada de chisme ahí.
-Te ves radiante-dice Chris abrazándome por la espalda.
Trato de liberarme de su agarre, porque la verdad es que, aunque sé que dije que no me comportaría así, soy un poco rencorosa y eso ni los consejos de la abuela me lo puede quitar.
Ya le compré un regalo que no pida más
-veo que aun sigues molesta por lo que pasó en el jet.
-No, realmente no me importa, quieres guardarte tus cosas adelante, hazlo, no me interesa- trato de salir de la habitación, sin embargo, su mano en mi brazo me detiene.
-No estés molesta conmigo, lo que dije en el avión no fue intencionado, es que no estoy acostumbrado a compartir mis cosas- lo miro esperando a que diga más- se que debo cambiar eso, en especial, porque tu no eres "nadie" eres mi esposa y mereces conocerme mejor-sus palabras suavizan mi rencor-Prometo tratar, pero debes tenerme paciencia.
Suspiro y como si lo del jet no hubiera pasado decido perdonarlo.
-Yo lo siento por presionarte-tomo sus manos-solo quiero conocerte como tu me conoces a mí y sé que no debe ser fácil para ti abrirte así que tendré paciencia.
Él sonríe y me besa los nudillos de mis manos, para después besar mi frente.
Por lo menos esto era un comienzo, así que no me puedo quejar.
...
Estábamos en la sala después de cenar, todos ya se habían ido a descansar y Chris y yo empezamos a intercambiar los regalos.
-Esto es para mi bella esposa- me da una caja envuelta en papel, la abro y una bolsa es lo primero que veo, la tomo entre mis manos y la admiro.
Su color es negro con detalles dorados, pero lo que más me sorprende son mis iniciales grabadas en el botón en donde se cierra, sigo buscando en la caja y me encuentro con unos tacones de punto de Jimmy Choo con nuestras iniciales grabadas en la suela y una frase en ella.
"No soy lo mejor para ti, pero tu si lo eres para mí"
-¿te gusta?
-Es hermoso- lo abrazo- Gracias.
Esto hace que mi pequeño regalo se vea insignificante a su lado. Aun con inseguridad lo saco y se lo tiendo para que lo tome.
- ¿qué será? - pregunta abriéndolo, toma la cajita y saca el reloj.
-¿te gusta?
- Es muy lindo, y considerando la tortura que debiste sufrir para encontrar un regalo para mí, lo hace perfecto. -dice viendo los grabados sonriendo- Gracias, de verdad lo aprecio.
Mis ojos viajan a sus labios, hace tiempo que no lo beso y de verdad lo extraño.
En un impulso junto nuestros labios, esperando que corresponda el beso, lo que no tarda en hacer tomándome de la nuca para profundizar.
Al final Paris si hace magia en el amor.
......
Como que me enamore, el amor ya se me fue a la cabeza.
Porque en un mundo de niños, Chris es todo un caballero.
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