ReaLove ©

Oleh MelanieDorado9

7.4K 1K 857

Han pasado seis meses desde que Em y Zac han tomado caminos distintos y la hora de volverse a ver está más ce... Lebih Banyak

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30

Capítulo 19

193 31 18
Oleh MelanieDorado9

Em

Miro el número desconocido más de lo necesario y me pregunto quién será. Es raro recibir llamadas de un extraño en un domingo por la tarde y no puedo evitar pensar en cosas negativas. Me armo de valor y deslizo el botón verde. Me relajo considerablemente cuando oigo la voz de Zac, pero todo se va al caño con lo que me dice.

—¿Ustedes hicieron qué? —bramo, iracunda y la mirada de Tara se transforma—. ¿En dónde?... Bien, estaré ahí en quince minutos.

Cuelgo la llamada sin darle la más mínima posibilidad de decirme algo más.

—¿Qué sucedió? —Su tono nervioso no pasa desapercibido.

—Están en la cárcel —suelto sin pensarlo un segundo.

El rostro de Tara se contorsiona por la preocupación y comienza a hiperventilar. Me reprendo por haberla puesto en ese estado en menos de dos segundos y voy a la cocina por un vaso de agua.

—Tranquila, se metieron en una pelea, pero ambos están bien —explico mientras ella se bebe todo el contenido del vaso.

—¿Los lastimaron?

—No lo creo, solo me dijo que alguien tiene que ir a pagar las fianzas. Iré y en media hora, si todo sale bien, los tres estaremos aquí —informo tomando mi bolso.

—Yo voy contigo.

—No, debes quedarte aquí y descansar.

—Em, no podré estar tranquila y te aseguro que estoy bien.

Suspiro y termino asintiendo sin discutir. Tara siempre gana, eso nunca va a cambiar, así que antes de lo que podemos imaginar nos encontramos de camino a la comisaría en donde tienen a nuestros chicos.

No sé qué pudo haber pasado con exactitud, pero tengo en claro una cosa, la violencia se podría haber evitado y me cuesta mucho trabajo imaginar a Aiden golpeando a alguien. No digo que Zac sea una mala influencia, aunque estoy segura de que tuvo mucho que ver en todo esto porque él no es una persona que ignore una situación así. Zac ama pelear y estoy orgullosa de que se dedique a lo que ama, pero yo lo detesto y no le veo sentido a un deporte en lo que lo único que se hace es herir al contrincante hasta que ya no pueda mantenerse de pie. No me gusta ver a Zac pelear y me hace sentir culpable admitir eso. Mi deber es apoyarlo como sé que él me ha apoyado a mí, aunque me cuesta bastante pensar en algo positivo cuando estoy aparcando en una estación de policía para pagar su fianza.

Intento convencer a Tara de que se quede en el auto, pero mi mejor amiga no acepta mi resolución y es la primera en salir del vehículo para meterse en el pequeño edificio de la ley. Sigo sus pasos tan rápido como puedo y cuando por fin la alcanzo, la veo hablando con uno de los oficiales que están detrás del mostrador. El lugar es bastante ruidoso y apenas oigo lo que dicen antes de que él le dé unos formularios para llenar.

—Este es el de Zac. —Me entrega los papeles y los firmo sin leerlos siquiera.

Está mal y toda la furia que siento, se transforma en preocupación cuando caigo en la cuenta de que ambos están en una asquerosa celda y quien sabe en qué situación.

—Esperen aquí —nos pide con la voz más amable que le sale.

Ambas nos sentamos en las desastrosas sillas de la sala de espera y mi pierna comienza a rebotar sin parar por los nervios. Mi amiga toma mi mano y un suspiro entrecortado abandona mi cuerpo, voy a matarlos y ya lo decidí. Yo puedo tolerar las estupideces, pero Tara está embarazada y no debería estar pasando por esto. A Aiden le espera al menos unos tres meses más en el sofá y ni hablar de lo que le espera a Zac.

El oficial que nos hizo firmar los formularios aparece en nuestro campo de visión y detrás de él veo a mi hermano junto a Zac. Aiden tiene el labio partido y esa es la única herida que veo en todo el cuadro. Respiro con más tranquilidad y de forma extraña, cuando los ojos de Zac caen en mí, todo lo demás se me olvida. Soy una maldita sumisa.

Tara salta de su asiento y en cuanto mi hermano la ve, ambos corren como si se tratara de una escena de esas películas con encuentros cursis y románticos. Se abrazan con cierto grado de desesperación y me sorprende que Tara no le haya dado un guantazo como primera reacción. Sin embargo, yo hago lo mismo sin titubear. Zac me ataja justo cuando me tiro en sus brazos y la seguridad relaja todos mis músculos. Me susurra varias disculpas al oído y no le doy ni la más mínima atención a ninguna.

—Firmen aquí y tomen sus pertenencias —exige una voz que rompe todo el hechizo.

Tanto mi hermano como Zac, hacen lo que dice el policía y cinco minutos después, los cuatro estamos afuera y por las expresiones de los chicos, noto el terror que sienten.

—Tara, fue mi culpa —dice Zac y nos toma por sorpresa—. Debí evitar que todo fuera más lejos y...

—No, ambos nos defendimos de esos idiotas —lo corta Aiden. Tara y yo intercambiamos miradas sin saber que decir—. Amor, perdón por hacerte pasar por esto, no pensé que llegaríamos tan lejos y Em, no te molestes con Zac porque él solo quiso ayudarme. Tomaré el castigo que me des, cariño —dice mirando a mi amiga de nuevo.

—Estoy muy molesta contigo. —Aiden asiente de acuerdo con ella—. Pero eso no es nada en comparación con el alivio de que estés bien. —Un mar de llanto la invade y mi hermano no tarda en consolarla.

Me quedo muy asombrada ante la situación porque sin duda esperaba que le echara una de sus peores broncas. Al parecer, este tipo de situaciones nos hace valorar lo mucho que significan nuestros seres queridos para nosotros. Podremos pelear, gritar y diferir en muchas cosas, pero si algo les llegara a suceder, no seguiríamos con nuestra vida como si nada.

Zac me observa expectante y con sus enormes ojos de cachorro. Estoy furiosa con todo en este momento y, sin embargo, ver que al final del día pudo entablar una relación de confidencialidad con Aiden, hace que todo esto valga la pena. Mi familia es lo más importante para mí y que poco a poco Zac se vaya integrando me hace sentir viva de verdad.

—Perdóname, bonita, te juro que nunca quise que esto pasara —se disculpa mirándome solo a mí y muerdo mi labio inferior con nerviosismo.

Las lágrimas comienzan a crecer en mis ojos y sin dar muchas vueltas más, lo dejo abrazarme una vez más. Sus labios reparten pequeños besos desde mi cuello hasta mi mejilla, enviando pequeñas descargas eléctricas por toda mi piel y llenándome de paz absoluta.

—¿Te lastimaron? —logro preguntar.

—No, estoy bien, ambos lo estamos.

Asiento sin apartarme de sus brazos, veo que Tara calma sus lágrimas y mi hermano la llena de cariño para compensar el mal momento que la hizo pasar. Me separo de Zac y me acerco a Aiden, quien me recibe en sus brazos, asegurándome que se encuentra bien y pidiéndome de nuevo que no me enoje con Zac.

—No volveré a sugerir que se tomen un trago juntos —musito y las risas rompen un poco la tensión.

—La pasamos muy bien, Em —admite mi hermano—. Es el indicado —susurra solo para mí y mi corazón enloquece en mi pecho.

No me había dado cuenta de lo mucho que necesitaba oír esas palabras por parte de mi hermano. La aprobación de Aiden no era lo que buscaba con todo esto y ahora, en este preciso instante, es todo lo que está bien para mí.

Los cuatro partimos de la estación policial a el bar donde se desencadenó la catástrofe para recoger el auto de Zac. Es lindo ver como Tara se aferra a la mano de mi hermano, temiendo de que vaya a desaparecer en cualquier segundo. Quizá necesitaba que Aiden tuviera esta experiencia para darse cuenta de que estaba siendo muy dura con su esposo y que valorará más su relación ahora, no lo sé, al menos así lo veo.

En cuanto nos dejan en el bar, decido ir a casa y ellos lo aceptan sin rechistar. A pesar de todo, tienen que hablar con más tranquilidad y sin nuestra presencia.

Ubicamos el auto de Zac sin problemas y cuando estoy a punto de abrir la puerta, su mano me detiene. Lo miro y espero a que me dé una explicación. Su cuerpo me acorrala con sutileza y toda la sangre sube con velocidad a mi rostro. Zac me mira con una profundidad que no soy capaz de descifrar y antes de poder preguntarle lo que sucede, me besa. Con calma y pasión, me besa como si quisiera memorizar cada centímetro de mis labios. Su lengua invade de manera lenta mi cavidad bucal y busca la mía para juguetear. Mis dedos se enredan en su oscuro cabello y un gemido nos abandona a ambos. El beso sube de tono en cuanto su cuerpo se pega al mío sin dejar ni un milímetro de espacio ¡Dios! Las imágenes de mí, desnuda y dispuesta, comienzan a llenar mi cabeza. Por un segundo me olvido que estamos en un estacionamiento y que la luz del día nos está abandonando. Cuelo mis manos por debajo de su camiseta y acaricio toda la extensión de su espalda provocando un fuerte gruñido de su parte.

—¿Sigo castigado? —inquiere con su ronca voz.

Sus caderas chocan contra las mías buscando todo el contacto posible y suspiro al sentir todo lo que quiere darme. Es más fuerte que yo, siempre lo fue y mis uñas se clavan en la piel ardiente de sus hombros. Lo quiero todo de él y a la vez, sé que no pasaron ni veinticuatro horas de castigo suficiente.

—Em... —muerde el lóbulo de mi oreja haciéndome estremecer.

—El castigo no terminó —logro pronunciar por fin.

Él suspira sonoramente y cuando miro sus ojos oscuros, la diversión destella en ellos. Quito las manos de su piel y las envuelvo alrededor de su cuello.

—Tenía que intentarlo —admite rozando su nariz con la mía.

—Sé que sí.

El camino a mi departamento es corto y silencioso, pero no incómodo. Ambos estamos concentrados en nuestros pensamientos, la música suena llevándose todos los malos ratos y nuestras manos no se separan ni un momento.

Hoy fue un día de mucho aprendizaje si lo quiero definir de alguna manera. Aiden me escribió en agradecimiento por haber hablado con Tara y me sentí completa en niveles inexplicables. Todo parece ir tomando el rumbo que debe tener, aunque odio pensar que siempre que imagino estar bien en todo aspecto de mi vida, algo malo pasa y arruina todos mis avances. Decido, por hoy, alejar toda esa negatividad de mi sistema y disfrutar del amor, de mi familia y del hombre a mi lado.



Me gustó mucho este capitulo y sé que todos esperaban que las chicas mataran a los chicos, pero quise reflejar lo que podían llegar a sentir si algo malo les hubiera pasado jaja...

 ¡Espero que les guste y les agradezco por leer! Los leo...x



Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

29.9K 3.3K 62
[HISTORIA M-PREG] Park Jimin y Jeon Taehyung han sido inseparables desde su nacimiento, así es, ambos nacieron el mismo día, a la misma hora y como s...
109K 6.1K 162
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...
101K 6K 18
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...
600K 52.2K 55
"El día que empecé a extrañarla, ella dejó de quererme" Jeon Jungkook es un padre soltero, en busca de su propio bienestar, no parece estar preocupa...