Abigail Brown
Salgo del autobús a toda prisa; al encontrarme fuera, me hago a un lado del camino y dejo que por mi boca salga todo el contenido de mi estómago.
Cuando me siento aliviada, me acerco a mi madre que se encuentra del otro lado del camino.
Al no ver el autobús deduzco que se ha ido para seguir con su ruta.
-¿Estas bien cariño?- Me pregunta Paula Brown, mi madre.
-No te preocupes mamá, sabes que suelo sentir mareo con el olor a gasolina - Le respondo.
Detrás de Paula se encuentra la entrada a Sisterdale, por lo que alcanzo a observar el lugar está encerrado con muros sumamente altos y alambrados eléctricos. Hay una puerta de acero que es manejada por el guardia de seguridad en la cabina.
Nos acercamos al tipo, pero no hace falta anunciarnos ya que este abre la puerta para dejarnos pasar.
Ya estando dentro, no debemos esperar mucho cuando un Jeep se estaciona frente a nosotras, de este sale un chico que me deja flechada con solo verlo.
-Ustedes deben ser Paula y Abigail Brown, ¿cierto? - Nos pregunta.
-Yo soy Paula y ella es mi hija Abigail - Nos presenta mi madre, lo cual agradezco ya que mi voz a decidido esconderse de mí.
El chico se acerca a nosotras y le da un abrazo a mi madre como si se ya se conocieran y tuvieran tiempo sin verse, pero conmigo su acción cambia; toma mi mano derecha y en ella plata un suave beso, en el acto observa mi reacción con sus cautivadores ojos de color verde.
-Soy Tadeo Robinson, pierdan cuidado por el saludo - Nos dice él con una perfecta sonrisa plantada en los labios - Aquí en Sisterdale todos somos muy amables, a los recién llegamos los hacemos sentir parte de la familia.
Una a una sube el equipaje al auto, nos hace una señal con la mano para que entremos en este junto a él. No dudamos en hacerlo, al parecer venir a este lugar no iba a ser tan catastrófico como lo había pensado.
Abigail Brown en el inicio.