✁・・・Song: ❛Virtual Insanity - Jamiroquai❜
✁・・・Dedicado a: GM0006
¡Feliz cumpleaños, Asshy! (๑˃ᴗ˂)ﻭ 🎉
Un nuevo caso de divergencia se había dado lugar en la ciudad de Detroit. Como en varias ocasiones pasadas el androide perdió el control y atacó a su dueño. Hank y Connor no se hicieron esperar por lo que se encontraban ya en la casa donde se habían suscitado los hechos. La casa se veía vieja y descuidada, por lo que, a pesar de que la puerta se encontraba cerrada con candado, no fue difícil para Hank el derribarla al darle una fuerte patada por el mal estado de ésta. Entraron con mucha cautela la casa. La luz de la sala estaba encendida al igual que la de la cocina, el resto estaban apagadas. Había cosas rotas en el piso lo cual indicaban que una pelea había llevado a cabo.
Como de costumbre Hank se puso a investigar por un lado de la casa la escena del crimen. Connor se separó del señor para poder analizar todas las evidencias. Había sangre humana en el piso, parecía que el divergente había arrastrado el cuerpo hacia un lugar. El androide se dispuso a seguir el rastro de sangre, pero al final del camino no encontró el cuerpo del difunto dueño.
Justo cuando se dio la vuelta para regresar a donde había iniciado el rastro de sangre, un tubo de acero lo obligó a detenerse, casi le golpean la cabeza, pero gracias a sus reflejos fue capaz de detenerlo con la mano. Para su sorpresa dicho dicha arma blanca estaba siendo manipulada por una chica. No tuvo tiempo de analizar a la extraña mujer puesto que ella lanzó una patada que le dio en un costado, logró liberar el tubo de acero del agarre del androide para así poder utilizarlo en su contra nuevamente. Fue entonces que entonces que entendió que la chica estaba decidida a abatirlo.
Comenzó a lanzar golpes hacia él con sus piernas y el bate, Connor no tuvo mucho problema en esquivar sus golpes, pero al hacer esto, los que recibían el daño eran los objetos que estaban a su alrededor. Hank escuchó desde una habitación de la casa como cosas se rompían en otro lado de la residencia. Corrió hasta el lugar de donde provenía el desastre para encontrarse con una no muy grata sorpresa.
—¡Ah! ¡Joder! ¡Deténganse en este maldito instante! —gritó.
La muchacha se detuvo en seco al escuchar la voz del teniente justo antes de golpear en la cabeza al androide con el tubo de acero.
—¿Qué demonios haces tú aquí? —preguntó en un tono de reclamo a la atacante.
—¡Hank! —bajó el arma blanca— ¡Esperaba que vinieras!
—¿Conoce a esa mujer, teniente? —preguntó Connor.
—Desgraciadamente sí —respondió sin dejar de ver a la chica—. Este androide fue asignado por CyberLife para ayudar en los casos de divergencia, no es el divergente.
—Lo sé —la chica dejó el tubo sobre la mesa—. El androide divergente ya se fue, hace un buen rato.
—¿Entonces por qué diablos--
—Llegaron tarde, no hay nada que podamos hacer aquí realmente —habló sin molestarse en escuchar a Hank—. Tú, ¿cuál es tu nombre? —se dirigió al androide.
—Me llamo Connor.
—Recopila la información que necesites. Los esperaré en la entrada.
Con esto la chica hizo como dijo y desapareció de la escena. Hank se veía bastante irritado.
—No puedo creer que nos hayan metido con ella. Ten cuidado con (TN), Connor. Sus métodos y forma de actuar son eficientes pero muy difíciles de entender.
—¿A qué se refiere?
—...Lo verás cuando te toque trabajar más con ella. Que no te tome por sorpresa si sus acciones parecen ilógicas.
—¡Hey, Connor! —la chica se dirigió hacia el androide después de reportarse en la oficina del capitán Fowler— Me parece que no empezamos con el pie derecho nuestra futura hermosa amistad. Como ya sabrás, mi nombre es (TN) —le extendió la mano y él la aceptó.
—Un placer trabajar con usted, señorita (TN).
—¿Eres un divergente? —preguntó repentinamente sin soltar su mano.
—No, claro que no.
—¿De qué lado estás?
—Los humanos, por supuesto. Es una de las razones por las que estoy aquí.
—¿Entonces qué pasó en el Club Edén?
Connor calló por su pregunta tan inesperada, la joven detective sabía más de lo que parecía. (TN) pasó su mirada hacia una de las ventanas del edificio y tomó la mano del androide para llevarlo fuera del edificio, una vez que se encontraban a unos metros del Departamento de Policía se sentó en una banca
—Te diré cuál es nuestra realidad, aunque seguramente ya lo sabes. Vivimos en un mundo muy loco que ahora está hecho un completo desastre, es difícil elegir por dónde empezar. Desde que salió el primer modelo de inteligencia artificial me imaginé que algo como esto podría pasar, todo inició tan mal, aunque pareciera ser un gran paso para los humanos y que todo marchaba tal cual nuestra especie lo deseara. Crear máquinas a nuestra semejanza y dotarlas de más inteligencia que la de un humano, se podría decir que jugamos a ser Dios. ¿Qué acaso no sería obvio que pudieran seguir nuestros pasos en algún momento determinado? Es decir, solo buscan lo mismo que muchas minorías humanas buscaron por décadas, siglos, milenios. ¿No te parece algo inaudito crear máquinas que puedan pensar por sí mismas con características físicas humanas para esclavizarlas? Técnicamente. . . es como si recreáramos el pasado en el futuro. Por supuesto que son útiles y tienen mayor destreza en ciertos trabajos, ¿pero. . . esclavitud?
Connor prestaba especial atención a cada palabra que su emisora profería, la mirada de la chica parecía perdida viendo pasar a humanos y androides.
—En esos tiempos todo al que le decía lo que pensaba me trataba de loca —río, abrazó uno de los brazos del androide y recostó su cabeza sobre su hombro—. Pero ahora con esto de los divergentes, parece que no estaba tan equivocada después de todo —su tono de voz pasó de ser alegre a uno calmado y bajo—. No hay nada peor que una especie necia y altanera —entrelazó sus dedos con los del azabache y alzó su mirada a la de él, aún sin dejar de apoyar su cabeza en su hombro—. Los humanos hemos hecho muchos errores y los seguimos cometiendo. Se supone que ustedes son una versión ideal de nosotros, realmente quiero que nos enseñen algo. Connor... espero que tomes la decisión correcta.
—Y-Yo...
—Tranquilo, no te sientas presionado —(TN) se levantó no sin antes plantar un pequeño, sorpresivo y cariñoso beso en la mejilla de su ahora compañero—. Cuando sepas la respuesta y tengas tiempo, búscame.
La joven mujer se encaminó de regreso al Departamento de Policía. Connor observó la trayectoria de la enigmática chica. Repetía para sí mismo lo que le había dicho de principio a fin, entendía el mensaje que le quería decir, incluso parecía que pudiera sentirlo. El cálido monólogo de (TN) había provocado que la inestabilidad de su software aumentara.
Perdonen si me quedó algo feo, me dolía la cabeza mientras escribía, pero si no lo hacía en el momento no iba a poder hacerlo después asdgasdh. ;-;
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Publicación: jun. 08, 2020