The cute boy |Popee the perfo...

By _Oh_Honey

36.3K 3.1K 3.6K

Un día de otoño llegó un chico nuevo a nuestro instituto. Él era muy callado y frío, así que decidí hacerme s... More

Capítulo 1: El chico nuevo
Capítulo 2: El trabajo
Capítulo 3: La pelea
Capítulo 4: Amigos
Capítulo 5: Grupo
Capítulo 6: La playa
Capítulo 7: Estudios
Capítulo 8: La verdad
Capítulo 9: Dulces recuerdos
Capítulo 10: Precipitado
Capítulo 11: Cute couple
Capítulo 12: Acogedor
Capítulo 13: Navidad
Capítulo 14: Año Nuevo
Capítulo 15: Noche de cine
Capítulo 16: Pareja
Capítulo 17: Bebida
Capitulo 18: Los hechos
Capítulo 19: Pijamada
Capítulo 20: Internet
Hey cutie!
Capítulo 21: Soledad
Capítulo 22: Amigas
Capítulo 23: Desolación
Hacemos preguntas a Popee y acaba mal
Capítulo 24: Amistad
Capítulo 25: Noche de pareja
Capítulo 26: La rosa
Capítulo 28: Su fiesta

Capítulo 27: La fiesta

447 45 44
By _Oh_Honey

Aquella tarde quedé con Popee para estar juntos un rato. Realmente no hablamos de nada importante, simplemente no dejábamos de abrazarnos y darnos cariño. Quería estar con él todo el día, pero era imposible. O quizás sí podíamos estar juntos...

—Cariño, hoy va a haber una fiesta en la casa del hijo del profesor de historia...

—Que guay. —contestó mi novio atento a mis palabras.

—Y... ¿Quieres ir?

—No me han invitado. —rió un poco ante mi pregunta.

—Te invito yo.

Se quedó en silencio un momento. Parecía cómo si hubiera dicho algo malo, pero luego sonrió y me acarició la cabeza.

—Estoy un poco cansado. Prefiero quedarme en casa y descansar.

—Ya...

—¿Y tú vas a ir?

Iba a responderle pero no sabía qué decir. Iría con Matthew y sabía que a Popee no le caía bien. Sentía que si le decía con quién iría se enfadaría. Realmente no tenía muchas ganas de ir a la fiesta, así que pensé en cancelar mis planes con Matthew.

—Pues-

—Si has propuesto ir es porque tienes ganas de fiesta, ¿no? —me interrumpió de repente— ¿Vas a ir con alguien?

—Matthew me invitó a ir a la fiesta...

—Pues ve con él. —lo miré sorprendida— ¿Qué pasa? ¿Tengo monos en la cara? —se rió.

Negué con la cabeza y mostré una sonrisa.

—No, no es eso. Pues.... Debería ir volviendo a casa para prepararme. No quiero volver muy tarde tampoco.

—Tranquila.

Ambos caminamos hasta mi casa y allí nos despedimos con un beso. Cené y empecé a prepararme para la salida. No sabía qué ponerme, pues tampoco iba mucho a fiestas. Pensé en ponerme algún vestido, pero sería incómodo caminar con un vestido cuando aún hacía frío. Finalmente decidí ponerme unos vaqueros y una camiseta blanca sencilla. Añadí un collar dorado y pendientes, me recogí el cabello y me maquillé un poco. Cuando me miré en el espejo, no pude evitar sonreír. Estaba tan bonita que me sentía feliz. Por fin me sentía feliz mirándome al espejo... Pero llegaba tarde. Me despedí de mi hermano y salí corriendo de casa. Matthew debía estar esperándome en el cruce de la esquina de mi calle. Y allí estaba. Su cabello negro caía suavemente en su cara, y no pude evitar fijarme en el pendiente platino que llevaba. No me había dado cuenta de que tenía pendientes, pero le quedaban genial. También llevaba una camiseta negra de su grupo favorito y unos tejanos que hacían juego con sus zapatillas blancas. Corrí hacia él y ambos nos dirigimos hacia arriba para llegar a la fiesta.

Por el camino envíe mensajes a Popee para hacerle saber que ya estábamos de camino y que no se preocupara por mí. Él simplemente me decía que tuviera cuidado y que me cuidara, y que si pasaba algo lo llamara. Era tan dulce.

—Ya hemos llegado. —anunció Matthew, parándose un momento para ver la casa.

No había mucho ruido pues recién eran las doce de la noche. Todos estaban dentro de la casa, seguramente hablando de sus cosas, con música a poco volumen. Miré a mi amigo y ambos caminamos hasta la puerta. Picamos y nos abrió la puerta un compañero de clase.

—¿Pero bueno parejita a qué se debe esta visita?

Ambos simplemente lo saludamos y entramos. Nos dirigimos al salón, de dónde provenía la música.

—Vaya fiesta. Están todos muertos. —se quejó uno de los invitados.

—No te preocupes, aún es temprano. Más tarde la gente se vuelve loca. —me susurró mi amigo.

Asentí y miré a mi alrededor. La casa era grande, había unas escaleras que daban al segundo piso, y un gran salón lleno de objetos que seguramente eran caros. Aún no había visto toda la casa, pero tampoco quería hacerlo, pues no quería romper nada. Matthew empezó a mirar a los lados, como si buscara algo.

—Voy a saludar a unos amigos, ahora vuelvo.

De esa forma, mi único acompañante me dejó sola en mitad de una multitud de adolescentes. Suspiré y busqué un sitio para sentarme y esperar, pero acabé chocando con alguien.

—¡Perdona! —se disculpó Teddy sosteniendo su bebida con cuidado.

Me quedé en silencio al verlo cara a cara. Hacía tanto tiempo que no hablábamos que parecía que no lo había visto en años. Ahora que no estaba Popee, podía hablar con él sin problemas.

—Qué sorpresa verte aquí —hablé— ¿Qué tal todo?

—Bien... —miró detrás de mis espaldas— ¿Has venido sola?

—No, he venido con Matthew.

—¿Solo con él?

—Sí.

Pude ver un gesto de alivio formarse en su rostro. Tomó un sorbo de su bebida y me miró de nuevo.

—Es bueno verte de nuevo. Te veo cambiada.

—Sï, yo-

De repente me di cuenta de que Kedamono estaba con más gente. Julia me miraba sorprendida y Scott estaba intentando doblar una pajita para beber.

—...Hola. —los saludé con la mano sin saber qué hacer.

Cada vez que miraba a Julia no podía evitar pensar en los rumores que había sobre su amor hacia Popee. ¿Y si era verdad? ¿Y si realmente me quería quitar al novio? Ambas nos miramos a los ojos. El silencio se apoderó del ambiente.

—Ostia puta Alice no te había visto. ¿Qué tal todo? —preguntó Scott acercándose y dándome un abrazo— Ya casi no hablamos.

—Uhm, bien.

—Te veo sosa, ¿Quieres beber un poco? Hay alcohol en la cocina, pero lo puedes mezclar con lo que quieras.

—No, gracias-

—Vaya, ¿ya os habéis encontrado? —Matthew llegó a la escena con dos vasos llenos de coca cola.

—¿Nos has traído bebida? Gracias~

—Alto ahí Scott, esto es para Alice y para mí. —habló dándome un vaso.

—...No lleva alcohol, ¿no?

—No, pero si quieres alcohol te puedes servir en la cocina. Él mío sí lleva, por si quieres probarlo.

—No, gracias.

—Alice, tía, que hasta Kedamono está bebiendo alcohol —comentó Scott, haciendo que todos nos giremos a mirar a nuestro amigo, que sacó la lengua burlón— ¿Ves?

—Uhm... La última vez que bebimos la cosa acabó mal, por si no os acordáis. Además, el alcohol es malo.

—Alice tiene razón, es malo. Pero beber de vez en cuando no hace daño a nadie, ¿o me equivoco? —dijo Julia sonriéndome.

Asentí sin estar segura, pero de todas maneras no bebí. No fue hasta más tarde que la verdadera fiesta empezó.

Eran las dos de la mañana cuando la casa se llenó por completo. La música resonaba en cada rincón de la casa, y había gente en el jardín dando gritos y riéndose. Me sentía fuera de lugar, pues todos estaban dando saltos y brincos en el sofá que habíamos invadido.

—Todo es culpa del sistema. —empezó a decir Kedamono, dando otro sorbo a su bebida. Él bebía a sorbos, no a tragos.

—Qué sistema ni qué mierdas. Aquí lo que falla es la conexión del wifi. —se quejó Scott dando saltos en el sofá para ver si conseguía subir una foto a Instagram.

Parecía la única ebria en esa fiesta. Me sentí un poco mal por eso, pues también quería pasármelo bien. Así que finalmente —aunque no hiciera falta—, decidí beber alcohol. Fui a la cocina que estaba llena de gente discutiendo sobre feminismo, e abrí la nevera para encontrar el alcohol. Tenía miedo de que le hubieran metido algo, pero de todas formas me serví un vaso. Ya era tarde y a todos se les había subido el alcohol, así que si bebía poco a poco me emborracharía dentro de unas horas. Fue entonces cuando decidí beber de golpe el alcohol. Jamás olvidaré esa sensación de ardor al bajar por mi garganta, y cómo me servía otro vaso porque pensaba que con uno no era suficiente. Bebí dos vasos enteros, aún sin saber cúal era mi límite. Una chica me miró y se río por lo borracha que iba, diciendo que acabaría vomitando en la calle si seguía así. Le hice caso y paré. Pero me serví coca cola para beber algo. Guarde el vaso y volví con mis amigos. Me senté en el sofá y esperé a que el alcohol diera efecto, pero solo me notaba más suela a la hora de hablar. Teddy se levantó de golpe y comenzó a gritar cómo odiaba tener que levantarse temprano para ir a clase. Se empezó a quejar de todo lo que podía, incluso de aquello que aún no había experimentado, mientras los demás lo escuchábamos atentos.

Al cabo de un rato acabé levantándome del sofá. Allí subió todo el alcohol. Tuve que apoyarme en Kedamono para no caerme. Todo daba vueltas, bueno, más bien no podía mantener bien el equilibrio. Intenté caminar pero casi me caí y no pude evitar soltar una carcajada, y los demás se rieron conmigo.

—Buah Alice vas fatal tía. —se río Scott imitandome.

—No voy tan mal como tú.

—A ver a mí no me insultas —me señaló con el dedo—. No puedes ofenderme, soy inmune a las ofensas ajenas.

—La palabra "ajeno" suena muy culta para ti Scott. —habló Matthew riéndose.

—Yo perreo sola chavales, QUE LA HAN PUESTO, YO PERREO SOLA. —gritó Kedamono empezando a perrear de una manera que nunca había visto antes con la bebida en su mano.

—Pfft. —se rió Julia tapando su cara por la vergüenza ajena.

Ella y Matthew eran los más calmados cuando estaban borrachos. Parecían los más responsables en ese momento. Miré a Kedamono y más gente se unió a su baile. Scott se unió y empezaron a bailar perreando y a gritar la letra de la canción.

—QUE CALOR, EN LA DISCOTECA, QUE CALOR.—Scott se puso a saltar de la emoción con el móvil en la mano. teddy lo imitó y acabó manchando el suelo con su bebida. Me uní a ellos y empezamos a saltar los tres.

—DALEEE.—grité saltando y moviendo los brazos de un lado a otro.

No sé qué hora era pero ya no había tanta gente como antes. Empezaron a poner música más tranquila así que la gente se relajó un poco. Ahora estábamos en el segundo piso porque antes Scott quería usar el baño pero no lo encontraba y lo tuvimos que ayudar a buscarlo. Teddy se quedó en mitad de las escaleras medio muerto y Julia estaba a su lado haciéndole compañía. La música volvió a cambiar.

—Vamos a bailar. —propuso Matthew dándome la mano.

Acepté y fuimos a un rincón del segundo piso a bailar. Nos tomamos de las manos e intentamos bailar, pero a veces nos pisábamos sin querer.

—Arrebatao dando vuelta a la jeepetaaaa —gritó Teddy desde las escaleras.

—No sabía que Kedamono era fan del reggaeton.

—Los más callados siempre sorprenden. —contestó mi amigo acercándose un poco.

—No sé, se me ha hecho raro, con la carita de niño bueno que tiene.

—¿Te gusta?

—No, pero es guapo.

—Eso es verdad. Si me gustaran los chicos, saldría con él.

—Quién no. —reí.

De repente sonó mi movil. Era un mensaje de Popee preguntando qué tal estaba.

—¿Es Popee?

—Sí. Ya está. —sonreí después de contestarle.

—¿Y... te gusta tu novio?

—Claro.

—...¿Y te gusto yo? —se acercó a mí.

Lo pisé sin querer. Su pregunta me sorprendió demasiado. Tragué saliva y me acerqué, quizás muy cerca, y lo miré a los ojos.

—Tengo pipí. —dije con una voz infantil.

—Pfft. —se rió.

—Ahí un lavabo allí. —habló Scott apareciendo de la nada.

—¿Tú no te estabas deshaciendo en el baño?

—Eran gases, Matthew. Yyyy se fue.

Entré en la habitación y allí dentro busqué el baño. Fui porque bebí mucho alcohol y coca cola; no podía aguantar más. Cuando salí del baño me eché en la cama. Había entrado en una habitación sin querer, pero daba igual, solo quería descansar un rato. De repente escuché un golpe y vi a Matthew darse contra la pared. Creo que Scott lo había empujado dentro de la habitación. Lo miré y se acercó tímidamente hacia mí, sentándose en la cama. Se quedó allí en silencio, mirando al suelo, y decidí sentarme. Apoyé mi cabeza en su hombro y miré a la pared. Habían fotografías del hijo del profesor de historia, algunas medallas, posters colgados, entre otras cosas. Debía ser su habitación. Matthew suspiró, se giró, y mirándome a los ojos, me tomó de las manos.

—¿Yo te gusto? —preguntó bajando un poco la mirada, como si fuera un cachorro.

—Tengo novio, no puedo. —dije soltando sus manos y viendo su pulsera.

—¿No puedes o no quieres?

—No hablemos más de esto.

—Perdona. No quería... Joder, vaya mierda —se tiró en la cama y se tapó la cara con ambas manos—. Siempre me has gustado. Yo creía que no te gustaba y nunca dije nada... Pero ahora estás saliendo con él y me siento tan celoso, en serio, ese podría haber sido yo pero —sorbió sus mocos, ocultando su rostro—, soy un idiota. Debería habértelo dicho antes. Tú-

Hasta el día de hoy sigo pensando en porqué hice eso. Quizás fue por el alcohol, pero no debí hacerlo. Me puse encima de él y lo abracé, pidiéndole que no llore porque me dolía verlo llorar. Lo abracé como si nunca más lo volviera a ver. Y lo besé entre lágrimas, porque a mí también me gustaba. Me había gustado desde que lo conocí, y ahora que nuestros sentimientos salían a la luz, no podíamos estar juntos. Lo besé por los años que no pude hacerlo, lo besé porque me gustaba, lo besé por frustración. Sus manos se posaron en mi cintura y continuó mi beso. Me senté encima de él y paró de besarme, alejando mi cuerpo de él.

—No podemos.

—¿Por qué no?

—Joder, Alice, tienes novio. Por muy mal que me caiga no le puedo hacer esto a alguien.

—Lo siento... —lo abracé.

—Alice, yo te quiero mucho. Ya sé que antes éramos más unidos, y ahora nos hemos separado un poco, pero estas últimas semanas no he podido evitar sentirme tan mal al verte con él... No sé si puedo seguir así, sabes.

—No te entiendo.

—¿Te gustaría verme con una chica que sea mi novia cada día? ¿No te sentirías mal?

—Quiero besarte. —me reí al decir eso, tomando su cara entre mis manos.

—Uff estás fatal... —me apartó y se levantó, mirándome por encima del hombro— Deberías pensar si te gusta de verdad Popee o no.

—Sí me gusta.

—Si de verdad te gustara no me hubieras besado.

—¡Es por el alcohol!

—El alcohol no es una excusa para engañar a alguien. —dije ya ebrio, saliendo de la habitación.

Me quedé allí pensando un rato. Realmente no sé cuánto tiempo pasó, hasta que me di cuenta de lo que hice. El alcohol seguía en mi sangre, así que todo lo sentía con más intensidad. Salí corriendo de la habitación y me choqué con alguien en la puerta de la habitación. Me asusté al verle, pero no reconocí bien su rostro. Él parecía sorprendido también. Su cabello era negro y sus ojos azules. Unos ojos tan bonitos como el mar, sí. Iba con ropa casual que le quedaba grande. Se parecía a Matthew, pero era más bajo que él. O quizás no. Miré sus zapatos. Llevaba plataforma para parecer más alto. Se dio media vuelta y se fue de allí, creo que hacia la cocina. Ignoré aquel extraño encuentro y me fui corriendo de aquella casa.

No avisé a nadie de que me iba. No quería hablar con nadie. Solo quería llegar a casa. Aquel chico de antes me recordaba a mi novio, y no sabía porqué, pero pensar que hubiera visto lo que hice me daba mucha ansiedad. Mi corazón dolía demasiado, sentía la gran culpa de mis propias acciones, de todo lo estúpido que hice esa noche, y de cómo no quería que nadie se enterara. No quería separarme de Popee. Me gustaba Matthew, pero amaba a Popee. ¿Entonces por qué había hecho eso? Popee siempre estaba allí para mí, sin él, yo no podía seguir. Lo necesitaba. Lo quería ver y pedirle perdón y que no me deje nunca, pero si le decía qué había hecho me dejaría sin dudarlo.

Entonces decidí no contarle que había pasado. Decidí callarme, y con esa ansiedad volví como pude a casa. En mi móvil no dejaban de llegar mensajes preguntando dónde estaba. Conteste los mensajes una vez estaba en mi casa, acabando con todo lo que había en la nevera, ahogando mi culpabilidad con comida. No podía parar. Intenté escapar a mi habitación, pero al verme al espejo, toda la culpabilidad volvió. Mi maquillaje estaba horrible, parecía un monstruo. Entre lágrimas esperaba que Popee no se enterara nunca de lo que hice y que jamás me dejara. Entonces recibí un mensaje suyo. Me preguntó cómo estaba, y simplemente le dije que estaba bien. No podía decirle lo que estaba haciendo, pues tendría que contarle el motivo. No podía. No lo haría.


___________________________

Hellow!

Que intenso todo xdxd

Se fueron de party y acabó en tragedia -gasps- 

No escucho mucho reggaeton peero una de mis amigas sí, así que estas son las canciones que se pusieron en la fiesta por si os interesan: "Yo perreo sola" de Bad Bunny, "Que calor" de Major Lazer y J Balvin, "La jeepeta remix" de Nio Garcia ft los demás xd

Siento no haber actualizado, supuestamente iba a actualizar la semana pasada o hace dos semanas (el tiempo es relativo oc) pero he estado ocupada viendo si me aceptaban en la uni o no (no lo he conseguido matenme plox, pero igual me han elegido pa hacer un ciclo superior de doble titulación) y solo quiero decir que conseguí un 10 sobre 14. ¿Orgullosa? Pues sí no pensé que llegaría tan lejos xD

¿Qué tal todo? Espero que bien jsjs

¿Te estarás cuidando no? Porque como no lo estés haciendo Popee se va a poner: triste :c

Como curiosidad y spoiler: la historia se acerca al fin jajajasalu2

¿Preparados para la segunda parte de esta fiesta? Porque sí, hay segunda parte, esperemos que no tarde mucho en subirla xdxd

Perdona si hay muchas faltas, son casi 3000 palabras y no soy un robot uwu

Cuídate bb 

¡Nos leemos luego! <3

Continue Reading

You'll Also Like

275K 19.5K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...
886K 104K 121
Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola. Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar...
504K 51.7K 129
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
170K 27.5K 53
Checo trabaja como asistente editorial en Vogue. Ama todo sobre su trabajo, menos a su jefe, Max Verstappen. Max es el peor y Checo lo odia. Pero cu...