Catra caminaba por los pasillos de Luna Brillante junto a Melog, había llegado de Plumeria después de su sesión con Perfuma, había cumplido casi dos semanas participando en esas técnicas de relajación que aún le estaban costando bastante, pero que ya podía aplicar en sus arranques de enojo, incluso ya estaba manejando su negatividad, que a palabras de Perfuma, con un poco de tiempo, lograría manejar para después entrar a sus problemas de egoísmo.
Pronto detuvo su andar al girar en una esquina, había logrado divisar a Adora parada frente a una de las paredes del pasillo, observándola de una manera que Catra no pudo descifrar, Melog intento ir hacia la rubia, pero en un gesto ella lo detuvo y se ocultaron un poco en esa esquina.
—Angela —susurró Adora colocando su mano sobre la figura plasmada en la pared.
—¿Adora? —Catra notó como Glimmer llegó desde el otro lado del pasillo y llamó a la rubia —¿Qué haces aquí? Pensé que estarías en la Zona del Terror con Scorpia, Entrapta y Frosta.
—Yo solo me desvíe un poco antes de irme —confesó Adora con una débil sonrisa.
—Oye ¿qué sucede? —preguntó la pelirrosa con preocupación, su amiga solo devolvió la mirada al mural aún sin apartar la mano de él.
—Encontré... La frazada que Angella me había regalado después de la primera pelea de la rebelión, y cuando ya no era tan severa conmigo —dijo lo último con cierta diversión mezclada con melancolía.
—¿La de color morado brillante? —preguntó Glimmer mientras hacía memoria del objeto, la rubia asintió en silencio —, pensé que la habías perdido para siempre —comentó con diversión.
—Yo también, incluso recuerdo que les rogué a Bow y a ti que no dijeran nada, que la encontraría —murmuró riendo un poco, pero después su risa se apagó —, cuando encontré la frazada solo quise... Venir a detenerme un segundo aquí, frente a su mural.
—¿Hay algo más, Adora? —le preguntó, sabiendo bien que había algo en su cabeza que la mantenía sumida en sus pensamientos.
Adora mordió su labio —. La conversación que tuvimos ayer con Micah y el haber encontrado esa frazada me hizo pensar —su mirada volvió de nuevo al mural, sus pensamientos volvieron al pasado, en el día del portal donde Angella tomó su lugar —. Me pregunté... Si ella estaría satisfecha con esto, con lo que hice, con lo que he hecho... O si habría querido que las cosas fueran diferentes —susurró agachando la mirada, había un sentimiento oculto en el fondo, algo a lo que siempre le dió vueltas, pero como era de esperar, jamás habló de ello, ella era She-ra ¿no sé suponía que debía protegerlos? Entonces ¿por qué no pudo evitar el destino que obtuvo Angella? ¿por qué tomó su lugar? Si tan solo el shock de la situación no la hubiera abrumado, o si tan solo las palabras de Angella no la hubieran desviado de lo que debía hacer, o si hubiera descifrado las intenciones de la reina, quizás... Solo quizás...
Las pupilas de Glimmer empequeñecieron ante el miedo, pudo descifrar lo que su amiga estaba pensando con sólo ver su rostro, culpa era lo que reflejaban sus ojos, y la tomó de los hombros para voltearla hacía ella —. No, Adora —dijo con seriedad, pero el leve temblor en su voz demostraba lo aterrada que estaba —. No fue tú culpa, tú no eres responsable por lo que le sucedió a mi madre —ahora la culpa golpeaba su pecho, si tan solo pudiera borrar esas palabras... Esas malditas palabras de aquella ocasión —. Escucha, ella tomó su decisión, ella decidió ser valiente, ella decidió ser fuerte, ella lo hizo para cuidar de ti, de mi, de todos —sintió un nudo en la garganta, sabía bien eso, que su madre decidió cuidar de todos ellos al sacar la espada y se odio con cada fibra de su ser por haber soltado aquellas palabras contra ella el día que tuvieron su discusión más fuerte dónde claramente, algo pareció romperse —. Así que no te atrevas a pensar que fue tu culpa, tu has hecho lo mejor, no tenías ningún compromiso con nosotros, no tenías que ayudarnos o ser She-ra, pero lo hiciste por tu buen corazón y porque creíste en nosotros y que nuestra causa lo valía —sintió las lágrimas acumularse en sus ojos —. Y no creo que mi madre solo este satisfecha contigo —agregó con determinación deslizando una mano lejos de su hombro, pero dejando la otra en el mismo lugar —, mi madre seguramente está muy orgullosa de ti, Adora, tú le prometiste que nos cuidarías y que nos cuidaríamos entre todos, y esa promesa sigue siendo cumplida hasta ahora.
Adora sonrió para después poner su mano sobre la de Glimmer que le brindaba comfort, sentía un ligero nudo en su garganta y algo acuosos los ojos, pero tomó un poco de aire para poder hablar —. Ella estaría también muy orgullosa de ti, es decir ¡te has vuelto una reina fantástica! —expresó animadamente, claramente el crecimiento de su amiga era muy notorio y no tenía dudas de que Angella estaría muy orgullosa de ella.
—Si, bueno, sabes bien que también he tenido mis fallas —murmuró Glimmer con cierto tono cabizbajo, claramente refiriéndose a sus acciones respecto al corazón de Etheria y como provocó que terminarán al alcance de Hordiano Primero.
—Todos hemos cometido errores —dijo Adora encogiéndose de hombros para devolver la mirada al mural. Ambas se quedaron en silencio observando aquella imagen, un silencio nada incómodo, sino más bien reconfortante, algo de tranquilidad había vuelto a ambas al hablar de aquello, haciendo más ameno todo.
—Te llevaré a la Zona del Terror si quieres —le sugirió la pelirrosa con una sonrisa y elevando su ánimo, lo último que necesitaban era recordar las cosas malas y los errores del pasado, sabían que debían más que nada aprender a vivir con ello y seguir adelante.
—Te lo agradecería, porque siento que Scorpia va a pensar que la deje plantada si no llego a tiempo —comentó la rubia con diversión, Glimmer entrelazó su brazo al de su amiga.
—Bueno, ella es la más emocionada por darle vida al reino que por derecho le corresponde —ambas se dieron una sonrisa y desaparecieron del lugar en una bola de brillos.
Melog elevó su cabeza hacia Catra quien mantenía una expresión neutral en el rostro, entonces su compañero agachó las orejas al percibir las emociones de ella.
Catra camino hasta estar frente al mural y presenciarlo, sus orejas cayeron un poco mientras su mano apretaba con fuerza su brazo izquierdo, manteniendo la mirada en la imágen de la anterior reina que mostraba gran majestuosidad e inspiraba respeto.
«Activaste la palanca, abriste el portal» resonaron esas palabras en su mente mientras sus dedos se encajaban en su brazo «las emociones te dominaron y condenaste a otros por eso» Melog lanzó un maullido al verse preocupado por su compañera, sentía como ella comenzaba a hundirse en sus pensamientos más oscuros, como si la tragaran sin problema alguno «activaste la palanca a pesar de que Entrapta te dijo los riesgos» los demonios de su cabeza parecían susurrarle una y otra vez sus errores, sus malas acciones, recordarle el mal que había hecho «ellos perdieron a la reina por tu culpa, ellos perdieron a la madre de Glimmer por tu culpa» Catra apretó con fuerza su mandíbula mientras sentía como sus uñas se encajaban en la piel de su brazo sin importarle en lo más mínimo «enviaste a Entrapta a la Isla Bestia, amenazaste a Scorpia» el pecho de Catra subía y bajaba, sentía la respiración cada vez más pesada, mientras a su lado, Melog intentaba captar su atención para sacarla de esa oscuridad «pudo haber sido Adora la que cargará con el destino que tomo la reina».
“Angella fue quien sacó la espada en mi lugar... Ella quedó atrapada entre realidades, según la explicación de Entrapta” había explicado Adora al rey Micah, Glimmer y ella se habían reunido con el hombre en una sala y al pasar, Catra había escuchado aquello, pero decidió seguir su camino en esos instantes, quizás queriendo evitar el recuerdo de esa acción, no lo sabía con certeza. Y al día siguiente, el hombre la había saludado con su habitual tranquilidad y típica energía, como si no la culpara de aquello, como si haber activado el portal no hubiera sido su culpa, pero ella lo sabía, sabía que debían de haberle dicho todo, todo lo que pasó ese día y más sin embargo, aquel extraño rey se comportó de la misma manera que siempre lo hizo con ella desde que Glimmer la recibió en el castillo.
—Maldita sea —musitó Catra entre dientes dando la media vuelta y comenzar a caminar por los pasillos mientras Melog la seguía por detrás. Ella necesitaba llegar a su habitación, necesitaba encerrarse, alejarse pero las mismas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza, incesantes.
—¿Catra? —la aludida se detuvo abruptamente y miró a Bow frente a ella que le miraba con preocupación —¿Te encuentras bien? Traes mala cara.
—Estoy bien, solo necesito estar sola —respondió para rápidamente pasarlo de largo.
—Pero, Catra... —intentó Bow detenerla, pero ella siguió su camino apresurada, Melog se había detenido unos segundos a observar al moreno para después volver a ir detrás de Catra, el chico se sintió algo inquieto ante aquello y sacó su herramienta de comunicación marcando a una persona en específico.
[...]
Catra se encontraba en el balcón, sentada justo sobre el barandal con las piernas al aire, Melog simplemente la observaba acostado a una distancia prudente rodeados por un gran silencio. Unas lágrimas se acumulaban en la comisura de sus ojos, intentando retener su caída.
Unos ligeros golpes se escucharon en la puerta —¿Catra? —llamó la voz de Adora desde el otro lado, pero la mencionada no dió respuesta alguna, Melog levantó un poco su cabeza y miró en dirección a la puerta —. Catra, se que estás adentro —insistió tocando la puerta.
—Lo haremos a las malas —se escucho la voz de Glimmer y de pronto ambas se habían teletransportado al interior de la habitación.
—¡¿Qué es lo que no entienden de la palabra "privacidad"?! —les cuestionó Catra con enojo volteando a verlas, pero al hacer aquello dejo ver sus ojos vidriosos —, mierda... — susurró volviendo su mirada al horizonte.
—Las dejaré solas —dijo Glimmer con seriedad para después volver a desaparecer, Adora agachó su mirada hacia Melog, quien había vuelto a acostar su cuerpo.
La rubia camino hacia al balcón sin apartar la mirada de la figura que le daba la espalda —¿Sucede algo? ¿Estás molesta por algo? —le preguntó Adora llegando hasta su lado colocando sus manos en el barandal.
Catra chasqueó la lengua y se bajó del barandal solo para adentrarse de nuevo a la habitación bajo la atenta mirada de la rubia —. Creí que habías ido a la Zona del Terror —dijo evadiendo notoriamente la pregunta.
—Si, bueno, Bow se sintió intranquilo después de que te vió así que me llamó —comentó caminando lentamente hacia ella sin apartarle la mirada —. Catra, que sucedió —intentó saber manteniendo un poco la distancia entre ellas.
—¿Qué sucedió?... ¡¿Qué sucedió?! —cuestionó alzando la voz, una sonrisa llena de amargura se dibujo en sus labios mientras desviaba la mirada de la rubia —¡Lo que sucede es que no entiendo cómo pueden confiar y convivir con una persona como yo! —exclamó con cierta rabia en su voz que temblaba y devolvió su mirada a la rubia, Adora sintió una opresión en el pecho y mordió su labio, pero no la interrumpió —¡Yo condene a la reina! ¡¿no?! ¡¿Entonces por qué Glimmer me ha aceptado?! ¡¿Por qué el rey Micah no me lo ha reprochado?! ¡¿Por qué tú sigues a mi lado a pesar de todo lo que te hice a ti?! —ella se dejó caer en el suelo, sentándose sobre sus piernas mientras miraba fijamente al suelo, derrotada —¿Por qué deberías amar a alguien que te ha hecho daño? Te lastime, intentaste llegar a mi y te rechacé, alimente mi ira y mi rencor, yo hice todo a base de esos sentimientos, entonces ¿por qué sigues junto a mi? ¿por qué no me culpas? —preguntó en un susurro mientras unas lágrimas resbalaban por sus mejillas, sin importarle que la mirara llorar.
Adora no respondió en seguida, simplemente llegó hasta donde Catra estaba y se sentó frente a ella —. Sé que lo que sucedió antes entre nosotras fue malo, es un pasado que no podremos olvidar tan fácilmente ya que en él ambas tomamos actitudes que sin duda lastimaron a la otra, peleamos y no fuimos capaces de comunicarnos de la manera correcta, tomamos decisiones equivocadas que ocasionaron diversas consecuencias, las dos nos equivocamos —sus manos se dirigieron al rostro de Catra y sus pulgares acariciaron con dulzura sus mejillas, la mirada llena de lágrimas de arrepentimiento, tristeza y dolor de la chica mitad felino, se encontró con la mirada llena de dulzura comprensión y sinceridad de la rubia —, y ambas aprenderemos a vivir con esos errores, pero tampoco dejaremos que ese pasado y sus errores sean una sombra que nos lastime y nos separe, porque Catra, yo te amo —su voz tembló mientras sentía sus ojos llenarse de lágrimas —, no quiero perderte de nuevo, quiero tenerte en mi vida, quiero que seamos tú y yo, con todo y nuestros errores, con todo y nuestros defectos, con todo y nuestro pasado —las manos de Catra se colocaron sobre las de Adora, las cuales no habían abandonado su rostro —. Has hecho tu mejor esfuerzo por hacerlo mejor, la mayor prueba de ello son tus sesiones de meditación con Perfuma, has demostrado que quieres ser mejor persona. La persona que fuiste en el pasado, no te define ahora, así que por favor... —las lágrimas por fin escaparon de sus ojos abriéndose paso por sus mejillas —, no te lastimes demasiado con el pasado y no dejes que eso ensombrezca tu futuro.
—Eres una idiota —dijo con una sonrisa mientras juntaba su frente a la de la rubia y cerraba sus ojos —. Gracias, Adora —susurró.
—Soy tu idiota... Lamento decírtelo —murmuró con diversión, rozando su nariz en un gesto tierno.
—Hablaré con la princesa de las flores de esto, quizás ella tenga técnicas para mis... ¿Sentimientos de culpa? Lo que sea —dijo Catra comenzando a recuperar su actitud.
—Bueno, dudo que no las tenga, es decir, Perfuma tiene técnicas y tés para todo —bromeó Adora, conocía bien que la princesa de Plumeria tenía varios aces bajo la manga.
—Si, me estoy dando cuenta —murmuró abriendo por fin sus ojos a la par de Adora y separándose de la rubia. Melog se acercó a Catra y ésta lo abrazó dejando a su compañero lamerle la cara.
—Creo que iré con Bow y Glimmer, estaban preocupados por ti, también debo llamar a Scorpia para que no se precipite y venga hacia aquí —comentó Adora poniéndose de pie.
—¿Ella me... Culpa por lo de su madre? —preguntó Catra con la voz baja sin dejar de acariciar a Melog.
Adora pareció meditar un poco la pregunta, pero una dulce sonrisa se dibujo en sus labios —. No lo hace, quizás ella desearía que las cosas no hubieran resultado de la forma que lo hicieron, pero Glimmer ha logrado entender tus acciones en cierta medida y tú forma de pensar, ella sabe que no eres la primera ni la última en haberse equivocado y que desea cambiar, entiende bien porque ella también se equivocó en un punto y tuvo que remediar ese error, un error con el que está aprendiendo a vivir y que ha aceptado para volverse más sabia.
Catra miró con curiosidad a la rubia por su respuesta tan concreta —. Y todo eso lo sabes por...
—Hablamos de ello, somos el “escuadrón de mejores amigos” por si lo olvidas —giró su cabeza hacia la puerta y sonrió, para después devolver la mirada a Catra —. Ellos son sinceros, en verdad te quieren hacer formar parte de nuestro círculo, de nuestra vida, no porque solo seas alguien importante para mí, sino porque entienden que todos nos equivocamos y que todos merecemos una segunda oportunidad —camino en dirección a la puerta y tomó la manija —, y ahora te lo puedo mostrar —agregó abriendo abruptamente la puerta, a los pies de la rubia cayeron Glimmer, Bow y Scorpia.
—¡¿Pero que hacían ahí?! —les gritó Catra mandando al carajo su control de la ira, Melog se alejó de su compañera solo para subirse a la cama y observar la escena con calma.
—Bueno, estábamos preocupados así que... —dijo Bow con pequeñas risas nerviosas mientras Scorpia lo ayudaba a ponerse de pie y Adora hacia lo mismo por Glimmer.
—¿Y la mejor forma de saber que pasaba era escuchar tras la puerta? —les cuestionó Adora con burla —. Si que me siento decepcionada de ustedes.
—Tú sueles hacer lo mismo —musitó Glimmer rodando los ojos para después dirigir su mirada a Catra, quien la desvió bruscamente. La pelirrosa suspiró y se colocó de cuclillas frente a ella —. Trabajaremos en esto, juntos ¿de acuerdo? —extendió su mano hacia Catra la cual miró detenidamente y después miró a los ojos a la reina, quien le sonreía y le miraba de la misma forma que lo hizo cuando se encontró al par en el camino al corazón de Etheria... Justo cuando le dijo que ella misma iría tras Adora, que cuidaría de ella y... dónde la abrazó.
Catra sonrió con calma, sintiendo un ligero alivio en su pecho y tomó la mano que le ofrecía poniéndose ambas de pie.
—¡Vamos a trabajar en esto, gatita montés! —exclamó Scorpia llegando hasta ellas y envolviendolas en un abrazo.
—¡El espacio personal, Scorpia! —gruñó Catra, pero una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios.
—¡Yo también me uno! —dijo Bow colgandose de los brazos de Scorpia.
—¡Un gran abrazo para Catra! —dijo Glimmer entre risas y después dirigió la atención a Adora que les observaba con una sonrisa —¡Adora no se puede escapar de el, Scorpia!
—Oh no, esperen que somos muchos —les dijo la rubia preocupada, pero Scorpia ya la había alcanzado y envuelto en su abrazo junto a los otros tres —. Oh por las estrellas...
Los cinco reían tranquilamente, olvidando todo por unos momentos, el pasado, el trabajo, lo que debían hacer para reparar el daño de Hordiano Primero, los deberes... Simplemente disfrutaban un poco el momento.
—Espera —dijo Adora frunciendo el entrecejo y las risas pararon dejando toda la atención sobre la rubia —¿Entrapta y Frosta se quedaron solas en la Zona del Terror?
—Ellas dijeron que estarían bien mientras venía a ver si Catra estaba bien... —susurró Scorpia bajando a sus amigos.
—¿Solo a ellas dos las dejaste? ¿A la loca de la tecnología que se distrae con cualquier artefacto y la princesa de hielo que es una niña que si quiere puede convertir el lugar en un campo de juego congelado? —cuestionó Catra con cierta ironía.
—Oh no... —susurró nerviosa Scorpia.
—¡Glimmer! —exclamó Adora mirando a su amiga alarmada.
—¡Lo tengo! —respondió la pelirrosa agarrando a Scorpia y a Adora por el brazo para después desaparecer, Bow y Catra intercambiaron miradas en silencio para después comenzar a reír.
—Frosta debe ya haber congelado media Zona del Terror —dijo Bow entre risas.
—Y Entrapta ya debió crear un artefacto raro nuevo —agregó Catra, ambos sabían bien que haber dejado a ese par junto en la Zona del Terror no era la mejor de las ideas.
Bow se acercó a Catra y colocó sus manos sobre los hombros de la chica felino —. Sé que hemos tenido muchos problemas y que el pasado es difícil de superar, pero si quieres en algún momento hablar, o si necesitas algo, puedes contar con nosotros, todos sabemos que lo estás intentando... Qué estás trabajando en ello y nos alegra, puede que no te sea fácil confiar de lleno en nosotros como lo haces con Adora, pero si quieres, vamos a estar para ayudarte en esto.
Los labios de Catra dibujaron una media sonrisa —. Gracias... —susurró desviando la mirada, si bien, para ella era algo difícil agradecer o disculparse, el hecho de que aquellas personas estuvieran tan dispuestas a brindarle la mano a pesar del pasado, la hacía abrirse a ellos un poco más.
—¿Enserio me has dado las gracias? —preguntó Bow con un chillido de emoción mientras cubría su boca con la mano y sus ojos brillaban con lágrimas en ellos —, eso es tan tierno.
—Piérdete —musitó Catra entre dientes rodando los ojos, aún sin borrar aquella sonrisa de sus labios. Si que le irritaba que la llamarán tierna... Pero podía tolerarlo si venía del molesto mejor amigo de Adora ¿no?
[...]
Glimmer suspiró, sentía el cansancio ya sobre su espalda, el día había sido completamente agotador, justo como todos los anteriores desde la lucha contra Hordiano Primero.
Las cosas parecían estar llendo bien, el asunto de los clones había quedado solucionado, las criaturas mágicas no suponían un problema mayor gracias a que Adora podía comunicarse con ellas y establecer acuerdos para respetar los espacios que les correspondían a ellos y a los habitantes de las villas. Los daños parecían ser reparados a gran velocidad tanto en los pueblos como en los demás reinos y agradecía que su padre estuviera ahora con ella, así no tenía que llevar toda la carga sobre sus hombros para manejar el castillo.
—Es todo por hoy, gracias por tu trabajo —le dijo al guardia a su lado extendiéndole una libreta, después de una reverencia, se retiró dejándola sola en el pasillo. La pelirrosa continuo su camino sola hasta que encontró a Catra al lado de la puerta de la habitación de Adora junto a Melog —¿Catra? —le llamó con curiosidad llegando hasta ella.
—Que hay, Chispitas —le saludó mientras acariciaba el mentón de Melog.
—¿Esperas a Adora para dormir? —le preguntó la pelirrosa con una sonrisa mientras se recargaba en la pared, colocándose a su lado.
—No sé de qué hablas —dijo Catra haciéndose la desatendida sin despegar su atención de su amigo.
—Como digas —susurró con burla rodando los ojos —. Quizás Entrapta y Frosta fueron más problemáticas de lo que creímos que serían —comentó Glimmer con diversión, ella simplemente dejo a Scorpia y a Adora en la Zona del Terror para después desaparecer, no quería verse envuelta en el posible desastre que pudieran haber generado sus amigas.
—Bueno, nadie obligó a Scorpia y a Adora a dejarlas solas —mencionó Catra con su típico tono de burla.
—Puede que tengas razón —confesó encogiéndose de hombros —. Y dime ¿todo está en orden? —le preguntó la pelirrosa volteando a verla, Glimmer se había quedado un poco preocupada debido a lo que había pasado hace unas horas.
—Si, no te preocupes por ello, Chispitas —respondió con tranquilidad aunque su cuerpo no pareciera transmitir aquello, Glimmer dedujo que quizás, aún le estaba dando vueltas al asunto. La pelirrosa la tomó con decisión del brazo.
—Te la robaré un rato ¿okey? —se dirigió a Melog con una sonrisa y antes de que Catra pudiera decir algo ambas se teletransportaron a la habitación de la reina, justo sobre su cama.
—¿¡Puedes avisar al menos!? —cuestionó Catra exaltada mientras sus garras ya se habían aferrado a las sábanas de la cama.
—Lo siento, lo tendré en cuenta la próxima —se disculpó la pelirrosa con una sonrisa.
—¿Tu habitación? —preguntó al mirar alrededor y notar que estaban lejos del suelo —, vaya lugar donde tener tu cama —se burló.
—No te atrevas a cuestionar mis gustos —reprochó entrecerrado sus ojos para después suspirar —. Mira, la verdad es que quiero hablar... Ya sabes, como cuando estuvimos en la nave de Primero —murmuró en voz baja, sentía su orgullo por los suelos al decir aquello frente a Catra, pero en verdad quería hablar con ella.
—¿Oh sí? —cuestionó Catra con cierta diversión agitando su cola con energía, debía admitirlo, no podría aburrirse al molestar a la pelirrosa.
—Agh, sí —musitó entre dientes rodando los ojos —, aunque tú seas la última persona con la que quisiera estar —comentó con una media sonrisa.
—Creeme Chispitas, el sentimiento es mutuo —respondió Catra con diversión para después moverse un poco, dándole la espalda a la pelirrosa, quien imitó el gesto y se recargaron la una en la otra, observando a distintos puntos de la habitación. Reviviendo sus conversaciones en la nave sentadas de la misma forma, solo que ahora no las separaba la barrera de una celda.
—¿Recuerdas que aquella vez te dije que había sido horrible con mis amigos? —le preguntó inclinando un poco la cabeza hacia atrás, tocando la nuca de Catra.
—Si, habíamos hablado del día perfecto... Esa cosa —respondió sonrojándose un poco al mostrar que recordaba bien esa conversación.
Glimmer rió un poco —. Si, exactamente —guardo silencio por unos segundos para poder continuar —. Yo tomé malas decisiones solo porque me sentía fuera de lugar, apartada —susurró —, cuando Sealinas cayó estaba furiosa y de alguna manera todo eso lo lancé sobre Adora, ella quería arreglar las cosas porque en las últimas semanas no habíamos estado de acuerdo en algunos asuntos, pero yo me sentía tan enojada que simplemente le grité cosas horribles hiriéndola —dobló su pierna para poder abrazarla mientras su barbilla se colocaba sobre su rodilla —. Pero hay algo en específico que yo le grité y que jamás voy a olvidar, más porque hasta que no ví su rostro con lágrimas fue que me di cuenta de mi error, algo que no pude reparar en su momento.
—¿Qué fue lo que dijiste? —le preguntó Catra llevando sus piernas hasta su pecho y recargando sus manos en las sábanas para sostenerse mejor.
—Justo tiene que ver con mi madre —respondió mientras sentía como Catra se estremecía un poco —, le dije que si estuviera haciendo lo mejor que podía, tal vez mi madre seguiría con nosotros —relató con pesar, sin duda esas palabras jamás las borraría de su cabeza —, fue como si la culpara de ello y por eso yo no la culpo por haberse resentido conmigo al decirle aquello, a pesar de que mi yo de ese momento se dejó llevar por el orgullo y no insistí en arreglar las cosas, lo intente pero al recibir el rechazo de Adora me moleste cuando no debí hacerlo, era cuando debí entender la gravedad de mis palabras y que la habían afectado de manera horrible. Después ella y Bow descubrieron lo del corazón, nos mostraron el daño que podría causar si éste se activaba y planeaban buscar una forma de desactivarlo, pero yo por otra parte, pensé que sería buena idea usarlo como nuestra arma.
»Catra, yo cometí un grave error al no escucharlos cuando me advirtieron las consecuencias de activar el corazón, ellos intentaron convencerme de que eso solo podría llevarnos a la destrucción pero me ví cegada por mi terquedad, de nuevo estaban decidiendo todo ellos mismos dejándome de lado cuando se suponía que éramos un equipo. Cuando Scorpia apareció y nos habló de dónde estaba Entrapta, Adora comenzó a decir lo que harían en esos momentos, ideando un plan de rescate y Bow hablaba de que Entrapta podría ayudar a buscar una forma de desactivar el corazón para que nadie lo usara y las demás princesa parecían estar cada vez más de acuerdo con sus planes por lo que me sentí frustrada —su mirada se dirigió al techo, recordando vividamente de nuevo el momento —, así que arrastre a Bow y Adora a otro sitio para hablar con ellos, yo quería usar el corazón como un arma, ellos querían desactivarlo y al ver que ellos no me escuchaban, les exigí como su reina que prácticamente harían lo que yo dijera y eso era... No ir a la Isla Bestia por Entrapta.
—Pero aún así ellos fueron —mencionó Catra con seriedad, deslizando su cola contra las sábanas.
—Me sentí traicionada y con eso... Más quise activar el corazón para utilizarlo, si no tendría ayuda de ellos lo haría sola, no importaba el costo y les demostraría que el corazón era algo que podía manejar —continuó mostrando cierta dureza en su tono, ahora pensaba en lo estúpido que había sido aquello —. Fui una idiota al intentar activar el corazón porque con ello salimos de Despondos donde la anterior She-ra había hecho que terminaramos para que precisamente no usarán de esa manera a Etheria. Si no fuera por Adora que rompió la espada en ese momento seguramente si habríamos sido destruidos.
»¿Sabes? Siento que tú y yo nos parecemos un poco, tomamos malas decisiones con base a nuestros sentimientos e hicimos un desastre que cobró su respectivo precio —deslizó su mano libre hacia atrás, buscando la mano de Catra y la sostuvo con firmeza —. Cuando tú fuiste mi única compañía en la nave, pude analizar un poco tus acciones y las mías, pude ver qué tú te habías sentido traicionada por Adora y que por ello, actuaste de la forma en que lo hiciste, dejando que el rencor influyera en tu corazón, además claro, de la influencia de Shadow Weaver —agregó con cierto lamento, ella también había cometido un error al escuchar el consejo de la hechicera sobre usar el corazón como un arma —, antes me preguntaba cómo es que eras tan mala como para poder hacer todo lo que hiciste, pero después me pregunté, si éramos demasiado diferentes como creía, después de todo, las dos habíamos actuado de la misma forma. Al final, cuando dijiste que no había nadie en Etheria a quien le importaras, cuando me salvaste, entendí por completo que tu percepción de las cosas había cambiado.
Catra suspiró teniendo sus ojos cerrados —. Al final nunca quise nada de eso, todo comenzó a sentirse vacío, lo que estaba haciendo, las victorias... No eran nada, y de pronto estaba sola, porque la verdad, lo único que quería era...
—A Adora —completó Glimmer con un tono de dulzura mientras sonreía.
—Lo lamento, mis acciones egoístas provocaron mucho daño, la Horda ganó terreno solo por mi incesante deseo de llenar ese resentimiento que sentía, y sino fuera porque active el portal seguramente tu madre seguiría aquí —se disculpó con sinceridad, quizás no era la mejor a la hora de disculparse o de ser sincera, pero deseaba pedirle disculpas a la pelirrosa.
—Lo del portal fue indirecto, no lo planeaste, no pensaste en nada, simplemente te dejaste guiar por lo que sentías y creeme que entiendo el sentimiento, además, analicé mejor eso e incluso diré que la presencia de Shadow Weaver y sus palabras fueron un detonante poderoso pero en aquel momento estaba concentrada en sacarte del camino como para pensar en ello —expresó con calma, si bien, lo que le sucedió a su madre había sido debido al portal, ella jamás podría culpar a Catra de ello, había sido víctima de las circunstancias, del dolor y el resentimiento, el activar la palanca solo fue provocado por el rencor que alimento su corazón herido —. Quizás perdí a mi madre, pero he decidido recordarla como la persona que me enseñó a ser valiente al ella misma tomar el valor y salvarnos, ella me enseñó a amar, me cuido y he decidido ser mejor gracias a ella, no podemos vivir en el pasado y tampoco podemos cambiarlo. Ahora tengo a mi padre, a las demás princesas, a Bow, a Adora y... A ti. La Catra que lo está intentando y que se esfuerza por ser mejor —le dió un apretón con su mano —. Así que no te atormentes más, basura hordiana.
—Gracias, Glimmer —susurró Catra mientras una lágrima caía por su mejilla, su cuerpo se sentía menos tenso y el peso en sus hombros parecía ser más ligero, haber hablado con Glimmer de ello le ayudo demasiado.
—Gracias a ti, Catra —respondió la pelirrosa sonriendo hacía el techo —, ya sabes, por escuchar, bien podías haberme dejado hablando sola —bromeó al decir lo último haciendo que Catra soltará una pequeña risa.
—Si, tienes razón —mencionó con diversión recargando su cabeza en la de la reina.
—No podemos cambiar el pasado, pero podemos aprender de él ¿no crees? Y sobre todo, debemos vivir el presente —agregó Glimmer mientras en un movimiento sutil soltaba la mano de Catra.
—Concuerdo con su profunda frase, su alteza —coincidió la chica felino separando su espalda y ambas voltearon a verse por fin de frente.
—Me alegra, súbdita —la pelirrosa dirigió su mirada hacia la puerta y después la devolvió a Catra —. Adora ya debe de haber llegado, deberías ir con ella —le sugirió Glimmer mostrando sus dientes mientras sonreía.
—¿Qué insinúas? —cuestionó Catra alzando una ceja.
—¿Enserio crees que no sé que ambas duermes juntas? —preguntó con diversión, eso provocó que Catra bajara rápidamente de la cama con movimientos felinos —¡Eres una cobarde! —le encaró entre risas.
—¡Cállate! —exclamó Catra riéndose mientras abría la puerta y salía despavorida de la habitación, Glimmer seguía riéndose y se lanzó de espaldas mirando hacia el techo.
—Mamá, espero estés bien —susurró mientras su mirada reflejaba cierta melancolía y extendió su mano hacia el techo, como si buscara tomar algo —, me gustaría creer, que estás viviendo en una realidad dónde eres feliz, dónde no hay guerra, dónde vez a tu familia unida y que sepas que de alguna manera, nosotros estamos bien y que hemos logrado solucionar todo —cerró su mano en un puño y la colocó sobre su pecho a la altura del corazón —. Entendí que Catra jamás fue mala persona, solo fue herida, la hicieron sentir de la peor manera, y tomó decisiones malas ante eso, pero eso no significa que la condene ¿no? Después de todo, tú me enseñaste que todos merecen una oportunidad y tienen la oportunidad de ser mejores, aún cuando tú pudieras pensar que no es así debido a tus acciones después de lo que pasó con mi padre y la antigua rebelión —cerró sus ojos y mordió con fuerza su labio —. Yo me equivoqué de igual forma y espero me perdones por ese fallo, pero me sentí vulnerable contra mis sentimientos y lo siento. Ahora, trabajo en ello y prometo ser mejor —sus labios dibujaron una sonrisa y abrió sus ojos de nuevo dejando ver algunas lágrimas en sus ojos —. Te amo, mamá —susurró, sintiendo tranquilidad al creer, que su madre de alguna manera podía escucharla.
[...]
N/A: Este capítulo tiene semanas ¡Semanas! Escrito, le quitaba, le ponía... Fue como el décimo u onceavo que escribí pero sentía que no debía publicarlo antes, no sé. Solo espero que les guste. Los quiero, pequeños Guerreros amigos de Mara❤️
N/A: Créditos al artista dueño de la imagen, la verdad, es que amé su ilustración, aún si Catra está de espaldas, lo que transmite con su postura es simplemente impresionante, te da la impresión lo que justo debe y quiere transmitir :"3