Segundas Oportunidades

By MIsabelnm

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Continuación directa de mi historia "Reencuentros", por lo que deben leerla primero para poder comprender est... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
ANÚNCIO: PROXIMO CAPÍTULO NUEVO
Capitulo 18, Parte 1

Capitulo 4

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By MIsabelnm

Quiero confesarles que los odio, porque en poco tiempo me dejaron más de los 30 comentarios que había solicitado y me obligan a subir antes.

CAPITULO  EDITADO: 10 DE DICIEMBRE 2022

Ahora, les dejo el capitulo, asegurense de leer las notas finales!

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CAPITULOCUATRO

Habían cerrado los ojos por unos segundos, sintiendo que la calma los envolvía completamente, y solo los abrieron cuando escucharon que alguien se quedaba abruptamente sin respiración, y alarmados abrieron los ojos, ellos ya no estaban en Receso de las nubes.

Lan Huan, aun sabiendo perfectamente lo que vería frente a él, no pudo hacer más que quedarse congelado, con su mirada fija en ella.

Se veía tan hermosa como la última vez que la había visto.

Su sonrisa cálida permanecía igual, sin cambios, y solo entonces él sintió que un peso se soltaba de sus hombros. Su madre estaba bien, y eso era más de lo que él realmente había esperado, porque ¿no había dicho el joven maestro Yu que el tiempo buscaría volver a su línea original? Él había comprendido que algunos eventos serían casi inevitables, y por ello, había temido que su madre no tuviera salvación.

Pero ella estaba frente a él, sonriéndole con la emoción de varios meses de separación, así que corrió directamente a ella y la rodeó con sus brazos, siéndose repentinamente cálido entre los brazos de su madre.

Lan Huan solo se separó de su madre, con evidente desgana, después de que Wangji, su pequeño y adorable hermano menor, comenzará a caminar lentamente, casi como si tuviese miedo de que la imagen frente a él fuera solo producto de su imaginación. Lan Huan extendió una mano suavemente, porque su hermano debía estar junto a ellos, entre los cálidos brazos de su madre—. Mamá está aquí —habló en voz baja, temiendo asustarlo si alzaba la voz demasiado—, Wanj... A-Zhan, ven a ver a mamá.

—Ven aquí, mi A-Zhan —pidió su madre con una pequeña sonrisa, amando la forma en que los oídos de su pequeño hijo se sonrojaban aun teniendo el rostro estoico. Ah, ella realmente los había extrañado, pensó con lagrimas de felicidad inundando sus ojos.

Lan Huan sonrió mientras veía el rostro de su hermano cambiar de una confusión a una expresión de ligera esperanza, como si al fin comenzase a creer que frente a él se encontrase su madre. Casi como una copia en miniatura del comportamiento anterior de Lan Huan, A-Zhan corrió hacia su madre.

Y solo ahí, entre los brazos de las dos personas que más amaba en el mundo, todo estuvo bien nuevamente. Para A-Zhan, el mundo había regresado a la normalidad.

***

El tiempo pasó igual de rápido que esa primera noche junto a su madre, y una semana se convirtió en dos, y luego en tres. Y el tiempo simplemente siguió pasando, sin detenerse.

Mientras el tiempo pasaba rápidamente, Madame Lan se aseguró de vivir lo que no habría podido experimentar antes, pero al mismo tiempo, se aseguró de que sus hijos tuviesen claro que no habían sido abandonados.

Es por ello que, cada pocos mes, sus pies comenzaban a caminar en dirección a Gusu Lan, donde la esperaban las dos personas que sostenían su corazón.

Y con el paso del tiempo, sus hijos se convirtieron en jóvenes guapos y fuertes, su opinión, por supuesto, era lo más objetiva que ella podría lograr. Y habiendo dejado recientemente a sus hijos, Madame Lan sentía una inquietud en su corazón, llamándola a visitar a su otro orgullo: los jóvenes maestros de la secta Jiang. Y es que el trio de Yunmeng Jiang no se quedaba atrás en cuanto a belleza se refería, y ella no podía hacer más que alardear de ellos.

¿Cómo podría evitarlo, si también los había visto crecer?

En su camino al lugar que había hecho un hogar en su corazón, en un pequeño pueblo protegido por una secta cuyo nombre ella no podía recordar, una multitud se formaba frente a ellos, y sus pies no hicieron otra cosa más que caminar hacia la multitud, por supuesto.

Allí frente a ella, corría un pequeño niño tras una carreta de bueyes.

Madame Lan ni siquiera podía escuchar las palabras que el niño le decía apresuradamente al hombre montado sobre la carreta, porque sus ojos estaban fijos en las marcas de golpes que adornaban tan cruelmente la piel de aquel niño.

Todo sucedió tan rápido, que ella no alcanzó a dar ni siquiera un paso para alejar al niño de aquel desgraciado sujeto; tan rápido, que ella no pudo hacer nada mientras todo sucedía frente a sus ojos. El niño, apresurado en hacer detener al hombre, saltó delante de la carreta, en un último y desesperado intento por detenerlo.

Los gritos rompieron el silencio.

Gritos de dolor, porque la carreta había pasado arriba de la mano del niño mientras el hombre simplemente seguía avanzando, ignorando lo que él mismo había provocado.

La multitud solo se quedó murmurando, con la respiración acelerada pero sin hacer nada. Y al ver a Yu Xuan correr rápidamente hacia el niño, ella corrió detrás del hombre.

Yu Xuan se apresuró, casi molesto consigo mismo por no haber hecho algo antes—. Tranquilo, te tengo ahora —murmuró tratando de calmarlo, aun sabiendo que sería posible que, debido al dolor, el niño ni siquiera pudiera escucharlo.

Apresurado, saco rápidamente los suministros de su bolso, al tiempo en que usaba una pequeña cantidad de poder espiritual para cerrar la herida, teniendo especial cuidado en no sobrecargar al pequeño con un poder que no estaba preparado para recibir. Pero no podía hacer mucho más, su poder estaba ligado a las almas, y el alma del pequeño no estaba en peligro.

Sus ojos se cerraron fuertemente, buscando y anhelando una respuesta a su llamado, y al recibirlo, sus labios se movieron en una sonrisa involuntaria. Su hermana había llegado.

—Gracias.

—¿Para qué están los hermanos si no es para apoyarse mutuamente? —cuestionó Bai MingZi junto a él, su voz llena de suavidad y cariño mientras agarraba las manos del niño y concentraba su propio poder en él.

Solo un segundo después se sintió el gran poder espiritual de su hermana rodeando todo el lugar, tan fuerte que hasta los mortales no acostumbrados a la energía espiritual se sintieron inquietos y confundidos, solo un segundo, y la calma se apodero de todos sus corazones.

Al mirar al niño, él pudo notar fácilmente que se había quedado dormido, cansado luego de que la adrenalina y el dolor hubieran disminuido, y con una sonrisa casi triste notó que la herida en su mano, que hace solo unos segundos había sido hecha, se veía totalmente curada y cicatrizada.

—Me temo que no pude hacer nada por su dedo —se lamentó Bai MingZi—. ¿Cómo fue que sucedió? —preguntó, porque realmente, era poco probable ver algo escapándose de la vista vigilante de Yu Xuan.

¿Y que esto sucediera justo frente a sus ojos? Algo seguramente debió haber sucedido.

—La primera vida —respondió con un suspiro—, diciéndonos que sigue ahí, tratando de corregirse.

—No te preocupes —respondió Bai MingZi con el ceño fruncido—, ya cambiamos algo —le recordó viendo como tomaba al niño entre sus brazos—. Y la próxima vez, simplemente golpéalo en su fea cara.

—¿Al destino? —preguntó con una pequeña risita, con la mirada fija en el niño.

Y solo ahí, se prometió que haría todo lo que estuviera a su alcance para lograr que él no se convirtiera en lo que había sido en su primera vida, él no dejaría que el destino ganase.

De ser necesario, él mismo criaría al niño, porque no permitiría que el niño fuese un villano otra vez. Y así, repentinamente, habían adquirido a un pequeño perro callejero.

***

Luego de tomar al niño bajo su cuidado, vagaron tranquilamente por algunos pueblos alejados tanto de territorio de Yunmeng Jiang como de GusuLan, buscaban hacerlo sentir seguro y cómodo bajo su cuidado, buscando que comenzará a confiar en ellos.

Con diversión recordarían como el niño, con timidez, pediría pasteles cada vez que podía, una timidez que luego, al darse cuenta de que los dos adultos sí aceptarían sus solicitudes, se transformó en descaro, casi como si estuviese probándolos, viendo si serían capaces de acceder a todo lo que él pedía.

Rápidamente aprendió que no, ellos no le darían todo lo que él quería solo porque lo pedía, porque justo en esos momentos se encontraba sentado frente a Madame Lan, con una mueca de desagrado mientras la mujer quitaba el plato de pasteles en favor de comida que realmente lo alimentará.

Realmente, ¿qué tenía de malo comer pasteles ahora que finalmente podía? Xue Yang simplemente estaba recuperando el tiempo perdido, aprovechando de comer todos los pasteles que no había podido comer antes.

Por eso, la primera vez que alguien menciono a unos gemelos jade, Madame Lan lo ignoró en favor de asegurarse de que Xue Yang aprendiese a alimentarse correctamente, ¿pero la segunda vez? Bueno, la segunda vez sus carcajadas se escucharon por todo el lugar.

Sus hijos, los gemelos jade de Lan.

—Mira, mira —había dicho entre risas, fijando su mirada en el niño que permanecía sentado frente a ella con los brazos cruzados y un muy, muy visible puchero en los labios—. Tus hermanos mayores son tan hermosos que son llamados los gemelos jade.

El ceño fruncido de Xue Yang se hizo ligeramente más pronunciado, y ella no pudo hacer más que reír mientras escuchaba la risa suave de Yu Xuan junto a ella, porque realmente, el niño era tan predecible.

—No son mis hermanos —aclaró, porque él realmente no los conocía, y sinceramente, tampoco le gustaba la idea de que dos personas compitieran por la atención de una de las primeras personas en ofrecerle cariño y atención.

Él simplemente no quería perder eso ante los verdaderos hijos de la mujer.

***

Ella había estado preocupada, no había querido ver el rostro confundido o inseguro de sus hijos, ella no había querido que se sintieran reemplazados, por lo que se aseguró de avisarles con anticipación, se aseguró de informarles a detalles sobre el pequeño perro callejero que habían recogido en sus viajes.

Había percibido confusión en Lan Wangji, y extrañamente, Lan Xichen tenía una ligera expresión de conflicto, como si no pudiera ponerse de acuerdo con lo que sea que estuviese pensando. Más allá de lo que estuviesen sintiendo por dentro, ambos se mantuvieron cordiales y sus voces tranquilas y suaves.

Xue Yang, por otro lado, había estado a la defensiva, con una expresión de molestia grabada permanentemente en su rostro, y fue solo después de que su hijo mayor le entregase un pequeño dulce, que Xue Yang bajo la guardia y se relajó.

Y solo luego de ver a los tres calmados, que ella volvió a hablar, mencionando casi distraídamente—. Entonces, ¿gemelos jade de GusuLan?

Y al ver las orejas de su hijo menor sonrojarse, mientras escuchaba una pequeña risita de Xue Yang, ella se sintió como en casa.

***

Con el paso de los meses, Lan Xichen tuvo numerosas oportunidades de verlo, pero las reacciones que su cuerpo manifestaba frente a él eran siempre las mismas. Permanecería en silencio, sonriendo cuando debía sonreír, riendo cuando debía reír, y fue solo su autocontrol el que le impidió salir corriendo mientras veía a ese niño sentado junto a su hermano, riendo junto a él, conversando entusiasmadamente como si realmente no le importase que las respuestas de su hermano fuesen siempre monosilabas.

Él simplemente no lo quería cerca de su hermano.

Lan Huan comprendía perfectamente porque Xue Yang pareciera no querer separarse de la gran mujer que era su madre, pero eso no significaba que tuviese que gustarle. Es por ello que, cuando se sintió sobrepasado con todos los sentimientos que revoloteaban en su interior, él prefería simplemente alejarse por unos minutos.

Mientras sentía el aire frio de la noche golpeando contra su rostro, sintió que se relajaba, por lo que comenzó a caminar, recorriendo una ciudad Caiyi nocturna por primera vez, pasó las posadas, el comercio vacío, una taberna, una...

Espera, ¿era ese...? Se giró hacia la taberna, confundido, mientras que frente a él veía al joven maestro Yu reír a carcajadas entre muchos hombres, casi como si perteneciera allí, mientras una de sus manos se aferraba a lo que parecía ser sonrisa del emperador.

El hombre no parecía borracho, pero realmente se veía como si estuviese pasándolo muy bien, sin importarle que sus voces se elevaran más de lo que deberían, sin importarle que sus carcajadas se escucharán hasta la calle, despreocupado, libre, sin reglas.

Y repentinamente, sintió que él debería probar eso, porque después de todo lo que había pasado, todo lo que había sacrificado, ¿no merecía sentirse libre, aunque sea por unos segundos?

Así que entro a la taberna, ignorando hábilmente las miradas que recibía y simplemente se sentó junto a Yu Xuan, sin saber muy bien que hacer a continuación.

—Joven maestro Lan —saludó Yu Xuan con una sonrisa, sus mejillas sonrojadas de las carcajadas anteriores, realmente, se veía extrañamente desenfrenado—, parece que lo necesitas —comentó Yu Xuan mientras una copa se presentaba frente a su rostro.

—Creo que deberías llamarme Lan Xichen —mencionó, clavando la mirada en los ojos del hombre—. Vamos a compartir una copa de alcohol, creo que somos lo suficiente cercanos —añadió tomando la copa, y aunque sabía perfectamente como eliminar el alcohol de su cuerpo, decidió no hacerlo.

Por primera vez desde hace muchos años, tantos años que los detalles se desvanecían junto a otros recuerdos de su primera vida que Lan Xichen preferiría dejar escondidos, se permitió emborracharse.

Varios minutos pasaron y Lan Xichen no se movió, ni siquiera un musculo, con la mirada fija en la mesa, sin pestañar, y solo cuando alzó la cabeza, Yu Xuan pudo notar con asombro las mejillas sonrojadas del joven Lan.

¿Realmente se había emborrachado con una sola copa?

—Joven maestro Lan —habló Yu Xuan con suavidad, pero Lan Xichen no contestó, permaneció en silencio como si ni siquiera le hubieran hablado en primer lugar, como si ese no fuese su nombre—. Xichen.

—¿Sí? —preguntó inmediatamente.

—¿Estás borracho?

—¿No?

Yu Xuan suspiró, porque él realmente no había esperado que Lan Xichen se fuese a emborrachar con una sola copa—. ¿No lo sabes? ¿Y cómo se supone que volverás a la posada junto a tu madre y luego a Receso de las nubes?

La sonrisa de Lan Xichen se hizo más grande, mientras se acercaba como si quisiera decirle un secreto—. Alguien me llevará.

—Oh, por supuesto —respondió Yu Xuan riendo, mientras se levantaba—. Entonces creo que es hora de volver, ¿no?

—¡No! —exclamó en voz alta, mientras la multitud a su lado se giraba a mirarlos, casi sonriendo mientras comenzaban a alentarlos para quedarse.

—¡El muchacho se está divirtiendo! —exclamó uno de los hombres mientras Lan Xichen asentía con la cabeza una y otra vez.

—¿Alguien me llevará después? —preguntó, tratando de corregir su respuesta anterior.

Yu Xuan no pudo hacer nada más que reír, aun sabiendo que ambos serían regañados por Madame Lan por llegar tarde y borrachos, se sentó junto a él y agarro otra copa.

Al menos se aseguraría de que Lan Xichen no se atreviese a beber más de lo que ya había bebido.

***

El sol estaba por salir, y Lan Xichen no había dormido en toda la noche.

El toque de queda estaba por terminar y Lan Xichen recién caminaba, no, recién era llevado (prácticamente arrastrado) hacia la posada. Su rostro presionado contra el hombro de Yu Xuan, mientras meditaba si realmente era correcto salvar a un niño que se convertiría en un asesino.

—Estas muy borracho para realmente reflexionar —le recordó Yu Xuan con suavidad—, pero A-Yang es solo un niño por ahora, ¿condenarías a un niño por lo que podría hacer?

Lan Xichen guardó silencio por un momento, pero luego negó con la cabeza mientras cerraba los ojos, casi como si fuese a quedarse dormido mientras caminaba, pero por suerte, llegaron a la posada antes de que eso sucediera y ciertamente, Madame Lan los regañó a los dos mientras su hermano lo miraba asombrado, casi como si no pudiera creer que él se hubiera atrevido a romper una regla.

Y realmente, nadie lo notaría, ¿cuál era el problema?

Los regañó en voz baja, ciertamente, porque Xue Yang estaba durmiendo junto a ella, presionado contra su costado. Y mientras Lan Xichen recordaba las veces que su hermano pequeño se quedaba dormido de la misma forma, notó algo que aparentemente no había procesado hasta ahora, Xue Yang en esos momentos era solo un niño.

No era malvado. Tal vez.

Y mientras que distraído con la revelación de que Xue Yang aun no era, efectivamente, un asesino, su madre le dio a cada uno un pequeño beso en la mejilla mientras se despedía. Repentinamente todo se movió demasiado rápido, y sin siquiera notarlo estaban de vuelta en sus habitaciones, su hermano ya no estaba a la vista, y él casi sintió ganas de vomitar.

Pero que no se diga que Lan Xichen era descortés, porque aún borracho recordaba como despedirse de las personas.

Así que, imitando a su madre, beso la mejilla de Yu Xuan y se alejó tranquilamente, buscando sus ropas para dormir, sin notar como el hombre se quedaba mirándolo desconcertado, su cuerpo rígido de la sorpresa. Fue solo gracias a la calma que sintió segundos después, que notó que Yu Xuan se había retirado, así que se cambió a sus ropas de dormir, se acostó y no despertó hasta mucho, mucho después.

Por supuesto, él estaba tan avergonzado que no podía mirar a nadie a los ojos, su tío estaba tan furioso que había decidido castigarlo, y su hermano estaba tan sorprendido que cada vez que lo miraba surgía en él una expresión de ligera alarma.

***

Casi sin darse cuenta, el tiempo había pasado tan rápido que una semana se había transformado en un mes, y luego un par de meses se habían transformado en tres, y con ello, llego el tiempo de escoltar a los jóvenes maestros Jiang hacia GusuLan, aunque, de hecho, lo harían con al menos tres semanas de anticipación.

Ella realmente no comprendía la razón, pero tal parecía que era algo que habían decidido hace muchos años, por lo que simplemente se dejó guiar mientras Xue Yang a su lado parloteaba sobre querer encontrarse nuevamente con su Wuxian-gege y Yanli-jie.

—¿Qué hay de A-Cheng? —preguntó Yu Xuan con una sonrisa divertida—. También le gustas a él.

—Eso es mentira —reclamó Xue Yang—, ¡él siempre dice que romperá mis piernas!

Madame Lan comenzó a reír, divertida—. Él le dice eso a su hermano también, ¿realmente crees que querría romperle las piernas a A-Xian?

—Pero él es su hermano —respondió con el ceño fruncido—, y yo romperé sus piernas antes de que siquiera piense en romper las de Wuxian-ge.

—Por suerte para nosotros, no piensa hacerlo realmente —dijo Yu Xuan tranquilamente—. Porque no quisiéramos verte intentándolo, él rompería tus piernas y brazos antes de eso.

Madame Lan negó con la cabeza, divertida, viendo que frente a ella se podía ver a Lotus Pier en todo su esplendor, y en uno de los muelles se encontraban los tres jóvenes y sus padres, esperándolos. Distraídamente, pensó mientras se bajaba del bote, que debería tomar a Xue Yang como discípulo y comenzar a enseñarle el arte de la espada.

—¡Wuxian-ge, Yanli-jie! —exclamó con entusiasmo, y solo al ver a Jiang Cheng cruzar los brazos, molestó, volvió a hablar—. ¡A-Cheng!

Y mientras las carcajadas de Wei Wuxian se escuchaban por todo el lugar, Xue Yang sonrió orgulloso.

Aprovechando que todos estaban distraídos con las travesuras que el menor hacia para entretener a Wei Wuxian, él llamo a Yu Ziyuan y a Jiang Fengmian a un lado, mientras preguntaba con seriedad.

—¿Ha recordado?

Jiang Fengmian respondió casi con lastima—. No aun, realmente quería estar con ella cuando lo hiciera.

—Cuídala, ¿bueno? —pidió Yu Ziyuan con la mirada fija en su hija, que reía tranquilamente, despreocupada de lo que estaría recordando en muy poco tiempo.

—Por supuesto —respondió con suavidad—. Partiremos mañana al amanecer.

Y mientras los veía asentir y comenzar a caminar, los siguió con tranquilidad, adentrándose a Lotus Pier.

***

Él abrió los ojos, confundido, porque él había estado camino a su habitación cuando le pareció que hace solo unos segundos había estado en Lotus Pier. Pero eso era absurdo, porque él nunca había conocido... ¿o sí?

Sintiéndose inestable, Nie Huaisang apoyó una mano sobre la pared, y justo en ese momento una montaña de recuerdos se abalanzó sobre él, y repentinamente sabía cosas que hace segundos no había sabido.

Su respiración comenzó a acelerarse mientras identificaba y ordenaba lo que ahora recordaba, Receso de las nubes, la guerra, el Patriarca de Yiling... su hermano.

Oh, Dios, su hermano, ¿estaba él bien? ¿No estaba muerto? ¿No lo había vengado ya?

Desesperado, comenzó a buscarlo, sin saber que era real y que no, aturdido por la gran cantidad de recuerdos que habían llegado abruptamente, camino apoyando una mano a la pared, casi como si sintiera que en cualquier momento caería al suelo.

No sabía cuánto había caminado, pero sin notarlo había llegado a la habitación de su hermano y sin dudarlo, simplemente la abrió.

Su hermano estaba allí, parado, mirándolo con una urgencia similar a la que él mismo sentía.

—Da-ge.

—Huaisang —dijo su hermano, y solo con eso, solo escuchando una palabra salir de la boca de su hermano él pudo notar que también recordaba.

Ambos se apresuraron y se encontraron en un apretado abrazo en medio de la habitación, muy fuerte, como el que no habían sentido en meses, quizá años, sin querer soltarse ahora que nuevamente se tenían entre los brazos.

Y no lo hicieron.

Con sus brazos rodeando al otro, caminaron casi distraídamente hacia la cama y simplemente se acurrucaron juntos, mientras sentían al otro temblar ligeramente a medida que sus recuerdos se iban ordenando.

Ellos no se soltaron en toda la noche, aun mientras caían rendidos al cansancio y el sueño se apoderaba de ellos, aun durmiendo, ellos siguieron abrazados.

***

Horas después de que el sol comenzase a tocar la tierra, Yu Xuan salió de Lotus Pier junto a Madame Lan, con sus cuatro patitos siguiéndolos de cerca. Los discípulos de la secta que igualmente fueron invitados viajarían semanas después, directamente a GusuLan, en compañía de Jiang Fengmian.

Jiang Yanli sonreía con entusiasmo, porque en solo unas horas llegarían a un pequeño pueblo a las afueras de Lotus Pier, donde esperaba, comenzaría su entrenamiento bajo la tutoría de Yu Xuan. Ella estaba tan entusiasmada con la idea de ganar más conocimientos que, además de permitirle sanar y ayudar a otros, podría permitirle proteger a sus hermanos si fuese necesario.

Aunque sea en una pequeña cantidad, ella podría ayudar a toda su familia si saliesen lastimados en las cacerías nocturnas.

Y por eso, ella estaba orgullosa, entusiasmada y motivada.

¿Y si de paso ella podría tener la oportunidad de estudiar en GusuLan y finalmente conocer a su futuro esposo? Bueno, eso nadie tendría que saberlo más que ella.

***

Abrió los ojos lentamente, sintiéndose acalorado y desorientado, confundido, porque podía sentir el cuerpo de alguien presionado fuertemente contra él. Un cuerpo caliente, fuerte y duro.

Nie Huaisang podía sentir perfectamente cada centímetro de su cuerpo.

Se movió ligeramente, sintiendo el brazo que lo rodeaba apretándose a su alrededor, acercándolo aún más, y los recuerdos de la noche anterior se abalanzaron sobre él, dejándolo sin aliento.

Da-ge.

Su Da-ge lo había abrazado toda la noche, y aparentemente aun dormido se resistía a dejarlo ir. Demasiado consiente del cuerpo detrás de él, que lo rodeaba y abrazaba, sintió su respiración acelerarse.

Sintió como un calor comenzaba a formarse en la parte baja de su estómago y se movía por su cuerpo, hasta casi envolverlo, sus latidos más rápidos. Y fue justo después de sentir el cuerpo detrás de él moviéndose ligeramente, casi como si simplemente estuviese moviéndose a una posición más cómoda, que lo percibió.

Contra su espalda baja.

Una erección.

La erección de su hermano, se dio cuenta con las mejillas sonrojadas.

Y sin siquiera saber si su hermano había despertado o no, se movió ligeramente, inconscientemente, presionándose más fuertemente contra él. Y sin siquiera darse cuenta, Nie Huaisang se encontraba respirando fuerte, acelerado, mientras se frotaba contra su hermano.

Él ni siquiera sabía que era posible, pero el brazo que lo rodeaba se apretó a su alrededor, acercándolo más. Y sin poder evitarlo, suspiró—. Da-ge.

—Huaisang —dijo Nie Mingjue, con voz ronca, desorientada, recién despertando, el nombre de su hermano saliendo entre suspiros por entre sus labios ante la vista de su Huaisang frotándose contra él, obteniendo placer de él, sin consultar, sin pedir permiso.

—Da-ge.

Nie Mingjue apretó el brazo que rodeaba a su hermano mientras comenzaba a mover sus caderas, casi desinteresadamente, sin coordinación, simplemente frotando su erección contra el trasero de su hermano.

Simplemente presionándose contra él.

—Da-ge —jadeo Nie Huaisang sin aliento, envalentonado al sentir a su hermano moviéndose contra él.

—Huaisang —murmuró, sus labios presionados contra el cuello de su hermano, sus manos dirigiéndose a las caderas de éste, apretándolas, buscando más fricción, ignorando la creciente humedad en sus pantalones de dormir.

Siguió moviéndose, cada vez con más fuerza, más urgente, jadeando con fuerza contra la nuca de su hermano, y mientras clavaba sus dientes en su cuello, se derramo en sus propios pantalones.

—Da-ge —se quejó Nie Huaisang, sin aliento, totalmente erecto, sintiendo las erráticas estocadas que daba su hermano mientras perseguía su propio orgasmo, buscando alargar su propio placer. No pudo evitar soltar un pequeño gemido mientras sentía una traviesa mano moverse por la parte delantera de sus pantalones, soltando su polla al aire frio de la habitación.

Entre jadeos, se aferró al brazo de su hermano mientras sentía su mano rodear su erección y comenzar a moverse. Sus caderas se movieron solas, hacia adelante, empujando contra aquella mano, y hacia atrás, presionándose contra la ahora suave polla de su hermano.

Sus gemidos aumentaron de volumen, llenando la habitación mientras su hermano movía su mano, trayéndole el mayor placer que había sentido en su vida—. Da-ge, da-ge, da-ge —jadeo sin aliento, sus movimientos cada vez más acelerados.

Y fue solo mientras sentía otro mordisco en la parte posterior de su cuello, que él se derramo sobre la mano de su hermano, jadeando, la respiración fuerte.

—Da-ge.

—Te tengo —suspiró Nie Mingjue aun contra el cuello de su hermano, acariciando su costado con suavidad, para luego rodear nuevamente a Huaisang entre sus brazos, satisfecho.

Nie Huaisang rio, aun alto de su orgasmo mientras afirmaba—. Sí, me tienes.

Y mientras sentía la risa suave de su hermano contra su cuerpo, se dio cuenta de que ellos estarían bien.

No sería hasta minutos después, sabiendo que debían comenzar el día y que el mayor tendría deberes de secta, que ambos comenzaron a moverse, desanimados, queriendo quedarse más tiempo en compañía del otro.

Pero los deberes, en esos momentos, eran más importantes. Si lo hacían bien, garantizaría la sobrevivencia de su hermano, garantizaría un futuro juntos. Así que Nie Huaisang se vistió, distraídamente robando un par de túnicas de su hermano que, para diversión del mayor, le quedaban excesivamente enormes.

—Da-ge, no puedo salir con mi ropa así como está —se quejó con un puchero, que el mayor no pudo evitar besar ligeramente mientras miraba las ropas que su hermano había abandonado, que ciertamente, estaban húmedas de las actividades anteriores.

Y por supuesto, Nie Mingjue no pudo evitar estar de acuerdo.

Minutos después se separaron, cada uno en direcciones distintas, cada uno con una misión en mente.

Y fue solo un par de horas después que una carta salió en dirección a GusuLan.

***

Un par de días después, Jiang Yanli se encontraba seria, sin una sola señal de su característica sonrisa mientras miraba a la mujer frente a ella, y aun siguiendo las indicaciones de su ahora Maestro, no pudo obligarse a sonreír.

Se encontraban en un pequeño pueblo cerca a la frontera de Lotus Pier, un pequeño pueblo donde vivía una mujer junto a su esposo.

Una mujer que se había acercado a ellos con timidez, solicitando su ayuda silenciosamente.

Jiang Yanli había aceptado con suavidad, con una sonrisa plasmada en su rostro, pero solo necesito revisar una vez a la mujer para que su sonrisa comenzará a menguar.

A un costado de su rostro, oculto para ella hasta que la mujer se lo revelo, había una pequeña herida sangrante, y mientras más miraba, más menguaba su sonrisa. La mujer, aun sentada tímidamente frente a ella, revelaba más y más moretones a medida que se mostraba más de su piel.

Y solo minutos después, la sonrisa de Jiang Yanli abandono completamente su rostro.

Siguió las indicaciones de Yu Xuan en silencio, atendiendo a la mujer con suavidad en su tacto, pero seria y firme mientras cuestionaba la dudosa procedencia de aquellas heridas, solo bastaron unas cuantas preguntas para que la mujer, desesperada por ayuda, confesará que su marido había comenzado a golpearla hace poco tiempo y que realmente, realmente, comenzaba a temer por su vida.

Jiang Yanli respiro hondo, mientras en silencio terminaba su trabajo, rápidamente se levantó y dijo con seriedad—. Este es territorio de la secta YunmengJiang, por lo que nos encargaremos —afirmó, porque, aunque esto no eran asuntos directos de la secta, no permitiría que nadie fuese violentado de aquella manera.

No si tenía algo que decir sobre ello.

Yu Xuan, dejado atrás mientras atendía a un niño que había caído sobre su brazo mientras jugaba, suspiró con una sonrisa mientras miraba a la joven que había visto crecer, alejándose con firmeza de él. La pequeña Yanli finalmente pondría en práctica lo que había aprendido para defender y salvar una vida, pensó sonriendo mientras se preguntaba por el paradero de los escurridizos que viajaban con él.

En una taberna a pocos metros de allí, a mitad del día, Wei Wuxian sonreía mientras tragaba una copa de vino tras otra, su hermano mirándolo con preocupación mientras Xue Yang, a su lado, exclamaba entusiasmado cada vez que terminaba una copa.

Cuando Jiang Yanli llego a la casa, le indico a la mujer que permaneciera alejada, y con firmeza golpeo la puerta. Permaneció en silencio y en calma mientras esperaba, con paciencia, sabiendo que tarde o temprano el hombre abriría la puerta.

Y así fue.

El hombre, grande y fornido, abrió la puerta, con un ceño fruncido permanentemente instalado en su rostro, pero ella no se dejó intimidad.

Ella era Jiang Yanli, por sus venas corría la sangre de dos fuertes cultivadores.

El hombre, para ella, en esos momentos no era absolutamente nada.

Así que, sin olvidar su lugar, pero sin alzar la voz porque no lo necesitaba para sentirse superior, afirmó—. La secta YunmengJiang se ha hecho cargo del caso de su esposa, en adelante exesposa, por lo qué...

Ella pudo escuchar como la mujer se quedaba sin aliento detrás de ella cuando el hombre se acercó, amenazante, casi como si pensará que simplemente porque ella era una mujer podría manejarla con facilidad.

Por supuesto, el hombre se sorprendería. Ella había sido entrenada por su propia madre, junto a sus dos hermanos. Y aunque sabía que jamás podría compararse con ellos, Jiang Yanli no estaba indefensa.

Así que antes de que el hombre pudiese siquiera acercarse otro paso más, tenía una espada fuertemente presionada contra su cuello.

—Por lo que dejará esta casa y no volverá a contactarse con ella —continuó, casi como si no hubiese sido interrumpida—. De lo contario, por supuesto, la secta YunmengJiang se verá obligada a realizar acciones sancionadoras, si sabe a lo que me refiero —terminó, presionando levemente la espada contra su cuello mientras baja su mirada hacia el área que sabía, significaba la completa vanidad de un hombre.

Y la amenaza fue claramente recibida: si vuelve, el hombre se quedaría sin hombría.

Así que realmente, la decisión fue tomada mucho antes de que él la escuchase, en cuestión de minutos había sacado sus pocas pertenencias y se alejó rápidamente, casi como si esperase que ella se arrepintiese de dejarlo ir tan fácilmente.

—Gracias, doncella Jiang —hablo la mujer, al ver que el hombre se había alejado, esperaba, para siempre.

—Por favor, no dude en acudir a la secta Jiang si lo necesita nuevamente —afirmó Jiang Yanli girándose para mirarla.

Y mientras los ojos de la mujer se llenaban de lágrimas, no pudo evitar murmurar—. Usted es muy amable, gracias, muchas gracias.

Solo entonces, la sonrisa de Jiang Yanli volvió mientras guardaba su espada.

Sin que ninguna de las dos lo supiera, muchas vidas se salvarían en el futuro, porque la mujer que actualmente repetía sus agradecimientos una y otra vez, había estado destinada a morir en manos de la persona que había amado, destinada a dejarse envolver por el resentimiento y llevar a cada hombre en el que fijará la mirada, a sus prematuras muertes.

Con tranquilidad, satisfecha con lo que había logrado, Jiang Yanli se reunió con su maestro, que aparentemente había terminado de atender a los pacientes que quedaban. Realmente, ella esperaba volverse tan eficiente como él lo era.

Juntos caminaron en busca de sus escurridizos compañeros de viaje, y ella no pudo evitar soltar una risita, ya imaginando donde podrían encontrar a al menos uno de sus hermanos. Efectivamente, cerca de la taberna escuchó las bulliciosas carcajadas de A-Xian y los escandalosos gritos alentadores de Xue Yang.

Entro a la taberna con una sonrisa, aunque cuando sabía que podría ser casi de mal gusto ver a una joven doncella como ella frecuentando dichos lugares, pero por supuesto, si sus hermanos estaban allí, el lugar era perfecto para ella.

Justo cuando estaba a punto de llamar a sus hermanos y sonreírles, sintió como si su mundo se moviese abruptamente, inestable.

Lo último que escucho ante de perder el conocimiento fueron los gritos de sus hermanos.





+++

Esto es la base a algo que muchos me han pedido!! Si alguien le atina, les escribo el cap rápidamente y lo subo en la noche, si no lo hacen, se los dejo para mañana. Ahora, piensen, que podría pasar con Madame Lan y Yu ZhiGuang viajando por pueblos, ayudando personas? Es algo que han solicitado, así que vamos, esta facil.

Espero que les haya gustado, dejemoslo en 35 comentarios porque ya vi que 30 era muy facil jajaj



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