I'ᴍ ɢᴏɪɴɢ ᴛᴏ ᴋɪss ʏᴏᴜ. I ᴍᴇᴀɴ...

By lu7hor

94.7K 9.9K 3.3K

Kara Danvers ha estado fascinada por Lena Luthor desde que la vio en un teatro en Londres interpretando a las... More

1-
2-
3-
4-
5-
6-
7-
8-
9-
10-
11-
13-
14-
15-
16-
17-
18-
19-
20-
21-
22-
23-
24-
25-
26-
Epílogo
Ultimate Pool Party (Extra)

12

2.5K 338 74
By lu7hor

Kara se estiró en una tumbona con su bikini blanco, después de quitarse el short, mirando a sus padres en la piscina con algunos amigos de la familia que conocía desde hacía años. Amigos discretos, por supuesto, o esta falsa relación acabaría en HGZ en poco tiempo.

En la tumbona a su izquierda, Andrea estaba murmurando a Alex, que estaba sentada en una silla de lona a su lado, con la cabeza inclinada, escuchando con atención. Al menos su hermana no estaba siendo combativa, lo cual era un progreso.

–Esto parece ir bien–, murmuró Lena.

Kara rodó hacia su otro lado. Lena se había puesto un impresionante traje de baño de una pieza azul real, con una camisa blanca de manga larga para proteger sus brazos. Sus piernas brillaban por el protector solar. Frente a toda esa piel, Kara solo pudo decir: –Sí–. Echando un vistazo a la piscina, agregó: –Sin embargo, mis padres no son realmente el problema.

–¿Quién entonces?– Lena tomó un sorbo de la bebida amarilla afrutada que sostenía. Combinada con sus gafas de sol grandes y elegantes, con monturas blancas y un sombrero de ala ancha de diseñador, parecía como si acabara de entrar en la cubierta de un crucero. –Este es un trago excelente, por cierto.

–Alex lo hizo. Una vez hizo un curso de preparación de cócteles, por lo que debería ser bueno. E Imra es nuestra potencial Estrella de la Muerte.

–¿Estrella de la Muerte?

Eso hizo que Kara se sentara. –¿Dime que no admitiste ignorar Star Wars?

Lena deslizó sus gafas de sol una pulgada por la nariz. –Estaba bromeando–. Ella sonrió. –Entonces, ¿eres una nerd, cariño? ¿Es esa la Fuerza que te acompaña?

Cada maldita vez que Lena decía esa palabra, incluso con ese tono levemente burlón, el corazón de Kara se estremecía de alegría. No solo su corazón. Las citas falsas con Lena estaban arruinando su capacidad para relajarse.

La puerta lateral se abrió, evitando que Kara tuviera que pensar en alguna respuesta ingeniosa. –Aquí viene la Lord Sith Imra Ardeen, ahora mismo.

–Imra es tu compañera de piso, ¿Cierto?– Preguntó Lena, subiendo sus gafas de sol. –¿Qué sabe ella de todo esto?

–No tuve la oportunidad de decirle que supuestamente estábamos saliendo. Dejé una nota sobre la Pool Party en la nevera. Ella piensa que estoy interesada en ti, pero lo he estado negando enérgicamente.

Lena frunció el ceño. Luego frunció el ceño un poco más. –¿Por qué pensaría eso?

¡Oh diablos! El cerebro de Kara se puso al día con sus palabras. ¡Mierda!

–¿Por las fotos?– Preguntó Lena.

Oh, gracias a Dios. –Sí, exactamente.

–Pero, aún así, es un gran salto. ¿De repente piensa que su compañera de piso heterosexual es gay? ¿Por mí? ¿Por algunas fotos? ¿Qué me estoy perdiendo?

Que no soy heterosexual. La duda la atravesó. Kara había estado debatiendo esto por un tiempo. Decirle o no decirle a Lena. ¿Salir ella misma haría esto incómodo? ¿Y la escena de sexo? ¿Las actrices heterosexuales querían saber si estaban besando a una mujer a la que le gustaban las mujeres? ¿Es ese un miedo que tienen?

Imra se acercó tranquilamente, se sentó en el borde de la tumbona de Kara, cerca de los tobillos, y metió la mano en el bolso.

–Oye. Siento no haber estado aquí antes. Una cita se retrasó–. Imra deslizó una mirada entre ellas. –Bueno, esto es una sorpresa, ¿eh? Mírense ustedes dos–. Alzó las cejas.

–Imra, te presento a Lena… eh, Lee. Lee, esta es Imra.

–¿Ahora es 'Lee'?– Imra miró a Kara mientras comenzaba a untarse los brazos con la loción que había sacado. –Entonces, ¿los rumores fueron ciertos todo el tiempo?

–Sí–, dijo Lena, con la voz seca. –He estado intimidando a Kara por su anormalidad de dedos verdes. Y lo que es más curioso, me gusta.

–¡Ja!– Imra rió. –¿Por qué la camisa?– señaló la prenda de Lena.

Lena se señaló a si misma. –Reacciono mal a la luz del sol.

–Ooh, ¿Cómo vampiro?

–Algo como eso–. Lena parecía divertida.

–¿Y ahora has clavado tus colmillos en Kara?– Sus cejas se movieron sugerentes.

–Ugh–, gimió Kara. –No. Esa es la peor broma.

–¿Entonces no es verdad sobre ustedes dos?– Imra se hundió.

–Oh, lo es–, dijo Lena. –Pero lo mantendremos en silencio, ¿de acuerdo?

–¡Oh!– Imra lanzó una mirada alrededor del área de la piscina. –¿Lo sabe Eliza? ¿Está planeando una fiesta en tu honor?

–Probablemente–. Kara se rió disimuladamente.

–Hey Smiley, da lugar–. Imra le dio un codazo. –Hay espacio para dos en estas cosas.

Kara se deslizó hacia un lado e Imra se sentó a su lado en la amplia tumbona.

–Está bien–, dijo Imra con seriedad. –Quiero ser una de las damas de honor.

–Buena–, dijo Kara. –Odias las bodas.

–Sí, las heterosexuales. Las lésbicas son una elección. Tantas opciones de guardarropa extra. Deberías verme lucir un esmoquin. Entonces Dietrich¹.

–¿A cuántas bodas de lesbianas has ido?– Lena preguntó con curiosidad.

–Muchas alrededor de esta ciudad–. Imra cruzó las piernas a la altura de los tobillos y se enderezó el short hasta la mitad del muslo. –En Los Ángeles y las modelos se trata de tener un cuerpo hermoso y explorar tus opciones. Fluidez sexual y todo eso. Hay muchas menos barreras en el modelaje que en otros lugares. Desde que salté a la actuación, puedo ver que hay una gran diferencia .

–¿La hay?– Lena preguntó, luciendo fascinada.

–Por supuesto. Es el aspecto de la fantasía. Actuar se trata de vender la idea de que podrías estar disponible para la audiencia como alguien con quien potencialmente podrían conectarse. Los modelos no tienen ese equipaje. Solo somos perchas. La gente ni siquiera nos ve. Los actores son muy visibles pero...

–¿Pero qué?– Lena preguntó con curiosidad.

Imra frunció el ceño. –¿Eh?– Luego negó con la cabeza. –Dejando de lado las bromas de la boda, ¿ustedes dos van en serio o esto es solo por un poco de diversión?

–En serio–, dijo Kara.

–Diversión–. Lena dijo al mismo tiempo.

Se miraron la una a la otra tímidamente. Maldición.

–Uuh, oh–. Imra hizo una mueca. –Mierda. Ustedes dos probablemente deberían hablar.

–Sí. Hemos escuchado eso mucho–, refunfuñó Kara.

–Sabes, son una pareja inusual–. Imra las miró con los ojos entrecerrados. –Quiero decir, Lena, ¿no le lanzaste a Kara algo sobre que debería haber distanciamiento?

–Yo...– Lena vaciló. –Sí, lo hice–. Ella suspiró. –Me arrepiento de ello.

–¿Por qué lo hiciste entonces?

–Recibí algunos malos consejos, que seguí sin pensar en las consecuencias.

–Hmm–. Las cejas de Imra se fruncieron. –S.E.E, ¿hmm?

–¿Qué?

–Síndrome de la estrella ensimismada. Tu equipo te obligó a hacerlo–. Ella enarcó una ceja. –¿Cierto?

El tono y la decepción que acompañaron la voz de Imra fue una sorpresa. ¿Cuánto debe haberse filtrado el estado emocional de Kara para que Imra sea tan feroz al defenderla?

–Imra, está bien; está en el pasado–, interrumpió Kara. –Y Lena se disculpó.

–No, ella tiene razón–. Lena se sentó y se quitó las gafas. –Actué mal. Fui egoísta, egocéntrica y fue una cosa terrible para hacerle a alguien. A menudo deseaba poder retroceder en el tiempo. Extrañaba mucho a Kara.

–La extrañaste–, dijo Imra. –Lo que te molestó. ¿Pero entiendes cuánto lastimaste a Kara? ¿Que no eran tus sentimientos los que importaban aquí?

–Imra–. Kara sintió que sus mejillas ardían de vergüenza.

Lena apretó los labios. –Sí. Lo sé. Y no planeo repetir ese error. En el futuro, sopesaré cualquier sugerencia antes de seguir ciegamente las recomendaciones.

–Bien–. La sonrisa de Imra volvió. –Ah, y última pregunta. Una muy importante. ¿Estás preparada para apoyar a Kara a pesar de su terrible aflicción?

–¿Qué?– Lena se volvió hacia Kara, quien levantó las manos con desconcierto.

–Sus dos pies izquierdos. Es un milagro que Smiley pueda caminar y hablar. La he visto tropezar hasta con una ligera brisa.

–Ah. Sí. Es un sacrificio que estoy dispuesta a hacer–, respondió Lena.

–¡Oye, estoy aquí!– Kara protestó.

–Sí, lo estás–. Lena tomó su mano, ojos cálidos y suaves.

Kara tragó saliva y le dio una mirada cariñosa no del todo falsa mientras sus dedos se entrelazaban.

–Ugh–. Imra puso los ojos en blanco. –Está bien, pasaste. Solo corten la dulzura. Me están llevando a beber–. Sus ojos se iluminaron. –De hecho, es una gran idea. Conseguiré algo de alcohol y comenzaré la fiesta. ¿Ustedes dos quieren más?

–Estoy bien–. Kara señaló su CocaCola Light.

Lena inclinó su vaso casi completo hacia Imra en respuesta.

–Bien. Y cuando regrese, estaré hablando de historias vergonzosas de Kara.

–No puedo esperar–, ronroneó Lena.

–Será mejor que no–, advirtió Kara, –o tomaré como rehenes tus bienes terrenales.

–Pero es bueno saber todo lo que puedo sobre ti, cariño–. Lena la miró fijamente.

Maldición. Ella tenía razón. –Bien–, dijo Kara. Mientras Imra se dirigía a la zona de bebidas, Kara gritó: –Pero voy a localizar a los Hombres de Negro e insistiré en que luego les borren la memoria a las dos.

–Parece justo–, dijo Lena. –Además, ¿qué tan malas podrían ser esas historias?

Kara no respondió. Estaba demasiado ocupada registrando el hecho de que Lena no le había soltado la mano.

*

Imra todavía estaba contándole historias a Lena una hora después, a pesar de que Kara intervenía a menudo para asegurarse de que no se desviaría hacia el territorio que involucraba a las ex parejas de Kara o algo demasiado revelador o incluso ligeramente gay. Ahora que su compañera de piso había pasado a hablar de los tragos y como prepararlos, Kara decidió que era lo suficientemente seguro para dejarlas y dirigirse a la piscina. Una sombra cayó sobre ella mientras sacaba la botella de su gaseosa del hielo.

–Gracias por invitarme–, dijo Andrea. –Ha sido valioso. Estoy impresionada con tu hermana. No puedo decir que sea una reacción común después de tratar con parientes que manejan a miembros de la familia. La mayoría son terribles en eso–. Ella se estremeció. –Los negocios deberían ser solo negocios.

–Bueno, solucionamos la mayoría de los problemas de hermanas desde muy jóvenes–, dijo Kara. –Ahora somos bastante buenas separando el trabajo de la familia.

–Supongo que por eso funciona. Ella está dedicada a ti hasta el final, por cierto. Dios mío, lealtad. Algo tan raro en Los Ángeles. Es casi impactante. La gente normalmente busca algo. Sin embargo, ustedes dos no. ¿Quizás porque son hermanas?

–Oh, no lo sé. ¿Qué hay de la amiga de Lena, Rhea?

Andrea se puso rígida. –¿Qué hay de ella?

¿Fue su tono de repente diez grados más frío? –¿No manejas a Rhea?

–Ya no.

–¿Así que lo hiciste una vez?

–Sí, cuando llegó por primera vez a Los Ángeles. Ella era considerada un gran premio.

Bien, definitivamente había algo extraño en el tono. –¿Por qué no lo haces ahora?

–Eso es confidencial. Pero fue una separación mutua de caminos

–¿No aceptaste a Lena a petición de Rhea?

–No. Es cierto que Rhea me presentó a Lena en una fiesta. Pero incluso si no lo hubiera hecho, la habría notado. Estoy atenta a los talentos. Su currículum tenía su propio peso. No soy solo yo quien pensó eso. Lo mismo ocurrió con Gemma. Somos buenas amigas, incluso si a veces me vuelve loca. Y sé con certeza que quedó muy impresionada por el talento de Lee.

¡Whoa! ¿Qué? –Entonces, espera, ¿Gemma no eligió a Lena solo porque era una condición para conseguir a Rhea como cliente?

–Por supuesto que no–. Andrea frunció el ceño. –¿De dónde sacaste esa idea?

Kara la miró detenidamente.

–Ah. Veo–. Los labios de Andrea se aplanaron en una delgada línea. –Bueno, considera de quién estamos hablando aquí. Es Gemma Cooper. Ella tiene una reputación de excelencia. ¿Te imaginas que atajo a la mediocridad sería si permitiera que los amigos de los famosos aparecieran en sus libros? Sí, Rhea le mencionó a Lee como alguien a considerar. Gemma dijo que no, que no trabajaba así. Pero cuando Gemma estaba en Londres un poco más tarde, vio una obra de teatro que Lee estaba haciendo. Obviamente causó una gran impresión, porque cuando Gemma regresó a casa, le dijo a Rhea que si Lena alguna vez venía a Hollywood, estaría feliz de tenerla a su cargo.

–Esa es una historia bastante diferente de lo que he escuchado. Lena cree que Rhea es la única razón por la que Gemma la representa.

–Ella ha sido mal informada.

–Andrea...– Kara vaciló. –No sé qué hacer con esta información. Rhea es la mentora de Lena. Lena la respeta. En realidad, cree que Rhea es la reina de la perfección.

–No hagas nada. No patees hormigueros, Kara. Todos descubrimos la verdad en nuestro propio tiempo. Es difícil, pero a menos que estemos listos para escucharla, es inútil. Los oídos cerrados nunca escuchan.

–Pero Lena no cree que nada de su éxito es obra suya. ¿No crees que se merece saber?

–Por supuesto–. Andrea la miró. –Pero parece que piensas que ella no sospecha ya la verdad.

–¿Qué?

–Lena es inteligente. Muy inteligente. Puede llegar a esa conclusión cuando esté lista por si sola. Y si no, bueno, los secretos y las mentiras tienen una forma de salir.

–Oh–. Sin embargo, no parecía correcto.

–Sé que es duro. Sé que te preocupa. Pero intenta retroceder por ahora. Tienes más que suficiente en tu plato ahora sin decirle a nadie que su mentora es una narcisista controladora.

Santa…

–Mierda–. Murmuró Andrea. –¿Podemos fingir que nunca dije eso? Fue muy poco profesional. Normalmente no resbalo así.

Kara asintió. –Si ayuda, no me agrada mucho. Rhea hiere deliberadamente a la gente.

Andrea sonrió. –Sabía que me gustabas por una razón–. Echó un vistazo a las tumbonas, donde Lena escuchaba a Imra contando una historia que involucraba muchos movimientos de brazos. –Entonces dime, ¿cómo va el gran romance?

Kara se encogió de hombros y puso unos cubitos de hielo en el fondo de un vaso y se sirvió una bebida. –Va. Lena de alguna manera sobrevivió a mamá siendo su yo al azar habitual. Y en cuanto a mí, bueno, no creo que nunca me vea del todo como una amiga. Quiero decir, he conocido a sus amigos. Lo sofisticado ni siquiera toca los lados de lo diferentes que son de mí–. Ella se hundió ante el pensamiento. –Pero creo que Lena ha estado haciendo un gran trabajo al tolerarme hasta ahora.

–Ah–, Andrea ofreció una sonrisa misteriosa y se sirvió más vino. –Puede que te sorprendas. ¿Y tus padres? Amo a Eliza.

–¿Lo haces?

–Oh sí. Ojalá tu mamá hiciera decoración de interiores. Me encanta lo que ha hecho con el lugar.

*

Hace cuatro horas, había sido estresante incluso pensar en que Lena conociera a su familia, reflexionó Kara mientras estaban listas para separarse en la puerta principal.

Lena tenia un brazo alrededor de la cintura de Kara. Buen plan. El clan Danvers hacía mucho eso.

–Gracias por invitarme–, dijo Lena. –Aprendí mucho de Imra.

–Apostaré–. Kara le dio una mirada oscura, ganándose una risa gutural que provocó que un hormigueo le recorriera la espalda.

Se acercaron pasos y Kara no estaba segura de quién se movió primero, pero de repente se estaban besando. Tenía la intención de ser un llamativo beso de despedida, pero todo lo que Kara pudo sentir fueron los inquisitivos labios de Lena.

–Dejenlo descansar ustedes dos–, dijo una voz aburrida. –Solo soy yo.

Se alejaron y se encontraron con la mirada inescrutable de Alex.

–Probablemente deberían guardarlo para la pantalla, ¿Hmm? No creo que los suburbios merezcan una actuación tan digna de un Oscar.

–¿Es esa tu forma de decir que fuimos creíbles?– Kara bromeó.

–Supongo–. Alex hizo malabarismos con las llaves del coche y el suéter. –Me voy. Te llamaré más tarde, Kara. Lena, gusto en conocerte. Y gracias por conectarme con Andrea. Ella es estupenda.

–Ella lo es–. Lena asintió. –Adiós, Alex.

–Nos vemos–, dijo Kara.

La vieron irse.

–Bueno, yo también debería irme a casa–, dijo Lena. –Tengo algunas líneas que aprender. Tierz tiene más planes malvados que poner en práctica.

–Uh oh, pobre Lauren.

–Creo que Melnyk estará bien. Es Méndez quien encontrará sus neumáticos cortados, estoy segura.

–Tierz controladora, dura y ocasionalmente súper encantadora. Todo un trabajo.

–Lo es. No es de extrañar que la gente me odie.

–Si supieran lo poco que eres como ella en la vida real.

–¿Estás diciendo que no soy súper encantadora?

–Oh, eres bastante encantadora cuando quieres–. Con una sonrisa, Kara se inclinó hacia delante para besar la mejilla de Lena. Sus muestras de afecto estaban mejorando, pensó, mientras Lena entraba, pareciendo esperarlo. –Nos vemos mañana en el trabajo, cariño.

–Por supuesto–. La sonrisa de Lena era pura diversión.

El corazón de Kara se apretó. Esta mujer vestía lo adorable demasiado bien.

╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬╬

¹- *Creo que es una de las referencias qué más me costó entender*. Se refiere a Marlene Dietrich en la película Morocco (Marruecos) de 1930.

Continue Reading

You'll Also Like

174K 15.4K 20
Lena Luthor era profesora en un colegio de Metrópolis, pero tras estar cinco años aguantando los coqueteos y presentes de Jack, el director, decide r...
191K 12.7K 49
"No te vayas, hay muchas pero no hay de tú talla"
200K 12.5K 47
Adaptación de la historia Lujuria, contiene mucho smut , espero les guste tanto como para votar por ella.
40.4K 3.5K 24
Freen se reclinó en su asiento con los brazos cruzados, mientras observaba de reojo a la única persona que era capaz de desatar su furia., vista así...