Juntos ✧「 Lawlight 」

De SkCookieJ

37.4K 3K 10.4K

❛❛L cometió el peor error posible: en un impulso, evitó que Light recuperara sus recuerdos. No sabía precisam... Mai multe

Insomnio
Caos
Misterios, discusiones y un nuevo hogar
De hábitos y convivencia
Un nuevo compañero felino
Sin poder evitarlo más
Entre la distancia y la verdad
Matsuda, idiota
Ryuzaki Rue: La Mansión Poltergeist
La mentira no puede ser mantenida si tus herejes te contradicen
Las brechas no dejan de serlo aun si las cubres con azúcar
Light Yagami en contra de Los Ángeles: el peor musical
Aviso importante: cancelación.

El cumpleaños de Light

3.2K 288 952
De SkCookieJ

L Lawliet finalmente pudo dormir.

Despertó con la mitad del cuerpo fuera de la cama y la otra enredada por las sábanas. Al intentar levantarse, por poco tropezó, pero logró estabilizarse y dejó su cama sin tender, rascándose la cabeza y yendo al baño.

Al terminar de asearse, se vistió con otra de sus prendas iguales y abrió un poco las cortinas, asomándose por el balcón. Molesto por los rayos del sol, volvió adentro y cerró las persianas, prefiriendo mantener su habitación en la oscuridad deprimente que le gustaba.

Agarró su computadora y fue hacia el primer piso deslizándose por la baranda de las escaleras como todo un experto.

—Buenas tardes, Light. —saludó a la nada.

Silencio.

Confuso por no verlo en ninguna parte, fue a la cocina y buscó algo para ''desayunar''. Frunció el ceño al no encontrar ningún dulce, y hurgó desesperadamente en todas partes, hambriento, ¿realmente Watari olvidó algo tan obvio como su comida?

Revisó la nevera sin éxito tampoco. La cerró con más fuerza de la que quiso y una nota pegada con un imán salió volando. Atrapándola en el aire, inmediatamente reconoció la caligrafía perfecta de Light.

Ryuzaki:

Me di cuenta que hace falta más comida, así que salí a comprar un poco.

Volveré más tarde :)

—Parece que tendré que esperar. —Guardó el papel en su bolsillo.

Se sentó en la mesa hambriento , ¿cuánto llevaba sin comer? ¿Un día? Qué horror; definitivamente no se quedaría de brazos cruzados, le reclamaría a Watari por eso.

Ryuzaki

Quillish Wammy.

Enviado a las 3:18 pm.

Nada.

Ryuzaki

Watari.

Enviado a las 3:23 pm.

¿Por qué no contestaba?

Ryuzaki

¿Viejo?

Enviado a las 3:28 pm.

Iba a eliminar el mensaje, pero Watari se le adelantó.

Watari

No me faltes el respeto.

Enviado a las 3:30 pm.

Ryuzaki

Ah, funcionó.

Te insulté y mágicamente apareciste.

Es lo menos oportuno que puede pasar, pero así funciona la vida.

Enviado a las 3:31 pm.

Watari

¡Son las tres de la mañana, L!

Algunos tratamos de disfrutar el fin de semana...

Enviado a las 3:33 pm.

Ryuzaki

Esto es una emergencia.

Me has dejado sin dulces.

Enviado a las 3:35 pm.

Watari

Sabía que se me olvidaba algo.

Enviado a las 3:37 pm.

Ryuzaki

Uno no simplemente ''lo olvida''.

Enviado a las 3:40 pm.

Watari

Uno no simplemente le escribe a un pobre viejo en la madrugada...¿sabes lo que esto puede hacerle a mi salud?

Enviado a las 3:41 pm.

Ryuzaki

Se avecina otra crisis de la mediana edad...

Enviado a las 3:43 pm.

Watari

¡Oh, vamos! Toda tu vida has estado en una crisis de la pubertad, ahora tendrás que aguantarte.

Enviado a las 3:46 pm.

Ryuzaki

...

Voy a bajarte el sueldo

Enviado a las 3:48 pm.

Watari

¡No puedes hacer eso, soy tu padre!

Enviado a las 3:51 pm.

Ryuzaki

¿Y quién lo decidió?

Enviado a las 3:52 pm.

Sí, esa conversación no había llegado a ninguna parte.

Fastidiado, ingresó a los archivos del caso que Watari le mandó la noche anterior, hallando más detalles y fotos de los asesinatos. Tendría que conformarse con trabajar mientras esperaba.

Conectó los puntos a una velocidad impresionante, puesto que esa organización todavía no había crecido mucho. Si todo salía bien podría resolverlo para esa noche.

Solo que, de la nada se quedó en un callejón sin salida.

Mareado, intentó buscarle solución a su enigma, pero sus habilidades deductivas comenzaron a reducir lentamente. Eso solo podía ser culpa de su apetito, y por lo tanto no podría avanzar hasta que comiera.

Se forzó a buscar alguna pista que lo ayudara desesperadamente, y tras esforzarse un montón creyó encontrar algo; no obstante, su celular comenzó a sonar y la idea se le fue de la cabeza.

Disgustado por la interrupción, contestó sin fijarse en el remitente.

—¿Sí?

¡Ryuzaki! —gritó Misa Amane.

L alejó el celular de su oído, aturdido.

—Me pudiste haber dejado sin tímpanos. —recriminó.

¿Light está contigo?

—No.

¡Bien!

L alzó una ceja.

¿A qué estás jugando, Amane?

—¿No me estás llamando para hablar con él?

Ojalá; no hablamos desde hace mucho. —expresó melancólica— Pero no, hoy es un día especial ¡adivina!

La modelo activó la opción de videollamada. Pudo verla en su habitación con una mascarilla en el rostro, el cabello sujetado por varios rollitos y un vestido de pijama color rosa, maquillándose en su tocador.

Esto solo puede tratarse de una cosa...

—Irás a un circo. —concluyó L.

Misa jadeó, ofendida.

¿¡Cómo te atreves!? —rabió—. ¡Este es un tratamiento natural para verme hermosa!

—Entonces me parece curioso que hayas decidido vestirte de payaso. —Tecleó algunas cosas, distrayéndose en lo suyo.

¡No soy un payaso! ¡Por si no lo sabías, esto dejará mi pelo radiante! —chilló.

—Para eso existe el champú. —L se acercó exageradamente a la pantalla de la computadora, abriendo los ojos como un búho.

¡No cuestiones mis métodos de belleza!

L estudió unas imágenes con detenimiento, sin distraerse por las cosas que decía. Era evidente que no le iba a prestar atención.

¡Ugh! —Se masajeó la frente— En serio, ¿de verdad no sabes qué se celebra hoy? —cuestionó.

—Dormí ocho horas luego de siete años —mencionó—, pero no lo celebraré contigo; estoy ocupado.

¿Qué?

—No vayas a reclamarme, no cambiaré de opinión.

No, tonto —negó incrédula—. Ryuzaki, ¡hoy es el cumpleaños de Light!

—¿Uh? —Volteó con interés.

¡Sí, hoy es 28 de febrero!

—El cumpleaños de Light... —repitió L pensativo, con un dedo en el mentón.

¿Por qué no dijo nada?

Es su primer cumpleaños conmigo, ¡estoy tan emocionada!

— Técnicamente estás al otro lado del planeta.

¡Oh, cállate!

L suspiró, saliéndose de Word —donde tenía todas sus anotaciones—, y sin poder creer que otra vez tendría que volver a la rutina de los juegos online por su falta de inspiración, entró al primero que le salió.

¿Sabes? Ojalá pudiera estar allá, le daría muchas cosas bonitas —Misa apoyó la cabeza en sus manos, fantaseando con él—. ¡El tiempo pasa muy rápido, ya tiene dieciocho!

—Qué maravilla, ahora es legal.

¡Sí! —juntó las manos— Espera, ¿qué?

—En fin, nos vemos —se despidió—. Te agradezco por la información.

¿Uh? ¡No he termina-! —L cortó sin dejarla acabar.

Relajado por el silencio, ingresó a una partida con pocos jugadores para que no le estorbaran, y como siempre, los guió a todos hacia el jefe. Imprevistamente, le fue más difícil de lo normal, y su mente terminó viajando a otra parte sin que él lo quisiera.

Era el cumpleaños de Light.

¿Debía hacerle algo?

Nunca tuvo amigos, y no sabía exactamente cómo actuar en esas circunstancias. En otros tiempos no le habría importado y le habría dado cualquier cosa típica de esos días; pero para su desconcierto, quería regalarle algo que le gustara y peor aún, por voluntad propia.

¿Por qué seguía interesándose por cosas así?

Otra videollamada de la rubia lo interrumpió. Se preparó para hacerla callar si seguía molestándolo.

¿Por qué me colgaste? —reclamó Misa apenas contestó.

—No tengo ganas de hablar contigo.

¡Pero Ryuzaki! —exclamó— ¡Es el cumpleaños de Light!

—Ya me dijiste lo que necesitaba, con eso basta.

Ryuzaki, tenemos que hacerle algo especial —planteó—. ¡Es nuestra oportunidad!

—Misa, eso es imposible —le recordó—; no estás aquí.

¡Ahí es donde entras tú!

—Hmm, no, haré algo por mi cuenta.

¡Espera!

—Ahora que resolvimos esto, hasta pronto.

¡No, Ryuzaki!

Misa intentó llamarlo más veces y cansado, la bloqueó sin dudar.

Siguió con su juego y sus compañeros lo estaban poniendo de nervios criticándolo por chat. Su desempeño estaba volviéndose pésimo sin dudas.

Por suerte, pudo apañárselas, y después de mucho esfuerzo estuvo a punto de ganar una pelea que lo llevaría al jefe; pero la pantalla se puso estática y tras mostrarle un par de códigos extraños, se apagó.

—¿Y ahora qué?

Golpeó el monitor usando la lógica de Light e inexplicablemente, funcionó. Al volver a la normalidad ya había sido baneado del servidor, y una videollamada entrante de Misa cubrió todo.

—¿Cómo lograste...? —preguntó extrañado.

Watari me ayudó. —sonrió sacándole la lengua.

—Viejo traidor. —refunfuñó.

Voy a bajarle más el sueldo.

¡Él sabe lo qué es mejor!

—Estás arruinando mi día.

No seas así. —Hizo un puchero.

—Ya déjame en paz.

Con una posible migraña por venir, su estómago sonó con fuerza, frustrándolo.

Uh... ¿no deberías comer? —preguntó incómoda.

—No hay dulces, así que no puedo alimentarme.

Misa se le quedó viendo como si se tratase de un chiste; sonrió con diversión al cabo de unos segundos.

Bueno, es una pena —dijo Misa inocentemente—. Lo que le quiero hacer a Light incluye dulces.

L vaciló.

—¿Qué es?

Si aceptas lo sabráaas. —cantó.

—...No podré evitar que sigas insistiéndome, ¿verdad?

Nope.

L soltó un gruñido y puso su cabeza sobre la mesa, derrotado.

—Está bien. —aceptó resignado.

¡Sí! —festejó alzando los brazos.

¿Ya está todo listo? —Misa se había arreglado y ahora usaba ropa más casual, pintándose los labios acostada en su cama.

—Esto es innecesario.

Es la parte crucial de un cumpleaños, Ryuzaki.

—Misa, ni siquiera sé cocinar decentemente. —Insistió por última vezen que se rindieran con esa farsa.

En los años que llevaba siendo el mejor detective del mundo, L nunca aprendió algo tan típico como cocinar. Hasta la actualidad, Watari era el que le preparaba todos sus postres, y aunque en su juventud intentó enseñarle a hornear algunos platillos, no salió como esperaba.

¡Pero tienes veinticuatro años!

—Lo sé, por eso soy la persona menos indicada para esto.

Es hacer un pastel, ¿qué tan difícil puede ser?

—Tú no harás nada.

Yo te enseñaré como se hace.

—Teniendo en cuenta que esto no es en persona, las probabilidades de fracasar son alrededor del 70%.

Vamos, ¡no seas negativo!

—No soy negativo, soy realista.

Misa respiró profundamente para calmarse.

Solo hagamos esto, ¿quieres?

—¿Y cómo lo haremos?

Tiene que ser algo grande, quizás un pastel de tres pisos —Enfatizó con las manos su idea—. Tendrá mucho chocolate, muñequitos y su nombre escrito, ¡va a amarlo!

—En realidad, no.

¿Eh?

—Light no come dulces principalmente —explicó—; darle algo tan exagerado será contraproducente.

¿Ah sí? ¿Y entonces...?

—Light tiene gusto por la comida sana, sobre todo las frutas —mencionó—. He notado que las manzanas son sus favoritas; come una todas las tardes y a veces cuando está concentrado en algo —reveló—. Light también-

Ya entendí. —Lo detuvo, incómoda.

—Creí que lo sabrías.

Bueno, yo...¡quería ponerte a prueba! —lo señaló efusivamente.

—No sabías.

N-No es para tanto.

—Pero tú eres la que da las ideas. —Se colocó el pulgar en la boca con gracia.

Bueno...

—En resumen, vienes a mí exigiéndome hacer un regalo para Light y no sabes cómo hacerlo —dijo aburrido—. ¿Por qué no planeaste esto antes?

Verás... —miró a otro lado.

Y ahí L lo entendió todo.

—Apenas te enteraste que su cumpleaños es hoy, ¿no?

¿¡Qué!? —dramatizó—...Bueno, no vayas a decirle, pero Facebook me avisó.

—Debí imaginarlo.

L se quedó viendo los ingredientes en la cocina, y usando sus nulas experiencias sobre los cumpleaños gracias a Watari, se le ocurrió algo que le podría gustar a Light.

—Un pastel de manzana. —pensó en voz alta.

¿Oh?

—No es muy dulce, ni muy salado; le gustará.

Ryuzaki...eso es...¡brillante!

—Y así yo podré comer; todos ganamos.

Entonces ¡hagámoslo! —Hizo la seña de la paz—. Tienes suerte de que sé cómo se hacen, así que comencemos —dijo—. Lo primero que tienes que hacer es picar unas cuantas manzanas en pedacitos muy chiquitos.

L las obtuvo de la despensa y cogió un cuchillo. Las lavó y poniéndolas en una tabla, anheló que las enseñanzas de Watari aún siguieran con él.

Inició con la tarea, deshaciéndose de la corteza primero, fue algo complicado pese a que escogió el cuchillo más afilado de todos. Y cuando comenzó con los trozos, fueron quedándole disparejos, pero no importaba.

Oye, ¿hace cuánto se fue Light? —habló Misa desganada. L llevaba diez minutos en lo mismo.

—Asumo que hace unas horas.

¡Ay no! Tienes que apurarte —advirtió—, ¿qué tal si llega y ve qué le haremos un pastel?

—Le diré que se espere a que lo termine.

Ryuzaki, ¡se supone que es una sorpresa!

—¿Por qué? —Se detuvo.

¿No sabes cómo funcionan los cumpleaños? ¡Debes sorprenderlo!

—El factor sorpresa no hará diferentes las cosas.

Sólo hazlo por Light, eso reforzará la amistad.

—¿Reforzar...la amistad?

Reforzar la amistad. —dijo determinada.

L supuso que tenía que respetar las costumbres de otros —eso significaba casi todas las personas—, y no contestó. Picó las manzanas más rápido, y fue quedándole peor.

Así no se corta. —sermoneó la rubia.

—Va a saber igual.

¡Te va a quedar espeso y horrible!

Mascullando cosas inentendibles, hizo unas impresionantes maniobras con el cuchillo para que todo le quedara del mismo tamaño; fue tan rápido que se hizo una enorme cortada en la palma de la mano.

—Agh... —Examinó la herida, que empezó a sangrar.

Lo que faltaba.

¿Estás bien? —preguntó preocupada.

—No es lo suficientemente grande como para desangrarme. —dijo inexpresivo.

Se limpió la herida sin muchas ganas y prosiguió hasta que todo le quedó bien milagrosamente.

Ahora, échalos en el recipiente de vidrio y parte dos huevos ahí.

L chocó un huevo contra la cerámica. Intentó sacarle la cáscara, aunque sus esfuerzos fueron inútiles. Volvió a estrellarlo con más fuerza y la clara le cayó en un pie.

Ryuzaki, dime que no es en serio. —suplicó Misa.

—Tristemente para ti, sí.

Ay Dios, esto va a salir muy mal... —Se puso una mano en la frente.

—Te lo advertí.

Repitió el proceso e incluso si fue una larga batalla, pudo hacerlo bien y evitar que cayeran la mayoría de pedazos de cáscara adentro. Tuvieron que transcurrir cinco minutos para que eso sucediera y sacara cualquier fragmento que se le haya escapado por órdenes de Misa.

—¿Por qué no simplemente dejaba los pedazos de cáscara ahí y ya? Ni se notaban.

¿Quieres hacer que se enferme?

—Sería una tragedia porque ni siquiera sé cuidar de mí mismo.

Si no tengo cuidado...envenenará a Light —susurró Misa angustiada—. Bien, ahora ponle algo de leche condensa- ¡Ryuzaki!

Apenas Misa mencionó aquel ingrediente, L no tardó en empezar a bebérselo como si de un niño se tratase.

—Ah, lo siento —se disculpó con la boca manchada.

¡Te vas a acabar toda la leche!

L se relamió y melancólicamente vertió el resto —que era menos de la mitad— en la mezcla.

—Es que tengo hambre.

Agh, como sea...ahora tienes que batir todo eso.

L ni siquiera tenía idea de cómo funcionaba eso, pero conectó la batidora y la puso a máxima potencia. Con el hambre cada vez mayor, giró rápidamente el electrodoméstico salpicándose por completo.

Ryuzaki, tienes que girarla lento, ¡la cocina no funciona así!

—A mi estómago no le importa.

Estás siendo muy infantil.

Le hizo caso a regañadientes y le empezaron a doler los brazos. Estaba comenzando a sentirse ridículo, ¿desde cuándo el mejor detective del mundo se hacía tantos problemas por un pastel?

Debí hacerle caso a Watari...

Los padres siempre dicen que algún día se les termina dando la razón, y L aprendió eso tarde, quince años tarde.

De vez en cuando paraba para poner otros componentes, colocó extracto de vainilla, leche líquida y azúcar. Decir que estaba haciendo un desastre era poco.

Pon todo en un molde para hornear. —indicó Misa por instinto, aunque ni siquiera sabía porque seguían con eso.

L batalló con la enorme tentación de comerse la mezcla entera e hizo lo que se le ordenó. Misa se soltó el cabello y guardó todos los rollitos en una gaveta, y aprovechando que no estaba mirando, el detective metió un dedo en la mezcla y se lo chupó.

Por último, coloca unos delgados pedazos semicirculares de manzana encima de todo eso.

—¿Por qué?

Es estética, Ryuzaki.

—Lo importante es el sabor.

Eres el que más come dulces de los tres, tú debería saber esto mejor que nadie.

Evidentemente, pero necesitaba comer.

Ansioso, puso los trozos encima de la mezcla y habiendo encendido el horno un rato atrás, metió todo adentro.

Según Internet son 45 minutos con 180 centígrados. —leyó Misa en su celular.

L se sentó en frente del horno y lo encendió programándolo con lo que le dijeron, esperando a que se dorara. Quizás si tenía suerte, podría sacarlo más rápido; no serviría de mucho si Light no llegaba temprano igual.

Misa se puso a cantar echándose toneladas de perfume, y L encontró esto desesperante. ¿Por qué de todas las personas que pudieron haber sido el segundo Kira tuvo que ser ella?

—Deja de cantar.

Estoy de buen humor, no seas tan amargado.

—Es molesto.

Nunca has estado enamorado, ¡no sabes lo hermoso que es prepararte para el amor de tu vida! —Fue a su sala y se sentó en el mueble, contenta.

—Dudo mucho que lo que sientas sea amor.

¿Qué? ¿Y ahora de qué hablas?  —dudó.

—Lo que escuchaste. —expresó casualmente.

¿Y entonces qué siento? —Preguntó esperando que dijera alguna tontería.

— Una obsesión poco saludable que te lleva a la dependencia. —puntualizó como lo más obvio.

¿Disculpa? —sonrió burlonamente—. Yo no estoy obsesionada, ¿tengo qué recordarte que te esposaste a Light?

—Fue por una buena causa.

¿Y acaso sentir amor es malo?

—Si fuera amor él te haría caso.

¡Tonterías! ¡Tenemos la mejor relación del mundo!

—Misa, ambos sabemos que eso no es verdad. 

Light siempre fue caballeroso conmigo.

—Es unilateral.

No es cierto. —Frunció el ceño.

—En lo que a mí concierne, solo molestas a Light.

No lo entiendo...¿por qué me dices esas cosas? —Se llevó una mano al pecho, herida— ¡Creí que éramos amigos!

—Me temo que te mentí.

¿Cómo puedes decirme eso? —bramó, insultada.

—Eras Kira, y ahora que el caso se acabó ya no hay necesidad de fingir.

¡Ni siquiera recuerdo nada! ¡Y Light también lo era!

—Pero él si me agrada.

Misa apretó los dientes.

Si lo que dices es cierto, ¿por qué no ha terminado conmigo? ¿Eh?

—Seguramente no quiere lastimarte, pero eso solo es un error. —se encogió de hombros—. Su relación no funciona porque estás encaprichada con él y te haces daño esperando algo que nunca te dará.

¡Ni siquiera sabes cómo es nuestra relación! —exclamó exasperada.

—No hace falta ser un genio para percatarse de que nunca está pendiente de ti.

¡Está ocupado!

—De vacaciones.

Por favor, las parejas pueden darse su espacio. —le restó importancia.

—¿Sin razón aparente?

Light es un hombre reservado.

—Light es cálido con cualquiera.

¿Qué estás insinuando? —preguntó enojándose.

—Que Light no te ama.

¡Eres un desconsiderado! —chocó un puño contra el sofá, furiosa—. ¡Solo quieres que nuestra relación se acabe!

—Sí, porque me fastidia.

¡No es tu problema!

—Lo sé, pero afecta mi entorno.

¿¡Cómo demonios va a afectarte!? —se descolocó.

—Su relación es conflictiva por donde se le mire, y eso no traerá nada bueno.

¡Qué estupidez!

—En consecuencia, Light terminará agotado emocionalmente por esa mentira.

¡Ya basta! —exigió con voz peligrosa.

—En vez de pensar en lo que te dije reaccionas infantilmente, me estás insultando sin argumentos porque sabes que es cierto.

¡Tú no sabes nada! —Lo apuntó con el dedo, furiosa— ¡Lo único que sabes hacer es tratar mal a la gente! ¿¡Acaso alguna vez tuviste amigos!? ¡Ni siquiera sé como Light te soporta!

Golpe bajo.

—Se me está acabando la paciencia. —advirtió.

¿Ah sí? ¿Y qué? —desafió.

—30%.

¿Qué? 

—Es el progreso hacia mi estallido.

Es una broma, ¿verdad? —sonrió con sorna.

—35%

¿¡Eres tonto o qué!? 

—50% —dijo—, me pregunto cómo será cuando llegue al 100%. Jamás he sentido tanto fastidio.

¡Ryuzaki! —reclamó, harta.

—65%, ya deja de gritar.

¿¡Por qué no te tomas nada en serio!? —explotó.

—80%; es muy en serio.

¡ERES UN INSUFRIBLE! —gritó.

—90%. Misa, ya cállate. —pidió agotado.

Agh, ¿¡sabes qué!? ¡Está bien! ¡No tiene caso hablar contigo, eres de lo peor!

L permaneció quieto como una estatua sin hacer más nada que observar el pastel. Se mantuvieron en un silencio bastante tenso, pero por suerte para L, el horno sonó indicando que el pastel estaba listo, y usando guantes sacó su creación del horno.

Colocándolo en la mesa, analizaron el pastel y para su desconcierto, les quedó peor de lo que imaginaban.

La textura, la apariencia, el aroma...

—Esto es... —comenzó L.

¡Un horror! —completó Misa.

¿Qué iban a hacer?

Light sentía que se olvidaba de algo importante.

Su padre mágicamente le envió dinero de regalo y antes de saber porqué, se percató de que casi no había comida y tuvo que salir a comprar.

Cruzó el jardín impaciente por almorzar y entró; automáticamente, fue recibido por una interminable oscuridad.

—¿Ryuzaki? —llamó en voz alta.

Dejó las bolsas del supermercado en el piso y lo buscó con la mirada, sin ver hasta muy lejos. Encendió las luces y escuchó unos ruidos provenientes de la cocina, así que fue hacia allá.

Al iluminar la habitación tampoco lo encontró ahí. Estaba a punto de irse a otro lado, cuando oyó a alguien salir debajo de la mesa.

—Sorpresaaa. —dijo L con voz apática, tirándole confeti encima.

L le sopló con un matasuegras en el rostro y lo apartó, sin asimilarlo. Le colocaron un gorrito de fiesta encima y llegó a distinguir que era de color rojo y el de L azul.

—¿Qué...?

Un momento.

—¿Así es como sorprendes a la gente? En la televisión era así. —indagó L curioso.

Entonces, algo hizo click en la mente de Light

—¡Es mi cumpleaños! —dijo sorprendido.

—...¿Tú también lo olvidaste?

—N-No puede ser, ¿hoy es 28?

—Esto es una pena, pude ahorrarme todo esto. —Giró el plato con el pastel con el dedo.

—Yo...qué extraño, generalmente no olvidaría algo así...

—Es parte de la adolescencia, al estar de vacaciones te sueles olvidar en qué día estamos.

—Si mi padre me viera... —dijo Light, y entonces se percató del pastel— ¿Y eso?

—Bueno...

Misa reapareció al oír la conmoción, y le reprochó a L.

Te dije que me avisaras si llegaba.

—¿Misa?

¡Oh, Light! —Activó la cámara. Lucía realmente hermosa, pero Light se quedó mirándola con duda—. ¡Feliz cumpleaños! ¡Es nuestro primer cumpleaños como pareja! Estoy muy feliz.

—Ah...sí, gracias. —dijo incómodo, y se fijó más en la tarta—. ¿De qué es?

—De manzana. —respondió L impasible.

—Vaya, es de mis favoritas. —sonrió.

Fue idea mía. —presumió Misa orgullosa.

—Por suerte para ti yo le dije que no hiciéramos el de chocolate. —comentó L.

Misa se contuvo de enojarse porque Light estaba ahí.

—Ryuzaki, ¿tú hiciste esto por mí? —preguntó sorprendido—. No debiste molestarte.

—Hice lo que pude, pero no esperes mucho.

Lo lamento tanto Light, hice todo lo que pude para que lo hiciera bien, ¡pero es muy terco! —se disculpó intentando llamar su atención.

—Pues...se ve original. —halagó Light.

L intentó tapar el desastre que hizo con miel y una fresa en el centro, pero si en algo coincidían él y Misa era que la presentación no terminó como querían, ¿cómo eso iba a saber bien?

—Bueno, algo es algo, mejor comamos. —L prefirió eso a nada.

¡Pero hay qué cantar!

—No creo que haga falta, Mi- —Light quiso detenerla, pero se le adelantó.

Misa tomó una bocanada de aire y empezó a recitar la canción del cumpleaños. L prendió las velas mientras esperaban a que la rubia terminara, dándose una mirada que revelaba sus ganas de tirarse por la ventana.

—...¡A ti!

Light sopló las velas con los aplausos de Misa al fondo, nervioso.

—Felicidades Light —dijo L—. Bienvenido a la adultez. Prepárate para los impuestos, la sobreexplotación laboral y las cuentas —enumeró con los dedos—; pero al menos podrás independizarte.

—Creo que puedo manejarlo. —respondió tranquilo.

Bueno, no tienes que probar el pastel, seguro sabrá mal —Misa buscó sonar reconfortante— No lo viste cuando coci-

Light picó la torta sin hacerle caso y se llevó un pedazo a la boca. Sus ojos se iluminaron ahí mismo.

—Wow, ¡está muy bueno!

—¿Eh?

¿Qué?

—Light, no te servirá de nada mentir. —avisó L.

—Ryuzaki, no es una mentira —aclaró cautivado—. No sabía que cocinaras tan bien.

L no podía creerlo, ¿realmente lo logró?

¡Dijiste que no sabías cocinar! —Misa se exasperó.

—En efecto, no sé hacerlo. —respondió confundido.

L probó el pastel con curiosidad y para su asombro, le había quedado delicioso.

¿Eso era...real?

—Esto debe tener una explicación —L comenzó a comer desesperado—. Al tener tanta hambre, inconscientemente adquirí la habilidad de cocinar por hoy. —explicó con la boca llena.

—Eres una caja de sorpresas. —dijo Light divertido.

En realidad es una receta muy fácil —intervino Misa—. Cualquiera puede hacerla; además, se cortó picando unas manzanas.

—¿En serio?

Light se acercó a L y vio su cortada con preocupación.

—Esto es muy grande, ¿te sientes bien?

Ni siquiera la desinfectó, ¿qué puedes esperar de él? —rodó los ojos.

—Ya basta, Misa. —regañó Light.

Misa se encogió sobre sí misma sin entender qué le sucedía a Light, ¡solo quería impresionarlo! Y en cambio, no le dijo nada de lo bella que lucía o le hacía caso, ¿había hecho algo mal?

—No creo que sea importante. —L se concentró en comer.

—No, tenemos que curar esto —dijo Light firme—. Iré a buscar algo para desinfectarla.

Al dejarlos solos, Misa no perdió la oportunidad para reprocharle a L.

Oye, estás acaparando la atención de Light.

—Esto es solo una prueba de lo que te dije antes. —respondió sin emoción alguna.

Misa iba a insultarlo con todo lo que tenía, pero Light regresó rápidamente.

Puso alcohol en un algodón y sujetó la mano de L. Permaneció unos momentos más acostumbrándose a lo suave que era, y tampoco le pasó de largo lo fina que era. L la tenía bastante bonita y apenas se daba cuenta.

—¿Light? —llamó L.

—Ah sí, sí.

Pasó el algodón por la herida y se ganó un gruñido de L.

—Te enseñaré a cocinar algunas cosas después, algún día te será de utilidad. —consideró.

—En vista de que probablemente tenga algún don para esto, será interesante explotarlo. —concordó L.

Quiero ver la cara de Watari cuando se entere de esto.

Al finalizar, Light giró la venda por la mano de L y el detective se quedó ensimismado viéndolo trabajar. Pequeños momentos como ese le recordaban que tomó una buena decisión, y ese instante le dio una sensación agradable, ¿por qué el contacto físico de Light se sentía tan bien cuando siempre prefirió evitar que lo tocaran de más?

—Listo.

—Te lo agradezco. —Su estómago rugió otra vez.

—¿Aún tienes hambre? —preguntó Light.

—Bueno, llevo sin comer dulces desde hace un día.

—Veo que el pastel te gustó.

—Para ser algo hecho por mí quedó mejor de lo que pensé.

—Puedes comer más si quieres. —ofreció Light amablemente yendo a traer las compras y organizando todo.

L empezó lentamente, pero sus instintos le ganaron y fue devorando todo el pastel ante la mirada atónita de Light.

—Un momento, ¡Ryuzaki!

El castaño dejó lo que estaba haciendo e intentó detenerlo.

—¡Oye, no es justo, tienes que dejarme algo! —Light le echó la cabeza para atrás.

—A ti ni siquiera te gustan los dulces como a mí. —L lo alejó poniéndole la pierna en el abdomen.

—¡No importa, el pastel está rico!

El agarre de L se debilitó por el cumplido.

—Tú no comprendes la delicia de la corteza, ni la esponjosidad que-

—¡Ryuzaki, no toques mi pastel!

—Pero dijiste-

—¡Ryuzaki!

L le dio una patada suave y salió de la cocina como si nada, llevándose el pastel. Light fue tras él apresuradamente, gritando cosas inentendibles.

Misa, por su parte, duró años esperando a que volvieran. Al hacerse evidente que no regresarían, supo que se olvidaron de ella, y triste, colgó la videollamada.

Ese fue el cumpleaños más interesante de Light en mucho tiempo.

Según el tomo 13 del manga, el 28 de febrero del 2020 Light habría cumplido 34 años.

pERO NO, ÉL TENÍA QUE IR Y MIRAR POR LA VENTANA. :')))

Yo iba a actualizar antes pero apenas me arreglaron la pc. JSDAJKDJSKLS me tuve que ver una receta para hacer esta verga

Continuă lectura

O să-ți placă și

1.9M 133K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
25.4K 4.4K 14
Sus vidas como alfa y omega estaban unidas por un destino más grande que por los propios deseos de Hanma. Advertencia: Hanma- ALFA Kisaki- OMEGA -Ha...
76.7K 3.9K 17
Para lenna el solo era el mejor amigo de su hermano aún si ella quería que fueran más. Para alessandro ella era más que que la hermana de su mejor a...
64.9K 7.7K 24
Satoru Gojo pertenece a una de las familias más poderosas del mundo de hechiceria, desde temprana edad es temido y admirado, por lo que los ancianos...