Lazos eternos ✓

By Gimenabazante

65.5K 9.1K 1.1K

Ryan es un restaurador de arte, huraño, solitario. Un dulce accidente lo cruza con ella. Carly es una pastel... More

Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capítulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capítulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31 FINAL
Spam

Capitulo 16

1.6K 273 21
By Gimenabazante

El veintitrés de diciembre Carly  se ocupó de visitar a su hermana y almorzó con ellos antes de que se vayan a vacacionar. Se llevaba bien con ellos y le encantaba saber que su hermana había crecido en una familia normal. Después de eso se junto con Megan para buscar un regalo para Harry y Ryan. ¿Que le podía regalar a una persona que no conocía? Y a él, Ryan era una persona tan extraña y simple a la vez que no sabia que regalarle. Era una persona atenta y detallista, como cuando le regalo ese artefacto para la cocina, o los libros que le había dado sobre postres sudamericanos con los que ella había practicado toda la semana anterior. 

  Al final se había decidido por unos anteojos para la nieve para Harry y para Ryan una caja de bombones especialmente con sus favoritos, además de su tarjeta de crédito que echaba humo debido al conjunto de Victoria Secret. Era un regalo para ambos, se dijo mientras pagaba la estrafalaria cifra. 

    Cuando llegó a su casa dejó todo listo y se puso a leer el diario de Svetlana. No podía dejar de leerlo. Emocionada llamó por teléfono. 

— Hola. — Escucho la tranquila voz de Ryan del otro lado. 

— Hola Ryan. Acabo de llegar a la parte donde ella descubre que está enamorada de él. Lo confiesa Después de terminar el cuadro de ambos. 

— Cielo me alegra mucho saber eso. 

 Carly escuchó unos insultos en voz baja y después a Ryan gritando un Ya voy. 

— ¿Estás ocupado? 

— No. Se supone que estoy descansando en mi hora feliz; pero mi hijo cree que tiene esclavo. Espérame cinco minutos no me cortes. 

Ella escuchó a Ryan gritar: se supone que los habías guardado y algo así como Ya eres grande para buscarlos por ti mismo.

— Perdona. — Le dijo agitado. 

— ¿Que esta pasando? 

— Estoy cocinando o lo que se supone que es una actividad sin demasiados sobresaltos; pero Harry me tiene harto porque está haciendo las valijas. 

— ¿No lo ayudas? 

— Claro que no. — Dijo el vengativo. — Quería irse antes pues que se arregle solo, no estaré con él en donde va. Sígueme contando mientras cocino, te escucho. 

 Ella tomó un trago de vino y continuó.

— Él es un sinvergüenza, la ha casi acosado, se han besado. Te diré que ella se dejo varias veces incluso lo ha buscado.

— Es una coqueta. — Dijo sonriendo. 

— Lo es. Creo que en la próxima página nuestra protagonista se acostara con él. 

— No hablas en serio. — Dijo sentándose en el taburete. 

— Puedo sentirlo. — Le dijo ella emocionada. 

— Veremos en qué escándalo se mete. ¿Mañana a qué hora vendrás? Ya quiero verte. 

— Estaremos ahí a las once, ¿te parece bien?

— Perfecto. 

— Llevaré el postre. 

Carly nunca estuvo tan nerviosa en su vida como cuando llegó a la enorme casa de su novio. Megan bajo primera y saco las bandejas que habían llevado.

  Cuando el abrió la puerta Carly sintió que su corazón explotaría de nervios. Él las recibió con una sonrisa, el pelo húmedo y una simple camiseta sobre sus jeans. Abrazo a Megan cariñoso y después le dio un suave beso. 

— Meg te presentó a Shaun, aunque creo que se conocen. 

 Megan sonrió y saludó al hombre que estaba con una simple camisa entreabierta y pantalones de vestir. Era un contraste curioso, incluso parecía que era él el dueño de la casa y no Ryan.

  Cuando el sonido de unos pasos en la escaleras resonaron ella miró hacía ese lugar. Un desgarbado joven bajaba rápidamente, su cabello negro desordenado estaba largo, sus ojos y sonrisa eran amables. 

— Harry te presento a Carly y Megan. — Dijo Ryan tomando las bandejas de las manos de Megan. 

— Hola. Es un placer conocerlas. — El les dio unos besos en la mejilla a ambas y miró las bandejas. — Espero que no hayan traído chocolates porque papá se los come a todos. 

— Hemos traído unas tartas. — Murmuro Carly. 

— Espero que sean de limón. — El joven miró a Carly emocionado. 

— Veo que es de familia comer dulces. — Dijo ella divertida. 

— La abuela fue la culpable. 

 No se sintió incómoda, ni siquiera cuando Ryan la abrazo por la cintura y le susurró Te extrañe en el oído.  

— ¿Ya es hora de abrir los regalos? — Pregunto Harry entrando a la cocina. 

— Estamos ocupados Harry. — Dijo Ryan mientras cortaba unas hortalizas para la ensalada. 

— Es que estás en modo anfitrión. — Puso los ojos en blanco. Saco de la heladera coca cola y sirvió un vaso. — ¿Quieres Carly? 

— Gracias. — Le dijo tendiendole el vaso. 

 Mientras Ryan cocinaba Megan y ella estaban hablando en la cocina. Shaun lo ayudaba preparando la mesa. 

— Lo has malcriado Ryan, te lo dije. 

— Cierra la boca. — Dijo Harry riendo. 

— El que no hace nada lava los platos. ¿Verdad chicas? — Dijo Shaun. 

— No nos metemos en políticas ajenas. — Dijo Megan rápidamente. 

— Cobarde. — Le dijo Ryan mirándola con los ojos entrecerrados. 

— ¿Eres abogada verdad? — Pregunto Shaun con los cubiertos en las manos?. 

— Lo soy, y muy buena. — Contestó divertida. 

— Entonces defiende la causa, te contratamos. Carly ha traído el postre,Ryan y yo estamos cocinando. Es lo justo. 

— No creo que sea necesario que lave… 

— ¿Y ella? — Pregunto Harry.

 Megan se volteo a verlo sorprendida. 

— No te sorprendas hija. — Le dijo Ryan divertido. — Este jovencito se valdrá de cualquier trampa para no hacer nada,no tiene piedad.

— Levantaré la mesa para que laves. — Dijo Megan dulcemente. 

— ¡Oh! Has encontrado una gran contrincante. 

— Puedo lavar yo. — Dijo Carly tranquilamente. 

— Claro que no. — Dijo Ryan. — Harry sabe muy bien lo que se debe hacer. 

— Claro que sí. — Dijo altivo. — ¿Ahora podemos abrir los regalos? 

— ¿Por qué tanta insistencia? — Ryan dejó la ensalada lista y se acercó al árbol de navidad. — Hagámoslo. 

 Megan salió corriendo al coche y Carly observó como Harry tomaba sus cajas. Cuando Megan le entregó las cosas a Carly esta se acercó.  

— En mi árbol han dejado esto para ti. — Le dijo con una gran sonrisa. 

— Me cae bien papá. — Harry pasó los brazos por sus hombros. — Incluso me trajo un regalo. 

— Eres un interesado. — Dijo este riendo. 

 Tomó una pequeña cajita y se la entregó. 

— Abrelo. — Le murmuro. 

 Carly vaciló cuando abrió el papel. 

— Ryan yo… — Ella miró alrededor; pero nadie les prestaba atención. 

— Eres mi pareja, abrelo. 

Suspiro internamente cuando dentro de la caja de terciopelo brillaban un par de esclavas. 

— Gracias. — Ella lo abrazo. 

— De nada. 

—Toma el tuyo. 

 Antes de que él pueda abrirlo Harry se acercó a ella. 

— Este es mi regalo para ti. 

 Ella lo tomó boquiabierta. 

— Me encantó tu regalo. Gracias. — Le dijo mientras ella abría la caja. 

 La cartera era más un bolso de mano, hermoso y carísimo. Lo miró perpleja. 

— Rose dijo que las mujeres no se niegan a una buena cartera o algo que brille. Papá me gano el brillo Asique espero que no te moleste que te regalé esto. 

— No era necesario. — Murmuró ella sacándola de la caja. 

 Carly hizo mala cara cuando Megan abrazó a Harry emocionada con su cartera pequeña de mano. 

— ¡Adoro tu regalo! Felicita a Rose de mi parte. 

 Carly le dio un suave abrazo y miró a Ryan que miraba su regalo con una sonrisa tonta. 

— ¿Queen? — Pregunto Harry mirando el vinilo. 

— Tienen su encanto. — Dijo ella. 

— ¡Lo olvidaba! — El joven subió corriendo las escaleras. Derrapó al bajar. — Estos son pases VIP para verme competir, están oficialmente invitadas. Y lo mejor es que no deben preocuparse del alojamiento, la casa de los Alpes es suficiente para todos, si quieren ir unos días antes y viajaríamos juntos a Austria

 Ryan hizo mala cara cuando vio la mirada de Carly. Esa era una de las razones por las que no habia querido hablar mucho sobre el viaje de su hijo,cada vez que se hacía mención de su dinero ella reaccionaba como si se enterara de un asesinato nuevo. 

  Después de eso el almuerzo pasó sin incidentes. 

  Carly observó la relación de padre e hijo con admiración. Ellos se llevaban bien, se complementaban y a pesar de las quejas de Ryan Harry era un anfitrión perfecto, como su padre. Descubrió que sus quejas eran solo de la boca para afuera y ella sospechaba que eran más para molestar a su padre, como todo hijo rebelde y adolescente. Incluso no dejo que Megan levante la mesa,ayudo a preparar la mesa para el postre y sirvió las bebidas sin rechistar. 

— ¿Qué es lo que harán esta noche? — Les pregunto Megan tomando un sorbo de champán.

— Veremos películas y dormiremos temprano porque mañana salimos a las ocho. — Le contestó Harry con la boca llena. 

— No se habla con la boca llena. 

 Carly sonrió encantada, era una nueva faceta que conocía de él. Trataba a su hijo como le habría gustado a ella que la trate su padre, cariñoso, atento. Harry era extrovertido, simpático y divertido. Ella supuso que era por por el cariño con el que había crecido, no conocía otra cosa y por eso era tan cariñoso y amoroso. Entre las charlas pudo deducir que él tenía su propio dinero, el deporte al que se había dedicado le había brindado frutos monetarios que para él no era más que común. El había crecido en cuna de oro, caminaba por un camino dorado y por lo que el mismo joven hablaba caminaría sobre dinero toda su vida. Era como si eso no les preocupara, no hablaban de dinero porque no necesitaban, no fardaban sobre ello porque era natural en ellos. Había notado eso en Ryan, de hecho parecía más el dueño de la casa Shaun con su camisa de marca y su rolex en la muñeca que Ryan. Miro las muñecas de el que movía las manos mientras hablaba y se sorprendió de ver una cinta roja vieja y gastada por el uso, no tenía hecha la manicura, sus manos de uñas cortas y por lo general manchas de pintura. Tomó una mano debajo de la mesa y la acarició con cariño. Esas manos de hombre la excitaron, esas manos que la acariciaban con cariño en la intimidad, que sabían cocinar y pintar con pericia; pero también sabían apretar y hacerla llegar al orgasmo. Sumida en sus pensamientos pasó la mano por su cabello, peinando desde detrás de la nuca. Te Quiero, pensó enamorada.

— Es hora de irse Carly. — Le dijo megan sacándola de sus pensamientos. 

— Si claro. 

 Ryan las acompañó a la puerta después de saludar a Shaun y Harry. Carly observó el beso entre Megan y Shaun, los dejó solos mientras se pasaban sus números. 

— Creo que Shaun y Meg se llevan muy bien. — Murmuro Carly sonriente. 

 La sonrisa desapareció cuando Ryan la abrazó y besó largamente. 

— Aguantaré hasta mañana. — Murmuró él. 

— Te espero para cenar. — Le dijo ella pasando los brazos sobre sus hombros. 

— Llevaré pizza. — Le dijo él. — Estarás cansada de trabajar y yo también. 

— Mañana te entregarán el último cuadro ¿Estas emocionado?a

— Ansioso porque termine. — El acaricio su mejilla. — Gracias por venir. 

— Tu hijo es increíble, como tú. 

— Te quiero Carly. — Murmuró sobre sus labios. 

— Eso me temo. — Dijo ella aceptando su beso. 

Continue Reading

You'll Also Like

65.5K 9.1K 33
Ryan es un restaurador de arte, huraño, solitario. Un dulce accidente lo cruza con ella. Carly es una pastelera vivaz y divertida. Cuando ambos s...
6.4K 282 48
cuando el destino se empeña apartar te de la persona que más , por si circustancias arenas a los dos y una promesa que sólo los llevará aser sufrir...
1.7K 61 39
-No tienes otra salida, te quitarán a tu hermano, no tienes lo suficiente para poder hacerte cargo tú sola, cásate conmigo y tendrás la custodia de t...
794K 82.6K 45
Ser padre a los veintiuno es difícil. Ser padre soltero, desheredado, estudiante y trabajador de medio tiempo, lo es aún más. No necesitaba añadir...