Niña: No sabía que una cría de Dragón se encontraba en esta cueva. Dice sin dejar de acariciar mi cabeza.
Niña: Por suerte la aldea está cerca de aquí.
Yo solo incline mi cabeza hacia un lado por la intriga de saber que hay una aldea cerca. Pero nunca espere que la niña reaccione de esa manera por mi gesto.
Niña: KAWAII. Gritó la niña a todo pulmón, mientras me abrazaba por el cuello.
Yo solo me quede quieto ante tal afecto debido a que el grito me aturdió durante unos segundos, y el agarre de la niña, a pesar de su tan temprana edad, es tan fuerte que me está costando respirar. En este momento descubrí que los humanos son seres de temer, en especial las niñas pequeñas.
Los segundos pasaban y su agarre no disminuía su intensidad sino que aumentado. En un intento desesperado por liberarme empezé a correr por toda la cueva, esto se mantuvo así por diez minutos, hasta que la niña decidió soltarme, y el dulce aire entró en mis pulmones nuevamente.
Niña: Perdona no quería hacerte daño es que eres muy adorable. Dijo haciendo una pequeña reverencia
Niña: Pero creo que debería de volver a casa, a mamá y papá no les gusta que llegue muy tarde. Lentamente empezó a mirar a su alrededor, pero no tardó demasiado en comenzar a hacerlo bruscamente.
Me acerque a ella cuidadosamente, para prevenir otro posible ataque. Pero pude notar que de sus ojos celestes caían lágrimas.
Niña: Me perdí, no sé cómo volver. Dijo explotando en llanto.
Instintivamente la abrace con mi ala, y seque sus lágrimas con mi pata. Ella parece sorprendida, tal vez le parece raro que un dragón la consuele.
Niña: Gracias. Dijo secando las lágrimas restantes.
Niña: Pero ahora no sé cómo salir.
Debido a que explore la cueva, luego de salir del huevo, se cómo salir, aunque el problema es de como se lo digo. Me puse a su lado y con la punta de mi cola tocaba su hombro para llamar su atención.
Niña: Ahora no tengo tiempo para jugar, debo pensar en cómo salir. Dijo
Pero nuevamente toque su hombro con mi cola, pero me ignoró, repetimos esto unas cuatro veces por lo menos. Me molesta que me ignore pero debe pensar que soy como un animal cualquiera que molesta solo para jugar, siendo sinceros me siento muy ofendido, luego mire a sus manos y pude notar que en ningún momento soltó el cesto con manzanas.
Una idea cruzó por mi cabeza, si no puedo hacer que me preste atención para ayudarla, porque no mejor la guió hasta la salida. Me puse en posición y de un salto le arrebate la cesta sin tirar ninguna manzana.
Niña: Te dije que no puedo jugar, y devuélveme eso, son para mamá.
Yo en respuesta solo voltee y comencé a correr a una velocidad en la que no me perdiera de vista.
Niña: vuelve con mi canasta. Dijo mientras me perseguía
Durante el trayecto hacia la salida tuve que detenerme y buscar a la niña, debido a que se perdía varias veces. Al parecer los humanos no pueden ver tan bien como yo en la oscuridad.
Luego de cuarenta minutos luchando para que la niña no se perdiera, y esquivar sus abrazos mortales, porque según ella me veo adorable con la cesta en mi boca, tengo que buscar algo con lo que pueda ver mi cara quiero saber qué es lo que me hace adorable, al final llegamos a la salida de la cueva, me detuve para que la niña pueda acercarse.
Niña: por fin te detienes, ya devuélveme la ces...
Niña: Estamos en la salida. Dijo sorprendida.
Yo solo me acerque y deje la cesta a su lado, y me senté. Ella se percató de mi acción, se acercó y se sentó delante de mí.
Niña: ¿Me querías guiar hacia la salida, por eso tomaste la cesta?
Solo asentí con la cabeza, ella pareció sorprenderse mucho al ver que conteste su pregunta.
Niña: ¿Puedes entenderme?
Pregunto esta vez con un tono un poco más eufórico, yo volví a asentir, cosa de la cual me arrepentí luego de que ella volviera a dar un grito de emoción a todo pulmón.
Niña: Eres sorprendente. Dijo con estrellitas en sus ojos.
Pero eso no fue todo sino que volvió a abrazarme por el cuello pero esta vez no me asfixió con su agarre, y pude percibir su agradecimiento, no se sintió tan mal. El abrazo duró más de un minuto, luego me soltó, recogió la cesta y prosiguió a salir de la cueva, yo voltee para buscar un lugar en donde dormir, luego buscaría algo de comer, estoy empezando a tener hambre.
Niña: ESPERA. Gritó la niña.
Me tapé los oídos, en verdad todos los humanos son demasiado ruidosos, como esta niña.
Niña: ¿Planes quedarte en esta cueva?, Yo me senté y asentí en respuesta.
Niña: No puedes quedarte en esta cueva, solo eres una cría.
Me quede con la cara en blanco, claro y me lo dice una niña no mayor de diez años que entró sola en una cueva sin tener en cuenta los peligros que pueden haber, aunque en cierto modo me sorprendió que se preocupe por mí.
Niña: Vendrás conmigo a mi aldea y vivirás en mi casa, también podré mostrarle a los demás que encontré una cría de dragón que entiende nuestro idioma.
Al escuchar su propuesta di media vuelta hacia el interior de la cueva y me puse a caminar, no tengo la intención de ir a una aldea humana, para empezar no sé cómo reaccionarían con mi presencia, y sumemosle que si son igual de chillones que esa niña, menos ganas de ir, con una niña ruidosa ya era suficiente por un día. Pero mi andar fue detenido al sentir que tiran de mi cola, mire hacia atrás y veo a la niña jalando de mi cola.
Niña: No me ignores, además te dije que vendrías conmigo a la aldea. Mientras tiene un puchero en su rostro.
Esta mocosa estuvo jalando de mi cola, por veinte minutos, mientras yo intentaba avanzar. Al final solté un suspiro de derrota, luego me dirigí hacia la salida y puedo oír a la niña tarareando alegremente.
Al salir estuve analizando el entorno, note que la cueva se encuentra en la base de la montaña más alta de un cordón montañoso, también vi que estamos a unos cuantos metros de aparentemente un amplio bosque, cada vez más me pregunto cómo demonios llego esta niña sola a la cueva.
Niña: Antes de ir a la aldea tenemos que pasar a lavar las manzanas, hay un pequeño estanque antes de llegar.
No voy a quejarme, el hambre está aumentando y la sed poco a poco se hace presente, aprovecharé para beber, además si el agua está lo suficientemente limpia, puede que vea mi rostro en el reflejo.
Caminamos por el bosque por varios minutos, apreciando la vida silvestre en el trayecto al estanque, pude ver diversos tipos de aves, conejos y ciervos, aumentando mis ganas de comer, juro que por un momento confundí un ciervo con una pata de jamón cocido, pero este al verme escapó, adiós jamoncito te veré pronto. Quince minutos más tarde llegamos al estanque y debo admitir que es hermoso, rodeado de hermosas flores de varios colores, con el sol iluminando por completo todo el paisaje.
La niña se acercó al agua, para luego arrodillarse y comenzar a lavar una a una las manzanas.
Niña: Me tardare un poco, descansa si quieres. Dijo sin voltearse.
Yo corrí hasta la orilla y vi que el agua está tan limpia que es casi totalmente transparente, pero pude apreciar un leve reflejo de mi cara, Y QUEDÉ COMPLETAMENTE SORPRENDIDO, cómo demonios le parezco a esta niña adorable, si me doy miedo a mí mismo. Parece que esta mocosa no sabe la definición de adorable, pero me alegra un poco que si lo crea.
Me puse a beber para saciar mi sed, pero aún tengo hambre, necesito llenar esta pancita de dragón. Gire la cabeza y a la niña aun le faltan algunas manzanas, cosa que aproveche para dormir un rato, aunque solo fueron unos cinco minutos.
Niña: Ya termine, es hora de volver a casa. Dijo con una sonrisa.
Solo me levante y me dispuse a seguirla. El trayecto no fue tan largo, tampoco pareces que la aldea este muy lejos de la cueva, si son muy problemáticos regresare, pero tendría que buscar algo que comer antes.
Niña: Ya llegamos, mira este será tu nuevo hogar. Mientras señala su aldea.
Quede totalmente decepcionado, ella dice que es una aldea pero apenas son nueve pequeñas cabañas separadas una de otra, como mucho, un matrimonio con uno o dos hijos, entran en esas casas.
La niña corriendo se dirige hacia las casas, mientras dice que regresó, lentamente pude ver cómo las personas salían de sus hogares, vi hombres, mujeres, varios niños y niñas, y muy pocos ancianos, la verdad no le preste mucha atención a estos últimos, debido a que mi atención está dirigida a los niños, que horror, mas monstruos ruidosos. Pero una mujer se acercóa la niña y le apretó las mejillas.
Mujer: ¿Sara que te dije al respecto de alejarte de mí?, Preguntó una mujer que no supera los veintiocho, de piel clara, ojos celestes y pelo larga hasta la mitad de su espalda de color morado oscuro.
Sara: que no lo haga mamá, pero cuando llegue a las montañas descubrí una cueva, y dentro encontré algo maravilloso. Dijo con estrellas en sus ojos.
Un hombre de pelo alborotado de color turquesa, con ojos del mismo color de su cabello, y de piel casi bronceada, se colocó junto a la mujer de pelo morado, y miró a la niña llamada Sara, con el ceño fruncido, mientras está con los brazos cruzados.
Hombre: ¿cómo qué cueva en las montañas? Fue suficiente señorita estás castigada.
Sara: Pero papá y...
Hombre: Pero nada, que hubiera pasado si te lastimabas o cualquier animal que estuviese en la cueva te atacara, como nos enteraríamos tu madre y yo, como te podríamos protegerte.
La niña bajó su cabeza en señal de que entiende lo que le dicen sus padres, pero al momento levantó la mirada, una llena de determinación.
Sara: Papá, Mamá, no tienen de qué preocuparse en la cueva hice un nuevo amigo y él me estuvo acompañando durante todo el día. Ella volteo en mi dirección y comenzó a llamarme con la mano.
Sara: Vamos ven quiero que conozcas a todos.
Yo suspire y lentamente, con la guardia en alto, me acerque a la niña. Los habitantes reaccionaron de distintas maneras, los niños me miran con sorpresa y alegría, algunas mujeres con duda y los hombres, con los ancianos, demostraban miedo, los ancianos demuestran más temor que los adultos jóvenes.
Sara: Mamá, Papá, él es mi nue...
Hombre: Sara aléjate de ese dragón, puede lastimarte. Gritó el padre de la niña, para que luego los demás adultas, sujeten a sus hijos para que no se acerquen.
Sara: Pero qué dices papá, él no me lastimaría, el me ayudo a regresar a la aldea, incluso me guió cuando me perdí en la cueva, además es bueno.
Sara: saluda demuestra que eres bueno. Dijo con una sonrisa
Me senté y con una de mis patas delanteras salude a los aldeanos, ocasionando gran sorpresa en los adultos, tanto como mujeres y hombres, jóvenes y ancianos. En eso la madre de Sara lentamente se me acercó, yo mire a la niña y esta solo sonríe. No siento malas intenciones en ella, pero algo en mi me dice que corra.
Mujer: KAWAII. Grito a todo pulmón, ahora comprendí a qué se debía esa sensación, pero ya es demasiado tarde, me está asfixiando con un abrazo en mi cuello.
Mujer: Sara tiene razón, como algo tan lindo podría hacer algo malo, es imposible.
Hombre: Martha, ten cuidado, puede atacar en cualquier momento. Dijo el hombre preocupado.
Martha: Job, descuida es tal como dijo nuestra hija no es malo, es muy adorable. Dijo mientras me suelta y puedo recuperar el aire.
No puede ser esto lo viví antes, pero ahora sé de donde saco Sara ese problema de distinguir lo que es tierno de lo que no. Pero a los pocos segundos de que la madre de la niña me soltara, los niños de la aldea me tiran al suelo y comienzan a abrazarme. Esto debe ser una pesadilla.
Lentamente el resto de adultos y ancianos se acercaron a acariciarme, pero el padre de Sara se mantuvo alejado, aún puedo sentir desconfianza emanando de él, tal vez tenga una historia con dragones. Todos siguen acariciándome pero un fuerte sonido los tenso a todos.
Hombres/Job: ¿un monstruo?
Mujeres/Martha: ¿un animal salvaje?
El ruido volvió a manifestarse pero esta vez todos me miraron y una gota de sudor bajo por la cabezas de todos, al descubrir que la fuente del ruido es mi estómago. No es mi culpa no he comido nada desde que nací.
Martha: Veo que tienes mucha hambre pequeñín, Mat, puedes traer algunos pescados para nuestro invitado.
El hombre de robusto con bigote y barba de color marrón, sin pelo y de piel pálida, asintió y fue a buscar algo de comida. A los pocos minutos regresó con una fuente de arcilla con cinco pescados de buen tamaño, y lo dejó frente a mí.
Estaba por comerlos así sin más pero algo vino a mi mente, algo que podría mejorar su sabor, la verdad no sabría cómo explicarlo, solo sé que puedo hacer esto.
Comencé a juntar energía en mi boca, comencé a sentir un cosquilleo, que empezó a subir por mi cuello, mientras que en mi mente la imagen de algo cálido apareció. Luego exhale y de mi boca salió una pequeña llamarada de fuego de un color rojo sangre, que cocinó los pescados, como no los queme, no lo sé, y como lance fuego tampoco. Pero deje de llenarme la cabeza con preguntas y me dispuse a disfrutar de mi comida.
Una vez que termine de comer, levante la mirada y pude ver que todos incluyendo los niños, tienen los ojos como platos y la mandíbula hasta el suelo. Pero rápidamente tape mis oídos al grito que hicieron todos en conjunto.
Todos: ACABA DE COCINAR SU COMIDA.
Una vez que dejaron de gritar retire mis patas de la cabeza, pero ellos están muy asombrados.
Martha: Vaya es muy sorprendente, no me esperaba que cocines los pescados, tal vez puedas ayudarme a cocinar más adelante. Dijo con una sonrisa.
Pero en medio de la sorpresa un niño de la misma edad que Sara se acerca y pregunta en voz alta.
Niño: ¿y cómo te llamas?
Esa pregunta me sorprendió es verdad, mi nombre, espera cual es, un momento ni siquiera tengo una si nací hoy. Pero pensándolo bien creo que necesito un nombre.
Martha: ¿acaso no tienes uno?, yo solo negué con la cabeza.
Martha: entonces nosotros te daremos uno, mmh, qué te parece Kawa.
Todos: ¿Kawa?
Martha: de kawaii. Ante lo dicho por la madre de Sara todo caímos de espaldas.
Hombre: y que tal Flame, por el fuego. Yo negué.
Mujer: mejor Shadow.
Niño: yo digo que sea Dark.
Sara: Yo creo que debería ser Drag.
Los aldeanos pasaron los siguientes treinta minutos buscando un nombre adecuado para mí, pero al ser todos tan horribles me negué.
Job: Kai. Dijo el padre de Sara, luego de mantenerse al margen todo este tiempo.
A los demás no parecía convencerlos, pero algo en mi me dijo que ese debe ser mi nombre, me gusta, a quien quiero engañar me encanta.
???: Kai.
Todos dejaron de hablar y me miraron con suma atención, yo solo los mire y dije
???: Me gusta.
Los aldeanos están sorprendidos, al parecer no esperaban que hable, pero sorpresa, aunque todos sonrieron al final.
Martha: entonces ese será tu nombre, bienvenido a la aldea Kai.
Yo solo asentí, estoy feliz no solo porque obtuve un nombre sino que también obtuve amigos y un hogar.