Arrasando con la Magia.

By Sakrei

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Todos alguna vez hemos oído sobre la magia. Esa fuerza milagrosa que crea situaciones fantásticas que todos q... More

Introducción
Capítulo 1 - La traición Celestina -
Capítulo 2 - El Cazador y el Caballero -
Capítulo 3 - Verdades Simultaneas -
Capítulo 4 - Luz y fuego -
Capitulo 4.1 - Los rangos mágicos -
Capitulo 5-A - Batalla de pirómanos (Red) -
Capitulo 5-B- Batalla de piromanos (Sam) -
Capitulo 6 - Las puertas y la esfera -
Capitulo 7 - Los engendros de Cerbero -
Capitulo 8 - La llegada de Cerbero -
Capitulo 9 - La luz al final del túnel -
Capitulo 10 - De ángeles y demonios -
Capítulo 11 - Entre luces y sombras -
Capitulo 12 - El orbe de corrupción -
Capítulo 13 - Encuentros Vitales -
Capítulo 14 - El Rey de Celestia -
Capítulo 14.1 - Sueños y pesadillas -
Capítulo 15 - El despertar -
Capítulo 16 - El escuadrón de defensa Azureblade -
Capítulo 17 - El desconfiar del ángel -
Capítulo 18 - Luz vs. Luz -
Capítulo 19 - El Frío de la Verdad -
Capítulo 20 - Aquello que extingue el poder -
Capitulo 21 - La historia de otro cazador (Perspectiva Zack) -
Capitulo 22 - Amperial, El Señor de los Truenos -
Capitulo 23 - Reprensión Azureblade -
Capitulo 24 - Batalla de Cazadores -
Capitulo 24.1 - Llenando huecos -
Capitulo 25 - El dragón, los soldados y las bestias -
Capitulo 26 - El amor en los tiempos de GUERRA Parte 1 -
Capitulo 27 - El Señor de las Almas parte 1 -
Capitulo 28 - El Señor de las Almas parte 2 -
Capitulo 29 - El amor en los tiempos de Guerra parte 2 -
Capitulo 30 - Estalla la guerra parte 1 -
Capitulo 31 - Duelo por Úlgur -
Capitulo 32 - Ethan of the Cerulean Saber -
Capitulo 33 - Michelangelo of the deific Rapier -
Capitulo 34 - Sam of the Resonance -
Capitulo 34.1 - De técnicas y otros demonios -
Capitulo 35 - Reunión en el Palacio Real -
Capitulo 36 - Lluvia -
Capitulo 37 - La Batalla de los Celestes -
Capitulo 38 - Blindaje y Truenos -
Capitulo 39 - La Traición Celestina parte 2 -
Capitulo 40 - Lazos a través del tiempo -
Capitulo 41 - El Regreso del Dragón y El de Ojos Azules -
Capitulo 42 - Cortando lapsos -
Capitulo 43 - La Biblioteca de la Infinidad -
Capitulo 44 - ¿Se puede vaciar la mente?
Capitulo 44.1 - A mi luz veraniega -
Capitulo 45 - Oreshiam -
Capitulo 46 - Léger et espoir -
Capitulo 47 - Rypserk of the Panzer -
Capitulo 49 - Miedo - Cerbero
Capitulo 50 - Verdades simultaneas parte 2 - Rypserk
Capitulo 51 - Fratricida -
Capitulo 52 - Rocío de luz de luna -
Capitulo 53 - Conflicto -
Capitulo 54 - Venganza de Sangre -
Capitulo 55 - Polvo -
Capítulo 56 - Antimage Hunters -
Capítulo 57 - Furia Azureblade -
Capítulo 58 - Desesperación -
Capítulo 59 - Caras -
Capítulo 60 - Batalla de pirómanos parte 2 -
Capitulo 61 - Resonancia -
Capítulo 62 - Entre luces y sombras, parte 2 -
Capítulo 63 - Thanalitos -
Capítulo 64 - Exoria Blazer -
Capítulo 65 - La Batalla por el Reino Aloque -
Capítulo final - Estoque y Sable, Batalla de Hermanos -

Capitulo 48 - El cazador y el caballero parte 2 -

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By Sakrei

Seis anillos rúnicos rodearon al señor de las almas. Brillaban en un fuerte e intenso color plateado, ligeramente azulado. Las luces de su pecho se tornaron azul aguamarina. Una serie de almas verdes y azules comenzaron a salir de sus mangas y pecho, envolviéndolo completamente, formando una especie de armadura de placas, no parecía muy pesado. Una especie de bufanda doble se almas azules se formó alrededor de su cuello. En los libros que había leído Ethan, se mostraban imágenes de armaduras parecidas, se les conocía con el nombre de ¨cibernéticas¨, aunque solo pertenecían a la imaginación de unos cuantos.

En pocos segundos, la armadura verde, tan oscura que parecía negro, se formó. Unos halos de energía se invocaron en la espalda del tipo, seguidos de una expulsión pseudo plasmática de los mismos, formando unas alas abstractas y tribales. Rypserk levantó ambos estoques, se agachó hasta el punto que sus piernas eran unos ángulos rectos paralelos.

-          ¡Blitzkrieg…! – Gritó con voz distorsionada – ¡Paso constante!

Y dando un paso, salió disparado hacia Cerbero, a una velocidad tan alta que era casi imposible seguirle el ritmo, ni siquiera el mismo perro. Con el primer paso le cortó ambas piernas derechas, provocando que el titán cayera. Luego dio otro paso para cambiar de dirección, cortando la pata derecha trasera, continuando con la delantera, para luego comenzar a hacer cortes mínimos a ultra velocidad, cambiando de dirección múltiples veces. Volvió al punto inicial, aún en pie, se detuvo por unos momentos, bajó la cabeza, re empuñó los estoques y levantó la mirada.

-          ¡¿Qué significa esto Rypserk!? – Pregunta el chico alado con preocupación, le coloca una mano en el hombro al tipo, pero se percata de que su armadura está hirviendo – Auch… Esto está hirviendo…Ryp, necesitas—

-          Aún no he terminado – Interrumpe – ¡Taladro!

Oscilando los estoques hacia los lados, Rypserk dio otro paso, otro impulso, en el aire comenzó a girar, poniendo los estoques hacia el frente, apuntando directo a la maciza cadena que enrollaba las cabezas del perro. Este observaba al tipo mientras rápidamente se le acercaba, pensó en una última defensa, así que rugió potentemente, haciendo que un muro de cadenas gruesas se formara, justo como antes. Pero esto no le importó a Rypserk, él siguió girando y embistiendo contra la pared, pero las cadenas resistían a la perfección. Grandes chispas salían de la fricción, cada vez impidiendo al señor de las almas seguir girando. Cuando el continuar se hizo inútil, Rypserk cayó al piso de rodillas, Miguelangel fue volando hacia él, pero aún estando a varios metros de él, podía sentir un intenso calor proveniente de su armadura

-          ¡Ryp, ¿Estás bien?! –

-          Por supuesto… estoy acostumbrado a las temperaturas extremas…el mundo de los muertos es tan frío como nada en el mundo…el infierno es diez veces más caliente que esto…esto…no es nada para mi

-          ¡No lo digo por eso! – le hace una señal a Sam para que se acerque – ¿Cómo puedes moverte después de usar el Panzer tan descuidadamente?

-          Yo…tengo mayor practica con él – Susurra – Lo he usado muchas veces, estoy más o menos acostumbrado

-          ¿Muchas veces? – pregunta – No es posible, tú cuerpo no resistiría hacer el panzer más de dos veces, de hecho, no deberías ser capaz de moverte…

Sam llega, se abre un poco el traje negro que portaba para las batallas. Se recoge el pelo en una cola de caballo y comienza a emitir viento en Rypserk, para así bajar la temperatura de su armadura.

-          Tengo que…contarte muchas cosas…pero por ahora—

Entonces, con un sonido que taladraba en los oídos, un portal se abrió de la nada, como una grieta en el espacio. Todos dirigieron su atención a aquel evento. Del portal salió disparado un tipo, vestía un atuendo de cuero, sin mangas, de un color café oscuro y negro. Sus manos estaban encendidas en relámpagos. El tipo se estrelló con la pared contraria a donde salió. Luego de él, muy lentamente, salió otro tipo, era exactamente igual a Miguelangel, solo que iba vestido de una gabardina negra hasta las rodillas, con bordes y líneas plateadas, además de otros accesorios en plata. Del resto, eran unos pantalones negros, y unas botas hasta las rodillas con el mismo estilo de colores.

-          No, no, Helionhunter – decía el tipo – ¿Por qué los cazadores de demonios son tan estúpidos?

-          Tal vez si los exorcistas no fueran tan piadosos e inútiles, no existiríamos los cazadores

-          ¡¿Qué dijiste Helionhunter?!

-          ¡Lo que oíste imbécil!

Acto seguido, el uno cargó contra el otro, uno con relámpagos y el otro con un humo de color plata, ligeramente azulado. El que se parecía a Miguelangel, se había convertido en aquel humo, para luego separarse en cinco rastros que iban hacia el otro tipo.

-          Vamos HelionHunter – Decía cada rastro al unísono -- ¿Cuál soy yo?

El otro tipo parecía confundido, estaba formando una esfera de energía entre sus manos mientras trataba de pensar cuál era el correcto.

-          Ehmmm… tú eres…Ehmmm… - convirtió la esfera en una Red, la lanzó como una onda expansiva golpeando a todos los rastros de humo

El tipo del humo gritó de dolor, mientras los rastros se juntaban en un solo ser, volviendo a ser un ente físico.

-          Muy bien Zack – decía el tipo – Ya lo tienes –

Ethan se queda mirando al tipo de los relámpagos, se le hacía muy familiar, era como si lo hubiese visto antes.

-          ¿Zack? – preguntó - ¿Zack HelionHunter?

El tipo volteó, entrecerró los ojos para divisar mejor quién lo llamaba. Al ver al ojiazul, una sonrisa dominó su rostro.

-          Así que lograron revivirte – anunció – Bien hecho Migue, ¿Cómo lo hiciste?... Y también, ¿Cómo hiciste para volver tus ojos cafés otra vez?

-          ¿Revivir? – pregunta el chico alado – Ethan nunca ha muerto, ¿A qué te refieres, Zack?

Zack se sorprende, rasca su nuca y se pone a pensar. El otro tipo, el que se parecía a Miguelangel, se le acercó.

-          ¿No lo recuerdas? – decía – Cuando nos encontramos en aquella base subterránea, tú mano estaba a punto de ser corrompida por el maná corrupto, la mía estaba siendo destruida por la Niebla Divina, y al juntarlas pudimos contener el problema del otro, ¿Enserio no lo recuerdas?

-          No…sé de lo que están hablando – responde el otro – A Zack lo conocí hace dos años, pero a ti es la primera vez que te veo, y estoy seguro que recordaría una cara tan parecida a la mía

El otro sujeto se aleja un poco.

-          ¿Volviste a perder la memoria por el panzer? – pregunta nuevamente

-          Eso fue hace mucho – insiste – pero recalco que no te conozco

Cuando dijo esto, el que había sido llamado exorcista miró a Zack con cara de pocos amigos.

-          Bien hecho HelionHunter – replica – Nos mandaste a otra dimensión alterna

-          No, Migue – responde Zack – Esta es la dimensión correcta, aquí fue donde vine a parar la primera vez, ¿Recuerdas que cuando nos encontramos con aquel Miguelangel, dijo que no nos conocía? Debe ser que aquella era una dimensión paralela a esta

-          Cierto, no había pensado en ello…

Ethan y los demás miraban parlotear a los demás sobre dimensiones y esas cosas, aún sin entender nada. Rypserk había perdido la conciencia, estaba desmayado en las piernas de Sam.

-          Aquel Miguelangel dijo que tendría que ir al mundo de los muertos para reclamar el alma de Ethan – relataba Zack – ¿Me pregunto que habrá hecho después?

-          Espera – interrumpe Ethan - ¿Ir al mundo de los muertos y derrotar a la muerte? Recuerdo que Rypserk nos dijo algo así hace tiempo

Todos vuelven su atención hacia el desmayado señor de las almas, cuya armadura lentamente desaparecía, dejándolo con su traje normal, pero la capucha se cayó, dejando ver la cara de Rypserk. Zack y el otro Miguelangel parecían impresionados.

-          ¿Este quién es? – pregunta Zack

-          Es Rypserk, el señor de las almas – responde Sam – Ahora está inconsciente por aguantar tanto calor en su cuerpo, Red ¿Podrías darme una mano?

-          Claro – se acerca

Zack, los dos Miguelangel e Ethan se reúnen para hablar.

-          Oigan, el mundo al que fuimos a parar por segunda vez, donde todo era casi igual a este, allí Ethan había sido asesinado, y el Miguelangel de aquella dimensión  intentaba llegar a Oreshiam o algo así, allí había una puerta al mundo de los muertos, pretendía revivir a  Ethan

-          ¿Y-yo…muerto? – se preguntaba Ethan - ¿De qué morí?

-          Descuartizado por engendros de maná o algo así – responde el exorcista

-          ¿Engendros de maná?

-          No llegué a comprenderlo bien, pero según lo que entendí eran—

-          Personas contaminadas con maná corrupto – responde Rypserk a la lejanía, levantándose en almas y acercándose – Todo por nuestra culpa…y no, no logré revivir a Ethan

Todos se alarman con dicha respuesta, en especial el par de otra dimensión. Tanto Zack como el exorcista lo reparaban de arriba abajo, como si quisieran entender algo.

-          ¿A qué te refieres…Rypserk era? – pregunta Zack

-          Es…complicado…yo-

Pero antes de que pudiera decir una palabra más, una gran cantidad de viento sopló desde el otro lado de la pared de cadenas que había puesto Cerbero. Por alguna razón, todos voltearon a mirar a Sam, hasta el cazador y el exorcista.

-          ¿Qué? Yo no fui

Las cadenas comenzaron a moverse lentamente, desapareciendo de la misma forma en que habían aparecido, pero cuando se retiraron, Cerbero ya no estaba ahí. Mucho humo denso impedía ver correctamente lo que acontecía. El exorcista levantó una mano, todo el humo fue a parar a su mano, permitiendo ver a una persona arrodillada en el piso, justo en medio de los cuatro enormes charcos de sangre provenientes de las patas del can.

-          ¿Ese quién es? – pregunta Ethan

El tipo, muy lentamente, se puso de pie, parecía un tipo normal, de contextura delgada pero atlética, muy alto, tenía el cabello negro con unos cuantos mechones grises. Su piel era trigueña, y portaba una armadura de color vino tinto oscuro. Cada hombrera era la cabeza de un perro rabioso, con la boca abierta y ojos brillantes, en la pechera se encontraba lo mismo, pero esta cabeza era más grande,  tanto así que ocupaba la pechera entera, en la boca de esta cabeza había una esfera que parecía de cristal, era de un color naranja brillante, casi tanto como los ojos de las cabezas. La pechera en total solo protegía hasta un poco más arriba del ombligo. No portaba mangas, o algo que protegiese sus brazos, solo unos guates te cuero negro, lo mismo con las piernas, los pantalones parecían remendados en varias partes, y en los pies unas pesadas botas en forma de patas.

Hasta ahora había estado con los ojos cerrados, pero cuando los abrió, un fuerte destello de color verde claro salió disparado. Parecía estar loco o algo por el estilo, ya que discutía con personas que no estaban allí.

-          ¿A ese tipo que le pasa? – pregunta Ethan

Rypserk lo miraba con horror en sus ojos, lo cual era raro en él, ya que muy rara vez expresaba algún sentimiento. Comenzó a mirar frenéticamente a todos lados, como si buscara algo.

-          ¡Blazer! ¡Blazer! – gritaba

-          ¿Qué? Aquí estoy, tranquilo

-          ¡Tú no! – saca un artefacto de extraña apariencia de su traje - ¡Oye Ash, responde!

Una ¨raja dimensional¨ se abrió, y de ella salió aquel tipo idéntico a Red, solo que era mucho más alto. Parecía mayor, de unos 26 o 27 años, parte de su cabello se había vuelto negro. Portaba una chaqueta negra mangas largas, bordes rojos y en la espalda la insignia Blazer. Sus pantalones eran ajustados y negros por igual. Llevaba zapatos negros, cuya suela era beige.

-          Al fin llegas a la parte de Cerbero – decía con tono irónico – oh, mierda, ahí estoy yo… Vaya que era guapo a los dieciocho

-          Espera – interrumpe Red - ¿Tú eres yo…d-del futuro?

-          De otra realidad – menciona – pero ya habrá tiempo para… ¡Sam!

La abraza fuertemente, mientras se le salen unas cuantas lágrimas y habla con voz quebrada.

-          ¡Sam…te extrañé mucho…no sabes lo horribles con son mis días sin ti!

-          Blazer, tranquilízate, recuerda que esa no es tu Sam

El tipo se detiene al acto, se seca las lágrimas y se acerca a Rypserk, quién le susurra algo, inmediatamente aquel Red invocó una espada dorada delgada, la osciló verticalmente, creando una grieta dimensional, entro en ella y desapareció. La chica se queda extrañada por eso.

El cazador y el exorcista estaban un poco confundidos con el tipo que hablaba solo. Miguelangel estaba hablando con Ethan sobre la mejor opción para derrotar a ese nuevo Cerbero, además de considerar la posibilidad de usar los gravitones. Red y Sam hablaban del otro Ash, bromeando sobre su aspecto y demás. Lyte miraba perdidamente al Cerbero humanizado, quién aún seguía discutiendo consigo mismo. Rypserk solo estaba allí parado.

-          Bien, ese que ven allá es Cerbero, deberían saberlo – Comienza a explicar el señor de las almas – La única forma de derrotarlo…o la que conozco es—

Zack y el otro Miguelangel interrumpen casi al unísono:

-          ¡¿Ese es Cerbero?!

-          ¡¿El perro?! – Recalca Zack

-          ¡¿El demonio?! – Recalca el exorcista

-          Sí y sí – responde Rypserk – ahora, lo que tenemos que hacer es—

Tanto Zack como el exorcista salieron disparados hacia Cerbero. Zack sacó un par de ballestas y a un ritmo ilógico comenzó a disparar flechas electrificadas. El exorcista invocaba una claymore con aquel humo de plata mientras cargaba contra el sujeto, desapareciendo en el último momento. Cerbero parecía molesto, dio un pisotón y sacó dos hachas grandes, una para cada mano. Cargó contra Zack a una velocidad impresionante, bañándolo con un bombardeo de tajos poderosos. Zack era lo suficientemente ágil para esquivarlos, él sabía que si tan solo uno de esos golpes acertaba, sería lo último que sabrían de él. El exorcista apareció a un costado de Cerbero, con aquella claymore brillando.

-          ¡Eres mi escudo, mi verdad y mi alma, toma la forma de mi corazón y purifica las bestias del mal! – levanta la claymore sobre Cerbero - ¡Úlgur!

La claymore comenzó a brillar, el exorcista logró cercenarle un brazo a Cerbero, pero él logró reaccionar lo suficientemente rápido como para que solo le cortara hasta la altura del codo. En un movimiento defensivo, enganchó una de sus hachas en una de las ballestas de Zack, esquivó un tajo del exorcista y lo pateó poderosamente, mandándolo a volar hasta la pared. Atrajo a Zack hacia sí y lo cabeceó tan fuerte que lo dejó noqueado.

-          ¿Qué estamos esperando? – anuncia Ethan - ¡Nosotros somos los Antimagos, nosotros somos los encargados de destruir a Tenebrarum, y para eso tenemos que acabar con Cerbero, a ellos no les corresponde, vamos a ayudar!

Se tele transportó detrás de Cerbero, en un momento pensó en arrebatarle su maná, pero recordó cuando lo intentó con el general Garrison en Garrim, así que encendió a Cerúleo y Níveo, colocando al primero con la cuchilla hacia abajo, como solía hacerlo. Pateó a Cerbero en la nuca, haciéndolo retroceder varios metros, luego se transportó frente a él, cortando el hacha que llevaba en el brazo que le quedaba, luego pateándolo en la cara ascendentemente, lo cual lo levantó en el aire. Estando arriba, fue bombardeado por una lluvia de flechas de parte de Miguelangel. Rypserk invocó un estoque con la mano derecha, voló rápidamente hacia Cerbero y, a alta velocidad, ejecutó varios cortes en su cuerpo, en las partes que su armadura no cubría. Ethan apuntó con su mano derecha a Miguelangel, y con la Izquierda hacia arriba de Cerbero, como resultado, su hermano fue teletransportado, pero no perdió tiempo en impresionarse, disparó una flecha poderosa, su nombre era Gnadenschuss, el tiro de gracia. Pero apuntó muy abajo, asestando el golpe en la armadura de Cerbero, lo cual lo mandó hacia abajo. El tipo parecía molesto, pensó en que cuando aterrizara, podría atacar y masacrar muy fácilmente a aquella ¨pandilla de pubertos con luces brillantes¨. Pero en el suelo, justo conde iba a caer, lo esperaba Sam, quién lo agarró antes de caer, lo levantó ligeramente en el aire, atizándolo numerosamente a lo largo de todo su cuerpo, para luego asestarle una patada descendente, haciendo un pequeño cráter en la tierra, después, con el mismo pie, lo levantó y lo empujó con una fuerte ventisca. Iba volando a toda velocidad hacia Red, parecía que se chocarían, pero en el último momento este se agachó, en el momento justo en que Cerbero pasaba por su cabeza.

-          ¡Feurigen Torrent!

Un enorme pilar de salvaje fuego se alzó alrededor de Red, envolviendo a Cerbero y alzándolo en el aire nuevamente. Ethan vió a Lyte, apunto a ella con su mano derecha y detrás de Cerbero con la izquierda. La chica fue teletransportada y, en el cielo de la caverna, invocó dos brazos de fuego gigantes, giró y asestó un poderoso puño contra Cerbero, azotándolo contra el fondo de la caverna.

-          ¿Lo logramos? – pregunta Sam

Cerbero no parecía levantarse, solo estaba allí tirado. Los Antimagos se reunieron, felicitándose mutuamente por la increíble paliza que le habían dado a Cerbero. Pero de repente, cadenas etéreas aparecieron por toda la habitación, esto le impedía el movimiento a todo el mundo. Solo había un pequeño espacio en donde no había cadenas, detrás del mismo Cerbero.

-          ¡Malditos mocosos! – anunciaba - ¡¿Quiénes se creen que son?!

En lo que Cerbero daba un monólogo de qué tan poderoso era y qué tan indignos eran los Antimagos, Ethan intentaba planear algo para salir de aquella situación.

-          Oye Imbo – Susurró - ¿Alguna vez intentaste hace una onda de choque?

-          Por supuesto – Responde el avatar – Soy muy fan de las ondas

-          Muy bien, checa esto

Ethan se tele transporta detrás de Cerbero, junta las emisiones de energía de Cerúleo y Níveo, luego oscila ambas cuchillas en una forma de ¨X¨, esto liberando dos ondas de choque de un color negro azulado.

-          ¡Getsuga Tensho! – Grita Imbo

-          ¡Maldita sea Imbo, nos van a demandar!

Pero Cerbero previó aquello, en un movimiento giratorio, esquivó el ataque de Ethan, para luego desplegar más cadenas sobre él. El grupo estaba atrapado, Rypserk en especial parecía preocupado.

-          ¡Mierda, esto no pasó con nosotros! – Decía - ¡Si Cerbero cierra su puño, las cadenas se calentaran tanto que quemarán nuestras almas!

Cerbero volvió su mirada contra él, le sonrió malvadamente y asintió con la cabeza.

-          Así es – decía mientras cerraba lentamente el puño, haciendo que los Antimagos comenzaran a gritar de dolor – Sufran bastardos ¡Sufran! Que bien que dejé inconsciente al cazador, al otro tipo le rompí el torso, y a ustedes los tengo en mi poder

Después de ello, desplegó una risa malvada y ahogada.

-          ¡Ahora los tengo a todos en mi poder!

-          No a todos

El exorcista apareció detrás de Cerbero, envuelto en aquel humo plateado, al parecer las cadenas no le afectaban.

-          ¡¡Es imposible, nadie puede soportar el ardor de mis cadenas!!

-          Bueno, ya encontraste uno, imbécil

Atiza a Cerbero con su palma abierta, esto hizo que un círculo rúnico de luz blanca se formara en el suelo, seguido de tres cruces de luz que atravesaron al tipo. El exorcista  puso una mano en su pecho, se arrodilló y cerró los ojos.

-          Tú que habitas al amparo del Altísimo, tú que vives al abrigo del Todopoderoso, dí al Señor: ¨Tú eres mi refugio, mi baluarte, mi maestro en quién confío¨. Él te liberará de la red del cazador y de la peste asoladora…

Los Antimagos, aún en su dolor infernal, miraban extrañados al exorcista, quién estaba recitando una especia de poesía o algo así.

-          Con sus plumas te resguardará, bajo sus alas te dará cobijo, escudo y armadura será su lealtad…No temerás el terror de la noche, ni la flecha que ondea de día, ni la peste que surca la niebla, ni la plaga que devasta a pleno día…

Zack comenzaba a levantarse poco a poco, tenía la vista nublada y se sentía muy mareado, su cráneo sangraba y su cuerpo se sentía pesado. Cerbero intentaba liberarse, ya que comenzaba a sentir que algo lo quemaba. El exorcista seguía recitando con plena calma. Cerbero no podía moverse por las cruces de luz.

-          Que caigan mil a tu lado, diez mil a tu diestra, ¡a ti no podrán alcanzarte! Sólo con abrir los ojos verás el escarmiento del malvado, porque Él es tu refugio, y has hecho del Altísimo tu amparo – Se pone de pié - ¡No vendrá sobre ti la desgracia, ni mal alguno alcanzará tu tienda, pues Él ordenará a sus ángeles protegerte en todas tus sendas, te llevarán en las palmas de sus manos para que tu pie no tropiece en la piedra….!

El círculo rúnico comenzó a brillar más intensamente, asimismo las cadenas se enfriaban, y una gran sensación de paz inundó la sala.

-          ¡Caminarás sobre el león y la víbora, pisarás al león y al dragón!  - pone su otra mano sobre Cerbero - ¡Voy a salvarlo pues se acogió a mí, lo protegeré, pues me conoce, me llamará y le responderé, estaré con él en la angustia, lo liberaré y lo engrandeceré…!

-          ¡No estarás…! – Interrumpe Cerbero altamente preocupado

-          Salmo noventa y uno, perra – dijo mientras sonreía - ¡¡Le daré una larga vida y le haré ver mi salvación!!

Al terminar, el círculo brillaba tan intensamente que iluminaba la caverna entera, todo tuvieron que apartar la mirada para no quedar ciegos. Junto con la luz, los gritos desgarrados de Cerbero, mientras pedía piedad y ayuda. Su piel ardía, sus ojos se nublaban y su cordura se rompía, estaba recibiendo un dolor mayor que cualquier otro que hubiese sentido hasta ese momento. Pero una cadena logró atravesar el pecho del exorcista, lo que lo hizo quitar una mano de Cerbero, interrumpiendo el ritual, el tipo aprovechó para huir del lugar, corrió hacia el fondo de la caverna, de allí se abrió una puerta que conducía a un túnel, por allí huyó. Ethan logró ver eso, y al liberarse de las cadenas le avisó a los demás que perseguiría a Cerbero, así lo hizo.

El exorcista apenas parecía dolerle su herida en el pecho, la cual humeaba. Con su mirada buscó a Zack, y al verlo tirado y derrotado esbozó una sonrisa.

-          Y luego que los exorcistas somos los inútiles

Fue hasta él y le curó sus heridas. Después de eso, todos se reunieron.

-          ¿Qué fue eso? – pregunta Miguelangel

-          ¿Qué cosa? – pregunta el otro Miguelangel

-          Lo que le hiciste a Cerbero, parecía un poema o algo así

-          Oh, no – sonríe – Es el salmo noventa y uno, no creo que lo conozcan, en este mundo no hay biblia

-          ¿Eso qué es? – pregunta Red

-          En pocas palabras es un libro

-          No me refería a eso – interrumpe el pelirrojo – Me refiero al Salmo noventa y uno

-          Ah, eso – forma un trono con el humo y se sienta, apoyándose en la mano derecha – Digamos que sí es un poema, o mejor dicho, una composición poética de alabanza, el salmo 91 es uno que normalmente se usa para protección, pero siendo uno de los más poderosos, si es usado contra cualquier criatura infernal, puede generar un daño sagrado de alta potencia

Todos se quedan impresionados con ello.

-          ¿Ese fue el que usaste cuando intentamos escapar de Uhn´Daron no? – pregunta Rypserk

-          ¿Tú como sabes eso?

-          Tengo mucho que explicar…

Pero entonces, una puerta dimensional se abre, al otro lado de esta se ve una ciudad completamente blanca, siendo atacada por criaturas indescriptibles, Zack y el exorcista se percataron de ello, se miraron preocupados y al unísono dijeron:

-          ¡Hunnajal está siendo atacada!

-          Tenemos que irnos – replica el exorcista – Fue un gusto volverlos a ver, ¡ciao!

Ambos atraviesan el portal sin más.

-          Irónico – dice Red – Un cazador amigo de un caballero, ¿Dónde habré escuchado eso?

-          Muy bien Ryp, ya puedes hablar

-          Está bien – se quita la capucha – Que esto sirva de prevención para lo que voy a decir…Yo soy tú.

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