【Hanako & Tsukasa - Fluff】
Requested by: CIEL-KIY0K0
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Ambos gemelos; sol y luna, agua y aceite, perro y gato. Completamente diferentes pero con apariencia similar, porque así funciona la genética, pero con algo en común. Amor.
Ambos estaban enamorados de aquella inocente chica viva que paseaba junto a Nene por los pasillos de la academia, con una sonrisa tan dulce que la miel tomaba el sabor del limón comparado con ella. Una jovencita adorable y educada con cualquiera que se le acercara, sin importar que fuera una aparición, y esa amabilidad e inocencia habían logrado cautivar a los gemelos.
Hanako, él quería protegerla, cuidar de su corazón y luchar para mantener esa pureza desprendía aquel bello ángel que pisaba suelo mortal. Su amor era inmenso, bonito y coloreado de rosado, inocente, como el amor de un par de jóvenes. Por otro lado Tsukasa, el niño había encontrado un pajarito que volaba y lo divertía, pero esa libertad le parecía horrenda, quería arrancar las alas de esa bella ave. Romper su inocencia, pulverizar su amabilidad y destruirla por completo, para que nada la atara al mundo humano y pueda ser feliz junto a él, sin necesitar a nadie más. Tenía un amor posesivo, más visual que sentimental y estaba pintado de rojo, como un amor apasionado y serio.
Y fue en uno de esos días en los que ambos hermanos se percataron de los sentimientos del otro, cuando vigilaban a su crush y se notaron con la mirada en la misma niña. Creando una guerra silenciosa en medio de esa escuela. Tsukasa no se daría por vencido tan fácilmente, no se rendiría si se lo pidiera Hanako, por eso el gemelo mayor pensó en aquello.
— ¿Una apuesta? — preguntó con inocencia el gemelo menor llevando un dedo a su boca — ¿Y qué ganaré?, ¿qué apostaremos?
— Quién se queda con ____ — el simple nombrar a la chiquilla les produjo un sonrojo, y ambos fruncieron el seño al mirarse con esas intenciones — Vamos a intentar algo con ella, cada uno por su lado, y ella decidirá a cuál de nosotros prefiere.
— Pero si es obvio que me quiere a mi. ¡Dijo que le parecía lindo, que mi sonrisa es linda!
— Somos gemelos, somos parecidos — Hanako suspiró — Quien gane estará con ____, y el otro no se interpondrá en nada.
— ... — Tsukasa se tomó su tiempo para pensarlo, mirando al suelo con un puchero pensativo. Hasta que asintió — ¡Acepto, voy a ganarte!
Después de dejar en claro que no valía manipularla u obligarla a nada, el trato quedó cerrado.
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Al día siguiente ambos esperaron la llegada de la chica con impaciencia, para descubrir que Yashiro estaría con ella gran parte del día por un trabajo grupal.
La delantera la tomó Tsukasa al jugar sucio. Ignorando que ____ tendría una prueba importante en la primera hora de clases decidió buscarla para jugar sus cartas.
— ¿____-chan está en problemas? — Tsukasa flotaba cerca de la inocente jovencita que se concentraba en el ejercicio de matemáticas.
— Creo estar bien, Tsukasa-kun. Estudié esto ayer — intentó buscar en sus recuerdos lo practicado el día anterior, sin éxito alguno, y el fantasma lo pudo notar. Ahora, Tsukasa podría decirle que le ayudaría con su prueba y que no se preocupe del resto, pero dudaba que aceptara su ayuda. Sin contar que perdería puntos porque él no sabía mucho de matemáticas, tampoco entendía qué eran ese montón de gráficas y letras que Satanás decidió incluir en el clásico 2x9.
— ¿Y si ves otra pregunta, y esta la dejas para después?
El típico saltarse se pregunta era algo que ambos entendían y estuvieron dispuestos a hacer en su tiempo, ¿por qué no volver a usar la jugada? ____ cambió de página y leyó el siguiente literal, ahora más tranquila, y Tsukasa sonrió al ver que su petición fue cumplida.
— ¿Y si al final de tu exámen me das un beso?
— Claro.
Al final del exámen, y con ese bendito ejercicio a medio hacer, Tsukasa recibió un pequeño chocolate envuelto en papel metálico y con una etiqueta. Luego ____ le agradeció la ayuda y salió hacia su siguiente clase: Deporte, donde Hanako la encontró participando.
— ¡____-chan! — Hanako llegó al lado de la nombrada durante la clase de deporte.
La chica estaba en la portería de la cancha, en posición de espera con la pelota como su objetivo hasta que la aparición llegó.
— Buenos días, Hanako-kun.
— ¿Vas ganando, has evitado algún gol? — el corazón del de ojos atardecer nombró su amor hacia las mejillas al ver la brillante sonrisa de su ángel al asentir.
— ¡He pateado la pelota cuando quisieron hacernos gol, pero vamos perdiendo 2-1!
— ¡Estoy seguro que ____-chan puede ganar, yo confío en tí!
— ¡____! — Aoi llamó la atención de la ida jugadora cuando el balón se acercaba a la portería. Otra jugadora intentaba quitar la pelota de su compañera o sacarla de la cancha antes de que llegara a la portera. Lastimosamente patearon mal y el balón salió de la cancha a un lado de donde debería.
— ¿Esto está bien, no? — la portera le sonrió al chico sin importancia en el juego.
— ¡____, ganamos! — Nene se acercó a felicitar a su amiga que la miró asombrada junto al fantasma.
— ¿No íbamos perdiendo?
— No, el equipo contrario iba perdiendo, ¿no recuerdas que metieron un gol?
Hanako sonrió con pena al ver que su amada pensaba que ella era del equipo contrario, y junto a Nene le explicaron que no. Pudo pasar un buen rato explicándole las reglas del juego cuando Yashiro casi se desmaya al enterarse que no tenía idea.
El descanso pasó entre visitas de los gemelos en horas de Química y Literatura, hasta que ____ se unió a Yashiro para estudiar para el próximo exámen en la biblioteca y acabar sus tareas.
— ¡____-chan! — Hanako hizo acto de presencia para abrazar a la nombrada con una sonrisa, ignorando a Yashiro. Por hoy no pudo permitirse bromear con ella y Nene lo había notado.
— Hanako-kun, ¿qué haces aquí?
— Quería ver a ____-chan, ¡me gusta estar con ____-chan! Me voy a quedar aquí.
La daikon estuvo a punto de reclamar por ser invisible para el fantasma. Sin embargo notó algo nuevo en Hanako que la mantuvo atenta a sus movimientos.
A diferencia de veces anteriores en las que estaban juntos con Kou, Hanako presentaba una extraña alegría disimulada pobremente con una máscara de bromas y palabras bonitas dedicadas para ____, como no había visto antes. No las típicas bromas de mal gusto que soltaba para ver la extrañeza en el rostro de la chica, sino bromas más normales para hacerla reír. Yashiro notó eso al instante y entendió las intenciones vergonzosas del misterio, sonrió porque, a fin de cuentas, la escena era bonita.
— ____-chan es bonita — soltó sin pena con un sonrojo visible por los tonos melosos que solía usar para ella.
— ¿Verdad? ¡Por eso ____-chan será mi esposa! — Tsukasa apareció de la nada causando pánico en la daikon.
Entre los dos entes no-vivos se creó un ambiente tenso, en el que ambos mantenían sus ojos batallando con los del contrario, el menor sonreía sin vergüenza y el mayor mantenía su seriedad y falta de emoción al ver a ____ ser abrazada por Tsukasa.
— Tsukasa-kun, no digas esa clase de cosas.
El rostro de ____ denotaba pinceladas rosadas en sus mejillas y eso molestó a Hanako, lo hizo temblar de rabia ver la victoria plasmada en la cara de su hermano menor. Ya no iba a jugar, esta vez pelearía en serio.
— ¡Pero yo también quiero a ____-chan, la amo mucho!
Ahora el rosado de la humana se transformó en un potente rojo al fijar su mirada en el Yugi mayor, cosa que lo hizo sonreír. Tomó las manos de la chica y unió sus frentes con su cara roja.
— Quiero que estés conmigo para siempre.
Yashiro observaba con los ojos iluminados desde el otro lado de la mesa la escena tan bonita de esos dos. Y Tsukasa los separó con enfado empezando a gritar de con Hanako, ambos alzaban su voz con palabras dulces dedicados a la chica que amaban. Declaraban el afecto que tenían por la chica sin vergüenza alguna.
— Pero si yo también los quiero mucho — las miradas de todos se enfocaron en la chica que sonreía con calma — ¡Yo también los amo mucho, mucho. Hanako-kun y Tsukasa-kun!
Los hermanos fueron atraídos a un abrazo por ____, luego un beso en la mejilla de cada uno que explotó sus caras tan rojas como una manzana.
— ¡Y también amo mucho a Yashiro!
La albina no pudo escapar del cariño que le tenía la (C/C). Demostrando que era un pequeño ángel por el cual valdría la pena cualquier batalla que los dos fantasmas se propusieran a pelear con el único objetivo de ganarse el verdadero afecto romántico de su querida humana.
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¡Gracias!