Diario perdido •Katsuki Baku...

By Baruta-

138K 17.1K 4K

Su timidez y miedo al rechazo le hacían escribir en un pequeño cuaderno lo que sentía por él. Varias hojas en... More

| Página uno |
| Página dos |
| Página tres |
| Página cuatro |
| Pagina cinco|
| Página seis |
| Página siete |
| Página ocho |
| Página nueve |
| Página diez |
| Página once |
| Página doce |
| Página trece |
| Pagina catorce |
| Página quince |
| Página diesiséis |
| Página diecisiete |
| Página diesciocho |
| Página diecinueve |
| Página veinte |
| Página veintidós |
| Página veintitrés |
| Página veinticuatro |
| Página veinticinco |
| Página veintiséis |
|Página veintisiete|
|Página veintiocho|
| Página veintinueve |
| Página treinta |
| Página treinta y uno |
| Página treinta y dos |
| Página treinta y tres |
| Página treinta y cuatro |
| Página treinta y cinco |
| Página treinta y séis |
| Página treinta y siete |
| Página treinta y ocho |
| Página treinta y nueve |
| Página cuarenta |
| Página cuarenta y uno |
| Página cuarenta y dos |
| Página cuarenta y tres |
| Página cuarenta y cuatro |
| Página cuarenta y cinco |
| Página cuarenta y seis |
| Página cuarenta y siete |
| Página cuarenta y ocho |
| Página cuarenta y nueve |
| Página cincuenta |
| Página cincuenta y uno |
| Página cincuenta y dos |
| Página cincuenta y tres |
| Página cincuenta y cuatro |

| Página veintiuno |

2.6K 277 56
By Baruta-

Hola bella gente, aquí su servilleta trayéndoles otro capítulo más... siendo el veintiuno, como no, lleno de muchas emociones y quizá les llene de intriga en algunas partes... no se preocupen, aquí les doy un juguito de chale para sobre llevar todas esas emociones que hasta yo experimenté al escribirlo...


Me veo en la necesidad de dejar esta imagen dando inicio al página veintiuno...

...porque si, porque tengo 21 y los cumplo el día 21 del segundo mes del año y porque tengo un recuerdo que marcó mi vida el 21 del penúltimo mes... ahre no me extiendo más y les dejo leer esta joyita.

Y no les miento que estoy así (como en la siguiente imagen)  por publicarlo y esperar a leer sus comentarios y quizá teorías bien fumadas que que hagan ajsjsjsj

Pd. No se mueran al final, como yo lo hice al terminar de escribir, plox.


.

.

.

•◊•

—Ella no puede usarlo. (Nombre) no puede usar esa técnica, mucho menos aprenderlo. Si lo hace su vida de heroína terminará pronto... o llegue a convertirse en lo contrario...

Las palabras de Sayio resonaron en la cabeza de Mirko en un gran eco, recordándole el estado de la pelinegra y provocándole incertidumbre de no saber qué pudiera llegar a pasar si ésta volvía a utilizar el movimiento que antes se empeñaba en perfeccionar. Apenas lograba entender que la vida profesional de (Nombre) llegaría a su fin apresuradamente si se lastimaba constantemente con ese nuevo movimiento, pero la otra consecuencia era completamente inexplicable para ella. ¿Lo contrario? ¿A caso se refería a volverse una villana? ¿Qué tenía que ver eso con su don?

—(Nombre) aléjate —ordenó la albina con gran seriedad, poniendo su diestra por delante para impedirle el paso en caso de que ésta pensara en realizar algún movimiento. Su prioridad era mantener a salvo a su pupila al considerar su estado poco apto para el enfrentamiento, además de evitar que usara su don nuevamente antes de entenderlo un poco más al igual que la explicación de Sayio.

—Esperaba poder enfrentarme a las dos —habló el hombre con decepción y su toque de arrogancia al confiarse completamente de su particularidad—. Mi único consuelo es que me enfrentaré a la heroína número cinco. No está mal —rio para sí mismo antes de observar con una mirada penetrante a la menor, infundiéndole cierto temor y a la vez una sensación familiar en ella que le dejó inmóvil, inmersa en sus pensamientos donde la sospecha y curiosidad por conocer a este hombre la desconectaron de su realidad.

No se explicaba cómo, ni encontraba una razón a la sensación que invadía cada parte de su cuerpo al tener delante de ella ese hombre. Quizá gran parte de su inmovilidad se debía al miedo que experimentaba con tal presencia, intuyendo que dentro de ese cuerpo un tanto fornido, sin llegar a ser como el de All Might, se escondía un poder descomunal al cual temerle.

—¡(Nombre) muévete ahora! —gritó Mirko con aspereza, logrando sacar de sus pensamientos a la mencionada que cruzó miradas nuevamente con el ojiambar que no despegaba su vista de ella, percibiendo él, también, un efecto similar, como si ambos se conocieran desde hace mucho tiempo al igual que sus dones.

—Conque te llamas (Nombre), eh. Ese nombre me suena familiar de algún lado... ¿A caso tu apellido es (Apellido)? —cuestionó el hombre al aire, generando un gesto sorpresivo en el rostro de la chica por conocerle de algún lado que ella no recordaba. Su mente se volvió un completo caos, pensando en el momento en qué llegó a ver a ese hombre en toda su vida sin éxito. Su vista perdida solo enfocaba los movimientos del sujeto peligris que se preparaba para dar su siguiente ataque hacia ella, ignorando completamente a Mirko—. Quizá tú también me sirvas —dijo el individuo con burla antes de lanzarse con un nuevo golpe, esta vez hacia (Nombre).

La chica se quedó inmóvil, creyendo entender las palabras del sujeto, pero no del todo ¿En qué puede servirle? ¿Cómo podría servirle? ¿Quién más ya lo había hecho?... y no fue testigo del posible golpe que recibiría de no ser por los rápidos y hábiles reflejos de la profesional, que en un solo movimiento logró sujetarla de la cintura y alejarla varios metros del desconocido junto con ella. (Nombre) sentió el taco de la mayor regresando a la realidad de nuevo. El movimiento brusco le dio a entender que se perdió por varios segundos en medio de un enfrentamiento, y otra vez Mirko tuvo que cargar con ella para ayudarle a no ser herida realmente, esta vez de gravedad.

—¿Escuchas lo que te digo? —reclamó la morena son mirarle, atenta a los movimientos del enemigo que parecía ser rápido, ágil y fuerte como ella, o quizá más—. Si te distraes puedes morir, esto no es un entrenamiento. Mantente alerta, maldición —se quejó antes de soltarla y permitirle pararse por su cuenta. Con una rápida ojeada, Mirko observó los resultados de los ataques fallidos del enemigo, notando lo fuerte que era y el riesgo que corren al permitir que les diera un golpe de tal magnitud.

—Vamos, no seas aguafiestas y deja que la niña entre al juego —pidió el peligris con burla, dando pasos lentos en su dirección, teniendo solo su diestra fuera de los bolsillos de su pantalón y mostrando completa seguridad de su fuerza, tanto como la arrogancia que le permitía mostrarse al creerse superior y pedir que ambas se enfrenten a él.

—Sal de aquí —volvió a repetir la profesional con más calma y advertencia a la menor que dudó en obedecerla. Quizá se alejaría solo un poco para darle apoyo cuando lo creyera necesario, pero no dejaba de tener una sensación inquietante al recordar con quien iba a enfrentarse. Optó por dar algunos pasos para alejarse, pero la voz del enemigo y un ataque demasiado familiar la detuvieron.

Un arco de un color grisáceo se interpuso en su camino, cortando todo a su paso hasta desaparecer a la lejanía. Los ojos de (Nombre) amenazaban con salir de sus cuencas al reconocer perfectamente aquel ataque, observando su poder destructivo en el suelo con dirección a su origen hasta encontrarse con el enemigo, una gran abertura en la tierra, signos de cuán letal era el corte de aquel arco, así como notar el pelaje grisáceo en la mano izquierda de éste, dejando al descubierto unas garras grandes y afiladas; y al lado contrario, un árbol cortado a la mitad, cayendo y escuchando el crujir de la madera al romperse por el peso suelto del tronco, los tubos de las bancas de metal apenas presentaba una abertura a su interior y le indicaban que el metal podría ser casi inmune o quizá se debía a la distancia de éstas. Cayó de un sentón asimilando lo que ve y su mente se pone a trabajar más que antes creando teorías altamente descabelladas pero que ahora podrían tener cierta veracidad... ¿Aquel hombre pudo haber robado el don de su padre?

—No te vayas todavía. Tengo algo que hablar contigo... —dijo en un tono de voz alto con la intención de que (Nombre) le escuchase—. Tu podrías ser más fuerte que él ¿no es así? —cuestionó con gran curiosidad continuando su andar en dirección a la azabache.

Cabía decir que Mirko también se quedó estupefacta, recordando haber visto en otro lado, y por más veces, ese ataque a distancia, pero en otro color, de otro tamaño, quizá, y con otras intenciones que no fueran casi herir a una chica de preparatoria, sino detener villanos. Sus orbes se abrieron de par en par, teniendo el mismo pensamiento alocado que (Nombre), no podía ser cierto, Saiyo dijo que la única posibilidad de evitar que GrandAlpha se recuperara era desactivando su quirk... o robándolo.

—Solo me bastaron algunos segundos para darme cuenta... ese cabello oscuro, ese color de ojos y tu aspecto hibrido de lobo, además tienes su collar puesto —comentó el peligris con una gran sonrisa que provocaba un escalofrío en (Nombre). Su cuerpo no respondía, su mente se había perdido y la respuesta a todas sus dudas estaba delante de ella, caminando con gracia y presumiendo sus grandes habilidades para descubrir identidades como la de ella—. Tú eres hija de GrandAlpha.

Aquello no podía hacer nada más que sorprender a ambas mujeres. Entre ellas estaba el culpable de la muerte de GrandAlpha, del padre de (Nombre), el objetivo principal al que debían capturar se atrevía a decir a los cuatro vientos, pero no de forma clara, que él fue al autor de la desgracia que ahora sufría (Nombre) y su madre. Rumi pudo ver el temor en los ojos de su pupila, el creciente odio hacia aquel individuo que le inquietó de inmediato por no saber lo que pudiera pasar a continuación si le dejaba sola y descubrir con sus propios ojos aquello que Saiyo tanto temía. No dejó que el hombre hablara más y se acercara a (Nombre) al dar un nuevo salto en su dirección apoyada con una patada descendente siendo su talón quien daría el golpe.

Al peligris solo le bastó dar algunas volteretas hacia atrás para evadir el ataque y seguir sonriendo—. Bien. No me dejas otra opción al pedir a gritos que me enfrente contigo para poder acercarme a (Nombre) —dijo encogiéndose de hombros antes de adoptar una posición de ataque—. Terminaré contigo y después iré por ella...

...

Maldecía haber abandonado sus entrenamientos y que con ello sus reflejos no fueran tan rápidos para evitar el corte. Con suerte, solo logró que el filo del metal acariciara la piel de sus brazos al cubrirse con ellos, pero agradecía poseer un don de fuerza, mismo que le permitió golpear a la chica y mandarla algunos metros lejos de ella. Por un momento creyó que ésta solamente podía manejar el metal y manipulara para solo utilizar armas blancas y defenderse, pero no que poseyera resistencia en su cuerpo para soportar tal golpe y levantarse a los segundos.

Por otro lado, Amaya maldijo el momento en que el tubo cayo de sus manos y llamó la atención de la esposa de GrandAlpha, además de encontrarla en la calle—. ¿Qué diablos está haciendo ella aquí? —masculló la peliazul con rabia soportando el dolor de su costado derecho al haber recibido el impacto en esa zona. En ese pequeño lapso de tiempo buscaba una respuesta a su pregunta, tomando en cuenta las calles, su ubicación y los acontecimientos de hace días... llegó a la conclusión de que ella estaba en la estación de policía, seguramente investigando la razón del fallecimiento de su esposo—. Mierda, debo avisarle a Kohaku —pensó al levantarse y seguir la ruta que antes tenía trazada para llegar a él, pero primero debía quitarse de encima a la castaña que ahora le seguía.

La carrera de ambas inició, la más grande empeñada en alcanzarla y capturarla, y la menor observando a su alrededor buscando metal que pudiera manipular para perderla. Sus respiraciones se volvieron irregulares por utilizar de un solo golpe su energía, algunas personas fueron empujadas por la peliazul despejando su camino, mientras que Saiyo tenía cuidado de no hacerlo, retrasándose un poco por ello. Para la suerte de Amaya, una escalera de emergencia al costado de un edificio fue un golpe de suerte y, aprovechando la distancia entre ellas, se detuvo por un momento concentrando su energía para manipular el metal y despegarlo de la infraestructura con gran esfuerzo para usarlo como un bate de béisbol y golpear a la castaña enviándola unos metros lejos sin causarle mucho daño, pues usó sus brazos para cubrirse.

Lo primero que le preocupó a Saiyo, fueron las pocas personas a su alrededor, que, si bien era una suerte la mínima cantidad, estaban expuestas a un riesgo o ataque que la peliazul efectuara en su contra y le dificultara el uso de su particularidad—. ¡Deben macharse ahora! ¡Váyanse de aquí! —urgió a cada una de las personas que lograron observar lo que Amaya pretendía hacer y no dudaron en correr para alejarse, algunos de ellos trataban de llamar a la policía con torpeza para terminar empeñándose en correr despavoridos por la calle. La castaña prestaba atención de a ratos a las personas para comprobar que el lugar estuviera desierto y poder llevar a cabo el enfrentamiento con la peliazul que, a pesar de ser tan joven, tenía un gran potencial para la lucha.

Amaya aprovechó la distracción de la mujer con los civiles para idear una forma de perderla o, en el peor de los casos, derrotarla cuanto antes y llegar hasta Kohaku, que seguramente estaría perdiendo la paciencia por esperarla. Observó con detenimiento la estructura de metal que manipulaba, pensando en más formas de manejarla y garantizar su victoria a la brevedad si no quería tener de nuevo aquella mano rodeando su cuello y dejándola sin aire—. Bingo —murmuró al encontrar varias opciones con solo observar los componentes de la escalera. Inició por separar el pasamanos con el objetivo de utilizarlo como cuerdas con las que ataría a la castaña, aunque primero habría que dejarla débil para impedir que ésta se liberara al instante. Su siguiente arma serían los barrotes de metal que unían al pasamanos con cada uno de los peldaños que la conformaban como lanzas que se encargó de darles forma para lanzarlos contra la mayor de forma estratégica, sin desperdiciar ningún arma.

Saiyo apenas pudo reaccionar a los ataques de la peliazul, logrando esquivar aquellas lanzas que se dirigían a un lugar de su cuerpo importante y dejando que en algunas de sus extremidades fueran rozadas por éstas al no tener un lugar donde cubrirse de inmediato, una voltereta y otra de derecha a izquierda le garantizaban por un momento no salir herida de gravedad, pero su energía se agotaba al igual que Amaya. La castaña hizo uso de su fuerza enviándola a uno de sus pies para golpear el suelo y levantar una parte de éste formando una barrera lo suficientemente gruesa para evitar que las barras de metal, al traspasarla, llegaran a ella. Dispuso de las piedras que se soltaban de la roca más grande para lanzarlas en un contraataque que la contrincante no previó, llevándola a utilizar los escalones de metal como una barrera semejante a la madre de (Nombre), usando más energía de la planeada en ese encuentro.

La batalla solo consistió en, hasta el momento, lanzarse todos los recursos con los que cada una contaba, una gastando su energía y la otra quedándose sin alternativas para atacar y herida. Saiyo no le vía mucho sentido a ese enfrentamiento, intuyendo que la chica no quería llamar demasiado la atención, pelear o simplemente llevaba prisa en irse de ahí evitando que la siguiera y seguramente para encontrarse con el villano; por ello, optó por exponerse de golpe al lazarle la gran roca de piedra y asfalto que utilizó como barrera para cubrirse, decidida a terminar de una vez con esa pelea que no las llevaría a ningún lado más que a gastar sus fuerzas y energía. También, esperaba que en ese corto tiempo algún civil llamara a la policía y que ésta estuviera ahí enseguida, pero no había señales de ellos, quizá por la hora y el personal reducido al estar inspeccionando partes de la ciudad más alejadas a su posición, debía actuar cuanto antes y evitar que escapara por su cuenta.

Amaya estaba a punto de quedarse sin más barras de metal que lanzar y hasta ese momento comenzó a disponer de los peldaños restantes, salvo los de su barrera, para lanzarlos todos en un solo movimiento pretendiendo romper la barrera y terminar haciendo uso de los que la resguardaban de las rocas que Saiyo le lanzaba anteriormente para herirla. Su sorpresa fue grande al descubrir que el don de la mujer era la súper fuerza al verla levantar la gran roca de piedra y asfalto con las intenciones de lazarla en su dirección. El momento del metal que conformaba el pasamanos llegó, enviándola directamente a la castaña con la intención de aprovechar que la mayor cargaba la piedra para hacerle perder el control y que cayera encima de ella.

Saiyo no pudo contener su mirada sorpresiva al apreciar la soltura y movimientos curvos que realizaba el metal, pareciendo ser como una cuerda lanzada con el nudo listo para atraparla. Tuvo un pequeño bloqueo mental donde debatía si debía lazar la piedra cuanto antes o escapar de las ataduras del metal en su dirección haciéndole perder el tiempo. La peliazul ya no tendría más trozos de metal para lanzarle ¿no? Este era un movimiento decisivo. Así que, arriesgándose al agarre del metal y confiando en su fuerza para liberarse, lanzó la gran piedra en dirección a chica, esperando detenerla. Pero su sorpresa fue aún mayor.

La roca inexplicablemente se detuvo de golpe, impactando en el suelo a un par de metros de distancia de la peliazul, que también se asombró, desactivando su quirk por un momento. Las risas agudas de dos niñas, a su parecer, se escucharon a un costado del edificio que se encontraba a la derecha de la castaña llamando su atención para ver a dos pequeñas, una de cabello semejante al de ella y otra grisáceo, que dedujo eran gemelas por el gran parecido entre ellas.

La pequeña castaña levantó su diestra en dirección a la roca generando ligeros sonidos por la fricción de ésta con el suelo y por las más pequeñas que caían al deprenderse; con un ligero gesto de esfuerzo, Saiyo logró entender su quirk y apenas tener algunos segundos para cubrirse del impacto de la roca contra ella, deslizándola varios metros atrás al mantenerse firme ante ella, sus manos buscaron un agarre firme en la que antes fue su barrera y con su puño derecho ejerció la fuerza suficiente para romperla.

Amaya logró ver los sucesos delante de ella, intuyendo, no del todo, que aquellas chicas podrían ser aliadas y le ayudaban a escapar. Con un último movimiento alzó ambas manos volviendo a activar si don contra la castaña mayor aprisionándola con el metal que antes iba en su dirección. Una de las gemelas, quien manipuló la piedra, se aprovechó de esa oportunidad para usar los trozos que quedaban del pedrusco y lazarlas contra Sayio. La mayor no dudó en hacer uso de su fuerza para liberarse de las ataduras del metal en su cuerpo, pero no recordaba la habilidad de la peliazul para darle filo al material y provocar que ella misma se hiriera con su empeño de liberarse, los gritos de la madre de (Nombre) no se hicieron esperar siendo música para los oídos de las gemelas y la señal suficiente para el escape de Amaya, dándoles el tiempo suficiente para acabar con ella antes que el metal dejara de estar bajo su particularidad.

La mayor de los (Apellido) se percató del escape de su objetivo sintiendo impotencia por ello sin poder hacer nada más que esperar el golpe de las rocas en su dirección y soportando el ardor de los cortes en su cuerpo, o un milagro poco probable en ese momento. Cerró los ojos y en su mente la imagen de su hija llegó, con esa sonrisa tan brillante antes de la desgracia y rememorando aquellos momentos que pasó con ella cuando solo era una niña y al lado de su difunto esposo.

¿Será que ahora le esperaba un final semejante al de Hisashi?

...

La noche parecía ser tan calmada como otras, las pocas personas que aun caminaban en las calles podrían decirles que tan tarde era, siendo casi las diez treinta de la noche. El par de rubios realizaban su patrullaje como les era de costumbre desde que Bakugo inició sus prácticas con el profesional número tres, sintiéndose un poco aburrido por la falta de acción y pensativo por lo sucedido anteriormente. No pensó ver a (Nombre) alterada, molesta, o incluso comportarse de una forma agresiva al mantenerse fiel a lo que ella creía. No imaginaba que una situación como la muerte de su padre y la investigación para descubrir la causa la llevaran a tal punto, incluso se percató de sus habilidades analíticas y la facilidad que tuvo para descubrir una pista más para la investigación. Sin dudas, era alguien a quien realmente reconocía como rival y compañera... ya no era una simple extra.

—¿Qué me puedes decir de (Nombre)? —inquirió Jeanist rompiendo el silencio formado durante el camino desde que se despidieron de mujeres del grupo de investigación y sacándolo de sus pensamientos. Su cuerpo se tensó de inmediato, creyendo que el mayor podía leer sus pensamientos para sacar como tema de conversación a su compañera.

—¿Qué podría decir de ella? —rebatió con aspereza y cierto toque de indiferencia al referirse a su compañera.

—Cómo es en las clases de heroica, sus movimientos, habilidades... ¿Conoces cómo funciona su particularidad? —preguntó Jeanist con curiosidad. Más que obtener conocimiento de la particularidad de la azabache, con la que próximamente entrenaría, planeaba ver las expresiones de su pupilo, pues lo había observado por momentos, sobre todo con la presencia de (Nombre) y nota una mirada diferente hacia ella, en comparación con el resto de las personas. No la miraba con superioridad, intuía que era respeto... pero esa pasividad y suavidad de sus ojos le decían que había algo más.

Bakugo se lo pensó detenidamente, buscando las palabras para describir a su compañera con la que no había tenido demasiada interacción o que al menos empezó a ponerle más atención ahora—. Es fuerte —habló con serenidad, recordando la última practica de heroica donde le salvó al último momento y la situación que ahora vivía, donde a pesar de tener que soportar la pérdida de su padre estaba tratando de encontrar al villano que acabó con su vida—, hábil —como en esa práctica en la que utilizó sus habilidades de combate para detener al equipo de villanos a los que se enfrentaban pese a tener una mano inservible por el momento— e inteligente —al buscar la manera de salvar al civil con ayuda de Hagakure mientras ella se enfrentaba a Deku y lo distraía hasta que los civiles estuvieran eran a salvo.

—No conozco completamente su particularidad, pero le brinda mayor fuerza y combina sus ataques con algún arte marcial que ella conoce, y recientemente ha empezado a desarrollar un nuevo movimiento, uno que puede cortar. Es alguien a quien desearía enfrentar y en quien confiaría para cubrir mi espalda —lo último lo dijo recordando el momento en que ella le ayudó al enfrentar a Deku impidiendo que éste le diera un golpe final y cuando él la ayudó con ese pequeño empujón regresándole la estabilidad cuando parecía caer de espaldas.

Jeanist quedó impresionado, notando la madurez de su pupilo en comparación al primer año en que lo tuvo bajo su cuidado por una semana, donde ahora reconocía las habilidades de sus compañeros determinando a quien desearía enfrentar y a quien tendría como compañero para confiar en él y trabajar en equipo, siendo que antes él se ponía por encima de los demás, buscando el reconocimiento individual al creerse más fuerte, vaya que los años y la experiencia le han dado otra perspectiva de la vida de un héroe.

El profesional deseó añadir más a la conversación, pero los ruidos estridentes a la lejanía se lo impidieron, sonidos semejantes a explosiones y algunos gritos de personas despavoridas que al poco rato pasaron corriendo en su dirección los alertaron. Ambos se miraron por un segundo entendiendo perfectamente qué es lo que deberían hacer, por lo tanto, Katsuki se adelantó usando sus explosiones, teniendo la completa confianza de Jeanist para actuar sin estar presente.

•◊•

.

.

.

Y como siempre... el meme de cada cap.

Obvio no...

Y nomas porque me encanta Bakugo aquí les traigo una bella imagen de él.

Quiero hacer uno así. Ahhhh
Lo amo ❤


SEP022020

Continue Reading

You'll Also Like

9.2K 853 32
Después de que la R.F.A tuviera éxito en la fiesta, y todo el asunto de los gemelos Choi se resolviera, volviendo a estar juntos como una familia. E...
98.3K 4.4K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...
8.8K 603 13
~Porque todos necesitamos una razón para vivir~ "Tú eres mi razón así que te doy diez"
52.7K 2.9K 30
Despues de que nuestra protagonista rompiera con su novio Haru, se va a la universidad, donde conoce a un encantador y misterioso chico llamado Subar...