C Á L I D A S L Á G R I M A S
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Idiota, me haces falta.
Cuando tú no estabas nadie conocía mi canción preferida, ni mi libro favorito. Nadie sabía que películas me gusta ver, o cuando me sentía malditamente mal por mi vida, cuando me estaba derrumbando a pedazos. Nadie sabía lo que me hacía no querer continuar, lo que me hacía llorar o cuando no podía parar de estar triste y, que hacía cuando no podía dormir.
A veces me preguntaba si es que existía alguien que me conocía de verdad, si alguien sabía quién era yo.
Pero llegaste tú
Tú fuiste ese alguien que supo todo de mí, fuiste ese alguien que amé y sigo amando con todo mi ser, pero también fuiste mi desgracia cuando supe que ya no estaríamos más, que ya no iba a funcionar.
¿Sabes cuánto dolió?
Tanto que estoy aquí aún, escribiendo esto con mis cálidas lágrimas quemando mis mejillas, mientras forman un charco al rededor de mi cuello como si fuese una soga.