Nuestro lugar en el mundo

Pally_03 tarafından

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Ser jóvenes no es nada fácil y los alumnos del instituto de Lima están a punto de descubrirlo. Son jóvenes, s... Daha Fazla

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Lucky
El Viaje
Vacaciones Interesantes
Año Nuevo
Fotos, Rumores, Besos y Rupturas.
San Valentin
Fiestas y Celos
Confesiones e Indirectas
Engaños
Consecuencias
Rupturas, citas fallidas y confesiones
La piscina
El Rancho Fabray
El último curso
Con uñas y dientes
Amor
No me gustan las chicas
Relaciones Rotas
Besos sorpresivos
Pedro Lopez
Polvos Pica-Pica
Más amenazas
Conociendo a mis padres
Verdades al descubierto
Te necesito
Año nuevo.... Vida nueva
Casate conmigo
Epilogo: Lopez-Pierce

Nuevo Hogar

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Pally_03 tarafından

Como saben Glee no me pertenece (si asi lo fuera la temporada quinta y sexta hubieran sido muy diferentes)... Dejen sus comentarios

18. Nuevo Hogar.

En esa pequeña sala tan solo se respiraba nerviosismo. Miraban la puerta del despacho del director esperando que de un momento a otro fuera abierta y atravesada por el hombre y los señores Berry, pero no podían evitar impacientarse conforme pasaban los minutos.

-¿De qué estarán hablando?-preguntó Brittany mientras se acercaba a la puerta del despacho intentando oír la conversación del otro lado- Llevan más de media hora.

-De Rachel, está claro- comentó Tina sentándose en una de las sillas- Con eso de que lleva más de una semana sin venir...

Brittany asintió pero no desistió en su propósito de averiguar lo que pasaba en el despacho del director y seguía apoyada en la puerta justo en el momento en el que fue abierta. Se balanceó durante unos instantes, y posiblemente hubiese caído al suelo si Santana, que estaba sentada a su lado, no la hubiese cogido de la muñeca.

-¿Estás bien?-preguntó la latina deseando encontrarse con la mirada de la chica que no paraba de esquivarla-

-Perfectamente-contestó lo más duramente posible-

Brittany se giró y fue a saludar a los señores Berry, que la recibieron con un abrazo. Santana la siguió con la mirada, abatida, pero sintió que alguien la observaba. Buscó con la mirada al culpable y no pudo evitar sorprenderse al saber de quién se trataba. Figginds, director del instituto. El hombre le sonrió con complicidad antes de mirar al resto de sus alumnos.

-Bien chicos, les he hecho llamar porque necesitamos saber lo que le ocurre a la señorita Berry –explicó- Lleva más de una semana sin asistir a clase y sus padres están muy preocupados, así que si saben algo les agradeceríamos que lo dijeran.

Los nueve chicos negaron con la cabeza, pero al director no se le pasó por alto cierto gesto de dos de los estudiantes.

-Muy bien, entonces vuelvan a sus clases y gracias por su colaboración-agradeció el director- Señorita Pierce y Fabray, ustedes quédense unos minutos. En seguida vuelvo.

Las dos chicas asintieron mientras sus compañeros, los señores Berry y el director se alejaban.

-¡Oh Dios! Se ha dado cuenta-exclamó Brittany sentándose en una silla y tapando su rostro con las manos- ¿Qué le vamos a decir?

Si, habían mentido. Claro que sabían el motivo por el que Rachel no asistía a clase. Habían pasado casi dos semanas desde lo ocurrido en la fábrica y Rachel no había conseguido superarlo. Se pasaba todo el día en su habitación encerrada, pensativa, siempre mirando por la ventana de su dormitorio. Había dejado prácticamente de comer y apenas dormía. No quería hablar con nadie, salvo con Quinn y Brittany y conforme pasaban los días sus padres estaban más preocupados. En muchas ocasiones, ambas jóvenes habían tenido el impulso de contarlo todo pero no querían faltar a su promesa. Querían ayudarla, pero no sabían bien como.

-En primer lugar cálmate-exigió Fabary- Y como segundo no le vamos a decir nada. Con la que sí que tenemos que hablar es con Rachel.

////

-¡Tina!-llamó Mike mientras corría hacia ella- ¿Puedo hablar contigo?

-Claro-respondió la chica algo sorprendida-

-Eh... los espero en clase-se despidió Kurt antes de alejarse con una sonrisa pícara en el rostro-

Tina bufó resignada ante la sonrisa de su amiga y miró a Mike que buscaba algo en su mochila.

-Aquí está-dijo sacando dos papelitos de uno de los bolsillos - Dos entradas para el estreno de esta semana, exactamente mañana. ¿Qué me dices?

-¡Oh!-murmuró la chica con un semblante triste-

-¿Oh? ¿Tan solo dices eso?-preguntó Mike algo molesto- No esperaba que te pusieras a saltar de la alegría, pero esperaba que dijeras algo más que un "oh".

-Es que... ya he quedado con... Ian –explicó la chica sonrojada y preocupada por la reacción que pudiera tener su ex novio- Lo siento.

Mike asintió, guardó las entradas en el bolsillo de su pantalón y se dispuso a marcharse, pero cuando tan solo había dado un par de pasos se giró y miró a Tina enfadado.

-Me pides tiempo-comenzó- Dices que necesitas pensártelo, pero no dejas de ir con Ian de un lado para otro. Para mí que ya lo tienes suficientemente claro.

-¿Qué quieres decir?-preguntó Tina dolida por las palabras de su amigo-

-Que es evidente que te gusta más él-respondió antes de alejarse dejando a la chica sola y sumergida en sus pensamientos-

////

-Siéntense-pidió el director señalando dos sillas que estaban en frente de su escritorio

¿Cómo les ha ido el curso?- Figgins sonrió para posteriormente sentarse en su cómoda silla de despacho

-No podemos quejarnos-respondió Brittany- Sobre todo Quinn, sus calificaciones son de las más altas del instituto.

-Lo sé, conozco a la señorita Fabray y a sus amigas muy bien-confesó el director con aire divertido- Suelen visitar mi despacho muy a menudo.

-Lo olvidaba-admitió la joven Pierce- Siempre están metidas en líos.

-Bueno, pero es divertido –dijo el director sorprendiendo mucho a la chica- Me río mucho con ellos aunque... Hoy Quinn está muy callada.

Quinn levantó el rostro y sonrió. Sin duda a ese hombre no se le escapaba una.

-¿Es por la señorita Berry?-preguntó el director lo más sutilmente posible-

-Eh... no- se apresuró a contestar Brittany- Es el estrés de los últimos exámenes que lo tiene un poco atontado.

-Ya entiendo- dijo Figgins masajeándose la barbilla- ¿Sólo eso?

-Profesor, no sabemos nada sobre Rachel si es eso lo que quiere averiguar-cortó Quinn- No sabemos nada en absoluto.

-Oh, esta bien, esta bien- dijo Figgins

////

Hacía unos minutos que había sonado la campana dando por terminadas las clases hasta el próximo día. Artie recogía sus cosas cuando Mike se acercó a él para dejar dos entradas sobre la mesa de su amigo.

-¿Y esto?-preguntó Artie con una pícara sonrisa- ¿Me estás proponiendo una cita?

-No seas idiota-respondió Mike un poco molesto- Son para el estreno de mañana y una excusa perfecta para que Sugar y tú salgan solos.

- Vaya, gracias-dijo Artie guardando las entradas- Pero podrías quedartelas e invitar a Tina.

-Ha... quedado con Ian-se limitó responder Mike- Está claro que lo prefiere a él.

-Ya entiendo-murmuró Artie dándole una palmadita amistosa en la espalda- Pero no te preocupes cualquier chica estaría dispuesta a salir contigo.

-Tienes razón-corroboró Mike, con cierta satisfacción reflejada en su rostro-

Mike miró a su amigo con una sonrisa que asustó un poco a Artie. Sin lugar a dudas, su amigo tramaba algo.

////

-No se preocupe señor Berry, Rachel tan solo está un poco deprimida-dijo Brittany, intentando tranquilizar al hombre- Déle un poco de tiempo. Ya verá como se le pasa.

-He estado hablando con un especialista en estos casos-explicó el padre de Rachel -Le he pedido cita para la semana que viene.

Brittany miró a Quinn unos instantes y esta tan solo pudo devolverle la mirada. No sabían qué decir, pero lo único de lo que estaban convencidos es que debían hacer algo antes de que la situación fuera a peor.

-De verdad que no se como les puedo agradecer todo su apoyo. No solo conmigo y con mi esposo, sino también con Rachel. Me alegro de que sean sus amigas.

-Es lo mínimo que podemos hacer-comentó Quinn a lo que la joven Pierce tan solo pudo asentir- ¿Cree que podremos verla?

-Desde luego- contestó el hombre- Les puedo asegurar que son los únicos con los que quiere hablar.

Salieron de la cocina y siguieron al señor Berry hasta el dormitorio de Rachel. Tras darles de nuevo las gracias, el hombre se alejó mientras ellos entraban a la habitación de Rachel con paso cauteloso.

Como siempre durante esas semanas estaba de espaldas a la puerta, mirando por la ventana pero a ningún sitio en particular. Pensativa. Estaba más delgada, su cabello estaba enredado y había perdido todo su brillo, y sus ojos...

-¿Rachel?-probó Brittany, acercándose a ella- ¿Cómo te sientes?

-Sucia- se limitó a responder la morena, sin ni siquiera mirar a los recién llegados-

-Eh... te hemos traído los apuntes-siguió la joven Pierce algo desconcertada con la respuesta de su amiga- Aunque entiendo que no tengas ganas de estudiar.

La habitación quedó en un profundo silencio. Brittany miró a Quinn esperando una intervención por parte de la chica, intervención que no llegó.

-En clase te echamos mucho de menos-comentó Brittany sentándose sobre la cama- ¿Cuándo piensas volver?

-No voy a volver-respondió Rachel- Quiero volver a Francia.

Sus dos amigas no pudieron evitar mostrar sorpresa. Entendían que la chica no quería encontrarse con Brody ¿Pero marcharse?

-¡¿Qué!-exclamó la joven Pierce levantándose de donde había estado sentada- ¡No estarás hablando en serio! ¡No puedes irte!

-Claro que sí-contradijo la morena- No quiero quedarme aquí. Nunca debería haber vuelto.

Brittany la miró dolida y salió de la habitación con los ojos ligeramente cristalinos. Sabía que Rachel no era consciente de lo que hacía o decía, pero a la joven Pierce la situación ya la sobrepasaba.

Con la salida de Brittany, Quinn volvió a la realidad. Desde que había entrado a la habitación había estado sumergido en sus pensamientos. Ver a Rachel en esas condiciones, tan triste, decaída, tan... poco Rachel, había supuesto un fuerte shock para ella.

Se acercó a ella e, instintivamente, le acarició la espalda, sobresaltándola. Era la primera vez, después de varios días, que alguien la tocaba y mucho menos con esa delicadeza con la que lo hacía la rubia.

-No quiero que te vayas-confesó la rubia- No lo hagas.

-¿Por qué debería quedarme?-preguntó la morena en un murmullo-

-Por la gente que está aquí y que te quiere-respondió Quinn- Brittany, las chicas... yo.

-No, ustedes no me quieren-negó la chica, aunque no parecía ser consciente de lo que decía- Lo hacen por lástima, les doy lástima.

Quinn dejó de acariciarla bruscamente y se alejó de ella indignada. Cogió sus cosas y, justo cuando iba a abrir la puerta, se giró para mirarla. Ella seguía mirando por la ventana, inalterable como siempre.

Con paso decidido se acercó a ella y, tras cogerla por los hombros, la giró quedando una frente a la otra. La morena la miraba asustada pero ella no se inmuto. Estaba harta de la situación, ¡debía hacerla reaccionar!

-¡¿Lástima! ¡¿Eso crees que es lo que sentimos por ti?!-exclamó Quinn mientras la zarandeaba- ¡Lo que me das es pena! Eres una cobarde... ¡huyes de tus problemas en vez de enfrentarlos!

-Quinn...-murmuró Rachel mientras numerosas lágrimas recorrían su rostro-

-¡Te encierras en tu habitación y te niegas a comer! ¿Así es cómo piensas arreglar las cosas?-preguntó la chica mirando fijamente a los ojos de la morena- Brody sigue haciendo su vida como si nada y tú, mientras, te encierras entre cuatro paredes como si hubieses hecho algo malo. ¡Es él el que tendría que estar arrepentido, no tú!

-Cállate, por favor-rogó la joven, bajando la mirada-

-¡Mírame a los ojos! –ordenó Quinn mientras con una de sus manos agarraba la barbilla de la morena- No pienso callarme porque te quiero, y si no piensas luchar por ti misma ¡yo lo haré por las dos! No estoy dispuesto a que eches tu vida a perder por culpa de un imbécil.

Rachel la abrazó con todas sus fuerzas mientras ocultaba su rostro en el pecho de la chica. Quinn tan solo pudo acariciar el cabello de la joven mientras esta lloraba desconsoladamente.

-No se si voy a ser capaz... -murmuró la joven Berry levantando el rostro-

-Claro que sí-afirmó Quinn sonriendo a la chica- Rachel no estas sola, cuentas con el apoyo de todos los que te quieren. Tan solo tienes que dar tú el primer paso.

////

Entró a su casa con un hambre voraz y dispuesta a dejar la nevera vacía en cuanto dejase las cosas en su habitación. Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina. Pero algo poco habitual llamó la atención de Santana.

-¿La puerta del salón cerrada?-murmuró extrañada-

Cuidadosamente abrió la puerta y no pudo evitar mostrar sorpresa al ver quien se encontraba en el junto con sus padres.

-¿Dani?-dijo la latina en forma de saludo- ¿Qué estás haciendo aquí?

-¡Santana!-exclamó la mujer levantándose del sillón para después abrazar a la chica- ¡Oh! Santana, es horrible.

-¿Qué pasa?-preguntó la morena muy preocupada, al ver como numerosas lágrimas recorrían el rostro de su prima-

-Tú tío Alphard ha... fallecido-informó la señora López con un semblante serio- Mañana será el funeral.

Las piernas le flaquearon y tuvo que sentarse en el sillón más próximo, seguido por su prima. El rostro de Santana estaba pálido. Miró a cada uno de los presentes esperando que le dijeran que era una broma de mal gusto, pero no podía engañarse. Sabía que de un momento a otro pasaría, era cuestión de tiempo.

////

Oían el ruido que producía cada uno de los peldaños de la escalera al ser pisados, pero ninguno de los dos se giró hasta que Quinn carraspeó intentando llamar su atención. Se giraron con brusquedad y, sorprendidos, encontraron a una sonriente Rachel al lado de la escalera.

-¡Rachel!-exclamó el señor Berry antes de estrechar a su hija entre sus brazos-

-Papá-murmuró la chica abrazando al hombre- Perdóname por favor, siento haberte preocupado. Pero es que...

-Shhh... -la silenció su padre- Eso no importa ahora. ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?

-La verdad... tengo un poco de hambre-confesó avergonzada-

-¡Entonces no se hable más! –Exclamó el hombre con una amplia sonrisa de satisfacción antes de entrar a la cocina- Pienso hacer tu plato favorito. Y ustedes chicas, están invitadas ¡Y no admito un no por respuesta!

Rachel rió, pero su risa no tardó en apagarse al fijarse en su mejor amiga. Se acercó a ella y se sentó a su lado.

-¿Entonces no vuelves a Francia? –preguntó Brittany mirando a la morena-

-¿Y dejar que te diviertas tú sola?-se limitó a responder Rachel- Creo que no.

Las dos chicas se abrazaron y Quinn no pudo evitar suspirar resignada antes de unirse al abrazo.

-Estoy falta de cariño-se excusó Quinn antes de ser abrazada por sus dos amigas-

-Por cierto Rach, espero que no hayas hecho planes para esta tarde-dijo Brittany ante la extraña mirada de su amiga- Sin ánimo de ofender, necesitas un arreglo urgentemente. Estás un poco desaliñada.

-¡¿Qué!-exclamó la morena-

-Tranquila mujer, que estás con la mejor estilista de todo Lima-dijo la joven Pierce algo molesta por la incomprensión de sus amigas- Yo.

////

Tomó su cartera dispuesta a salir de la casa para ir a su encuentro con Santana, pero no había alcanzado a tocar la manivela de la puerta cuando su teléfono sonó.

-¿Quién?-

-¡Mercedes! Perdona pero no voy a poder ir-informó Santana en un murmullo apenas audible- Mi tío ha muerto.

-Santana yo... lo siento mucho-contestó la joven sin saber muy bien que decir- Cualquier cosa que necesites...

-Gracias-respondió la aludida-

////

-¡Mi pelo! ¡Mi adorable e inigualable pelo!-repitió la morena entre lamentos- No se como me he dejado convencer.

-Anda no exageres, que ya te hacía falta un buen corte-dijo Quinn con una amplia sonrisa- -Aunque para lo que ha servido...-Opinó Brittany no muy convencida- Tu pelo es indomable, parece que ni te lo hayas cortado.

Brittany le pasó todas las bolsas a Quinn antes de correr hacia la nueva tienda de mascotas que habían puesto en el centro comercial. Sus dos amigas negaron con la cabeza en muestra de resignación y rieron.

-Por cierto Rach...-comenzó Quinn antes de sacar un pequeño sobrecito de uno de los bolsillos de su pantalón- Lo he comprado mientras ustedes entraban a... bueno, a comprar lencería.

Quinn no pudo evitar sonrojarse pero Rachel ni siquiera lo notó. Miraba el sobre que la chica le ofrecía entre sorprendida y extrañada.

-¿Para mi?-preguntó no muy convencida antes de cogerlo-

-Claro-respondió la rubia con una sonrisa-¿Pero qué esperas? Ábrelo.

Rachel le devolvió la sonrisa algo turbada y comenzó a abrir el pequeño sobrecito antes de sacar una preciosa cadena de él. Era muy sencilla, de plata y con una bonita flor plateada con una perla en el centro del mismo color que los ojos de Rachel.

-Es preciosa-murmuró la morena sin saber muy bien que decir- Me encanta Quinn, de verdad. Podrías...

La rubia asintió y, tras dejar las bolsas en el suelo, se acercó un poco más a la chica. Rachel apartó con delicadeza el pelo mientras Quinn, con manos temblorosas, rodeaba el cuello de la morena con la cadena antes de asegurar el cierre.

-Si no te gusta...-dijo Quinn antes de ser silenciado por una radiante Rachel-

-Calla, ¡Es maravillosa!-exclamó la joven mientras acariciaba la cadena que ahora lucía en su cuello- No pienso quitármela. Además...

Pero Quinn no supo lo que la chica iba a añadir. La sonrisa de Rachel había desaparecido y sus ojos volvían a estar cristalinos.

La joven Berry apretó la cadena contra su pecho mientras bajaba la mirada. Se sentía más tonta que nunca. De nuevo había recordado lo ocurrido en la fábrica casi dos semanas atrás y el final de la bonita cadena que Brody le había regalado por San Valentín.

Flash Back

Subió las escaleras de su casa que daban al segundo piso antes de encerrarse en el baño. Se apoyó en el lavabo y miró el reflejo que formaba el espejo. Sus mejillas estaban coloradas, del moño que se había hecho en el pelo habían escapado varias mechas, mientras que sus ojos estaban rojos de tanto llorar. Sin lugar a dudas tenía un aspecto deplorable pero en esos momentos no le importaba.

Abrió el grifo y se lavó la cara antes de desprenderse de esa camisa que le traía tan malos recuerdos. Pero algo llamó su atención, exactamente la cadena que Brody le había regalado por San Valentín y que aún llevaba alrededor de su cuello. De un fuerte tirón consiguió arrancarla dejando ciertas marcas rojizas en su cuello adolorido. Con paso decidido, y aún con la cadena en la mano, abrió la tapadera del retrete para posteriormente lanzarla y tirar de la cadena. No quería nada suyo, absolutamente nada, y mucho menos muestras de amor falsas.

-Mentiroso-murmuró-

Fin Flash Back

-¿Estás bien?-preguntó Quinn con un deje de preocupación reflejado en la voz- Estás pálida.

-Eh... si, no te preocupes- respondió Rachel con una triste sonrisa- Estaba recordando cosas, no es nada.

-¿Segura?-insistió Quinn con desconfianza-

-Que sí-repitió la chica antes de reír- Gracias por preocuparte.

Quinn hizo un gracioso gesto con la mano restándole importancia pero en esta ocasión a Rachel no se le pasó por alto el sonrojo de las mejillas de la rubia. Eso le hizo recordar algo que había querido preguntarle durante toda la tarde, algo que había dicho la chica esa mañana en la habitación, algo que no dejaba de rondar por la cabeza de la morena...

-Por cierto Quinn, me gustaría preguntarte algo-comenzó Rachel captando toda la atención de la joven- ¿Por qué has dicho esta mañana que...?

-¡Vamos chicas! –exclamó Brittany interrumpiendo la conversación y arrastrando a las dos jóvenes a la planta de arriba- Me muero de hambre, vamos a tomar algo.

Quinn miró a Rachel interrogativa pero esta negó con la cabeza y sonrió quitándole importancia a la cuestión. Quizás era mejor no preguntarle nada por el momento.

Subieron las escaleras y se dirigieron a una de las cafeterías que había en el centro comercial, pero cuando estaban a punto de llegar, Brittany paró en seco sobresaltando a sus acompañantes.

-Creo que se me han quitado las ganas-anunció con una sonrisa nerviosa- Es mejor que nos vayamos ya, se está haciendo tarde.

-¿No decías que te estabas muriendo de hambre?-preguntó Rachel entre risas-

-Ya me conoces, puedo ser un poco exagerada-respondió la joven Pierce bajando de nuevo las escaleras- Sobreviviré.

Sus amigas se miraron de nuevo entre ellas y siguieron a la chica extrañados por su actitud, sobre todo cuando volvió a subir las escaleras excusándose de que tenía que ir al servicio.

-¿Qué le pasa?-preguntó Quinn viendo como su amiga se alejaba-

-No se, bajemos –contestó Rachel encogiéndose de hombros-

////

Tras asegurarse de que sus amigos la habían perdido de vista, se dirigió a la cafetería donde pensaban merendar y se acercó a una de las mesas sintiendo como la sangre le hervía.

-Cerdo-murmuró la chica deteniéndose delante de un joven que le sonreía con suficiencia-

-¡Britt! ¡Qué sorpresa más agradable!-exclamó Brody levantándose de donde hasta el momento había permanecido sentado- ¿Qué tal estás, guapa?

-Intentando controlar las ganas que tengo de matarte-contestó la joven Pierce mirando al chico con un profundo odio-¡Me das asco!

Los amigos de Brody rieron y el joven solo pudo ampliar más su sonrisa consiguiendo enfadar más a Brittany, si eso ya era posible.

-¿Quién es, Brody?-preguntó una de sus acompañantes de forma coqueta, sin duda era otro ligue del chico-

-Brittany Pierce-contestó el aludido- La mejor amiga de la santita de mi ex.

Con esas últimas palabras, Brody consiguió acabar con la paciencia de la joven Pierce. Se acercó más a él para posteriormente darle un fuerte rodillazo en la entrepierna. La sonrisa de Brody desapareció al instante para dar paso a una mueca de dolor acompañada por unos cuantos quejidos.

Sus amigos en seguida se levantaron para ayudarle pero Brittany no les dejó acercarse. Agarró el cuello de la camisa de Brody consiguiendo que el rostro del chico quedase frente al suyo.

-Escúchame bien porque no pienso repetirlo-amenazó la rubia- Si vuelves a acercarte a Rachel vas a sentir algo más que simples cosquillas. Esto tan solo es el aperitivo así que más te vale que no nos encontremos tú y yo solos algún día.

-No eres más que una vulgar...-comenzó Brody antes de recibir un escupitajo en la cara como obsequio por parte de la chica-

-Yo de ti no terminaría esa frase-murmuró Brittany soltando al chico y empujándolo haciéndole caer bruscamente sobre la silla- Si te metes con uno de nosotros, te metes con todos. Que te quede claro eso.

Brittany se alejó ante la atenta mirada de casi todos los clientes de la cafetería pero satisfecha al saber que Brody no podría utilizar su "soldadito" durante varios días. Pero esto acababa de empezar, eso tan solo era el principio...

////

Rachel miró las puertas del instituto durante unos instantes antes de girarse hacia sus amigas.

-No se si estoy preparada-murmuró bajando la mirada-

-Claro que sí-se apresuró a decir Quinn- Además, sabes que cuentas con nuestro apoyo para lo que sea necesario.

La joven Berry miró a la rubia y sonrió agradecida.

Al entrar al aula muchos se giraron para mirarla, incluidos Finn y sus amigos. Rachel pasó entre las mesas sin mirar a nadie y se dirigió hacia sus amigos que la recibieron con efusividad.

-¡Te echamos de menos!-exclamó Kurt abrazando a la morena- ¿Qué tal te encuentras?

-Muy bien- respondió Rachel con una amplia sonrisa- Dispuesta a ponerme al tanto con las clases.

-Lo que queda de clases, querrás decir-corrigió Tina- ¡Afortunadamente la semana que viene ya nos dan las vacaciones!

-Pero hasta entonces... siéntese señorita Chang-dijo el profesor Schuster como saludo, entrando a la clase- Me alegra verla señorita Berry.

-Gracias profesor- dijo Rachel

El profesor se sentó en la silla mientras los alumnos sacaban el material. Comenzó a pasar lista, pero no tardó en detenerse en uno de los nombres.

-Santana López-llamó- ¿Alguien sabe qué le ocurre?

Quinn miró a sus amigas desconcertado pero al parecer Mercedes sí que sabía lo que le ocurría a su mejor amiga.

-Ayer falleció un pariente de Santana-informó Mercedes ante la sorpresa del resto- Hoy era el entierro.

-¡¿Qué!-exclamó Quinn- ¿Y por qué no me lo ha dicho?

-No había nadie en tu casa cuando llamó- dijo Mercedes encogiéndose de hombros-

Brittany miró a Rachel preocupada, pero ésta tan solo pudo murmurar palabras de consuelo que no surtieron ningún efecto en su amiga. La verdad es que la rubia estaba preocupada por Santana, muy preocupada.

-Bueno, un López más un López menos ¿Qué importa eso?-murmuró Jessie tras ellas- Lo que importa es que mi gatita ya está de vuelta.

Brittany se giró con brusquedad y miró al chico con un profundo odio, la misma sensación que había sentido al tener a Brody el día anterior frente a frente. Se levantó del asiento ante la mirada asombrada de todos y le dio un fuerte bofetada al joven, bofetada que le había dejado la mejilla totalmente roja.

- Jamás vuelvas a insultar a Santana ¡¿Te queda claro!-gritó-

-¡Señorita Pierce!-exclamó el profesor levantándose de la silla y acercándose a la chica- ¿Qué es lo que está pasando?

-Nada, nosotros estábamos atendiendo a la clase cuando Brittany se ha levantado y le ha golpeado-mintió Sam- Sin motivo alguno.

-¡Serás mentiroso!-exclamó Rachel indignada- Profesora, Brittany...

-Déjalo Rachel-cortó la joven Pierce- No pierdas el tiempo.

-Señorita Pierce, vaya inmediatamente al despacho del director-ordenó el profesor mirándola de manera desaprobadora y, en cierta forma, también decepcionado-

////

-¡Date prisa Santana!-ordenó la señora López golpeando la puerta de la habitación de su hija- ¡Ni siquiera al funeral de tu tío eres capaz de llegar puntual!

Santana apretaba la mandíbula intentando contenerse mientras terminaba de prepararse. Suspiró resignada y salió de la habitación antes de dirigirse al salón donde se encontraban sus padres y hermano.

-Por fin bajas-dijo su madre levantándose del sillón- Nos hubiésemos ido sin ti, pero el entierro es el de uno de los renegados López ¡Una vergüenza para la familia y el apellido! Al igual que tú, así que debes estar presente.

-¿Ni siquiera eres capaz de respetar a los muertos?-dijo Santana mirando a la mujer con una profunda antipatía- Él ha detestado ser un López toda su vida, por eso se marchó y ojalá que yo pudiera hacer lo mismo. ¡Le admiro por ello!

Pero antes que Santana pudiera terminar, su madre le había dado una bofetada. Santana se palpó la mejilla inconscientemente comprobando que le sangraba debido a un roce con uno de los anillos de su madre. Santiago sonreía mientras el señor López seguía mirando el suelo sin intervenir.

-Por encima de cualquier cosa eres una López, y jamás podrás huir de eso-dijo la mujer con una mirada dura y sin el menor sentimiento antes de salir de la habitación-

Aún con la mano sobre su mejilla siguió a la mujer con la mirada. Tenía razón, era una López y jamás podría olvidarlo.

////

-Comienzo a pensar que siente cierta atracción por mi despacho-comentó Figgins con una sonrisa-

"Mientras no piense que es por él..." pensó la chica cruzándose de piernas-

-O a lo mejor es por mí... -continuó el hombre, y ante el asombro de Brittany estalló en sonoras carcajadas

El director la miró fijamente durante unos instantes, instantes que a la chica le parecieron una eternidad, antes de negar con la cabeza.

-Golpear a un compañero... no es propio de usted-murmuró-

-Quizás... Estoy demasiado nerviosa-respondió Brittany bajando la mirada- No estoy pasando una buena racha que digamos y mis padres... bueno, a finales de este mes hace siete años que murieron.¡Les echo mucho de menos!

Brittany no pudo contenerse por más tiempo y comenzó a llorar. Se tapó el rostro con las manos mientras numerosas lágrimas recorrían sus mejillas. Lo cierto es que llorar era lo que había necesitado desde hacía tiempo. Tenía demasiados problemas: las notas, lo ocurrido con Rachel, su relación con Kevin, sus padres y ahora... ahora también Santana. Debía sacarse a la latina de la cabeza fuese como fuese.

-Desahóguese si es lo que necesita-dijo Figgins mirando a la chica con cariño- Por esta vez no la castigaré, pero que no salga de esta habitación.

Brittany se frotó los ojos con las manos y sonrió agradecida.

-Además, no sería justo-comentó el director- Después de todo eres una de nuestras mejores alumnas, y no me refiero solo académicamente.

-Gracias-contestó Brittany y salió del despacho ante las estruendosas carcajadas de su director. Cerró la puerta y sonrió apoyada sobre ella. Después de todo, quizás esa conversación sí que le había servido de algo.

-Me olvidaré de Santana- murmuró- Aunque sea lo último que haga.

////

-¡Vamos chicos! ¡Corran diez minutos alrededor de la pista!-exclamó la profesora Hooch- ¡Y a paso ligero!

Todos los alumnos comenzaron a correr mientras la profesora los supervisaba con una sonrisa de profunda satisfacción.

Mike disminuyó un poco el paso hasta quedar al lado de Kurt que corría acompañado por otra chica, chica que sonrió de forma coqueta al percatarse de la presencia de Mike.

-Oye Becky, ¿Tienes algo que hacer esta tarde?-preguntó Mike.

-No-respondió la aludida con una radiante sonrisa- ¿Por qué?

-Porque me encantaría invitarte a algún sitio –respondió Mike ante la mirada molesta de Kurt- Si tú quieres por supuesto.

-¡Claro!-exclamó Becky acariciándose el pelo con nerviosismo- ¿A qué hora quedamos?

-Mejor eso lo hablamos después ¿vale?-preguntó Mike antes de recibir un asentimiento de cabeza por parte de la chica-

Tras despedirse, Becky aceleró el paso dejando a los dos amigos solos.

-Pensaba a que aún te gustaba Tina –dijo Kurt muy molesto-

-Y me gusta-contestó-

-¿Entonces por qué sales con otras?-preguntó el chico con la respiración ligeramente entrecortada-

-No se, no tiene nada de malo ¿no?-respondió encogiéndose de hombros- Además, ella va a salir esta tarde con Ian. ¿Por qué no puedo hacer yo lo mismo?

Kurt no contestó y siguió corriendo sin saber muy bien qué decir.

-Por cierto, ¿Podrías recomendar algún sitio donde llevar a Becky?-preguntó Mike-Podría llevarla al nuevo pub que han abierto, tiene buena fama.

-Yo de ti no lo haría-dijo Kurt ante la mirada perspicaz de su amigo- Ahí es donde van a ir Ian y Tina esta tarde.

Kurt aceleró el paso, alejándose de un sonriente Mike. Por fin sabía el dato que le faltaba. Ahora todo dependía de la suerte.

-Va a ser una tarde... interesante-murmuró el joven para sí-

////

Santana miraba a cada uno de sus familiares sintiéndose más desplazada que de costumbre. Tras el entierro toda la familia López, salvó Dani, se había reunido en la casa de Santana para entablar una de sus bonitas conversaciones familiares.

Santana bufó resignada e hizo el ademán de levantarse del sillón donde había permanecido sentada, pero unas manos se lo impidieron.

-Hola primita-susurró una voz cerca de su oído-

Santana se giró con brusquedad para encontrarse con la sonrisa de Alma y la repelente mirada de Elaine.

-Déjenme en paz-dijo Santana antes de volver a girarse-

-No seas desagradable-murmuró Elaine- En cima que venimos a hacerte compañía...

-Déjala Eli –cortó su hermana- Está claro que prefiere la compañía de la huerfanita antes que la de los de su propia sangre.

Santana apretó los puños con fuerza, intentando contenerse, mientras las dos hermanas se alejaban. Pero no habían dado más que un par de pasos cuando Alma se giró.

-Por cierto, vamos a comer ya-informó antes de alejarse-

La latina apoyó la cabeza en el sillón y cerró los ojos durante unos segundos antes de levantarse y seguir a sus primas hasta la mesa. Le preocupaba que Alma estuviera tan al tanto de su relación con Brittany.

Cuando Santana entró al salón todos los miembros de la familia estaban sentados, tan solo había una silla vacía cerca de su padre, silla que ella debía ocupar como primogénita de uno de los López más destacados. Se sentó segundos antes de que el mayordomo de la casa comenzase a servir la comida.

Comenzó a comer en silencio, intentando ignorar los comentarios despectivos que hacían hacia Dani y el recién fallecido.. Pero no tardó en intervenir indignada.

-¡Callense ya! –ordenó levantándose y apoyando las manos sobre la mesa-

-¡Santana siéntate!-exclamó su madre de forma autoritaria- Te lo ordeno.

-¡No! -respondió antes de salir de la habitación- No pienso obedecer a una persona que se alegra de la muerte de mi tío.

La señora López se levantó y siguió a su hija hasta el recibidor. Santana ni siquiera la miró, tan solo se limitó a coger las llaves antes de acercarse a la puerta.

-Si cruzas esa puerta, no vas a necesitarlas-amenazó la mujer- Si entras al salón y vuelves a sentarte, estoy dispuesta a olvidar lo que ha pasado. Pero si te vas serás tu la que tenga que olvidar que tiene una familia.

Santana levantó la mirada para cruzarla con la de su madre. La de su madre mostraba profunda frialdad, la de ella decepción. Miró las llaves durante unos segundos antes de lanzarlas a los pies de la mujer.

-Renunció-dijo finalmente- Renuncio a la familia, renuncio al apellido, ¡renuncio a todo lo que tenga que ver con ustedes! A partir de ahora seré Santana, solo eso.

-Te lo advierto, si das un paso más acarrea sola con las consecuencias-dijo la mujer- Despídete de los privilegios de ser una de nosotros.

Santana agarró la manivela con delicadeza y sonrió.

-En realidad, yo nunca he sido una de ustedes-murmuró antes de salir de la casa-

////

Guardó los libros y salió del aula. Lo tenía muy claro: no volvería a ofrecerle su ayuda a un profesor aunque su asignatura dependiera de ello. Por su culpa hacía más de diez minutos que había tocado la sirena y el instituto estaba completamente vacío. O eso creía Mercedes.

Se encaminaba hacia la salida cuando unos sollozos desde una de las aulas le hizo detenerse. Dudo durante unos segundos pero al final decidió acercarse. La puerta estaba entreabierta y con sigilo consiguió entrar en el aula, pero jamás se le hubiese pasado por la cabeza encontrarlo allí, y mucho menos en ese estado.

-Joe-murmuró pasando entre las mesas hasta colocarse a su lado- ¿Te encuentras bien?

El chico, que no se había percatado de la presencia de la joven hasta que esta la había llamado, levantó la cabeza antes de apresurarse en limpiar las lágrimas que salían de sus ojos.

-Muy bien-contestó altivamente- No sé por qué lo dices.

-No se...quizás porque estabas llorando-respondió Mercedes ganándose una mirada fulminante por parte del chico- Hablando en serio, ¿Que te pasa?

Joe la miró fijamente guardando silencio.

Mercedes suspiró resignada antes de caminar hacia la puerta.

-De todos modos, si algún día necesitas desahogarte... -dijo Mercedes girándose unos instantes para mirarlo- Puedes contar conmigo.

- ¿Por qué te preocupas por mí?-preguntó Joe antes de que saliera del aula- Te recuerdo que la amistad entre "Las perfectas" y nosotros se ha acabado.

-Es posible-afirmó encogiéndose de hombros- Pero ya sabes lo que pienso. Tú para mi no eres como ellos.

Con esas palabras Mercedes salió del aula dejando a Joe muy pensativo pero con una ligera sonrisa en los labios.

////

Dejó la mochila en el sofá y se acercó al teléfono para después marcar el número de la casa de Santana.

-Casa López ¿Con quien desea hablar?-contestó el mayordomo al otro lado de la línea-

-Buenas tardes,¿Puede ponerse Santana, por favor?-preguntó Quinn ante la atenta mirada de Brittany-

-La señorita López no se encuentra en estos momentos-respondió el mayordomo con una cierta satisfacción en la voz- Pero le informo que ella ya no vive aquí.

-¡¿Cómo!-exclamó Quinn muy sorprendida-¿Qué quiere decir? ¿Dónde está?

-Lo siento, pero no puedo darle mayor información al respecto –dijo el mayordomo antes de colgar-

Quinn colgó el teléfono un poco aturdido mientras su prima esperaba una respuesta impaciente.

-¿Y bien?-apremió Brittany-

-Santana no... Bueno, no tengo ni idea dónde está-contestó Quinn- Lo único que sé es que al parecer ya no vive con los López.

////

-La película ha estado fantástica –comentó Sugar sentándose en una de las mesas de la pizzería del Centro Comercial- Gracias por haberme invitado.

-En realidad ha sido Mike-aclaró Artie un poco avergonzado- Pensaba salir con Tina pero ella... bueno, ya había quedado.

-Entiendo-murmuró la chica sabiendo exactamente a qué se refería el chico-

-Pero para compensar, te invito a merendar-añadió Artie con una sonrisa- Mientras que vienen a tomar nota, ¿Quieres que vaya a por las bebidas?

La joven Motta asintió agradecida poco antes de que Artie se alejara en dirección a la barra..

-Vaya, volvemos a encontrarnos –dijo Dave con una de sus mejores sonrisas-

-¡Oh, tú otra vez! –exclamó Sugar con resignación-¿Cuándo piensas dejarme en paz?

-Ahora que por fin sé tu nombre creo que... nunca-respondió entre risas el chico- Al menos, claro, que aceptes salir conmigo.

Si, se había convertido en una prueba personal. Lo cierto es que hasta que no la consiguiera no pensaba parar. Tan solo había dos pegas y una de ellas ya la había superado. Debía averiguar su nombre, y eso ya lo había hecho una semana atrás.

Flash Back

No hacía más de cinco minutos que había sonado el timbre dando por terminadas las clases. Sugar, acompañada por sus amigas, se disponía a salir del centro cuando algo la hizo detenerse, exactamente un joven que la observaba apoyado en la puerta del centro.

-Hola guapa-saludo acercándose a ella- Y bien, ¿Te has pensado lo de salir un día conmigo?

-No tengo nada que pensar-respondió intentando seguir su camino, pero Dave había vuelto a interponerse- ¿Te importa dejarme pasar?

- Como habrás comprobado, no acepto un no por respuesta-se limitó a contestar el chico- Me basta con una noche. Te dejo que decidas la hora y el lugar.

-Que caballeroso-murmuró Sugar, sarcásticamente- Mira, tan solo te diré una cosa, ¡No me interesas!

La joven Motta agarró a sus dos amigas por los brazos y las arrastró fuera del instituto ante la sorpresa de ambas y la indignación de Dave.

-Mierda-murmuró-

Algo estaba fallando en su táctica. ¿Qué era? No tenía la menor idea, pero debía averiguarlo.

"Su nombre" pensó "Si, las chicas suelen darle importancia a esos detalles. Tengo que averiguarlo"

-Oye tú-llamó Dave, señalando a una joven que había presenciado todo lo ocurrido- Necesito tu ayuda.

-¿Mi ayuda?-preguntó sonrojada-

-Exacto-respondió comenzando a desesperarse- Quiero que me digas todo lo que sepas sobre esa chica, empezando por su nombre.

-Es que yo... no sé si debo decírtelo-dijo la chica bajando la mirada- No sé si a ella le va a parecer buena idea.

- Bueno, no tiene porqué enterarse-dijo Look encogiéndose de hombros- Pero si una cita conmigo va a convencerte, creo que esta noche ya tenemos planes.

La joven levantó el rostro con una radiante sonrisa y dispuesta a contarle hasta el más mínimo detalle sobre Sugar Motta.

Fin Flash Back

Si, había tenido que salir con esa chica, pero estaba dispuesto a cualquier sacrificio con tal de conseguirla. Ahora tan solo debía conquistarla, una tarea un tanto complicada.

-Sugar, ¿Te está molestando?-preguntó Artie que se había acercado con las bebidas-

-¡Hombre, Artie! ¡Qué sorpresa! –exclamó Dave de forma burlona- ¿Qué te trae por aquí? ¡Ah claro! Supongo que estás disfrutando tus últimas horas con Sugar, después de todo no tardará en ser mi chica.

Artie miró al chico con dureza pero justo cuando iba a intervenir, Sugar cogió una de las bebidas que Artie llevaba en las manos y la derramó lentamente en la cabeza de un sorprendido Dave.

-Bueno Artie, ¿Nos vamos?-preguntó Sugar con una sonrisa inocente- Por cierto Dave, gracias por pagar la cuenta.

Artie dejó la otra bebida sobre la mesa y se alejó junto a la joven que reía alegremente. Sin ninguna duda, esa chica era dura de roer.

////

Brittany le pasó el casco a Quinn y ambas se dirigieron decididas a la lujosa entrada de la casa López. Tocaron la puerta y el mayordomo no tardó en abrir.

-¿Qué desean?-preguntó el mayordomo, con dureza-

-Estamos buscando a Santana-respondió Quinn muy seria, cosa poco habitual en ella-

-Como ya le dije, la joven López no se aloja ya aquí-repitió el hombre apretando los labios- Así que si no se les ofrece nada más...

El hombre hizo el ademán de cerrar la puerta pero Brittany no lo permitió. Empujó al mayordomo apartándose de su camino y entró en la casa antes de dirigirse al comedor, lugar donde se encontraban reunidos el resto de la familia López.

-Buenas tardes-saludó Brittany más por cortesía que por otra cosa- Estamos buscando a Santana ¿Saben dónde está?

Los aludidos la miraron sorprendidos antes de fulminar a ambas jóvenes con la mirada.

-No conocemos a ningún Santana- se limitó a responder la señora López-

-Yo creo que sí- contradijo la joven Pierce cogiendo una de las sillas y sentándose frente a la mujer- Permítame que se la recuerde. Una chica de diecisiete años, alta, morena y de ojos negros que casualmente es su hija y a la que no le ha prestado ni un poquito de atención en toda su vida.

-Yo tan solo tengo un hijo-contestó la mujer entre dientes- Un hijo que es el orgullo de mi sangre y que está sentado en esta mesa.

-Por favor...-murmuró la rubia con una sonrisa sarcástica-

-Brittany, déjalo- intervino Quinn intentando contener las ganas que tenía de decirle un par de cosas a la madre de su mejor amiga- Está claro que de esta gente no podemos sacar nada.

La aludida se levantó dispuesta a marcharse, pero tenía demasiadas cosas que decirle a esa mujer como para irse sin más.

-Les diré algo –dijo Brittany girándose hacia ellos y pasando su mirada de unos a otros- Santana es una de las mejores personas que he conocido nunca y ella vale más que todos ustedes juntos. Yo ya sabía que eran miserables, pero jamás me imaginé que tanto.

Muchos de los miembros de la familia López se levantaron a protestar pero la madre de Santana les hizo callar con un gesto de su mano.

- Eres una descarada y una ilusa-contestó, acercándose a ella- Al igual que tu estúpida madre. Enamorarse de Santana...

Todos miraban la escena sorprendidos, pero ante esas palabras Brittany no supo reaccionar. Quinn se acercó a ella y, agarrándola del brazo, la arrastró hacia la salida de la casa.

-¡¿Pero qué te crees que estabas haciendo!-exclamó Quinn, muy molesta- ¡¿Sabes con quien te la estabas jugando?! Son de las peores familias de la ciudad, si no es la peor.

-¡¿Y qué!-encaró la chica- Yo no les tengo miedo y no pensaba dejarles que humillaran a Santana de esa manera.

Quinn hizo el ademán de protestar pero tan solo pudo suspirar resignada. Lo más importante ahora era encontrar a Santana.

-Tendríamos que separarnos e ir a los sitios donde podría estar Santana- dijo la joven Fabray, cambiando de tema- Llamaré a las chicas y a Rachel, cuantos más seamos mejor.

-Tienes razón-corroboró Brittany antes de taparse la cara con las manos- ¡Mierda! Había quedado con Kevin. Bueno, da igual, lo llamó y le digo que no puedo.

-No, no es necesario-negó Quinn, mientras se ponía el casco- Con las chicas y yo es suficiente.

-Pero...-comenzó Brittany-

-Que no te preocupes-cortó la ojiverde pasándole el casco- Anda, sube.

////

Miró el reloj y apresuró el paso. Eran las ocho menos veinte, ya llegaba diez minutos tarde a la cita con Ian.

-Lo siento-se disculpó Tina con una sonrisa-

-No importa-respondió Ian acercándose a ella con intención de besarla-

Pero Tina consiguió reaccionar interponiendo su mano entre los labios de ambos.

-No Ian... por favor-pidió la chica bajando la mirada-

-¿Cuándo piensas decidirte? –preguntó el joven, muy molesto-

Tina no contestó e Ian tan solo pudo sonreír.

-Bueno, no te preocupes-contestó el chico cogiéndola del brazo y guiándola hasta el nuevo pub- De todos modos se que me vas a escoger a mi.

La joven suspiró resignada haciendo reír a Ian. Entraron en el local y no pudieron evitar comprobar que, para ser tan pronto, estaba abarrotado de gente. Buscaron con la mirada una mesa donde sentarse pero algo llamó su atención, exactamente dos jóvenes que se encontraban sentados al lado de la única mesa libre.

-¡Ey chicos!-saludo Mike con una sonrisa-

-Hola-saludó Ian estrechando la mano del joven y dándole un beso en la mejilla a Becky- Que casualidad habernos encontrado ¿no?

-Y que lo digas-murmuró Tina con una sonrisa forzada- Quizás deberíamos irnos. Hay demasiada gente.

-Podemos sentarnos aquí- señaló Ian a la mesa de al lado-

-O con nosotros-añadió Mike- ¿Verdad Becky?

La joven asintió aunque la propuesta no había sido del todo de su agrado. Estaba deseando pasar la tarde con Mike y no le hacía ninguna gracia que Tina Cohen, la ex del chico, estuviese en medio.

-No gracias-respondió Tina dejando sus cosas en la mesa de al lado- No nos gustaría interrumpir su cita.

Mike sonrió para sus adentros. Todo estaba saliendo según sus planes. Tina estaba celosa y él podía vigilar a Ian sin levantar sospecha.

////

Besó sus labios, su barbilla... poco a poco iba descendiendo hasta su cuello mientras que con las manos acariciaba la espalda de la chica.

-Kevin...-murmuró la joven haciendo que el chico se detuviese-

-¿Qué pasa?-preguntó el aludido separándose un poco más de ella- Si es por esto tranquila, no pensaba llegar a más.

-No, no tiene nada que ver –respondió Brittany sentándose bien en el sofá y pasando una mano por su cabello- Es que estoy preocupada.

-¿Por Santana?-probó Kevin mientras su novia asentía- No te preocupes, seguro que aparece.

Kevin rodeó a la chica con sus brazos mientras está apoyaba la cabeza en su pecho.

-Seguro que se ha ido con algún familiar –dijo el joven intentando tranquilizarla-

-No-negó Brittany- No se lleva bien con nadie, salvo con... ¡Claro! ¡Dani!

La chica se levantó rápidamente, sobresaltando a su novio, antes de dirigirse hacia la puerta de la casa.

-¡¿A dónde vas!-preguntó el joven un poco molesto-

-Lo siento mucho Kevin-se disculpó la rubia antes de acercarse a él para darle un rápido beso en la mejilla- Pero tengo que buscar a Santana.

La joven hizo el ademán de alejarse pero Kevin la había agarrado de la muñeca llamando su atención.

-Entonces voy contigo-dijo antes de salir de la bonita casa Fabray-

////

-Tina, ¿Me estás escuchando?-preguntó Ian, un poco molesto-

-¿Eh? Si, si, si, por supuesto-mintió la joven-

No aguantaba más. Pese a que Ian no dejaba de hablarle, no podía evitar estar más pendiente de la mesa que ocupaban Mike y Becky que de la suya propia.

"Tan solo falta ponerle un poco de azúcar y la situación ya resultaría realmente empalagosa" pensó Tina volviendo a prestar atención a la mesa de al lado.

- Muchas gracias por invitarme-dijo Becky antes de acariciar la mejilla del joven Chang- Pensaba que no tenías ningún interés en mí.

-¿Cómo no podía tenerlo?-repitió Mike, comprobando disimuladamente que Tina les estuviera escuchando- Eres fantástica y muy guapa, si me permites decirlo.

Becky sonrió antes de acercar su silla un poco más a la del joven para después acariciar la pierna del chico con coquetería.

-¿Te apetece venir a mi casa esta noche?-preguntó mordiendo sensualmente su labio inferior- Estaríamos solos, tú y yo.

-Eh... claro-aceptó Mike sintiendo como la situación se le iba de las manos-

Quería darle celos a Tina para que se decidiera, pero había perdido completamente el control de la situación.

Tina se irguió sobre su silla. ¿Cómo había sido capaz de aceptar? Con paso decidido se levantó de su asiento y salió del local ante la sorpresa de los tres jóvenes, especialmente de Ian y Mike. Ian se despidió dejando un billete sobre la mesa antes de seguir a Tina.

-¡Eh, espera!-pidió Ian agarrándola de la muñeca y evitando que siguiese corriendo- ¿Qué te pasa? No creo ser tan mala compañía ¿O si?

Ian esperaba conseguir con eso una sonrisa de la chica, sonrisa que no llegó y que consiguió desconcertarle.

-¿Estás bien?-preguntó-

-¿Sabes? Lo he decidido-dijo Tina pasando por alto la pregunta del chico- ¿Aún quieres salir conmigo?

Ian la miró sorprendido pero no pudo evitar sonreír antes de besar a la joven y, de ese modo, sellar el principio de una nueva relación para ambos.

////

-Los acompaño hasta la puerta-dijo el esposo de Dani saliendo del salón-

Kevin se despidió de Dani antes de seguir a su esposo hasta el recibidor, pero justo cuando Brittany iba a salir de la habitación, la mujer la llamó consiguiendo que se detuviese.

-Siéntate un momento-pidió la mujer señalando la silla que estaba frente a ella- Estás muy preocupada por Santana ¿Verdad?

-Claro, es mi amiga-respondió la joven Pierce bajando la mirada pero algo dudosa por sus palabras- Creo.

-¿Sólo eso?-comentó Dani ante la sorpresa de la chica- Hace unas dos semanas Santana estuvo aquí, quería hablar sobre ti.

-¿Sobre mí?-repitió Brittany entre molesta y extrañada- No entiendo.

Dani sonrió y abrazó a la joven con ternura. Para ella, Brittany ya formaba parte de la familia; familia formada por su esposo, su hijo, Santana y, hasta el día anterior, Alphard López.

-Eres muy importante para mi prima y te necesita, sobre todo en estos momentos-dijo Dani separándose lentamente de la desconcertada joven- Te echa mucho de menos y no sabe qué hacer para que la perdones por lo que te hizo.

-Así que te lo ha contado todo...-murmuró Brittany levantándose mientras caminaba por el salón, inquieta- Mira, no puedo negarte que me preocupa como este sino no habría venido, pero ya no significa nada para mí.

Dani la miró con el entrecejo fruncido y Brittany tan solo pudo apartar la mirada.

-Además, estoy con Kevin y... le quiero-añadió más para sí misma que para su acompañante- Si, estoy enamorada de él.

-¿Estas intentando convencerme a mi ó a ti misma? –preguntó Dani ante la sorpresa de la joven- Si te digo todo esto no es por meterme en tus asuntos, sino porque estoy convencida que si no arreglan las cosas ahora se arrepentirán en el futuro.

////

-En cuanto sepamos algo nos pondremos en contacto con usted-dijo el agente antes de colgar el teléfono-

-Gracias y buenas noches-respondió el señor Fabray colgando también el teléfono-

-¿Qué te ha dicho?-se apresuró a preguntar Judy, muy angustiada- ¿Ya la están buscando?

Russell asintió y abrazó a su esposa en señal de apoyo. Eran las once y media de la noche y Santana aún no había aparecido, haciendo que la angustia en la casa Fabray incrementará conforme pasaban los segundos.

-Pero tenemos que hacer algo-dijo Quinn levantándose del sillón donde había estado sentada- Tenemos que seguir buscando.

-Quinn, hija, la han buscado durante toda la tarde sin resultado-recordó Russell bajando la mirada- Sólo podemos esperar.

-Además, con este tiempo... -añadió Judy acercándose a la ventana y descorriendo las cortinas-

Las calles estaban prácticamente a oscuras y la lluvia no dejaba de caer ni de salpicar contra las ventanas. Según el "hombre del tiempo", eran las últimas lluvias antes de un verano muy caluroso, verano que hacía años que no se veía.

-No para de llover...-murmuró Judy cada vez más preocupada- ... y cada vez con más fuerza.

-¡Como le haya pasado algo me muero!-exclamó Brittany, ante la sorpresa de todos, poco antes de estallar en llanto-

El teléfono comenzó a sonar sacándoles de sus pensamientos. El señor Fabray se acercó a la mesita y se apresuró a contestar.

-Buenas noches, señor Fabray-saludó Mercedes al otro lado de la línea- ¿Saben ya algo de Santana?

-Me temo que no, Mercedes-respondió Rusell- La policía ya lo está buscando.

-Ya veo-dijo Mercedes, decaída- En cuanto sepan algo llámenme, por favor.

Nada más colgar el teléfono, el timbre de la casa Fabray sonó ante la incertidumbre de los cuatro presentes que se miraron inquietos. Quinn se acercó con paso cauteloso a la entrada antes de abrir la puerta y comprobar quien había al otro lado, muy sorprendida.

-¡Santana!-exclamó Quinn antes de abrazar a su empapado amiga-

-¿Puedo pasar?-preguntó la chica con una leve sonrisa en el rostro-

-Claro, claro-contestó Quinn arrastrando a su amiga al salón, después de cerrar la puerta-

El señor y la señora Fabray aparecieron por el umbral de la puerta del salón con sus pijamas ya puestos y la bata echada sobre los hombros.

-¡Hay Dios mío!-exclamó Judy para luego acercarse a Santana y abrazarla-¿Estás bien?

-Estábamos muy preocupados-reprendió el señor Fabray- Que sea...

-Russell, mi amor, está empapada y seguro que tiene hambre, deja que descanse y luego hablamos con ella-pidió Judy a su marido-Siéntate cerca de la chimenea, a ver si entras en calor. Quinn trae unas mantas ¡Vamos!

-Voy-asintió la aludida para luego abandonar el salón-

-Seguro que tienes hambre-dijo la señora Fabray antes de dirigirse a la cocina- Voy a prepararte algo.

Mientras Rusell se ponía en contacto con la policía para informarles de la aparición de Santana, ésta no pudo evitar mirar de reojo a Brittany. La joven observaba el suelo embelesada, sumergida en sus pensamientos. Inconscientemente la chica levantó el rostro, cruzando su mirada con la de la latina. Fueron unos segundos extraños en los que las miradas de ambas mantuvieron una conexión especial, miradas que decían lo que las palabras no habían sido capaces.

Pero esa conexión no tardó en romperse. Brittany se levantó del sofá y subió las escaleras antes de encerrarse en su habitación. Santana suspiró resignada antes de taparse con las mantas que en esos momentos Quinn le daba.

-¿Y Britt?-preguntó la joven Fabray extrañada-

-En su habitación-respondió su amiga en un leve murmullo-

Quinn asintió pero prefirió no comentar nada al respecto.

-Toma cielo, aquí tienes la cena-dijo Judy entrando al salón con una gran bandeja entre las manos- Necesitas coger fuerzas.

-No tengo mucha hambre...-intentó excusarse la joven López-

-Venga, un poquito-insistió la mujer- Russell, cariño, ¿Ya has hablado con la policía?

-Si, está todo solucionado-informó el señor Fabray mientras se frotaba las manos- Aunque creo que no les ha hecho mucha gracia que hayas aparecido. Quizás esperaban que estuvieras metida en algún lío gordo.

-No me extraña, llevando el apellido López... -comentó Quinn- Por cierto, ¿Es cierto que te has ido de casa?

Santana asintió antes de contar a los tres Fabray todo lo ocurrido. Evidentemente tanto el matrimonio como la hija de estos, estaban consternados. No entendían como una madre era capaz de tratar así a su propia hija pese a que ésta insistía que era mejor dejar las cosas como estaban.

-Pero ahora no se que hacer-confesó Santana bajando la mirada- No tengo a donde ir hasta que no sea mayor de edad.

-¡¿Cómo que no?!-exclamó Judy- Te quedas aquí, ¡Faltaba más!

-No quiero causar más molestias-dijo Santana negando con la cabeza- Ya he abusado bastante de su generosidad durante todos estos años.

-No digas más tonterías, Santana –cortó Russell muy serio- Para nosotros eres como una hija, y a una hija no se le deja en la calle.

-Ahora mismo vamos a prepararte una habitación para que pases la noche y mañana iremos a comprar todo lo que necesites para que esté a tu gusto-dijo Judy dirigiéndose a la salida- Vamos Russell.

El señor Fabray sonrió a las dos jóvenes antes de seguir a su esposa fuera del salón. Santana también sonrió y miró a su amiga agradecida.

-No se que haría sin ustedes- dijo la joven López haciendo reír a Quinn-

-Sin lugar a dudas, hermana, van a ser unas vacaciones interesantes- comentó la joven Fabray antes de estallar en sonoras carcajadas- Muy interesantes.

Nota:

Los invito a visitar mi historia: La Boda de Rachel.... es una historia faberry que sera solo de 6 o 7 capítulos.

Okumaya devam et

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