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JiminPOV
-No puedo creerte...- dije arrastrando mi lengua mientras él yacía en mis brazos, su mejilla derecha encima de mi pecho desnudo, -Siete... Siete orgasmos seguidos... Tengo las piernas como gelatina...
-Sabía que ibas a ser multi-orgásmico -Yoongi sonaba como si estuviera sonriendo, pero todo lo que podía ver era su cabello desordenado debajo de mi cara. Besé su cabeza, realmente tratando de trasmitir un profundo amor en ese beso.
-Eres es demasiado apasionado para correrte solo una vez. -informó, sonando un poco cansado.
-¿Apasionado? -me estremeció la palabra.
-Muchísimo. -dijo sin dudar.
Me sentí como si estuviera volando y me encantó la forma en que eso sentía. No habíamos tenido sexo... pero que había experimentado el orgasmo. Siete veces. ¡Y maldita sea, me encantó cada uno de ellas! Nunca supe que podía sentirse tan bien. ¡Que me he estado perdiendo todo este tiempo! Si no fuera por Yoongi... probablemente nunca lo habría sentido. ¡Jesús!, ¡él tiene talento!
-Me tocaste en todas partes...- le susurre mientras sentí su lengua lamer mi pecho donde estaba recostado.
-Sí, lo sé.- Tomó mi pezón en su boca, ligeramente chupándolo.
¡Creo que puedo ver estrellas! ¡Mierda!
-Espera a que este dentro de ti. -murmuró, chupando mi otro pezón ahora.
¡Oh Santo Dios!. ¿Quieres decir que se sentirá mejor que esto?
Yacimos ahí por un rato después de eso, hablando de cosas sin importancia. Era bueno para hacerme reír y nunca dejó de tocarme o besarme o lamerme. Realmente me sentí como si verdaderamente me deseara y no se cansaba de mí.
Pero le pagan por ser así.
Casi sentí una lágrima en mis ojos, pero la aleje, no queriendo pensar en nada que me desanimara esta noche. Yacimos en silencio durante unos minutos y luego Yoongi rodó sobre su espalda a mi lado en la enorme cama, diciendo:
-Quiero que me toques ahora, Jimin.
Sentí miedo, cuando sus angelicales ojos encontraron los míos. Su cuerpo estaba completamente desnudo justo aquí, esperando por mí y sabía que no podría hacer a su cuerpo lo que él había hecho al mío. Estaría muy decepcionado.
-No sé cómo hacerte ese fantástico masaje que me hiciste... Desearía poder -le confesé.
-Está bien, no quiero todo eso. -dijo tranquilamente, su mano acariciando mi cabello, -Sólo quiero que me toques... en la forma que desees, para tu placer, no el mío. Quiero que conozcas mi cuerpo. Que me explores a mí.
Sonrió y cerró los ojos, esperando. Apoyó los brazos a los costados y se quedo tan quieto como una estatua. Una estatua perfecta y adorable.
Sonriendo para mí, no podía negar que mis manos querían ir a vagar en Yoongiville.
-¿Qué pasa si te decepciono? -escuche mi insegura voz preguntar en un chillido.
Sus ojos se abrieron y ahora eran feroces.
-Nunca podrías decepcionarme, Jimin. -afirmó rotundamente, -No vuelvas a decir eso otra vez.
Entonces él se acercó y tomó mi cara con una mano, besándome profundamente y tocando su lengua con la mía hasta que olvidé mi nombre otra vez.
Así que empecé a tocarlo. Y fue casi natural para mí y comencé con su dulce rostro, bajando por su musculoso y grueso cuello. No podía dejar de besar todo lo que tocaba. Él solo quedo ahí y cerró los ojos, una mirada placentera en su rostro mientras me deslizaba más cerca de él, tomando la oportunidad y sentándome a horcajadas sobre él, sentado mi trasero desnudo en su cintura.
-Mmmmmm. -sonrió, sin mirar -Me gusta a donde va esto.
Casi me tomó de la cintura, pero detuvo sus manos y las subió dejándolas descansar cerca de su cabeza, abiertas y relajadas.
Me sentí orgulloso de tener las agallas de sentarme sobre él y que no se quejara. Moví los dedos temblando sobre sus pectorales, intimidado por lo perfectos que eran. No como los mios; que vergüenza.
-Es por esto que necesito que me toques, Jimin. -mantuvo los ojos cerrados, -Nunca has tocado a un hombre así antes, ¿verdad?
Luego los abrió y me miró a los ojos, tratando de no hacerme sentirme ingenuo o sin experiencia, pero como si quisiera enseñarme lo que sabía.
-No realmente. -admití honestamente.
-Bueno, entonces toca todo lo que quieras. -cerró los ojos, -Cuando tus manos dejen de temblar, entonces te tocaré un poco mas.
Oh Dios... no creo que pueda aguantar mucho más de eso. Mi entrepierna está palpitando en estos momentos. Creo que si una brisa soplara sobre ella, me vendría de nuevo... o gritaría.
Así que por la siguiente hora, mis manos lo tocaron y acariciaron. Mis labios lo cubrieron. Me tomé mi tiempo explorando el pecho de Yoongi, con los brazos, las manos, las piernas y sus adorables pies. Evité el área de la entrepierna por ahora y lo rodeé sin decir una palabra, ascendiendo por la parte posterior de las piernas decidiendo ser valiente, puse las manos sobre su dulce y perfecto trasero.
Oh Dios. Soy un chico trasero.
-Wow...-no pude evitar exhalar mientras movía mis manos a lo largo de sus curvas sobre sus hoyuelos ahí, siendo lo suficientemente valiente para oprimir la punta de mis dedos sobre su suave carne.
-Oh, Dios mío, Jimin. -gimió, -Tiene unas manos increíbles.
Vaya, ¿lo estaba excitando? ¡genial! Mírame, Park Jimin, jugando con el trasero de un hombre. Y no el de cualquiera, sino de esta pieza celestial y sexy ante mi.
-No te detengas, sigue...-su voz sonó adormilado y soñadora, -Ah, sí... Me encanta cuando me agarras así, duro.
Tuve que parar después de un rato, para no asustarme, pero tenía que admitir, después de tocar a Yoongi de la manera que quería y por tanto tiempo, no sentía tanto miedo. Me hizo sentir tan bien con él, porque él estaba a gusto con eso. No me sentía sucio o pervertido como pensé que lo haría.
Me sentía... bien... y libre.
Besaba su espalda, mi mano frotaba suave y cuidadosamente la marca de mordida que tenía en la nalga derecha, deseando que mis dedos pudieran poner tanto cariño ahí, que se desvanecería y sanaría.
Pensé que Yoongi se había quedado dormido porque estaba muy tranquilo, pero luego poco a poco se dio la vuelta y me tomó la mano, besándola.
-La lección aún no ha terminado, Jimin. -Yoongi informó, -Te acobardaste con esto.
Y puso mi mano sobre su pene, tensándome involuntariamente, incapaz de mirar hacia abajo.
-Jimin... cariño... relajarte...-dijo con un tono tranquilizador -Shhh... es piel solamente. No tengas miedo. Es sólo una parte de mí, como mi brazo o mi pie.
Sí, claro.
-Te ayudaré... confía en mí. -me guió con paciencia, moviendo la mano lentamente sobre su dureza erecta.
-En este momento, está muy duro, gracias a ti. -sonrió, haciendo estremecerme un poco mientras él envolvía mis dedos alrededor de él, -Vamos, Jimin puedes verlo, no muerde...tambien tienes uno.
Empezó a contarme todo sobre su pene y casi me reí. Me mostró su longitud, la cabeza, los testículos. Una vez más, mientras más miraba, tocaba y lo escuchaba... sentía menos miedo.
Tenía miedo de que quisiera que le hiciera cosas a su pene, pero dijo que no, no esta noche. Me dijo que esta noche era sólo para mí, no para él. Quería que me sintiera cómodo y sin miedo hacia él... y para cuando comenzamos a dormirnos, ya no le temía.
-Siempre duermo desnudo, Jimin. -Yoongi dijo con cuidado cuando empezamos a meternos debajo de las mantas, los dos completamente desnudos y muy felices por ello, -¿Te parece bien?
-Sí, mucho. -le respondí, haciéndolo sonreír -Creo que de ahora en adelante, yo también.
Se acostó de lado, mirándome cuando yo lo hice también, mirándolo cuando tomó mis manos en las suyas, dándoles pequeños besitos.
-Estoy muy feliz esta noche. -Yoongi dijo medio adormilado, sus ojos ardientes danzaban sobre mi rostro, -¿Te hice feliz, Jimin?
-Sí. -dije en voz muy alta, -me siento... tan... -Exhale un suspiro-... vivo. Nunca supe que podía ser así de maravilloso.
Sentí las lágrimas bordeando mis ojos pero no me importó ocultarlas. Les dejé estar allí y añadí:
-Muchas gracias, Yoongi.
Él me devolvió la sonrisa, levantando el mentón un poco mientras me abrazaba, me apretujo suavemente un poco:
-Fue todo un placer, Jimin. Me encanta pertenecerte.
Mis ojos se cerraron y dejé escapar una pequeña lágrima. Limpiándola sin que notara, resollé y me acosté de nuevo en mi almohada, junto a él.
-¿Puedo abrazarte hasta te duermas? -preguntó, susurrando.
Mis labios sonreían. Como si me molestara.
-Me encantaría. -le confesé susurrando también.
-Yey. -parecía muy contento y dijo que le encanta la posición de cucharita. No sabía lo que era. Él se rió, mostrándome.
Me dio la vuelta, para quedar de espaldas a él, su cuerpo se enroscado a lo largo del mío, detrás de mi, su brazo se curvaba protectoramente sobre mi cintura desnuda, bajo el edredón, sus dedos descansaban en mi ombligo. Podía sentir su piel desnuda sobre la mía y no podía negar el calor que emanaba de su cuerpo hacia el mío. Sus labios besaban mi espalda y después se enderezó, apoyando la cabeza sobre la almohada, y entonces sentí su pecho contra mi espalda. Dios, se siente tan bien. Su nariz en mi pelo.
La música de la ópera sensual aun se oía en la oscuridad, comencé a ir a la deriva, arrullado por el sonido de su respiración y la manera gloriosa en que sus pectorales subían y bajaban contra mi espalda.
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Estaba sentado en mi mesa de la cocina, escribiendo en mi cuaderno a las 8 de la mañana. Dormir con Yoongi anoche no había sido tan incomodo y todo fue por él.
No me sofocó toda la noche en la cama y estaba contento por ello. Una vez que me quedé dormido, se dio la vuelta y tomó su lado de la gran cama, dejándome dormir tranquilo. Así que realmente dormí un poco, y estaba agradecido por ello.
Creo que fui el primero en abrir los ojos cuando la alarma sonó esta mañana a las siete y treinta. Rápidamente presioné el botón de pausa por el horrible zumbido y luego rodé sobre mi espalda, mirando a escondidas a Yoongi, esperando que no le molestara.
Me quede sin aliento ante lo perfecto que se veía dormido. Y ni siquiera había mirado su pecho cincelado todavía. Fue su rostro lo que me capturó. Sus labios en forma de puchero me recordaban a un niño, terco, pero dulce. Tenía una boca tan perfecta y sus labios se veían tan llenos y suaves que me daban ganas de besarlo todo el tiempo.
Sus ojos cerrados me atrajeron en aún más. ¡Mira esas pestañas!, son más largas que las mías. De color negro, y contrastan notablemente con su piel tan clara, si dabas un vistazo rápido casi parecía que llevaba delineador de ojos, pero ahora bajo el sol, tan cerca, puedo ver su párpado inferior, sus pestañas son increíbles. Casi extendí la mano para tocarlas, pero decidí mejor no. A Yoongi le encantaría despertar y que yo le picara el ojo, seguro.
Sonreí, viendo un poco de barba en su rostro y me preguntaba como se vería con barba de tres días y el pelo más largo, hasta los hombros. Sí, ya sé que tengo una fascinación con los chicos malos.
Me he analizado durante años, usando mi propio cerebro como sujeto. Ahora era mi primera vez haciéndolo con otra persona.
Ya estaba enojado conmigo por arruinar esto. Estaba cerca de Yoongi, demasiado cerca. ¿Cómo puedo preguntarle cosas sobre su vida o su trabajo y acostarme con él por la noche y no pensar en las cosas que ha dicho?
Me encanta pertenecerte.
¿Por que me hace sentir feliz y triste al mismo tiempo?
Sonriéndole, lo mire unos minutos más. Me encanta la forma en que sus brazos están bajo su rostro, abrazando la colcha contra sí, volteado hacia mi lado, como si hubiera estado mirando la parte trasera de mi cabeza cuando se quedó dormido. Tal vez eso era sólo lo que yo deseaba.
Abrazándose a sí mismo. La forma en que duerme, decía mucho sobre su mente. Me pregunto si alguna vez lo han abrazado, sin estar desnudo o después de tener relaciones sexuales. Probablemente no en mucho tiempo. Sé que siempre hay dos lados en cada historia, pero me encontré odiando a su madre.
Puedo ver a un padre duro y frío, pero se supone que su madre debía amarlo, cuidarlo, enseñarle amor. Y es su único hijo. ¿Cómo podría no amar esa cara? Y apuesto a que cuando era pequeño era diez mil veces más adorable. Me pregunto cómo sonaba su voz en aquel entonces. Y entonces imaginé a un pequeño Yoongi tratando de llamar la atención de su madre y a ella ignorándolo. Quería encontrarla y abofetearla.
Lo sé, sueno como el típico psicolgo, culpando a la madre de inmediato.
Cambie de rumbo, recordé algunas cosas más agradables...
¡Anoche fue tan increíble! Aún me sentía bien, incluso ahora. Mi sexo se sentía mucho mejor ahora, no tan sensible y ni siquiera un poco de adolorido, como anoche. No, ahora... se sentía muy feliz y creo que si que pudiera haber dado un suspiro de felicidad, lo habría hecho. Solo estaba medio duro, nada anormal.
Quería inclinarme y besar esa preciosa boca que tenía ahora, pero estoy seguro de que tengo mal aliento. Y anoche comimos camarones y ajo. ¡Uyyy! Puse mi mano sobre mi boca y me aleje de él un poco. Tengo que esconder un cepillo de dientes pequeño y un vaso de agua con un traste debajo de mi lado de la cama a partir de ahora. Un artista de maquillaje escondido ahí tampoco sería tan mala idea.
Entonces, la alarma sonó de nuevo y me lancé para apagarla de nuevo de golpe.
Vi a Yoongi y no movió ni un pelo. Es de sueño pesado. Apuesto a que no está acostumbrado a levantarse tan temprano en su línea de trabajo. ¿Cómo puedo salir sin despertarlo? ¿Lo sacudo o algo así? Estas cosas siempre se ven tan fáciles en las películas. La pareja se despierta, al mismo tiempo, se abrazan por unos minutos y bromean ingeniosamente antes de que el hombre se levante y muestre su trasero a las cámaras. ¿Por qué no puede la vida ser así de fácil?
¡Oh Dios mío! ¡Estoy desnudo bajo las sábanas! Casi lo olvidé. Aunque me sentí muy bien desnudo bajo la colcha toda la noche. Podía ver porque Yoongi prefería dormir de esta manera. Era muy natural, muy relajante.
Sólo que ahora el sol está arriba y me siento muy extraño al caminar desnudo. Me reprendí a mí mismo avergonzado, después todo lo que hizo Yoongi para hacerme sentir cómodo con nuestra desnudez. Pero doce años de escuela católica no se borran después de una noche, ni siquiera por alguien tan talentoso como Yoongi.
Espero que no crea que caminaré desnudo todo el día y él también. Nunca terminaría mi trabajo.
Hoy en la escuela tengo que decirle a mi profesor cuál es mi sujeto y tengo que darle un poco de información sobre Yoongi. Nada muy profundo, sólo algo de información básica acerca de él. Qué creo que lo hace tan interesante.
Nuestro profesor es el Dr. Kim JooMan y tiene casi la edad de Yoongi, creo, alrededor de veintisiete o veintiocho años. Recordé su pelo corto y rubio, ojos azules, siempre un poco de barba en su rostro.
A los tres nos gustaba, pero me las había arreglado para mantenerme centrado y profesional con él. Sabía que no podía decirle que Mi sujeto me había estado dando orgasmos la noche anterior, pero quería preguntarle algunas cosas en privado, algo a lo que siempre estaba dispuesto después de clase, a diferencia de algunos profesores que te hacían agendar una cita con ellos.
Era parte de nuestro trabajo, si alguien se atoraba o teníamos preguntas sobre cómo proceder con nuestro sujeto, quería que acudiéramos a él. Se trata de personas, después de todo, y no quiere que dañemos a nadie. Por ejemplo, nunca nos dejaban tener un sujetos suicidas. No estábamos preparados para ese tipo de presión todavía. Y sí algo de eso ocurría, debíamos llamar a JooMan o al ciento diecinueve inmediatamente.
El Dr. Kim, como yo lo llamo, no JooMan. Siempre era muy cool y no rígido como la mayoría de los profesores. Estoy seguro de que podría hablar con él y me ayudaría.
Esperé allí, tendido en la cama por un par de minutos más y luego supe que no podía postergar por más tiempo. Tenía que hacer del baño. Poco a poco, empecé a sentarme, vi a Yoongi como un halcón durante todo el tiempo. No se movió. Duerme como un muerto.
Me mordí el labio inferior y mi cuerpo se deslizó de debajo de la colcha como si pesara una tonelada. Estaba fuera, Yoongi aun estaba dormido y crucé los brazos sobre mi pecho, caminando de puntillas por la habitación, mis ojos fijos en él mientras me iba.
¡PUFF! Tropecé y caí al suelo como un trozo de hamburguesa. Mis brazos se sentían como si hubieran amortiguado el impacto y probablemente ahora eran más flacos de lo que eran antes ¡Perfecto! ¿Qué demonios fue eso? Miré cerca de mis pies y vi que me había tropezado con las converse de Yoongi.
Oh Dios, por favor que no despierte, por favor, que no despierte, por favor, por favor, por favor.
Levante mi cabeza como una ardilla en un agujero, y viendo a través de mi pelo como paja que me cubría la mitad de los ojos, todavía estaba allí, pero comenzó a gemir suavemente con la garganta y se volcó sobre su estómago ahora, arrojando sus brazos alrededor de su almohada, con el rostro todavía pacífico y él pacifico.
¿Cómo puedes estar así de cómodo en la cama de un extraño?
Y en medio de esto, comencé a psicoanalizarlo otra vez.
Ésta abrazando la almohada. ¿Abraza a su madre? ¿Abraza a la chica que solía amar?
Jesús, Jimin, tal vez sólo le gusta abrazar la almohada y no hay un significado más profundo detrás de ello, ¿NO PODRÍA SER ESO POSIBLE?
Tenía que salir de aquí ahora, antes de que realmente despierte. Arrastrándome por el suelo rápidamente, corrí como un ratón al baño, poniéndome de pie y mi bata de baño de forma rápida. Dios, por favor, dime que no está realmente despierto y me vio gatear desnudo por el apartamento, por favor. Te estaré en deuda siempre.
Mientras que en el interior, pase al baño y me lavé los dientes dos veces y trate de cepillarme el pelo a un tamaño no afro, casi sentí miedo de volver ahí. Esperaba verlo sentado en la cama, completamente despierto, riéndose de mí. Yo solo moriría y entonces me estafarían trece días más de felicidad, seguro esa sería mi suerte.
Vi aquí un par de sus cosas personales, su cepillo de dientes uno negro y un rojo, y un desodorante en aerosol.
Y sonreí, mientras regresaba a mi rebelde pelo, me gustaban estos pequeños toques personales de él,.
Maldita sea, nunca iba a la cama con el pelo mojado, siempre luzco como un pato desplumado, al día siguiente. Por supuesto, el pelo mojado de Yoongi sólo se seca y aparece en su lugar después de que él pasa sus dedos por él. ¡Maldito sea! Por Dios, ahora estoy celoso de la belleza de Yoongi. Tal vez podría ser mi propio sujeto. Dios sabe que necesito la ayuda tal vez más que él.
Oí la televisión afuera en la sala y me congelé, mis manos en el aire sobre mi cabeza mientras escuchaba, con los ojos completamente abiertos. Está despierto.
Oí como cambiaba los canales y sonreí, preguntándome que elegiría.
¿Las noticias? CLICK. No. Bien, no me gustan las noticias. Nunca son buenas.
¿Un programa de entrenamiento? CLICK. No. Bien, detesto a las personas que se despiertan y comienzan a ejercitar.
¿Bob Esponja? Sonreí, esperando un CLICK de nuevo y otros sonidos, pero le dejo ahí. Oí a lo lejos como el control tocaba la mesa con cuidado y de inmediato abrí mi boca en forma de óvalo, horrorizado, con las cejas unidas.
¡Oh Dios mío! ¿está viendo Bob Esponja? Me cubrí la boca, temiendo que empezaría a reírme como un bufón.
¿Por qué está viendo eso? Sabe que estoy despierto y aquí. ¿No le importa lo que piense sobre eso? Tal vez está jugando conmigo de nuevo. Tiene un retorcido sentido del humor.
Prefiero creer que cualquier cosa que el hecho de que le gusta ver Bob Esponja todas las mañanas. Es inteligente, no retrasado. Ahora escuchaba movimientos en la cocina. Los gabinetes abriéndose y cerrándose, cerrando la puerta del refrigerador. ¿Iba a cocinar de nuevo?
Me siento tan culpable por esto, pero no puedo negar que me gusta verlo cocinar. Y me encanta comer su comida. Es un pequeño gran chef.
A mi madre no le gustaba cocinar mucho y siempre me daba un tazón de ramen o algo para desayunar todos los días. Y ahora que vivía solo, odiaba cocinar sólo para mí mismo. Era deprimente.
Por lo general como en la cafetería o en un par de lugares cerca de la escuela. Comer solo simplemente apesta y no hay azúcar que mejoré eso eso. Jin y Tae comían conmigo a veces, pero vivían con sus padres cerca y por lo general comían con ellos.
Decidí que era bueno tener a alguien aquí conmigo. Estar de regreso en casa anoche y tener a alguien que me recibiera se sentía realmente bien. Y los saludos de Yoongi eran fenomenales.
Esperaba que no se fuera demasiado raro hablar con Yoongi ahora, después de lo de anoche. No, de inmediato pensé, nunca me hace sentir extraño, solo bien y especial... y bonito y... nervioso.
-Oye, Gary, ¿dónde estás?- Bob Esponja gritó cuando me decidí, respire profundamente y salí. Yoongi puede necesitar usar el baño y no quería que me maldijera internamente por tardar todo el día mientras él bailaba en la cocina, esperando un poco de alivio.
Me gire hacia la perilla y tiré, tratando de abrir la puerta de una manera fresca, deslizándome afuera, casualmente y maduro.
Pero, por supuesto, la puerta se atasco de nuevo.
-No -respiré, temblando, mis ojos abiertos hacía la perilla oxidada de color marrón oscuro, -Por favor, no. Ahora no.
Esto sucede todo el tiempo. Puerta de mierda, ¡perilla de mierda!
¡No!
¿Por qué? ¿Por qué ahora?
Dios realmente me odia. Di vuelta a la perilla de la puerta hasta el final y más duro, sacudiéndola. A veces eso funcionaba. Por supuesto, ahora, la idea de entrar en la sala de una manera fresca se había ido al fondo de un acantilado.
El ruido de una puerta siendo sacudida, madera golpeando madera inútilmente una y otra vez anunciándose en voz alta como si gritara: ¡El tonto escandaloso se ha atascado en el baño!
Puedo hacer esto. ¡Pon algo de fuerza, chico! ¡Vamos! Sacudiéndola de nuevo, comenzó a hacer sonidos como crujidos, por un segundo pensé que cedería un poco, pero... no lo hizo.
Era inevitable e ineludible. Pero ahora iba a suceder. Y aquí viene...
-¿Jimin? -una voz profunda sonó al otro lado de la puerta, -¿Estás bien?
Parecía estarse divirtiendo, no era obvio, pero lo oí.
Puse mi pie derecho contra la pared junto a la puerta y pedí en silencio poder abrirla o quitaría las bisagras ¡HOY!
-Estoy bien. -dije a través de la puerta, tratando incluso de sonar ligero y adulto, -La puerta se atora a veces. ¡Ya la tengo!.
Muévete, hija de puta, muévete ¡AHORA! Estaba mentalmente hablando con la puerta, no con Yoongi.
-Está bien. -dijo y lo oí alejarse. Esperaba escuchar risitas o carcajadas, pero no fue así. Todo lo que podía oír era Bob Esponja y las voces de las caricaturas, riéndose de mí.
Sentí mi boca ahora gruñendo mientras tiraba con todo el peso de mi cuerpo, empujando el pie más fuerte contra la pared, haciendo que la perilla rechinara. Dios, suena como si tratará de escapar de un armario cerrado con llave, como un preso desesperado.
El pánico comenzó a cundir, sabiendo que la gente necesitaba ir al baño a primera hora de la mañana, al menos yo sí. Estoy seguro que Yoongi quiere entrar aquí y probablemente me esta odiando en este momento. El único otro lugar que podría utilizar sería el fregadero de la cocina. ¡Oh, no, que asco!
Otras veces la puerta se abre después de unos tirones. Hoy, por supuesto, va a ser obstinada y actuar como cemento.
Odio mi vida.
Oí el agua en la cocina y pensé que estaba lavando los platos. ¡Hombre! ¿Cómo puede usar el agua a primera hora de la mañana y no tener que orinar? Tal vez es un robot.
Unos minutos más pasaron y todo lo que escuchaba de Yoongi era el chapoteo del agua y los platos, junto con la caricatura que estaba viendo.
Finalmente me rendí, jadeante y admití la derrota. ¿Qué hago ahora? ¿Lo llamo? Dios, que vergüenza. ¿Toco la puerta? ¡No, estúpido! Pero estaba claro que no vendrá por su cuenta otra vez, así que cerré los ojos, dejando caer mi cara en mis rojas y adoloridas manos, me tragué mi orgullo y lo llame.
-¿Yoongi?
El agua se fue y oí el sonido de sus pasos acercándose lentamente a la puerta.
-¿Sí, Jimin? -ronroneó, actuando como si no tuviera idea de lo que quería.
Observé que puede ser un poco cretino,.
Mire mi cara rojo brillante en el espejo a mi izquierda y cerré los ojos.
-No puedo abrir la puerta, esta atascada. -forcé las palabras, con ganas de meterme en un agujero y morir.
-Oh, ya veo. -parecía como si estuviera sonriendo.
Mi cara se llenó de furia en un segundo y endurecí mi mandíbula.
-¿Me puedes ayudar? -le pregunté, mientras se me revolvía el estómago. Él me hacía pedirle ayuda, a sabiendas de lo humillante que es para mí. ¿Era revancha por las preguntas de ayer... o tal vez por las de hoy?
-Tal vez. -él contestó, rebosante de energía, -O... podría dejarte sentado allí todo el día. Eso podría ser divertido. Podrías ser mi prisionero. Pero no creo que pueda pasar alimento por esa puerta.
Wow, eso suena muy bien. Pero, espera, no, tengo clases hoy.
-¿Yoongi, por favor? -respiré, casi temblando, su voz me hacia esto -tengo clases realmente importantes hoy.
-Hmmm... -su voz era tan suave, -Eso es un problema. Pobre Jimin...
Gruñí en mi cabeza. Estaba jugando conmigo de nuevo. Pensaba que él era juguete aquí, no yo. No. Él no es un juguete, no digas eso, me regañé. Es juguetón e infantil a veces. Me gusta esa parte de él... la mayoría de las veces.
-Yoongi... -me queje un poco, actuando como un niño de cuatro años -dijiste que serías un buen chico...-cambié la palabra juguete por chico, esperando que no captara eso. Nunca lo degradaría o lo llamaría juguete. Quiero que se vea como algo más que eso. Él ya era más que eso... para mí.
Y eso fue suficiente para hacer que dejara de jugar conmigo.
-Muy bien, dulce Jimin ¡un paso atrás! ¡Voy a salvarte! -me hizo sonreír, cuando hizo una voz príncipe muy exagerada, como si viniera en mi rescate. Es muy lindo.
Patán.
Llegué hasta donde pude, de pie en la bañera. No había mucho espacio aquí y no quería morir asesinado por una puerta voladora.
Esto va a estar bueno, pensé, esperando a ver que pasaría.
Con un fuerte jalón y el sonido de sus pies contra la madera, la puerta, se abrió estrepitosamente, impactando la pared y dejando un agujero mediano en la pared.
Solté un gritito cuando la puerta salió volando, sin esperar que lo abriera tan rápido. ¡Estaba realmente atorada! Usé todas mis fuerzas y no se movió. Dios, soy tan débil. Tengo que empezar a tomar más leche.
Yoongi entró, moviendo la manija un poco hacia sí, y asomándose atrás, viendo el polvo blanco en el suelo y el enorme agujero negro.
Dios, tiró la puerta con una sola patada... y sin zapatos. Estoy muy excitado en este momento.
-Ooops. -se encogió un poco, mirando el agujero y luego a mí disculpándose con los ojos, -arreglare eso, Jimin.
No podía dejar de sonreírle.
-No te preocupes por eso. -me quedé donde estaba, hipnotizado por la visión de él ahí, sólo con un par de ajustados pantalones cortos de algodón gris.
Me miró y sus ojos se hundieron profundamente en los míos.
-¿Estás bien? -preguntó, preocupado por mí.
-Sí, estoy bien, -sentí que mis mejillas se sonrojaban un poco -Siempre me quedo atrapado aquí con esa maldita puerta. Gracias.
Me dio tanta vergüenza y sólo podía imaginar lo que estaba pensando de mí. Apuesto que los no-geeks sólo le pagan muchisimos wones por dos semanas de su tiempo.
-Bueno, te he salvado, dulce Jimin. -se dirigió hacía mi, haciendo la voz de nuevo, su ardorosos ojos en los míos, y cara a cara conmigo cuando preguntó, -¿Qué premio me otorgareis?
Puedes tener cualquier cosa mía que quieras, casi dije, si tuviera algo que valiera la pena. Pero tuve una fuerte sensación de que no estaba pidiendo cualquier COSA.
Dios, sus ojos son mortales, me di cuenta de nuevo, ya que puso su hechizo sobre mí. Tal vez puso algo especial en mis huevos ayer y ahora cada vez que está cerca de mí, me convierto en un costal tembloroso y estúpido.
No sé qué más decir, excepto a chillar:
-¿Un beso?
Me aclaré la garganta, sin querer sonar como un anciano.
-Mmmmm... sí. -sonrió y abrió la boca, cerniéndola sobre mis labios, una mano apoyada en la puerta de la ducha y la otra en la pared de azulejos.
Estaba tan feliz de haberme cepillado los dientes y la lengua dos veces. Pero, aunque él no lo había hecho aun, sabía maravilloso. ¿Cómo hace eso?
Me besó una y otra vez y mi cabeza comenzó a dar vueltas. No lo sabía en ese momento, pero mi cuerpo se movió hacia atrás, todavía de pie en la ducha, hasta que mi espalda dio en contra el azulejo.
No dejándome escapar de él, me siguió en la ducha, paso a paso y tiró de la puerta para cerrarla tras de él, al mismo tiempo me besaba con un estilo experto.
Me oí gemir, esperando que no abriera el agua.
-Deja de tratar de escapar de mí. -susurró, besándome un poco más fuerte, -no me gusta.
-Lo siento. -respiré, incapaz de alejarme más de él, y no queriendo tampoco.
Sus brazos descansaban en las paredes de azulejo alrededor de mí mientras su lengua suavemente me exploraba, moviéndose suavemente al principio.
Le devolví el beso, haciendo lo que era natural para mis labios, esperando que le agradara. Soy un maldito principiante. No me gusta eso.
Entonces él gimió, ¡de verdad! WOW, ¿lo hice gemir? ¡Soy genial!
-Jimin...- susurró, su mano derecha bajó y deshizo el cinturón de mi bata, y abriéndola, apreté los puños a mis costados, sin saber qué hacer con mis manos. ¡Malditas manos!
-Aquí. -parecía leer mi mente y tomó mis manos en la suyas, agitándolas y sonriéndome, aun con su nariz sobre la mía, -Tócame, Jimin.
Llevó mis manos a su espalda mientras volvía a besarme. Sentí mis manos moviéndose arriba y abajo por su espalda. Es tan cálido y suave, su piel es como la de un bebé. No como se ve, sino como se siente, sólo músculos tensos bajo la superficie suave, clara y sedosa.
Le tomó sólo unos segundos a mis manos llegar a sus pantalones cortos, acariciando la firmeza de su trasero, curvando mis dedos un poco.
Su voz gimió en mi boca abierta, mientras su mano derecha bajaba a mi revuelto estómago, sus dedos acariciaban suavemente de arriba a abajo mi pene duro. Jadee y abrí los ojos. No, no otra vez... no ahora... no más... ¡necesita descansar! ¿No?
Mi cuerpo de inmediato se acordó de sus dedos y despertó con una sonrisa feliz, saltando como un perrito ansioso que quería a su dueño. Pero todo dentro de mí.
-Ummm...- Escuche mi voz, aunque no quería hablar, -¿No tienes que ir al baño?
¡¿QUÉ? ¿Qué es lo que me pasa? ¡SOY UN ESTUPIDO RETRASADO!
Sonrió y me miró un poco, pero seguía besando y lamiendo mis labios.
-No en este momento. -murmuró, besándome rápidamente otra vez, -Pero gracias por preguntar.
-Lo siento. -estaba diciendo otra vez -No sé qué me pasa.-BESO.
-Creo que me tiraron sobre mi cabeza cuando era bebé.- Estaba hablando en su boca.
BESO.
-No hay nada malo contigo. -me besó otra vez. Nos resbala lentamente por la pared de azulejos, hacia el fondo de la tina. ¡Oh, no, ¿qué está haciendo?!
-Ummm... Yoongi... ¿qué hora es? -estaba hablando de nuevo.
-Cállate, Jimin. -pidió en voz baja, devorando mis labios otra vez.
Esa es una muy buena sugerencia. Cállate, Jimin. Sí. Voy a hacerlo. Gracias, Yoongi.
Antes de darme cuenta, estaba recostado en la porcelana y sus labios viajaban por mi cuello, mi bata más abierta. Su mano sobre mi pecho, su boca húmeda se movía sobre mi pezón mientras su mano se dedicaba al otro.
-Uhhhh... -miré hacia el techo, respirando pesadamente. Yo era su esclavo.
Es la criatura más peligrosa de todas. Un depredador tras mi corazón, y esta hundiendo sus colmillos en mí. Todo en él me atrae; su rostro, su voz... incluso su aroma. Como si pudiera negarme a él... Como si podía luchar contra él... o quisiera. Peor que un asesino... fue diseñado para seducir. Y había conquistado a todas esas mujeres y esos chicos antes que a mi, con más experiencia, más cosmopolitas que yo. Va a matarme. Va a romper mi corazón.
Ahora estaba conquistándome y seduciéndome, tan fácil... demasiado fácil.
Nunca he deseado a un hombre tanto... en mi vida. Lo deseo ahora.
Y me dijo que confiara en él. Quiero... pero algo dentro de mí sigue diciendo... "No".
Pero incluso ahora, sabiendo todo esto, y después de sólo una noche, no puedo controlar mi sed de él... lo quiero, lo necesito, lo anhelo. Es como una droga para mí... una sin la que sufro físicamente... es como mi marca personal de heroína. Odié estar en la escuela ayer, y hoy va apestar aun más. El tiempo sin él es inútil y cruel.
No sé si puedo controlarme. Estoy bajo su control ahora. Estoy atrapado en su trampa. Él me tiene ahora.
No puedo leer su mente... y no me deja entrar ella. Desearía que me dijera qué esta pensando. Tengo tanto miedo de que en cualquier momento, simplemente desaparezca, un pecaminoso y maravilloso sueño que se convertirá en humo cuando el sol haya salido.
-No tienes idea... de cuánto tiempo he esperado por ti. -mi voz susurró afectivamente cuando sus ojos se abrieron y se sumergieron profundo bajo mis huesos, y luego los dirigió a mis brillantes ojos. Mis piernas estaban abiertas y él estaba entre ellas... y sentí su cuerpo endurecerse contra mi.
Si él me pide que explique eso... Ni siquiera sé si puedo. Es solo lo que siento.
Después de una pausa en silencio su voz se enroscó como el calor alrededor de mí.
-Ya no tienes que esperar más, Jimin. -dijo en voz baja -Estoy aquí... y te deseo. Te deseo tanto.
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Espero que les guste!
~Rosiee🐾💙