his fame | harry styles

Oleh alexstxles

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Hannia es una muchacha común y corriente, su único detalle es que esta completamente enamorada de Harry Style... Lebih Banyak

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Oleh alexstxles

Antes de que lean, quiero pedirles que si ven alguna palabra mal escrita, me la comenten POR FAVOR, mis ojos están irritados y cansados y posiblemente se me pasó algo:(

***

El aire de mis pulmones había sido expulsado como si me hubiesen sofocado y mi mano sobre mi pecho lo comprobaba.

La habitación tenía este ambiente pesado e incómodo, los dos nos estábamos mirando sin saber que decir, impresionados, nerviosos, sin palabras.

Sus ojos me estaban observando de pies a cabeza, como si no creyeran que me tenían enfrente, su postura completa cambió a una completamente dura e incómoda, su mandíbula se apretó para tratar de para las lágrimas que le hacían brillar sus bonitos ojos verdes y sus mejillas se tiñeron de rosa por el calor repentino del estrés.

Sabía que verme aquí era inesperado, y podía apostar que lo había asustado por mi presencia, Harry solía ser una persona muy organizada y enfocada en sus sentimientos y en su vida cotidiana, a excepción de las personas que lo afectaban emocionalmente, ahí no tanto; Harry era humano después de todo.

Me sentía como un animal enjaulado en una, cada mirada que me daban sus grandes ojos me hacían sentirme expuesta, exhibida al mundo, mis pensamientos, sentimientos también, Harry tenía ese "súper poder" de hacerte temblar, llorar, sonreír...sentir.

"Hannia" volvió a hablar, esta vez se había aclarado la garganta y dejó ir el picaporte de la puerta, su cuerpo al fin quedó completamente en frente de mi.

Solté un suspiro tembloroso y me acerqué un poco a él, solo para causar que él se alejara, acercándose más a la puerta, como si esa fuese su escudo protector.

Paré y me abracé a mi misma, colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja y desvié la mirada, sintiéndome de repente pequeñita e indefensa. Mi boca estaba cerrada y tenía esta niebla en mi cabeza que me impedía procesar o decidir qué hacer, que decir, y esperé a que Harry dijera algo, tenía esa ligera esperanza;  la que debía de decir algo era yo.

Estuvimos unos cinco minutos viéndonos y desviando las miradas, moviéndonos de un lado a otro sobre nuestros lugares y temblando. Me di cuenta que la única persona que tenía que esperar a que alguien dijera algo era él; yo había venido a hablar y él a escucharme, así que sin pensarla mucho abrí la boca y dije lo primero que se me vino a la mente.

—Y-yo... mmhm, m–me encantó el álbum, Harry, es magnífico—, susurré mis palabras por miedo a que lo alteraran, no quería que esto terminara en un desastre, no más de lo que se convertiría en un rato.

Él abrió sus ojos en sorpresa y vi una sombra de alivio a través de sus facciones, suspiró y vi como sus hombros se relajaron muchísimo más y su postura cambió.

Luego me sonrió un poco y asintió, rascándose el cuello y ladeando la cabeza: —Um, gracias, Hannia. Pensé que venías a reclamarme por escribirlo.

Su voz sonaba insegura y sabía que tenía su guardia alta, no dejándola caer para protegerse de mi.

Sacudí mi cabeza mientras soltaba una risita y apretaba mis brazos más fuertes contra mi:
No. No, no es genial, en serio, hiciste un gran trabajo, sobre... sobre todo con "Cherry".

Sus ojos se oscurecieron un poco y apretó un poco su mandíbula, asintiendo, luego se acercó a mi lentamente, y, justo cuando estuvo a unos dos metros de mi paró abruptamente, dándose cuenta de lo que hacía, mirándome inquisitivamente y con precaución me habló, sus cejas se fruncieron y su semblante era intimidante, una vez más me hizo sentir pequeña.

Uh, g–gracias. De verdad te agradezco que me hayas dejado utilizar la nota de voz, fue... amable de tu parte.

Le sonreí un poco porque estaba fascinada de poder escuchar su voz de nuevo en persona, había extrañado tanto la vibración que se sentía al escucharlo decir algo. Extrañaba ver a sus ojos moverse sobre mi rostro, inspeccionando sobre lo que sentía y pensaba, extrañaba sus lunares y pómulos altos, su altura y su calor corporal, que aún a la distancia podía ser detectado.

—¿Qué haces aquí? ¿Eso era todo? Me dio... gusto verte, pero tengo un concierto que dar en menos de media hora y tengo que cambiarme, ahora, um, si me disculpas, ¿podrías salir del camerino?

La manera en la que sus palabras sonaron me tomaron con mucha sorpresa y di un paso hacia atrás impresionada, ojos abiertos, como si me hubiese empujado. Me había asustado porque estaba tan perdida entre mis pensamientos que no había notado cuán incómoda se había puesto la situación, y Harry estaba buscando la manera de zafarse de ella, como todo ser humano racional... a veces.
Su voz sonaba contraída, como si no pudiese hablar bien o estuviese teniendo dificultad para hacerlo, tal vez era el nudo en la garganta que tenía que sabía que tenía porque era imposible que no lo tuviese, porque yo lo tenía.

Vi como se volvía impaciente a mi falta de reacción y como sus ojos se volvieron más negros y su respiración cambió a una errática y rápida, incontrolable temperamento estaba resurgiendo.

Cuando vio que no me moví de mi lugar, giró sus ojos y comenzó a caminar por la habitación, recogiendo una maleta y furiosamente colocando varios artículos dentro de ella, al final se acercó a la ropa y metió un cambio, luego sus zapatos y se dio la vuelta, enfrentándome a mi y luego sin más comenzó a caminar a la puerta, murmurando desde lo lejos: "bien, si tú no te irás, me iré yo".

En ese momento me alarmé y reaccioné, como si un interruptor se hubiese prendido en mi cabeza y me hubiese dicho "detenlo, ¡vamos! ¿qué esperas?" Así que caminé rápidamente hasta la puerta y la bloqueé con mi cuerpo.

—Muévete, Hannia, voy tarde.

Su voz hizo que se me erizara la piel con miedo pero aún así no me moví, algo dentro de mi se había vuelto salvaje y no iba a permitir que caminara lejos de mi, no iba a dejar que se alejara de nuevo.

Lo miré a los ojos y vi como ahora el verde en ellos era casi inexistente gracias a la carga de estrés y nervios que lo estaba haciendo pasar y por un momento me sentí mal, pero supe que tenía que actuar rápido y decirle.

—No, no me voy a mover, vine aquí a hablar contigo, Harry.

Él abrió los ojos y se pasó la mano por el cabello y, de repente, todo explotó, comenzó lanzando la mochila por la habitación, haciendo un estruendo dentro de ella, eso causó que yo brincara por el susto y cerrara los ojos, apretando los puños a mis costados, lentamente abrí mis ojos de nuevo y me encontré con su mirada furiosa y su caminar desesperado por la habitación.

—¿¡Ahora quieres hablar!? ¿¡Ahora quieres venir y hablar conmigo!? ¿¡Después de tanto tiempo, después de tantas veces traté de arreglarlo!?

No eran gritos de su parte, eran lamentos estrangulados que salían desde el fondo de su garganta, estaba evitándose las lágrimas lo más que podía, más unas ya habían hecho aparición.
Él ya estaba llorando y yo también, sus palabras me estaban asustando pero no me iban a intimidar para que me fuera, tenía que hacerlo escuchar, era lo único que me quedaba por ahora.

—Si—, aclaré mi garganta y lo miré con los ojos entrecerrados, asentí con la cabeza y volví a hablar: —Así es...—, pero rápidamente me interrumpió y ahora yo me estaba comenzando a desesperar y hartar porque no me dejaba hablar.

Él se rió, una risa muy cínica y burlesca y dejó sus manos en la cintura, sacudiendo la cabeza, viéndome con un poco de incredulidad.

—¿Por qué mejor no vas con tu nuevo novio y me dejas de una vez por todas? ¿Eh? ¿Qué te parece eso? Por todas tus redes sociales hay fotos de ustedes dos juntos muy felices, casi me creo que estabas enamorada de mi, en serio, pued...

Ahora yo lo interrumpí con enojo, entendía que estuviese herido, se sintiera vulnerable y me odiara en este instante, pero no tenía derecho a asumir y dar por hecho que no lo amaba cuando en realidad él era la razón de mi existencia desde que yo era un adolescente, desde que lo vi por primera vez en persona.

—¡Alto ahí! ¡Tú sabes bien cuanto te amaba! No me vengas con esas ridiculeces, Harry, no tienes derecho a decir eso.

—¡Tú me dijiste que salías con ese tal Thomas, si hubieses estado tan enamorada no hubieras salido con alguien más tan rápido! Esperaba que al menos sintieras tristeza pero rápidamente me cambiaste.

—Salir con alguien más no significa que dejes de amar a un persona que fue importante en tú pasado, es tratar de seguir con tú vida de la mejor manera, tratar de ser feliz otra vez.

Él me miró y sacudió su cabeza, no creyéndose mis palabras; más bien, no comprendiéndolas.

—Pero yo te esperé, Hannia. Te llamé, te busqué, te rogué, traté de reconstruirlo, y me alejaste y buscaste a alguien más cuando yo estaba

Las palabras de Harry estaban llenas de razón, él había hecho todo eso y más, era en parte culpa mía por no darme cuenta antes de cuán tonta está siendo al dejar que mis miedos me vencieran y decidieran sobre lo que yo quería hacer. Fue mi error decirle y hacerle creer que Thomas y yo estábamos saliendo o comenzando algo, debí decirle como me sentía realmente y sabía que Harry me hubiese ayudado a superar el miedo de que volviese a pasar lo que sucedió con Camille de nuevo.

Harry se había convertido en alguien muy importante en mi vida, y, a pesar de lo que me hizo, yo tuve que haber visto más allá de eso, porque yo lo conozco como persona y se que intenciones tiene, se como es él de verdad y mi error principal fue cerrarme a ninguna posibilidad de reconstruir lo que teníamos.

Entonces, dentro de la melancolía de mis pensamientos, la culpa, el enojo, la desesperación, ira contra mi misma y mi comportamiento, la sensación de estar ahogándome en el cuarto estaba siendo abrumadora, me sentía como al borde del colapso, sentía el agua llenándome los pulmones y mi cuerpo y mente estaban gritando "¡dile! ¡dile! ¡dile!", pero nadie escuchaba nada, ni yo misma podía sacarlo, y luego, luego sentí como si la lluvia me arrastrara y justo al terminar de casi ahogarme, dejó que mi voz se escuchara dentro de el mar de agua en mi cabeza:
¡Te mentí, Harry!

Mis manos me cubrieron la cara, donde dejé salir los más horribles sonidos por las lágrimas y luego en se colocaron en mi pecho, tratando de liberar la presión para poder respirar mejor.
Me sentía vacía ahora si, dejando salir lo que había querido decir desde hace mucho tiempo, la verdad era más dolorosa de decir porque había causado daño antes de poder decirla, y hacerle daño a Harry nunca había estado en mis planes, ni tampoco en los de él conmigo.
Habían sido largos meses de idas y venidas, de charlas normales hasta ser completa mentes desconocidas, un círculo que se había repetido por más de un año, y estaba cansada también, necesitaba respirar de nuevo, y decirle como fueron las cosas era la única manera de volver a sentir alivio, aún si el resultado fuese que Harry no terminase siendo mío.

Y-yo... Dios, ¡yo no estoy saliendo con Tom, no estoy saliendo con nadie!

—¿Q-Qué...?

Sacudí mi cabeza y volví a llorar en mientras lo veía a los ojos, los míos implorándole que me escuchara y pusiera atención a cada cosa que estaba por decirle.

—No estoy saliendo con nadie, Harry, Dios, no puedo salir con nadie más, todo me recuerda a ti, siempre que veo a alguien lo comparo contigo, por como me tratabas, por como te veías, como te vestías, todo. Eres como un fantasma que no me dejaba seguir y tenía miedo, tenía miedo porque jamás alguien me había hecho sentido así, jamás me había entregado a alguien tanto física como mentalmente, y luego todo pasó tan rápido y llegó el problema con Camille y me asusté porque pensé que la historia se repetiría, pensé que lo volverías a hacer y te alejé porque no quería que me lastimaras.

Solté un gemido cuando no pude alcanzar el aire y me acerqué a la silla de maquillaje, me recargué en ella y pude ver desde mi otro lado como Harry trata de acercarse un poco para escucharme, su semblante cambió a uno nervioso y preocupado por mi estado y me sentí un poco aliviada de que todavía había esa pequeña preocupación por mi en él.

—Y no sabes cuanto lo siento—, levanté la cabeza y lo miré a los ojos, me llevé una mano al pecho y luego cerré mis ojos mientras lloraba más.

—Lo hice porqué pensé que íbamos a estar bien y que me estaba protegiendo a mi misma, y me siento una imbécil porque no confié en ti cuando me prometiste que jamás pasaría otra vez, porque te conozco y se como eres, tú cumples algo luego de que lo prometes, y debí confiar en ti.

Me sorbí la nariz y me reí poquito mientras me abrazaba a mi misma: —Puede ser que parezca una loca aquí por como me estoy comportando, p-puede ser que hasta ya me hayas superado y hayas seguido con tú vida, que ya no me extrañes ni me a-ames, Dios, Harry, p-pero yo todavía te a-amo con todas mis fuerzas y lo único que quisiera es que me perdonaras por todo lo que hice mal.

Al terminar de hablar traté de recuperar mi respiración y limpiar mi rostro con mis manos, me punzaba la cabeza y me sentía cansada de llorar, quería dormir y no despertar hasta el siguiente día.

Mirarlo a él era horrible, tenía los ojos rojos y se le habían salido las lágrimas también, pero su postura era de piedra, no se quebró por ninguna de las palabras que dije y sus puños se estaban volviendo blancos de la lesión que estaba ejerciendo al cerrarlos, tal vez quería que me fuera, que lo dejase en paz y hacer su vida tranquilamente, después de todo, habían pasado muchísimos meses y él se lo merecía.

Cuando por fin creía que iba a decir algo, cerraba la boca y sacudía la cabeza, soltaba unas cuantas maldiciones y se cruzaba de brazos, evitando mi mirada, susurrando un "lo siento".

Mis ojos se llenaron de lágrimas y un increíble dolor en el pecho se instaló y no supe como era que seguía de pie frente a él.

Esa era su pequeña despedida, o al menos así lo veía yo, ¿qué más podría significar si el hombre ni siquiera me podía ver a los ojos?

Harry había tomado su decisión y yo tenía que respetarla.

Así que a como pude me sostuve con mis temblorosas piernas y caminé al sillón donde había dejado mi bolso, aún sin para de llorar caminé lentamente es la puerta, cuidando que no me tropezase con nada por mi estado y justo cuando llegué a ella me volteé y lo miré a los ojos, su verde con el mío se iban a ver por última vez así que me aseguré de transmitirle todo lo que sentía a través de ellos.

—Lo siento tanto, Harry.

Su pecho estaba subiendo y bajando rápidamente y sus ojos se veían indecisos, aun así todo confundido y maltratado, se veía hermoso, era el hombre más guapo que alguna vez había visto, sus ojos verdes, su cabello rizado castaño, un poco largo haciéndolo ver como una linda melena, estaba más alto y se veía muchísimo más musculoso que la última vez que lo había visto, como quisiera que me estuviese apretando entre ellos una última vez, observé su lunar, el que estaba justo al lado de su boca, y recordé cuantas veces lo había besado y luego sus labios rosados aparecieron en mi campo de vista y mis ojos s envolvieron a llenar de lágrimas por todas las beses que me había besado con tanta dulzura y me había susurrado que me amaba y cuán hermosa era, cuanto me importaba y cuanto me admiraba.

Sabía que tenía que decirle una última vez que lo amaba, así que lo hice, mis palabras sonaron como un pedazo de terciopelo maltratado, suave voz pero un poco ronca por el llanto y los gritos.

Te amo, Harry. Siempre lo hice y siento mucho no haberme dado cuenta antes.

Me giré para abrir la puerta, me sentía en un estado de shock, como si me hubiesen inyectado anestesia o me hubiese golpeado tan fuerte que no estaba consiente de mis al rededores completamente.

Sentía náuseas y me quería morir sinceramente, había tenido esperanza en que Harry me tomara en sus brazos, me besara y me dijese que todo estaría bien, que estaríamos bien, y nada de eso había pasado, estaba simplemente y completamente destrozada.

Ya estaba en el pasillo cuando vi su mano y el tatuaje de cruz en ella tomarme por el codo y girarme directo a la habitación de nuevo, el portazo de la puerta, el seguro que se había colocado en ella, los brazos tatuados y fuertes que me habían estrellado contra su pecho y la mano que rápidamente me tomó la mejilla y me obligó a mirarlo a los ojos.

Había pasado todo tan rápido que me tomó un segundo registrar hasta el instante en el que había sucedo y en donde me encontraba.

Mi corazón estaba saliéndose de mi pecho, pum, pum, pum, era todo lo que escuchaba y me zumbaban los oídos al escucharlo, Harry tenía el brazo derecho envuelto en mi cintura, estrechándome contra su cuerpo, haciéndome oler su aroma, el aroma que tanto había extrañado, y su mano izquierda estaba sosteniendo delicadamente mi mejilla, viéndome a los ojos mientras los míos y los suyos comenzaban a salpicar pequeñas lágrimas.

Su cara estaba toda enrojecida, las mejillas, la nariz y los labios eran sus puntos más prominentes, sus ojos verdes habían vuelto un poco a la normalidad, más estaban rojizos por el llanto, inflamados e irritados.

Me miró desde los ojos hasta los labios, los suyos entre abiertos soltando suspiros entrecortados, su dedo índice comenzó a trazar mis facciones y ahí estábamos; dos personas con el corazón roto, abrazados tan fuerte que dolía, con en estómago revuelto en mis mariposas de miedo y felicidad infinita, con caras cansadas y rojizas.

Harry susurró algo que no pude oír justo cuando sus ojos miraron mis labios, sus ojos de repente soltaron una cantidad enorme de lágrimas y sacudió la cabeza, tenía el rostro arrugado del miedo, y justo cuando iba a preguntarle que había dicho, su voz ronca me interrumpió con las palabras que no esperaba escuchar desde el momento en el que había llegado:

Por favor no te vayas, nunca.


Un grito amortiguado me raspó la garganta y rápidamente le dije que no sacudiendo la cabeza, sonreí a través del llanto y lo siguiente que hice fue atraerlo a mi y besarlo con todas las fuerzas que me quedaban.

Lo tomé por sorpresa porque sentí como su cuerpo se quedó parado, como congelado, pero rápidamente lo hice reaccionar cuando mis manos se enredaron en el cabello de su boca y jalaron un poco, no me pude contener al hacerlo, lo que causó que sus brazos se enredaran en mi cintura para estrecharme más cerca.

Era un beso desesperado y a la vez dulce, curiosamente no sentí nada extraño al volverlo a besar después de tanto tiempo, solo sentí calidez, me sentí en casa, llena y alegre, él era mi hogar y volver a él se sentía familiar.

Una de sus manos subió a mi mejilla para tomarla y acariciarla mientras él inclinaba su cabeza a un lado contrario al mío, permitiendo que nuestros labios chocaran con más fuerza y dulzura a la vez, luego rápidamente su lengua acarició mi labio inferior, haciendo que abriese mis labios para profundizar más el beso, mi mente no lo pensó dos veces y lo siguiente que sentí fue el roce de su lengua contra la mía cada vez que nos movíamos. Mis manos lo tomaron de las mejillas y luego recorrieron sus brazos, torso, espalda, costados y cintura, volviendo para colocarse en el pecho, justo donde su corazón pareciera salirse desbocado.

Dejó besos sobre mis mejillas, frente, cien, nariz, párpados, barbilla y mandíbula, tardándose un poco ahí, sintiendo mi presencia así como yo me obligaba a volver a bañarme de su aroma, impregnarme de él.

Cuando nos volvimos a se parar por la falta de aire le susurré lo que había querido decirle antes de que me interrumpiera.

—Lo siento tanto, Harry. No me iré, no lo haré de nuevo, lo prometo.

Él me sonrió con todas sus fuerzas y volvió a estrellar sus labios contra los míos, esta vez levantándome del suelo y dando vueltas conmigo en brazos, la habitación se había transformado a una feliz, con grititos de felicidad y un aura de paz incomparable, había, literalmente, amor en el aire.

Luego de unos largos minutos mirándonos a los ojos, habló él, una sutil sonrisa se asomaba por sus bonitos labios de corazón.

—¿Entonces Thomas... n–no, ¿no estás con él?

La voz le tembló un poco y yo sonreí mientras negaba la cabeza, desde que me tomó en sus brazos me sentía más tranquila y todos esos meses de angustia se habían esfumado, todo estaba volviendo a como era... en algunas partes.

—No. No, no, solo somos amigos, en serio, solamente amigos, nunca nada más.

Él me acarició la mejilla y cerró los ojos suspirando, luego me vio directo a los ojos y me tomó de ambas mejillas: —Bien... oh Dios, eso es genial—, me besó la frente y sonrió otro poco: —Creí que iba a poder ser capaz de controlar mis sentimientos.

Me escaneó la cara, su expresión se volvió más seria y pensativa: —Hannia, soy una persona muy egoísta. No quiero que nadie te tenga o que estés con alguien excepto conmigo... Te quiero para mi, y solo para mi. Siempre.

Sabía que no me podía enojar por su elección de palabras porque no se refería a posesión, se refería a tenerme, a ser su compañera durante este viaje y vida loca de celebridad que tenía, quería tener a alguien con el cual pudiese llegar a casa y abrazar en una noche triste o feliz, a quien compartirle sus anécdotas y tristezas, y, francamente, yo también quería lo mismo, y lo quería con él.

—Es imposible para mi estar con alguien más, Harry—, le murmuré cerca de los labios y acaricié su pómulo con mi dedo, incliné mi cabeza hacia la mano que sostenía mi mejilla, dejándome querer. Me puse de puntitas y enredé mis brazos por sus hombros y besé su mejilla delicadamente: —Así que no pienses en eso más, siempre fuiste, eres y serás tú.

Me dio la sonrisa más brillante que pudiese haberme dado y sus lindos hoyuelos salieron a la luz, robandome el aliento de nuevo susurró: —Okay... ¿Hannia?

Hice un sonido con mi boca, animándolo a que siguiera hablando y no parara nunca de hacerlo.

Sus facciones se relajaron y sus ojos brillaron mientras sus brazos se ajustaban a mi alrededor, sonrojándose se me acercó y me susurró muy bajo pero claro para mis oídos.

Te amo con todo mi corazón, nunca dejaré de hacerlo.

Volví a sentir como mis ojos se llenaban de lagrimitas y me lancé a abrazarlo con todas mis fuerzas, salté hasta que mis piernas quedaron envueltas en su cintura y sus manos me sostuvieron de mi trasero para no caernos los dos, besé su mandíbula y lo miré a los ojos tomándolo por las mejillas, acercándome a sus labios lo besé y murmuré por encima: "te amo, corazón"

Y ahí estuvimos, yo apretada contra el mientras llorábamos de felicidad en los brazos del otro, besando de vez en cuando la piel expuesta de nuestros cuellos o rostros, dejándonos amar después de tanto sufrimiento y angustia.

Poco a poco Harry se fue moviendo hasta el sillón y yo recordé que Harry tenía un concierto que dar y ya estaba súper retrasado por mi culpa, así que traté de moverme de su regazo pero el negó con la cabeza y aplicó más fuerza, manteniéndome en mi lugar.

—¡Amor! ¿Qué haces? Tienes un concierto que dar, ¡por mi culpa estás súper retrasado!

Él sonrió, su rostro recargado contra mi pecho donde podía escuchar la aceleraron y el palpitar de mi corazón.

—No, no... espera, todavía no quiero moverme.

Traté de zafarme otra vez por la desesperación, y esta vez lo logré un poco, no quería que lo regañasen o algo o que sus fans se enojaran con él: —¡Harry! ¿Qué estás haciendo?

Él sacudió la cabeza y me tomó de la caderas de nuevo, sentándome en su regazo: —Ven aquí, preciosa.

Rápidamente obedecí por sus palabras y por el tono de voz en el que me lo decía, en verdad necesitábamos estar más tiempo cerca y ahora me encontraba queriendo que el concierto no existiera para poder tenerlo más tiempo junto a mi.

—Solo quiero tenerte cerca, eso es todo lo que quiero.

Así que lo dejé.

Estuvimos por un par de minutos así, disfrutando del silencio de la habitación y la tranquilidad ahora atraída a nosotros, repartió besos por mi mejilla y yo le brindé caricias en el cabello, justo como era antes, como si nada hubiese cambiado.

—Es hora de que nos levantemos, ugh.

Me reí por el tono de voz que utilizó y me levanté de sus piernas, dándole la mano para ayudarlo a que se levantara del sofá, una vez la tomó, entrelazó nuestros dedos y me sonrió tímidamente, invitándome a caminar con él hasta la puerta y dejarle saber a Jeff que podían proseguir con todo de nuevo.

Cuando llegamos a la puerta, Harry se congeló y rápidamente me estrelló contra la puerta, comenzando una sesión de besos acalorados y risas tontas mientras trataba de tocarlo dónde pudiera, cuando nos separamos nos reímos tratando de volver a tomar el aliento y ahora si abrió la puerta, levantó una ceja y me preguntó si estaba lista, dije que si y justo cuando salimos, una explosión sonó y luego miles pedacitos de confeti volaron por el lugar, gritos de varias personas me hicieron saltar y que Harry me abrazara contra él evitó que cayera al suelo, luego abrí los ojos y pude ver como Glenne, James, Stevie, Jeff, y otras personas estaban rodeándonos, gritando felicitaciones y chiflando, burlándose de nosotros pero de buena manera.

Glenne me separó de Harry y me envolvió en un gran abrazo, llorando conmigo me felicitó y me dijo que sabía que íbamos a estar juntos de nuevo, que éramos el uno para el otro, luego Jeffrey y James hicieron lo mismo, burlándose un poquito por mi apariencia, luego Harry llegó por detrás y me abrazó, besando mi cabello y yo suspiré contenta.

—Stevie tenía razón, no queríamos llegar en un momento inoportuno.

Las risas de James me hicieron voltear a ver entre él y Stevie, quien nos sonrió maternalmente y se puso enfrente de nosotros, abrazándonos al mismo tiempo, luego se separó y asintió sonrientemente.

—¿Sabias que vendría?—, Harry le preguntó a su, prácticamente, otra madre y esta dijo que si, mirándome a mi: —¡¿Qué?! ¿Cómo?

—Siempre que te veo o abrazo Harry, la veo a ella, la siento también, están conectados, sabía que ella estaba aquí cuando te saludé más temprano, sabía también que volverían a estar juntos, era cuestión de tiempo, y, después de todo, soy una bruja.

Esto causó risas y luego sin avisarme, Harry me tomó de las mejillas y me besó frente a todos, le devolví el gesto tomando sus manos que estaban sobre mi cara y sonreí tontamente por su acción y por los gritos de las personas que nos rodeaban.

—¡Bien, bien! ¡Basta tortolitos! ¡Harry tiene un show que dar! ¡Vamos!

Nos reímos sobre los labios de nosotros y luego me susurró cálidamente, mariposas instalándose nuevamente en mi vientre y extendiéndose por todo mi cuerpo.

Te amo, Hanni Boo.

***

ESTÁ AQUÍ LISTO YAY
Buena noticia, faltan todavía más cap para que se acabe la novela así que no se preocupen, yay.
me tardé más de lo esperado porque hice muchos gifs que al final lo resultaron bien y al final logré esos dos de ahí y me encantaron.
¿Están contentos de tener a estos dos juntos de nuevo? ¿Qué les pareció el capítulo de hoy?
Háganme saber, los quiero mucho, y muchas gracias‼️💓🥰❤️

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