Continuación...
Sonreí mientras veía el pequeño gif que Ángela me había enviado cuando venía camino a su casa. Guarde el celular y entre a su habitación.
—¿Por qué tardaste tanto? - pregunto mi novia, quién estaba acostada en el sofá de su pieza.
—Lo lamento, es que estaba con Danna y... - Antes de seguir, me interrumpió.
—¿Danna? - pregunto frunciendo levemente el entrecejo y se levantó.
—Sí, la misma con quién fuiste anfitriona en los premios. - reí confundida por su reaccion.
—¿Qué hacías con ella? - se cruzó de brazos y reí sentándomea su lado.
—¿Acaso estás celosa? - hizo una mueca extraña y volví a reír. - A Danna se le ocurrió que tal vez podríamos hacer una colaboración. - me encogí de hombros.
—Ah. - respondió sin más.
—¿Qué pasa? - pregunté curiosa, Ángela no era de comportarse así.
—No lo sé. - suspiro pesadamente - Últimamente tengo muchos cambios de humor y todo me estresa. - hizo un puchero.
—Oh, puede ser que ya te venga la regla, ¿No? - en cuanto dije aquello, su gesto cambio radicalmente. - ¿Qué sucede?.
—Tenemos que ir a la farmacia. - dijo luego de unos segundos en silencio.
—¿Te duele algo? - me puse de pie y ella hizo lo mismo.
—No es eso... ¿Recuerdas esa vez que lo hicimos en tu coche? - pregunto nerviosa y asenti. - Bueno... Creo que olvide tomar la pastilla.
—Angela, ¿Cómo que crees? ¿La tomaste o no? - pregunté seriamente a lo que ella negó con la mirada en el suelo. - mierda. - susurré.
—¿A dónde vamos? - dudo cuando la tomé de la mano y empecé a caminar con ella detrás de mi.
—Iremos por un test. - respondí.
—Mamá, iremos a la farmacia y luego a comprar gomitas. - tosí cuando Ángela le aviso a su mamá.
—¿A la farmacia? - pregunto la señora.
—Sí, es que _____ se siente un poco mal. - mi novia apretó un poco mi mano.
—¿Te sientes mal, hija? - me preguntó mi suegra.
—No se preocupe, nada que una pastilla no arregle. - le devolví el apretón a Ángela, quién se removio algo incomoda.
—Esta bien, ¿Pero si te quedarás a comer? - volvió a preguntar y yo asentí con una débil sonrisa.
—No tardamos, ma. - la menor de los Aguilar tiro de mi mano y salimos de su casa.
Emprendimos camino a la farmacia, la cual quedaba algo cerca de la casa.
—Si estoy embarazada, ya de nada servirá la pastilla. - soltó mi mano y se alejo un poco.
—Lo sé, pero no creo que estés embarazada. - en el interior rogaba por qué no lo estuviera.
—¿Pero y solo estoy? - me miro.
—Formaremos una familia. - mi respuesta sonó mása pregunta que a afirmación.
Una vez que llegamos a la dichosa farmacia, entramos y compramos un par de test y unas aspirinas.
—Dame los test. - le pedí a mi novia y cuando me los entrego, los guarde en el bolsillo de mi pantalón y me lleve las pastillas en la mano para que fueran visibles por si había algún paparazzi.
—¿Estás molesta? - pregunto Angie con su melodiosa voz.
—No, solo un poco aturdida. - le sonreí un poco. Apresuremos el paso, mientras más rápido sepamos el resultado, mejor. - asintió cabizbaja.
—¿Qué dice? - pregunté nerviosa. Ángela tomo uno de los test y lo miro unos segundos.
—¿Una rayita es negativo? - me miro y yo asenti. Me pasó la prueba y...
Dos rayitas.
—El otro dice lo mismo, ¿No? - me deje caer sobre su cama cubriendo mi rostro con el brazo.
Se mantuvo en silencio así que supuse que estabaen lo correcto.
—¿Qué haremos? - pregunto sentándose a mi lado, la tomé de la cintura e hice que se acostara junto a mi.
Muy en el fondo estaba feliz y ansiosa, claro que quería tener hijos, es solo que no ahora.
—No lo sé, ¿Quieres abortar? - pregunté con una mueca y la mire, sus ojitos estaban levemente cristalizados.
—¿Quieres que aborte?. - su labio inferior tembló un poco y antes de que pudiera responderle, la puerta de su habitación se abrió y Ángela escondió las pruebas detrás de ella.
—Hola hola. - saludo Leonardo con una sonrisa. - ¿Interrumpo algo?
—No no, nada importante. - le sonreí a mi cuñado.
—¿Nada importante? - pregunto Ángela en un susurro.
—Bueno, creo sí interrumpí algo importante. - río él. - Dice mamá que ya bajen y que lleves tu cámara. - señaló a su hermana, quién asintió levemente. - Nos vemos abajo. - sonrió nuevamente y cerró la puerta.
—¿Crees que esto no es importante? - dudo.
—Claro que es importante, ¿Pero que le diríamos a Leo? - me levanté de la cama y ayude a Ángela a pararse.
—Tengo miedo. - hablo bajito y la atraje hacia mi para abrazarla.
—Yo también, pero estamos juntas en esto. - bese su frente.
—¿Crees que sea prudente decirle a mi familia ahora?
—¿Decirnos qué? - la puerta se abrió de golpe y entro el señor Pepe.
Del susto, a Ángela se le cayó uno de los test y yo tragué en seco cuando ví como mi suegro miraba la prueba.
—Angela, _____ ¿Qué es eso? - mis manos empezarona sudar cuando la mirada pesada del hombre, cayó sobre mí.
—Estoy embarazada. - soltó mi novia y se aferró a mi brazo.
La habitación quedó en un completo silencio, el papá de Angie a paso firme se acercó hasta quedar justo frente a mí.
—¿Qué edad tiene mi hija? - pregunto.
—Papá, por favor... - intervino Ángela.
—Sal de aquí, Ángela. Esperanos allá abajo. - demandó el hombre con autoridad.
—Papá...
—¡Que salgas! - gritó, mire a mi novia y asenti levemente, luego de unos segundos se marchó con unas pequeñas lágrimas cayendo por sus mejillas.
—Te vuelvo a preguntar, ¿Qué edad tiene mi hija?
—Diez y seis. - respondí desviando la mirada.
—¿Qué edad tienes tú? - volvió a preguntar.
—Diez y ocho.
—Exacto, ¿Si sabes que te puedo demandar?. - un escalofrío recorrío todo mi cuerpo. - Acaban de arruinar su futuro, son muy jóvenes para una responsabilidad tan grande, Ángela es una niña aun.
—Señor, quiero a su hija de la manera más sincera que hay y me haré cargo. - conecté miradas con el Señor Aguilar, se agachó y recogió el test, lo miro unos segundos y suspiró.
—No creí que mi primer nieto me lo daría Ángela, mi niña pequeña. - de la nada, me solto un golpe en la cara que me dejó un poco desorientada. - Te lo mereces. - afirmó.
—Tiene la mano pesada. - hice una mueca mientras tocaba mi pómulo.
—Mi esposa y yo hablaremos y haremos lo que sea mejor para mí hija. - me entrego el test y lo mire confusa. - Estoy hablando de un aborto, si es necesario. - negué rápidamentecon con la cabeza.
—Creo que Ángela y yo también tenemos derecho a opinar. - di un paso al frente.
—Angela sigue siendo menor de edad, por lo tanto, nosotros podemos intervenir. - él también dio un paso al frente.
—¿Qué está pasando aquí? - entro Leonardo, su madre y detrás de ella, Ángela, quién tenía sus ojitos rojos y rápidamente se acerco a mi.
—¿Le pegaste? - pregunto mi novia molesta mientras tocaba con delicadeza la zona afectada.
—¿La golpeaste? - preguntaron mi suegra y mi cuñado al mismo tiempo también.
—Embarazo a Ángela. - el mayor de los Aguilar me señaló y todas las miradas cayeron sobre mi. - Tenerlo sería un error, comprendan. - nos miro a Angie y a mi.
—¿Cuántos meses tienes? - pregunto mi suegra mirando a su hija.
—Unas cuántas semanas, creo. - respondió mirando a su madre.
Leonardo simplemente permanencia en silencio mirándonos a su hermana y a mi.
—Estas a tiempo de abortar, hija. - intervino su padre.
—Nosotras decidiremos si tenerlo o no. - Ángela entrelazó nuestras manos y sentí tanta paz y tranquilidad, pero también culpa.
—Creo que no tenerlo es lo mejor. - la mire y sus ojos se cristalizaron nuevamente. - Estás en tu mejor momento, estás brillando y...
—No. - soltó bruscamente mi mano y se alejo. -Respondeme algo con sinceridad y sin que te sientas presionada por mi papá, ¿Tú quieres tenerlo? - me miro fijamente.
Debía darle una respuesta, sí o no.
✨
Chalesote, no hay muchos gifs de Ángela.😔👌💔