—Kanroji-san no debería...— susurre viendo como se iba corriendo sin prestarme mucha atención.
Una mano se poso en mi cabeza. —Entiende de una vez que estos tipos no dejaran de pelear hasta que Muzan muera.
—Pero...¿es tanto así que llegan al punto de irse con heridas que apenas les permiten moverse?
—Para eso estamos nosotros, debemos hacer que sus heridas se sanen para que continúen peleando y esto acabe de una maldita vez.— cerro sus ojos por un momento. —Además, ¿tú no arriesgarías todos para proteger a tus seres queridos?
Mire a Yushiro que tenía la mirada desviada. También note que el sol empezaba a salí.
—Yushiro, el sol esta por salir...debes esconderte.
Frunció el ceño mirando de reojo el cielo. —Tienes razón, ten cuidado y no hagas algo estúpido.
—Yo...no soy estúpida.
Se alejo hacia un sitio donde había la suficiente sombra para cubrirlo de momento.
Tiene razón, ¿en que estoy pensando? es obvio que ellos pelearán hasta la muerte para derrotar de una maldita vez a Muzan. Yo solo digo cosas estúpidas cuando estoy nerviosa.
Mire hacia el frente y algo empezaba a acercarse demasiado rápido a mi. Pensé que estaba empezando a alucinar cosas por lo que frote mis ojos confundida.
—¡¡Cuidadoo!!
Retrocedí pero era muy tarde por que la persona que fue arrojada hacia aquí término tirándome al suelo junto a ella.
—Ay...— susurre incómoda al tener todo su peso sobre el mío.
—¡Lo siento mucho!— se paro inmediatamente sin siquiera verme y miraba hacia todas partes.
Abrí mi boca al verlo bien. —¿¡Akane?!
Él estaba de espaldas a mi buscando algo por el suelo. —¿Como sabes mi— se giro a verme y su boca también se abrió formando una perfecta "o". —¿¡(t/n) ____-chan?!
En el tiempo que no nos habíamos visto había crecido unos centímetros, su cabello también estaba más largo y lo tenía amarrado en una pequeña y desordenada coleta, su haori estaba roto, tenía múltiples heridas en la cara.
—¡Akane! ¡No pensé volver a verte!
—¡Yo pensé eso! ¡Después de la selección final no te encontré en ningún misión de casualidad! Pensé que...— desvío la mirada al final y sacudió la cabeza. —al parecer estaba equivocado, ¡Es un alivio!
Después de lo que pasó con esa Luna Superior no volví a ir a una misión otra vez, pero esperaba verlo en la Finca.
—Es una larga historia el porqué no nos encontramos en misiones Akane-kun.— sonreí de lado algo nerviosa.
—Quiero un resumen, ya.— alzó una ceja y colocó sus manos en su cintura.
—¿Pero no estas ocupado en algo Importante? — respondí remarcando la última palabra.
—¡Verdad! ¿¡Donde cayó mi espada?!— volvió a girarse y buscar por los suelos.
Iba a responder cuando los gritos de todos iban escuchándose por todas partes.
—¡Lo hicimos!
—¿Que?— susurro Akane que ya tenía su katana en manos, empezó a temblar ligeramente.
—¿Lo hicimos?— pregunte preocupada.
Él se giro a verme y sonrió demasiado con lágrimas en los ojos. —¡Lo hicimos (t/n) _____! ¡Muzan esta muerto!— me abrazo y giro en sus brazos.
—¡Akane! ¡Espera! ¡Tengo que ayudar a los heridos!
—¿Que?— ladeó la cabeza confundido. —¿Eres de primeros auxilios?
—Si...
—¡Oh Dios, perdón por retrasarte!
Asentí algo mareada cuando me soltó.
—Iré a revisar a los heridos.
Él asintió con una sonrisa nerviosa mientras rascaba su nuca. —Te veo en un rato.
Empece a correr donde estaban peleando anteriormente. Cuando llegue ví un completo desastre que me dejó algo pálida.
El Pilar de Agua estaba frente a Tanjiro. Ambos realmente lastimados.
Busque a Kanao con la mirada pero no la encontré, más lejos logre divisar a Zenitsu junto a Inosuke siendo atendidos por los de saneamiento.
Empece a correr hacia ellos, Kanao debe estar siendo atendida en otra parte.
—¡Ahh! ¡El jabalí me mordió!— grito un trabajador del saneamiento kakushi alejándose del cuerpo de Inosuke.
—¡(t/n) ____! ¡Me alegra que haya venido a ayudarnos!
Me senté al lado de Inosuke y le quité la máscara. El miraba a la nada con una sonrisa de lado.
—Idiota.
Me miro a los ojos y sonrió más de ser posible. —¡Lo hice! ¡Lo hicimos! ¡Ahora podremos casarnos!
Lo mire con una mueca, de poco a poco fui empezando a desmoronarme, empece a temblar y mis ojos se llenaron de lágrimas.
—¡Idiota! ¡¿Que cosas le dices a (t/n) ___?!— preguntó enojado un miembro del saneamiento a Inosuke.
—¿¡Q-que?!— se sentó del suelo algo nervioso y me agarro de las mejillas preocupado. —¿¡Acaso no qui-
Lo abrace del cuello, sollozaba en su hombro mojandolo un poco con las lágrimas que corrían por mi cara.
Todo termino al fin.
Sentí como se tenso por mi repentino acercamiento. —¿Esto quiere decir?— preguntó confundido acariciando mi hombro para tratar de calmarme.
—¡Y-ya te dije que aún estamos muy jóvenes!...pero si puedes esperar por mi aceptaría...— lo último lo dije con un pequeño calor en mis mejillas.
—¡Por supuesto!
Al notar que quería pararse me separe de él y se lo impedí.
—No te muevas, voy a tratar tus heridas, idiota.
Me sonrió como respuesta.
Saque muchas vendas que parecía que necesitaría, su abdomen estaba con múltiples heridas.
Iba curando y vendando su cuerpo mientras que los del equipo de saneamiento trataban a Zenitsu. Que aunque no lo dije lloraba conmovido por la pequeña escena que hicimos Inosuke y yo.
Todo parecía haber terminado, todos estábamos felices y aliviados pero las palabras del Pilar de Agua nos arrebataron la felicidad mencionada.
—¡Todos los cazadores que aún puedan pelear vengan inmediatamente aquí! ¡Tanjiro se a convertido en demonio! ¡Tenemos que matarlo ya!
Abrí los ojos como platos, fruncí el ceño nerviosa.
—I-Inosuke— dije en voz baja.
Él trataba de pararse, su rostro estaba con una mirada vacía. Trate de impedirlo poniendo mis manos en su pecho recién vendado.
—¡Tengo que ir! ¡Tanjiro es mi compañero! es...¡es mi amigo!— me miro con el ceño fruncido.
Trague en seco algo triste y solo baje la mirada. —Lo siento, tienes razón.— respondí arrepentida de mis acciones.
Zenitsu también se había parado, se puso al lado de Inosuke dispuesto a irse con él.
Me pare rápidamente y alzé la mirada.—¡Por favor ten cuidado!— grite lo más fuerte que pude.
Inosuke se giro a verme y me mostró una gran sonrisa.
¡Estoy tan frustrada!
Solo tener que esperar los resultados me estaba estresando demasiado. Al sentir una mano en mi hombro me sobresalte demasiado, gire a ver quien era y era Akane.
—¿Akane?— pregunte confundida.
Sonrió de lado, sus ojos no tenían brillo cosa que suele pasarle cuando pelea con demonios. —Deséame suerte (t/n) ____. Quisiera que después de esto hablemos un poco.
Parpadee algo extrañada. Él solo sonrió más y empezó a correr donde estaban los demás.
Me acerque a creo que era un Pilar, este tenía él cabello blanco y varias cicatrices, estaba dormido.
—Señorita (t/n) ____, ¿puede ayudarnos con él?
Me senté a su lado. —Claro, no tiene heridas graves, solo pásenme algunas vendas.
Él abrió ligeramente los ojos, abrió la boca un poco al mirarme. —¿Kanae?
—¿Que?— deje de desenvolver las vendas al oírlo. —¿Que dijiste?
A pesar de querer respuestas él se volvió a desmayar.
—¿Lo conoce?— me pregunto uno del saneamiento pasándome algunos sueros y desinfectantes.
—No, ¿sabes quien es?
—¡Claro! ¡Es él Pilar del Viento, Shinasugawa Sanemi!
Me quedé por unos momentos en silencio mientras envolvía su pecho con vendas.
—Ya veo.
Así que es él de quien me hablaba constantemente, ¿no Kanae nee-san?
Lo mire detalladamente, ella siempre me contaba de algunas anécdotas que tenía con él, pero no recuerdo si alguna vez me comentó sobre su apariencia. Solo su nombre pero al parecer lo olvidé.
Sonreí al verlo, tenía vendas prácticamente en todo el cuerpo, se veía algo gracioso.
—Muchas gracias por dar lo mejor de ti hoy.— susurre guardando las pocas vendas que sobraron. —Quizás eso es lo que diría Kanae nee-san ¿no cree Sanemi-san?
A pesar de estar durmiendo una pequeña sonrisa de lado se le escapó.
—¡(t/n) ____! ¡Ya terminaron! ¡Debemos de acudir ya! ¡Kanao y Tanjiro necesitan ser tratados!— una chica del saneamiento vino corriendo y empezó a jalar de mi brazo nerviosa.
Se que están bien, por lo que no debería esperar lo peor, me repetía a mi misma mientras corría al lado de la chica.
Al llegar, Tanjiro se había desmayado con una pequeña multitud de personas a su alrededor, en ellas, incluidos Inosuke y Zenitsu. Pase de ellos y corrí hacia mi hermana.
—Nee-san.— hable al llegar y sentarme a su lado.
Ella sonrió con los ojos cerrados. —Nee-chan, al fin acabó todo, Shinobu nee-san nos apoyo hasta el último momento.
La abrazé con cuidado de no lastimarla más, escuche como ella soltaba unos pequeños sollozos agotada.
—Descansa nee-san, te lo mereces completamente.
Me aleje un poco, al abrir ella los ojos note como tenían un aspecto peculiar.
—Volví a usarlo, perdón.
Negué con la cabeza y suspire. —Si no quedaste completamente ciega la primera vez que lo usaste fue porque tenías que volver a usarlo en esta ocasión, ¿eso pensaste verdad?
Río suavemente. —Quizás. Pero aún puedo ver un poco con un ojo, por suerte.
—¿Un poco?— pregunte con la ceja alzada.
—Un poquito.
—¿Un poquito?
—Bueno, casi nada pero eso es mejor que nada ¿no?— soltó una carcajada suave.
Golpe su cabeza suavemente. —¿Te duele algo en específico? ¿Necesitas que trate una herida en especial?
—Estoy bien, los músculos me duelen un poco eso es todo.
—¡Kanao-san! ¡(t/n) ____-san! ¡Tanjiro se a levantado!
Alzé la mirada, la multitud dejo un pequeño espacio para dejarnos ver a ambos hermanos Kamado mirándonos con una sonrisa.
—Me alegra que estén bien.— dijo Tanjiro con una sonrisa.
—Tanjiro...eso debería decirlo yo.— le respondió Kanao con un pequeño sonrojo en las mejillas.
Reí inconscientemente al notar que sobraba un poco aquí.
Un grupo del equipo de saneamiento Kakushi se acercó, diciendo que era hora de llevar a los heridos a la Finca Mariposa.