LO QUE NUNCA TE DIJE

By valeee150618

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¿Alguna vez has creído en el amor a primera vista? ¿El famoso amor de telenovela? Déjame decirte que dichas h... More

Introducción
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By valeee150618

Me levanté a causa de los gritos por parte de mi familia, tomé un suspiro y masajeé mis ojos, las cosas ya no deberían afectarme, pero lo siguen haciendo, debo seguir demostrando que todo me da igual, para que así no sientan la necesidad de hacerme sentir miserable, por el simple hecho de existir.

Tomé tres bocados de aire y me levanté de la cama, procuré no darle importancia a lo que estaba ocurriendo fuera de mi mundo, a sabiendas de que si intentaba prestarle un poco de importancia, lo más probable era que tendría una recaída y mi salida sería cancelada. .

Seguía un poco desconcertada por obtener el permiso, solo que este tenía una condición, consistía en que Kian venga por mí, y de la misma manera, me regrese a casa completa y puntual. — Si su hija no regresa completa, le puedo prometer que me alejo de ella y no vuelvo a pasar por su casa, pero de si regresar bien, y a salvo, tiene salidas garantizadas conmigo ¿Si? — Se arrodilló frente a mi madre, y empezó a suplicar como si mi permiso definiera su vida. — Está bien, tengan mucho cuidado, quiero que se diviertan de una manera sana — Respondió mi madre.

—El desayuno está listo, si no bajan en este momento, se enfriará y arruinarán todo — Una voz gruesa me sacó de mis pensamientos, pude reconocerla a los segundos, era la de mi padre. — Ya bajo, estoy buscando mis lentes— Me excusé, si se enteraban que desde que me levante me estuve mirando al espejo recordando momentos pasados, tomarían por pretexto para no dejarme salir.

Bajé, saludé con una media sonrisa a todos y fui en busca de mi desayuno, el que por cierto se había enfriado. — Si hubieras bajado cuando te llamé, no estuvieras comiendo las cosas frías. — Se pronunció mi papá, mientras se llevaba un pedazo de huevo frito a la boca. — Está bien, no hace falta que vivas reprochándome las cosas. — Respondí de la manera más cortés, no quería empezar mi día con el pie izquierdo, pero no es que mi familia me ayudara mucho. —Creo que alguien tendrá que cancelar su salida a última hora— Se pronunció mi mamá, mientras me fulminaba con su mirada. — ¿Qué estoy haciendo? Nada, solo decirle a papá que deje de reprocharme todo lo que hago o dejo de hacer, a parte no es justo, ni si quiera salgo con frecuencia, es el primer permiso que he pedido en meses, no puedes negármelo después de hacer una promesa con Kian. — Le alcé la voz a mi madre, a sabiendas de que las cosas no se arreglarían de esa manera. — Te recuerdo que gracias a ti, los padres de tus ex compañeros hablan muy mal de nosotros. — Replicó mi papá, echándome una vez más la culpa de todo lo que me ocurrió.

Al notar que mi mamá no me quitaba la vista, y mi papá estaba a unos segundos de explotar y echarme en cara todo lo que ha hecho por mí, mis hermanos decidieron agradecer por la comida, lavar sus platos e ir a sus habitaciones.

Sentí impotencia, se supone que eran mis padres y por la misma razón, deberían apoyarme y saber que todo el mundo comete errores, es cierto que algunos son irremediables, pero ellos también los han cometido a lo largo de su vida, y yo no estaba juzgándolos por eso...

Supe que si seguía enfrentándolos y no me disculpaba, las cosas iban a ponerse peores, lo más probable sería que me castiguen y como excusa llamen a Kian, diciéndole que me enfermé repentinamente, que para la próxima vez estarán más pendientes de mí y seguramente evitarán tragedias. — Perdón por levantarme de mal humor, prometo mejorar — Susurré, mientras cerraba mis ojos y apretaba mis muñecas fuertemente, para evitar perder la cordura o mostrarles debilidad. — Está bien, tú sabes que nosotros lo único que queremos es tu bienestar, nos importas mucho hija...— Mi madre relajó su rostro y me mostró una delicada sonrisa, haciéndome creer que todo iba a estar bien, siempre y cuando acepte tener la culpa de todo, independientemente de si era yo la causante de la pelea o no. — Ahora, termina tu desayuno, haz tus quehaceres, arréglate, y puedes irte. — La interrumpió mi padre, mirándome a los ojos y mostrándome toda la ira contenida en ellos.; No tuve otro remedio más que asentir con la cabeza y concentrarme en comer rápido, pues el ambiente era muy tenso, y el silencio no iba a ser roto por más que uno de los tres quisiera hacerlo.

Finalmente cuando terminé mi desayuno, les agradecí y me direccioné a mi habitación, para ser sincera, ya no tengo ganas de ir a la fiesta, lo único que se me apetece hacer en este momento es estar acostada todo el día, llorar por traumas y desaparecer del mundo por horas, quizá dormir no soluciona ninguno de mis problemas, pero si me hace escapar de una realidad a la que sigo sin acostumbrarme a pesar del paso de los años.

— ¿A quién le toca sacar la basura? ¿Y por qué aún no lo ha hecho? — La voz de mi madre me devolvió a la tierra. — A mí, ya bajo ¿Puedes esperarme un momento? —Respondí, intentando sonar tranquila, aunque para ser verdad... estaba a nada de colapsar y recaer en el lugar que juré dejar en el pasado. — ¿Puedes apresurarte? No tengo todo tu tiempo — Gritó mi madre desde el primer piso. — Ya estoy bajando, espérate. — La enfrenté nuevamente pero antes de escuchar su respuesta, mi teléfono vibró.

Era una llamada de Kian, por obvias razones rechacé la llamada y de inmediato supe el motivo de la misma, probablemente los gritos se escuchan por todo el barrio, en este momento no quiero ningún tipo de interrogatorio, así que si de verdad me quiere, o desea saber lo que está ocurriendo en mi casa, debe esperar.

—Sigo esperando, si tengo que llamarte una vez más, da por perdida tu salida, no es posible que tenga que repetirte las cosas más de 3 veces, para que las cumplas, me estás hartando— Volvió a gritar mi madre y su voz se elevó más de lo que lo hizo la anterior vez, imaginé su rostro serio y al bajar las gradas, seguramente estaría a lado de la basura, cruzada de brazos repitiéndome lo necia que soy, poniéndome más tareas y usando como chantaje mi salida, para asegurar que si las cumpliré. No le di importancia, y bajé las gradas mientras caía en cuenta que usa el pretexto de la fiesta para que haga todo lo que ella quisiera, sin poder reclamar nada, eso era muy injusto, así que opté por no demostrar algún sentimiento si decidía castigarme o no. — Aquí estoy, deja de hacer tanto drama por una simple funda, a parte no solo estoy pendiente de la basura, también debo arreglar tu cuarto y el segundo piso, si me ayudaras un poco, las cosas serían diferentes — Me expresé sin mirarla a los ojos, sentía rabia y todo lo que estaba diciendo era verdad. — ¿Sabes qué? Ya no quiero que hagas nada, si quieres anda arréglate o haz lo que quieras, pero te vas en este preciso momento— Finalizó con la voz firme, cruzada de brazos y con su respiración un tanto acelerada. — ¿Estás consciente de lo que dices? ¿Me vas a mandar solo por reclamar algo insignificante? — La interrumpí y empecé a parpadear, fruncí mi ceño, todo esto sin entender lo que estaba ocurriendo. — ¿No me estás escuchando? Quiero que te vayas, así que sube y haz tu maleta, o si quieres ándate así, ya no quiero verte —.

— ¿A dónde se supone que iré? Esta es mi casa...— Susurré.

—No me importa en lo absoluto a donde decidas irte, ya te dije que no quiero verte ¿Acaso te gusta que te repita las cosas para que comprendas? —.

Me sentí devastada, un enorme nudo se formó en mi garganta y me impidió seguir hablando, así que solo la hice a un lado y subí las escaleras para recoger mis cosas y salir de ahí<< ¿Pero a dónde iré? Podría ir donde Kian, pero su mamá inmediatamente entraría en contacto con la mía, y el problema solo se agravaría. ¿Charlotte? No, sus papás son demasiado sobreprotectores y por más que ella quiera brindarme su ayuda, sus padres pensarían mal sobre por qué mi mamá me mandó repentinamente de la casa, lo que ocasionaría que le prohíban mi amistad... Bueno... a pesar de que el problema se agrave, iré con Kian, después de todo es el único por el que sigo aquí. >> Pensé. —No te veo empacar tus cosas ¿Piensas que no voy en serio? — Mi mamá apareció por mi puerta, arqueando sus cejas y negando levemente con su cabeza. — Si no quieres escoger por ti misma tus atuendos, yo lo hago por ti—. Se acercó a mi armario y amontonó todo tipo de ropa en una maleta que encontró bajo mi cama. — ¿En serio quieres esto? ¿Por qué lo haces? ¿No se supone que me protegerías? Entiendo tu enojo, pero no es motivo...—.

Claro que es motivo, ahora quiero que te retires, y no me importa en donde pasarás la noche, si quieres hazlo en casa de Kian, o donde tú quieras, yo de todas maneras apagaré mi teléfono, tampoco pienses que planeo entablar conversaciones con algún desconocido sobre la decisión que estoy tomando, así que no pierdas tu tiempo llorándole a las demás personas. — Respondió seca. — Ah y otra cosa, que haya jurado protegerte, no quiere decir que en eso me incluyo, eres un poco ingenua, y mira que te ahorré guardar tus cosas, ya lo hice, ahora largo— Finalizó.

Tragué un poco de saliva, suspiré y cogí mi maleta, de igual manera mi cargador y antes de poder darle una despedida, me empujó hacia la salida, como si de una impostora se tratase... Al salir quise voltear mi vista pero me fue imposible, la puerta fue cerrada en mi cara, la toqué suavemente y por su parte recibí más insultos, nunca supe a que se debía todo esto, pero no puedo obligarla a quererme si de ella no nace.

—Bueno, esto te quedó de experiencia para nunca más quejarte sobre lo que las personas hacen o dejen de hacer contigo, por el simple hecho de pedir ayuda nos encontramos sin casa, así que a la próxima piensa bien lo que vas a decir.— Habló mi subconsciente.

No estaba en condiciones para pelear conmigo misma, así que deseché lo que dijo mi subconsciente, y prendí mi teléfono para enviar un mensaje al grupo que tengo con Kian y Charlotte, decía así:

Hola, perdón por pasar desaparecida durante el día, pero surgieron problemas graves y ahora me encuentro sin casa ¿Puedo ir a pasar la noche en casa de alguno? Solo por hoy, por favor...

El mensaje no tardó mucho en ser respondido, Charlotte aunque quiso ofrecerse, me dijo que no podía por la misma razón que les mencioné anteriormente, Kian no tardó mucho en abrirme las puertas de su casa, al verlo frente a mí, estallé en llanto, comencé a culparme por todo lo que hice durante estos meses, él simplemente me escuchaba atentamente, me abrazaba y limpiaba mis lágrimas, me hizo comprender que no todo lo que ocurre en mi entorno debe ser culpa mía, obviamente al inicio me costó entenderlo, pero con el pasar de las horas dejé de llorar y le agradecí por todo lo que ha hecho por mi desde que nos conocemos... nuevamente me abrazó y correspondí a su abrazo. — Prométeme que no nos vamos a dejar de hablar — Sollocé de nuevo y le mostré mi dedo meñique. — Es una promesa mejor amiga, estaremos juntos por el resto de la eternidad — Entrelazó su meñique conmigo y me dio un beso en la cabeza. << Me podrá faltar todo el mundo, pero el día en que mi mejor amigo me falte, mi vida se acabará >> Pensé.

Después de cortar la promesa, me preguntó si me sentía con ánimos de ir a la fiesta de Logan, que el respetaba la decisión que fuera a tomar, y que recibo todo su apoyo, que de igual manera si Charlotte decide enojarse, él hablaría con ella. — No tengo ganas de ir, pero tampoco quiero quedarme lamentando sobre lo que hice, así que si iré, pero necesito que Charlotte venga y haga un milagro en mi cara, no quiero que se dé a notar que estuve llorando toda la tarde. — Froté mis ojos y le mostré una sonrisa de oreja a oreja, no quiero arruinarle la fiesta a Kian por mis problemas familiares. — Está bien, yo le escribo y tú cámbiate de ropa, que en menos de 2 horas, nos vamos para que te olvides de tus problemas por un momento ¿Si? No estás sola, nunca dudes de eso—.

A pesar de no entender los motivos que tuvo mi madre para echarme en cuestión de horas de la casa, no iba a dejar que eso arruine la fiesta que  planeé en dos días, tampoco me permitiría llorar de nuevo, si lo seguía haciendo, ningún maquillaje sería capaz de ocultar la tristeza que llevo dentro... 

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