¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudek...

By BreakMinds

1.8M 215K 266K

«A Izuku Midoriya no se le dan bien las matemáticas, pero, ¿quién sabe? Quizás con su nuevo profesor las cosa... More

Capítulo 00
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 5.1
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Nota
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 65
Capítulo 66
♡BookTrailer♡
Capítulo 67
Nota
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99

Capítulo 64

11.1K 1.4K 2K
By BreakMinds

¡Un segundo, un segundo! ¡Aprecien a esta hermosura! ❤

LittleRabbit85 Lo ha hecho y me ha encantado ❤️😻 Una total belleza, gracias por esto corazón.

¡También quisiera recomendar a Azuquier!
Esta chica tiene su instagram en donde recomienda historias, e incluso recomendó Katsuki-sensei, estoy super agradecida por ello ❤️ gracias por el esfuerzo corazón.

Instagram: Azuquier

¡Ahora sí, comencemos!

____________________________________________

[Pero ya me desocupe, puedes venir si quieres.]
17:30

Sus ojos esmeraldas rápidamente pasaron de impresión a decisión.

Esta vez se encargaría de aclarar todas sus dudas, realmente lo haría.

— ¡Luego regreso, mamá! —exclamó Izuku abriendo la puerta de salida de su casa para entonces, observar al frente.

Ya basta, no necesitaba más incertidumbre y seguir con un posible tal vez.

Además, no podía negar que realmente le preocupaba Katsuki.

__________________________________________

|Diálogo|

 
Las pisadas de las plantas de sus pies en contra el pavimento se mantenían constantes, y a su alrededor los objetos lentamente se teñían de un color anaranjado que se manifestaba por los cielos, anunciando la llegada del atardecer.

Incluso las pomposas nubes ahora tenían tonalidades anaranjadas y rosáceas, era el paisaje ideal para las aves que volaban a través de los cielos, dejando caer unas pequeñas plumas durante el proceso.

Izuku sonrió levemente ante aquellas plumas que se cruzaron por su camino, aunque su corazón palpitaba como nunca antes lo había hecho.

No era por el trote, tampoco porque se encontraba cansado. Izuku Midoriya estaba muy nervioso como también ansioso.

En unos momentos le vería, al fin.  

Cesó el ritmo constante que había llevado hasta ahora y comenzó a caminar, observando de cerca la parada de autobús. Una vez llegado al lugar se percató de una ancianita que acariciaba a su pequeña mascota peluda en el asiento, mientras esperaba de manera paciente lo mismo que él.

Izuku observó los ojos pequeños, negros y circulares del animal, logrando calmarse por un momento. La mano de la anciana continuaba acariciando sus cabellos blancos mientras el pequeño movía su cola contento, con sus patas delanteras apoyadas sobre las rodillas de su ama.

Y para cuando el pecoso continuaba observando aquellas caricias honestas, el sonido de las ruedas del autobús llegó hasta sus oídos, alzando su mirada de manera inmediata.

Luego de unos minutos, Izuku se mantenía rascando la tela de sus pantalones oscuros a por sobre sus rodillas nervioso y ya sentado, mientras observaba a través de la ventanilla las calles y vehículos desplazarse por la ciudad.

Fue entonces que presionó sus labios mientras sentía que su corazón nuevamente quería palpitar, ansioso y a su vez, preocupado.

Izuku ya casi llegaba a su destino.
 

━─━────༺༻────━─━

—Entonces… ¿si te comerás eso? —inquirió Kenjirou sentado en el sofá, manteniendo su mirada fija en aquellas alitas picantes que ya no se encontraban en sus manos. Bakugou había acabado arrebatándole la bolsa para depositar el contenido en un recipiente de cristal.

La mirada escarlata se mantenía firme, sentado frente a él. —Antes de que sigas tragando, explícame qué demonios quieres. —respondió Katsuki mientras notaba el cómo Kenjirou se lamía los labios y no despegaba su mirada de las alitas. Ante ello, agudizó sus escarlatas con evidente molestia.

Kenjirou clavó su mirada en él, mientras se estiraba en el sofá. —Venía a verte, ¿qué hay con eso? —soltó con relajo.

Katsuki soltó un resoplido ya rendido. —Como jodes. —soltó mientras estiraba su mano y sacaba una alita de pollo. El picante llenó su boca y sonrió con aburrimiento. —Esta mierda ni pica.

Kenjirou abrió sus ojos. — ¿¡Eeeeh!? —exclamó sacando otra alita para entonces, recostarse en el sofá alargado, apoyando su cabeza en una zona bastante blanda.

Era excelente para dejar reposar su cabeza.

— ¿Eres satán o qué? Estas cosas están del infierno. —soltó masticando con relajo para alzar su mirada y descubrir dos ojos redondeados mirarle con tranquilidad.

Katsuki le miró con aburrimiento. —Si están tan picantes, ¿por qué rayos continúas comiendo? —inquirió cruzando una pierna, dejándola reposar sobre su rodilla y apoyando su cabeza sobre su mano izquierda que se mantenía alzada con relajo, mientras mantenía su codo firme sobre el sofá.

—Ah, porque es comida, ¿por qué más sería? —respondió Kenjirou sin quitar su vista de aquellos ojos negros.

—Eso solo me dice que comerías cualquier mierda que te ofrezcan, que asco. —respondió el rubio ceniza mientras le observaba neutral.

—Sí, sí. —dijo el pelirrojo mientras sonrió. — ¡Así que todavía lo tienes aquí, hermano! Me encanta, este Calcetín es bien simpático, además de ser una excelente almohada. —agregó refiriéndose al peluche de conejo verde que se mantenía en el sofá, mirándole.

Katsuki frunció el ceño. — ¿Hah? ¿Calcetín? —soltó.

—Sí, nuestro amigo de aquí, le puse Calcetín. —añadió señalándole con el dedo índice.

Bakugou dejó su alita de pollo a medio comer ante ello. — ¿¡Por qué demonios tú tendrías que ponerle un nombre!? ¡Ni siquiera es tuyo, joder! —gruñó el rubio en respuesta.

Kenjirou abrió sus labios con sorpresa ante ello. — ¿Entonces sí tiene nombre? —inquirió mientras masticaba tranquilo.

Iba a responder con honestidad, dejándose llevar por la situación y por lo desesperante que resultaba ser Kenjirou para él, pero en el último segundo, para cuando sus labios se abrirían para expresar su molestia acabó girando su cabeza con rapidez hacia uno de sus lados, terminando con un chasquido de lengua.

—Esa mierda a ti no te incumbe. —soltó luego de unos segundos, sacando otra alita de pollo.

Kenjirou sonrió abiertamente mientras se sentaba correctamente. — ¡Entoncesh shí lo tiene! ¡Ya dilo Katshubro! ¿¡Cuál esh!? ¡¡Confiesha!! —añadió sonriente, mientras hablaba con la boca llena.

Katsuki frunció el entrecejo con asco mientras dejaba la alita a un lado. — ¡¡YA DEJA DE HABLAR CON TU MALDITO HOCICO ABIERTO!! —exclamó perdiendo la paciencia.

Kenjirou comenzó a abrir más la boca en tono de burla, hasta que un enorme retorcijón emergió en su estómago. Rápidamente dejó la alita a un lado y tocó su estómago con la palma de su mano sobre el.

Katsuki escuchó con sus propios oídos el enorme retorcijón en el estómago de Kenjirou, que no parecía tener intenciones de detenerse.

El pelirrojo alzó su mirada afligida, observando a Katsuki.

Elevó levemente su labio superior en respuesta, con pesadez. —A mi ni me veas, nadie te mandó a comerte casi todo tú solo. —respondió Bakugou pasando de él.

El retorcijón aumentó y Kirishima pareció no poder soportarlo más. —Ay. —Se quejó luego de unos segundos, para salir corriendo hacia el baño.

Y mientras se sentó en éste mismo dejando evacuar toda su dignidad, suspiro aliviado.

Si bien, podríamos pensar que el suspiro de alivio fue por su reciente apuro, la verdad era que en cuanto cerró la puerta del baño, escuchó el timbre de la puerta sonar.

El suspiro de alivio que arrojó fue el de agradecimiento, agradecimiento por no estar en la escena para cuando aquel chico pecoso llegara. Definitivamente no planeaba estar presente y el comer aquellas alitas de pollo picantes como si no hubiese existido un mañana le había salvado.  

 
{…}

Bakugou, quien hace unos segundos atrás siguió con la mirada los pasos desesperados de Kenjirou, ahora mismo la mantenía clavada sobre la puerta con evidente cansancio. 

Y sus escarlatas se abrieron con asombro para cuando abrió la puerta. De todas las personas, justamente él era el que menos se esperaba. 

¿Qué demonios era lo que sucedía? La única mierda que había pedido era maldita paz, quería estar solo y pensar con tranquilidad toda la maldita situación.

¿Y entonces qué?

Entonces sucedía todo lo contrario.

Quería cortarse la maldita cabeza.

Trago saliva y con disimulo presionó la perilla de la puerta, como si eso fuese lo suficiente para desquitarse. —Izuku. —dijo con sus ojos escarlatas serios, mientras lanzaba un suspiro pesado y abría la puerta por completo, señal para que el chico entrase.

El pecoso con cuidado deslizó las plantas de sus pies a por sobre la alfombra de fuera y entró, sacándose los zapatos de inmediato.

—Creí haberte dicho que estaba malditamente ocupado. —gruñó cerrando la puerta tras de sí y apoyándose en esta misma de brazos cruzados, observando la nuca del chico. 

Las jades se giraron con rapidez ante ello, clavando su mirada sobre Katsuki de inmediato. 

Y antes de hablar, sus cejas aceitunadas se elevaron de inmediato. — ¿De qué está hablando? Usted me ha dicho que podía venir. —dijo con su voz un tanto molesta por aquella bienvenida que sin duda alguna no se esperaba. Luego de ello, frunció sus cejas aceitunadas con aparente confusión y se quedó de pie en la entrada, observándole.

Katsuki frunció el ceño ante ello, confundido también. — ¿De qué mierda hablas? —gruñó para dar pasos largos, pasando del chico y coger su teléfono. Rápidamente abrió su chat para entonces, abrir sus escarlatas perplejas.

Una desencadenante ola de ira inundó por completo su interior. — ¡¡KENJIROU, BASTARDO!! 

Izuku ante ello abrió sus ojos y dio un leve brinco en su lugar. 

¿Qué era lo que sucedía? 

Observó al rubio dirigirse colérico hasta su propia habitación mientras que sus gritos extremistas no cesaban. 

Aquella situación había provocado que Izuku se cuestionara si había hecho bien en venir, si tal vez y solo tal vez sería mejor retirarse. 

Observó la perilla de la puerta de manera tentativa, pero antes que la abriera para retirarse, Katsuki notó aquel detalle y cesando a medio camino sus gritos le señaló con el dedo índice. —No te atrevas, espera aquí. —ordenó molesto, mientras se perdía a través del umbral de la puerta de su habitación. 

Izuku ante ello lanzó un ligero aire pesado a por sus narices, ya ni siquiera entendía qué sucedía. Solo aseguró de unir sus manos y esperar de manera paciente en la entrada.

Y los pasos se intensificaron, provocando que Kenjirou soltara el papel higiénico que estaba en sus manos. 

Los golpes en la puerta del baño comenzaron y Kenjirou no hacía más que sonreír abiertamente. 

— ¡¡SAL, SAL MALDITA SEA!!

El pelirrojo tensó sus músculos mientras que a sus adentros reía. Cubrió su boca y luego de unos cuantos segundos, para cuando sentía que la puerta se caería, exclamó: — ¡Estoy cagando, ¿cómo demonios quieres que salga?!

Bakugou observó la manilla de la puerta y le dio un golpe duro con su pie. —Eres un maldito hijo de perra. —gruñó para dirigirse hacia la entrada.

No planeaba dejar a Izuku esperando sin saber qué demonios sucedía. Ahora él debería intentar explicar aquel estúpido malentendido.

Una vez Kenjirou escuchó los pasos alejarse, sonrió nervioso. —Ahh… hombre, esta vez sí que la he liado.

Ese idiota, ese maldito idiota le había puesto en apuros. 

Pensaba Bakugou mientras observaba aquellos ojos esmeraldas que le miraban con confusión e incomodidad. Él quería hacer las cosas bien, pero a como había acabado la situación, las cosas no solo no mejorarían un poco, la mierda empeoraría.

Dio pasos rápidos y se dirigió a Izuku, apoyándose en la encimera y posicionando su dedo índice sobre su propio entrecejo en busca de paciencia. —Ahh… Como acabas de escuchar, esto fue un maldito malentendido. —murmuró con molestia, intentando no estallar en ese instante. 

Realmente estaba molesto, furioso.

Algo que realmente odiaba era que se entrometieran en sus propios asuntos, pero eso no significaba que debía desquitarse con Izuku. 

Eso pensaba mientras se mantenía observando aquellos ojos jades brillosos frente a él.

Si bien, perfectamente lo hubiera hecho en un tiempo pasado para cuando simplemente se dejaba llevar por los impulsos de ira afectando a quien fuese que se le cruzase en el camino, ahora, que se había dedicado a observarse a sí mismo y a sus propias actitudes, sabía que no era correcto. 

Fue por eso que clavó sus escarlatas furiosas sobre el pecoso, mas simplemente quedó en eso, en solo una mirada furiosa. 

—Como sea, ya estás aquí, ve a sentarte. —dijo neutral mientras se enderezaba y le indicaba con su propia mano derecha el sofá. 

Observó a Izuku asentir en silencio en el lugar y caminar hasta el sofá. Katsuki deslizó la mano tras su nuca mientras reunía aire en sus pulmones por un par de segundos intentando calmarse. 

Sacó un vaso y abrió el grifo, observando el agua caer de manera lenta sobre él.

Caminó hacia el chico y le extendió el vaso. —Lamento decirte que no tengo más que agua y alitas picantes para ofrecer, no he ido de compras por cosas sanas, como verás. —murmuró dejándose caer en el sofá del frente.
 
Izuku extendió sus manos para recibir el vaso y lo dejó sobre la pequeña mesa de centro frente a él, mientras observaba las colillas de cigarro en el cenicero a medio caer y latas de cerveza vacías y arrugadas a través de todo el apartamento. 

Sus cejas aceitunadas se alzaron con preocupación. —Así veo… —murmuró en respuesta. 

Si por un momento pareció molestarse por aquella actitud inicial que había tomado el rubio, ahora mismo no estaba más que preocupado. Ese desorden y despreocupación solo marcaba una inestabilidad en su persona, una inestabilidad que Bakugou había sabido cubrir por fuera, dejando que su propio apartamento hablase por él mismo.

Se acomodó en el sofá y dejó descansar ambas palmas de sus manos a por sobre sus propias rodillas, dándose el momento de seguir observando todo su alrededor a sabiendas de que Bakugou estaba a la espera de lo que fuese que dijera. 

En uno de esos momentos en que permanecía con su mirada analítica, observó aquel peluche que él mismo le había obsequiado hace un tiempo atrás sentado a su lado, manteniéndose intacto como en un inicio. 

Izuku no pudo evitar dirigir sus esmeraldas hasta sus propias rodillas, esbozando una pequeña y disimulada sonrisa ante aquel detalle. 

—Bueno, ¿de qué quieres hablar? —preguntó Bakugou frente a él, manteniendo una postura recta e incluso bastante tensa. 

Izuku observó el agua moverse levemente ante el reciente tacto con la mesa, y alzó sus ojos decididos. 

¿Se daría el tiempo de elegir las palabras correctas? Esta vez no. 

— ¿Hasta cuando seguiremos con esta farsa? —preguntó ya cansado, entrelazando sus manos y clavando su mirada seria sobre Katsuki. 

De alguna manera sabía que debía ser cuidadoso con las palabras que debía escoger, pero estaba cansado. Cansado de la situación y cansado de solo preocuparse a por las reacciones de los demás ante sus propias palabras, olvidando y dejando pasar a llevar sus propias emociones, sentimientos y exigencias.

¿Por qué debía seguir fingiendo que no sabía nada? 

¿Por qué Bakugou luego de todo este tiempo, aún no era capaz de aclararle todo? 

¿Por qué lo confundía? 

Hacía apenas una semana atrás, él estaba comiendo pizza con el rubio mientras ambos reían, pensando que las cosas realmente estaban tomando un buen camino.

¿Y luego qué?

Luego no supo más, no vio más señales. Katsuki había dejado de ser su profesor de matemáticas y si en un inicio había cedido a darle su propio espacio, ahora mismo quería acabar con aquella incertidumbre. 

Era contradictorio, lo sabía perfectamente. Él mismo ya no se entendía y causaba mayor frustración en su propia persona, quería acabar con eso.

¿Es que era egoísta sentirse confundido y frustrado ante la situación? Aunque así lo fuese, ya no quería seguir con ello, quería quitar aquella hierba mala de raíz y si eso significaba preguntar de manera directa el punto de quiebre que hizo que ambos se separaran, pues entonces lo haría.

— ¿Hah? 

El tono de voz que había utilizado Bakugou había sido bastante molesto, incluso Izuku pudo notar como este mismo ante aquella pregunta se cruzó tanto de piernas como de brazos, apoyando su espalda sobre el sofá, con su mirada carmín altiva. 

Pero aún con ello Izuku se mantuvo en silencio, serio y sin romper el contacto visual, a la espera de una respuesta.

Ante ello, Bakugou giró levemente su rostro serio, rompiendo el contacto visual que mantenía con el pecoso para observar el propio vaso que hace unos segundos atrás le había extendido. —No entiendo a qué te refieres con eso, mocoso. —soltó sin más, continuando con la actitud de siempre. 

Con aquella actitud que no les permitía avanzar ni aclarar nada. 

Izuku frunció el ceño y volvió sus manos puños. — ¡Ya sé que eres tú, Katsuki! —exclamó cansado, levantándose del asiento y encarándolo. — ¡Eres el chico que me visitaba cada seis meses, ¿por qué insistes tanto en ocultarlo?! —soltó esta vez presionando con fuerza sus propios labios, evitando hablar de más por la rabia y confusión que sentía en aquellos momentos. 

Bakugou ante ello abrió sus ojos de manera leve, casi imperceptible, para luego apoyar su rostro sobre su mano derecha. —Yo soy tu profesor, tú eres mi alumno. —gruño en respuesta, con su mirada escarlata sobre él. 

Y fue la postura que mantenía de evidente relajo la que le molestó aún más, se observaba como un profesor escuchando los problemas de sus alumnos, anteponiendo entre ellos dos un enorme muro de concreto imposible de romper.

Izuku ante ello dio un paso hacia atrás, para luego negar con su propia cabeza. — ¡Lo eras! ¡Ahora ni siquiera vas a la academia! —exclamó molesto. — ¿Es que acaso has renunciado a tu sueño por esta situación? —inquirió esta vez preocupado, bajando su mirada jade deprimida sobre sus zapatillas rojas. —Si es así, entonces no lo hagas, no renuncies a lo que quieres, tú no eres así… —murmuró intentando sonar estable, aún si su propia garganta le batallaba por romper, ejerciendole presión.

Bakugou clavó sus manos sobre los brazos del sofá y presionó sus dedos con molestia sobre la tela. —Escúchame bien… lo diré solo una maldita vez y espero que te quede claro. —soltó Bakugou con ira. —Lo que yo haga o deje de hacer, a ti no te incumbe. No confundas las cosas, maldita sea. 

Aquello había sido el punto de quiebre para que Izuku perdiera el control de todo su sistema.

Bajó su mirada por unos segundos y mientras soportaba los temblores invadir cada espacio de su cuerpo, fue cuestión de segundos para su estallido.

Alzó su mirada esmeralda brillosa por la frustración y con sus cejas fruncidas exclamó. — ¡Estoy cansado!

Acto seguido, deslizó con rapidez la pequeña mesa que les separaba con fuerza y se lanzó contra él.

El sofá ante el impacto cayó en contra el suelo e Izuku se mantuvo frente a él aún ante la caída de ambos, posando sus manos sobre los hombros del rubio. Y manteniendo su mirada frustrada y molesta, comenzó a soltar todo lo que había acumulado durante todo este tiempo en su interior. — ¡Eres un idiota, a pesar de todos los años que han pasado sigues siendo igual de terco, ¿cómo demonios quieres que me acerque a ti si tú lo único que haces es alejarme?! —exclamó frente a él, observando aquellas escarlatas sorprendidas. — ¡Si tanto quieres que me aleje, entonces no me confundas, no me des esperanzas a que las cosas cambien! ¡Lo único que ha sucedido es estar en la espera de un tal vez de tu parte! —añadió con su voz quebrada, mientras esperaba una respuesta de Katsuki.

Respuesta que no llegó.

Las escarlatas perplejas se mantuvieron frente a él por unos segundos, hasta que en medio del silencio, el rubio ceniza solo giró su rostro, deshaciendo el contacto visual que tenía con el pecoso.

Esa simple acción provocó que Izuku entendiera muchas cosas y fue en ese momento en que sus jades se abrieron con terror por un momento.

Con su rostro frente a él sin romper la posición actual, simplemente atinó a bajar su mirada con lentitud y con sus ojos llorosos, murmuro: —Ya… ya estoy cansado de esto. —soltó con sus esmeraldas quebradas. —Lo único que pido es una aclaración de porqué sucedió todo esto, yo quiero entenderte. —agregó. — ¿Qué es lo que quieres hacer? Al menos dime eso.

Katsuki luego de unos minutos que se mantuvo observando una maceta que se mantenía en el suelo, contestó:
Quiero que me dejen solo. —declaró, para que Izuku sonriera con tristeza y asintiera en silencio.

—Ya veo, lamento mi interrupción. —murmuró para levantarse e ir hacia la entrada. Se puso su calzado y mientras daba pequeños golpecitos en la punta de su pie para acomodarlos, murmuró con la voz quebrada. —C-cualquier cosa que necesites… sabes que tienes mi número. —dijo con dificultad, para abrir la puerta y con su antebrazo sobre sus ojos, salir del apartamento.

Katsuki se quedó en el suelo sin mover un músculo, con su mirada perdida. Así se mantuvo hasta que escucho la puerta del baño abrirse.

— ¡Imbécil, esta era tu oportunidad! —exclamó Kenjirou. — ¡Y si tú eres un imbécil, entonces yo soy el rey de los imbéciles por haber hecho esa mierda! —agregó rascando sus cabellos rojizos observando la puerta. — ¡¿Y dejaste que se fuera?! Demonios Bakugou, no te preocupes, yo iré y hablaré con él. —añadió colocando su calzado con rapidez. —Ah, también eres libre de dejar de hablarme si quieres, realmente quería ayudarte, ya es el colmo que estés sucumbido en esta mierda, ya no eras tú y pensé que quizá el estar en buenos términos con ese chico te ayudaría. Error mío. —agregó para luego, perderse de la puerta y correr hacia donde el pecoso.

Katsuki luego de unos largos minutos, deslizó su mano por sobre sus ojos, aún en el suelo. —A nadie le he pedido una maldita ayuda ni tampoco comprensión… ¿Por qué demonios se empeñan tanto en joderme?

Fue su pensamiento para cuando su teléfono comenzó a vibrar de manera incesante. Le ignoró por completo, pero la insistencia fue tanta que tuvo que abrirlo.

Llamadas insistentes y un mensaje en particular.

"¿Recuerdas cuando te dije que en caso de necesitarte otra vez te llamaría? Bueno, ¡te he estado llamando, pero no respondes, Bakugou! 
Tienes hasta el lunes para presentarte."

Lo leyó con rapidez y acabó azotando su cabellera rubia ceniza contra el suelo. —Genial, lo que me faltaba. —soltó.

Ese maldito mensaje solo empeoraba las cosas, de algún modo los eventos solo le estaban presionando a actuar, más que simplemente dejarse estar.

__________________________________________

¡Hola!

Hoy acabo de rendir uno de mis exámenes finales y aproveché para ajustar los últimos detallitos de esta mini maratón que les he traido!

En serio espero que lo disfruten y que por sobre todo, estén bien junto a todos sus seres queridos mis corazones 💕.

Desde ya me disculpo si se me ha pasado algún detalle o estoy media oxidada en cuanto a la escritura. -Universidad yo te maldigo.-

Continue Reading

You'll Also Like

187K 24K 116
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
966K 102K 142
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
171K 14.5K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
495K 50.7K 127
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...