Miré la gran pantalla donde veríamos la película que tantas ganas tenía de ver. Cuando le comenté a Popee la adaptación de un libro famoso de romance que iban a hacer, él me prometió ir a verla juntos cuando saliera. Y ahí estábamos, sentados en el cine, observando cómo la protagonista cometía error tras error pero aún así todo le salía bien. Ella siempre acababa con el chico de sus sueños y todos sus problemas se resolvían. Por un momento deseé ser una protagonista de alguna serie, a ver si de alguna forma mágica se resolvían todos mis problemas.
Suspiré con pocas ganas cuando acabó la película. Tenía tantas ganas de verla... Pero después de mi discusión con Julia nada era como antes. Me acordé del día que fuimos todos a ver una película y cómo nos divertimos. Me sentí mal porque había perdido a la mayoría de mis amigos. Pero, ¿cómo pasó eso? No hice nada mal, ¿verdad? Entonces, ¿cómo llegamos a este punto?
—Amor, ¿estás bien? Has estado muy callada durante todo el camino. —mi novio me miró con preocupación.
Sus manos se posaron en mis mejillas y levantó mi rostro suavemente. Su mirada... Aquellos ojos tan fríos al principio, después azules como el mar, y en ese momento claros como el cielo. Esa mirada que me relajaba tanto, que me mantenía serena y en paz. Lo abracé y simplemente le dije que me sentía algo mal. Sé que no me creyó, pero de todas formas nos fuimos del cine para pasear un rato y encontrar algún lugar para cenar.
—¿A dónde quieres ir? —le pregunté mientras lo tomaba de la mano.
—¿Qué tal si vamos a un restaurante?
Le miré de reojo con una mirada incrédula. ¿Quién va a comer a un restaurante después de ver una película? Normalmente uno se va a cenar a un lugar de comida rápida.
—No te preocupes, yo pago. —comentó.
Entonces me acordé que su familia era rica, aunque no estaba segura de si él lo era.
—Uhm... Creo que es mejor algo más...Uhm... ¿No prefieres ir a otro lugar?
No sabía cómo decirle que me sentaba mal hacerle pagar por la cena. Solían decir que los chicos debían pagar todo, pero no lo veía muy justo. Además, sería más divertido en otro lugar donde podríamos hablar alto y reír.
—¿Quieres ir a mi casa? Podemos cocinar algo allí.
—Hmm... —miré la hora en mi móvil— Mi hermano no está en casa, se ha ido con unos amigos de fiesta. Si quieres podemos ir a la mía.
Popee asintió y tomamos el tren para volver a mi casa. Cuando llegamos allí, intenté ordenar la cocina como pude, aunque había platos sin limpiar y cosas muy desordenadas.
—A mí hermano le gusta mucho cocinar pero no limpiar el desastre de después... —dije limpiando los platos.
—No pasa nada —contestó Popee abriendo la nevera para buscar algo para cocinar—. No tenéis mucha cosa... —susurró.
Él tan directo como siempre.
—Creo que puedo preparar pan de pizza... Así lo llama el chofer.
—¿El chofer te enseñó?
—Cuando los sirvientes se van, el chofer suele entrar en casa para picar. Una vez me enseñó a hacer diferentes platos sencillos, y uno de ellos es el pan de pizza —comenzó a explicar con una sonrisa en su cara—. Solo necesitas pan, queso y jamón dulce. También algunas especias para dar sabor... Es bastante sencillo.
—Ya veo. —Dije mientras miraba cómo cocinaba el plato.
No tardó mucho en acabar de prepararlo. Mientras esperaba serví la bebida para ambo, y lo esperé en la mesa del comedor. Ambos comimos lo que preparó y, a decir verdad, estaba bastante bien. Al acabar nos sentamos en el sofá y encendimos la televisión. Era un bonito momento para estar juntos y pasar aunque sea una horas antes de que viniera mi hermano a casa. Estábamos echados y abrazados en el sofá, ambos mirando la pantalla brillante del televisor.
—Una cosa.
—Dime. —contesté.
—Antes dijiste que te sentías mal, pero no parece que estés malita... ¿Qué te pasaba?
—Pues... —tragué saliva. Sabía que no le gustaba que hablara sobre Julia ni Kedamono, pero tenía que hacerlo— Estaba pensando en la vez que fuimos al cine con los demás... Extraño esos días.
Sentí como me abrazaba y me daba un beso en la cabeza. Mi corazón empezó a latir a mil por hora al sentirlo tan cerca de mí.
—Siento mucho que te sientas así... Pero todo cambia con el tiempo. Por mucho que extrañes esos recuerdos, no puedes volver al pasado. Lo hecho hecho está. Simplemente agradece que existieron esos momentos donde fuiste feliz y vive el presente.
—¿Lo dices por experiencia propia?
—Me lo contó el chofer.
—Oh...
—Pero me alegro de que me lo hayas contado. No quiero que te sientas mal, quiero que seas capaz de contarme todo lo que te molesta o te gusta, quiero que me lo cuentes todo... Y que confíes en mí. —dijo cerca de mi oreja, dándome cosquillas por eso.
—Sí... Yo también. Si algo te molesta, cuéntamelo. Siempre estaré allí para ti.—giré mi cabeza para mirarlo.
—Siempre.
———ALERTA LIMONCIO———
Nuestros ojos se encontraron y no permitían que desviáramos la mirada. Su mano se posó en mi mejilla y me atrajo hacia él, provocando que nuestros labios se rozaran. Cerramos los ojos y dejamos que todo fluyera lentamente. Sus besos eran tan dulces y a la vez tan salvajes que me atrapaban. Me giré completamente para estar frente a frente, mientras sus manos se posaban en mi cintura y poco a poco iban bajando. Entre beso y beso dejabamos que nuestras lenguas se juntaran y desataran las ganas que teníamos de estar juntos. No podía evitar tocar su cabello, tan suave que parecía una nube, mientras él tocaba mi trasero. En esos momentos me sentía tan bien, tan sexy y tan caliente... Quería estar con él toda la noche, sin parar y sin pensar en nada ni en nadie más. Nuestros besos se volvieron desesperados que cada vez me sentía más cerca de él, hasta podía sentir su miembro contra mi parte íntima. Aquel roce que me volvía loca y me hacía querer más y más... Su mano chocó contra mi trasero, y sin darme cuenta empezó a desatar mi pantalón. Me miró con aquellos ojos que te robaban el suspiro y empezó a bajar hasta llegar a mis pechos. Jugó y besó cada pezón, los lamió e hizo que sintiera cosas que nunca había sentido. Su lengua no dejaba de ir de un lado hacia otro, para después seguir bajando y llegar a mi parte íntima. Besó mis labios por encima de mis bragas y empezó a tocar suavemente aquella zona, volviendo a su posición inicial para poder volver a besarme en la boca. Primero empezó tocando los labios exteriores, luego los interiores y continuó hasta mi clítoris, que tocaba suavemente aún si quería que lo hiciera más rápido. Parecía que se divertía torturándome de esa forma, pero al final empezó a aumentar la velocidad procurando no hacerme daño. Entre roce y roce acabó sacando mis bragas y continuó con aquel movimiento circular que me volvía loca. Le pedí que siguiera entre gemidos, porque no sabía cuánto tiempo aguantaría así. Acabó llevando su lengua hacia mi zona íntima y la movió de un lado a otro de mi clítoris, cambiando los movimientos para ver cual me gustaba más. Cada vez que sentía que iba a correrme, él empezaba a bajar el ritmo, solo para escuchar mis gemidos pidiendo más. De tanto roce acabé sintiendo aquella sensación tan placentera de la que tanto había oído hablar. Sentí como si tocara el cielo por unos segundos, dejando escapar un fuerte gemido de mis labios. Acabé en el sofá descansando mientras Popee me daba un beso en la frente. Me recuperé más rápido de lo que pensaba, y las ganas de seguir besándolo volvieron, al igual que mi hermano a casa. Me llamó al móvil porque se había dejado las llaves.
Antes de que entrara a casa nos aseguramos de que todo estaba en orden y yo me fui a refrescar en el lavabo. Mi hermano habló un rato con Popee mientras yo procesaba lo que acababa de pasar. Mi corazón seguía latiendo de tantas emociones pero conseguí recomponerme.
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Hellow!
OS HE EXTRAÑADO <3
Perdón por no subir nada, pero estaba estudiando para los exámenes de acceso a la universidad. Ya los he acabado hace dos días, pero esos dos días he estado de fiesta celebrando que los había acabado xdxd
Pero ya estoy aquí. ¿Qué tal te ha ido durante este tiempo? ¿Sigues en confinamiento o no? Recuerda la mascarilla y lavarte las manos uwu
Curiosidad +18: al hacer los tocamientos tenéis que aseguraros de que vuestra pareja no tenga ninguna enfermedad (sea portador o la padezca). Si no estáis seguros, usad protección (ya sea masculina o femenina) y cuidadito con la boca e.e
Ya sé que quizás no os importa PERO mis exámenes los hice en cuatro días muy turbios. Hice siete TwT El que peor me fue es mates, incluso vi a gente llorando al acabar el examen. Esa cosa era del diablo xdxd (aunque hay gente a la que le ha ido genial y me alegro por ellos :3)
Si has hecho los exámenes de acceso a la universidad, ¿qué tal te han ido? Espero que genial uwu
Eso es todo por hoy, ¡nos leemos luego!
¡Cuídate!