Se habían acabado nuestras dos semanas de estadia en Londres, Ashton debía volver con los chicos y yo junto a él.
Se me hacía muy triste volver a Australia, creo que no había valorado cuanto extrañaba a mi familia, pero la vida consta de esto. Te acostumbras a una realidad que en cualquier momento cambia, y son procesos que junto a experiencias forman lo que llamamos: la vida. Yo me debía ir, y lo hice. Ahora es momento de tener a mi propia familia. Esto es lo que comprendí estando aquí, mis padres siempre estarán para mi, mí hermana menor seguirá causando pequeños problemas hasta que crezca y deba pasar por procesos, los cuales estaran acompañados de los regaños de mis padres, ¿y quién sabe si luego a este par de enamorados se les ocurre tener, al fin, un niño? Mamá aún es joven.
-¿Nina? ¡Amor! -Dos palabras que me sacaron de mis pensamientos.
-¿Qué ocurre? -Pregunté pestañando repetidas veces.
Ashton río. -Amor te estoy preguntando si prefieres pasillo o ventana hace 10 minutos.
-Oh, lo siento. -Reí. -Ventana, como siempre.
-Esta bien, mañana a las 10 am tenemos nuestro vuelo. -Sonrió.
Me dediqué a sonreír de vuelta en forma de respuesta. En realidad extrañaba Londres y toda su peculiaridad. Hasta podría decir que extrañaba a la Reina.
-¿Estás bien? -Preguntó Ashton sacandome, otra vez, de mis pensamientos mientras se acomodaba a mi lado.
-Sí, tranquilo. -Intenté que sonara creíble añadiendo un beso en su mejilla.
-Por supuesto, y mañana la Reina nos llevará personalmente hasta el aeropuerto, ¿no? -Ironizó.
-Se te está pegando el humor londinense eh. -Bromié.
-¿No deseas tomar el té, querida? -Ahora estalle a carcajadas, creo que lo que mas adoro en este hombre es su voz y la manera en que dice cosas estúpidamente sencillas y graciosas, por lo menos para mí.
-¿Ves? Te hice reir. Ahora cuéntame que te pasa. -Frotó la punta de su nariz en mi mejilla.
-No es nada, sólo que no había notado cuanto extrañaba estar aquí, ya sabes. Pero no es que no quiera volver a nuestro hogar. Sólo... extrañaré.
-Ow, pequeña. Ven aquí. -Me tomó suavemente por la cintura y me hizo sentar en sus piernas. -Si quieres puedes quedarte, lo sabes.
-Quiero irme contigo, ¿cómo se supone que me quedaría dormida sin tus besos de buenas noches? ¿Quién saldría por mis antojos a las 3am? -Le respondí mientras acariciaba su cabello desordenado, intentando no olvidar como se sentía.
-Hummm... tienes razón. De todos modos no podría estar sin ti. Me has atrapado completamente.
-Vaya que romántico señor Irwin. -Me dediqué a ver como rápidamente su rostro se tornaba rojo.
-Déjame, soy un romantico de la vida. -Dijo mientras se escondía en mi cuello.
-Zona de peligro, recuerda que estoy embarazada y llena de hormonas... -Sentia su constante respirar contra la parte trasera de mi oreja.
-Y al parecer tu olvidas cuando yo soy el que se queda extrangulandose en sus pantalones.-Susurró lentamente sin quitarse de donde estaba.
-Está bien... -Anuncié acomodandome de frente a él con una pierna a cada lado de su cuerpo. -Ambos jugamos esta vez.
**
-¡Enserio! Luego no sabiamos como apagar el maldito sistema de alarmas, creo que ella no heredó el talento para hacer pasteles que tiene Jenn.
-¡Hey! Aún así te comiste lo que quedo... no tan quemado. ¡En mi defensa fue culpa de ese horno del demonio! -Todos rieron ante mi expresión.
-¡La cena esta lista! -Anunció mi madre.
Todos nos levantamos y fuimos directamente a la mesa que estaba ya ordenada.
-¿Cuándo vuelve Nidia? -Pregunté a mi madre una vez que ya comenzamos a comer.
-No nos dijo fecha exacta, pero debe volver entre esta semana y la otra. -Afirmó bebiendo de su jugo.
-Es una lastima que no estuviera aquí, quería que conociera a Ashton, y también darle la noticia.
-No te preocupes, nunca se sabe cuando puede aparecer afuera de tu puerta en Australia. -Reímos.
Nidia, mi hermana menor es idéntica a Joseph (o Joe), el hermano menor de mi madre. Almas liberales. Ahora mismo andan ambos de viaje, esta vez es por Los Ángeles, o alguna parte de Estados Unidos, aprovechando sus vacaciones. Siento que pronto los tendré en Sidney.
-¿Tienen su vuelo mañana? -Preguntó mi padre integrándose a la conversación.
-Sí, a las 10 am. -Contestó Ash.
-Es hora de volver, te deben extrañar tus compañeros. -Agregó revolviendo su ensalada.
-Sí, espero. Quizás tienen un suplente del que jamás me entere. -Río.
-Quizás tiene una copia exacta de ti y ahora están de gira. -Aumente su paranoia.
-Oh mi Dios eso sería rarísimo porque mi madre esta segura que sólo tuvo un Ashton. -Abrió exageradamente sus ojos.
-¿Y si al nacer los separaron y tu hermano gemelo malvado llamado Hugo, que realmente no era el malvado te está suplantando? -Seguí el juego.
-Amor, acabas de sacar eso de los Simpsons. -Reímos fuertemente los cuatro.
-¿Qué? ¡Claro que no! -Comencé a mover mi vista de forma nerviosa a propósito.
-Lo que tu digas... -Me acarició el hombro mientras me consolaba.
-De todos modos tu eres el bueno. -Sonreí ampliamente.
Sólo piénsalo, ¿Ashton malo? Eso es científicamente imposible. Puedo creer que de niño golpeó a algún engendro del mal porqué lo trato de mala forma. Podría creer que el golpearía a alguien porque insultó a su madre o daño a su hermana, pero jamás podría creer que él dañó a alguien más de forma intencional y sin motivos.
Aveces tan sólo pienso que es demasiado bueno para mí.
-¿Quién quiere pastel? -Preguntó mi madre trayendo el exquisito bizcocho con su receta secreta (que se supone, me debe enseñar).
Todos tomamos una porción y nos encaminamos al sofá, era nuestra última noche aquí y veriamos una película juntos.
**
-Creo que sin duda la mejor parte de la película fue cuando tu padre soltó ese enorme eructo y tu madre lo golpeó porque la asustó y tiro el pastel lejos. -Seguía riéndose aún Ash.
-Es gracioso, papá y mamá eran como nosotros, o bueno nosotros somos como ellos, y ahora cuando los veo aveces parecen un matrimonio tan normal, como que jamás papá hubiera tenido una banda y como que mamá jamás hubiera cambiado su color de cabello cuatro veces por año. -Reí al terminar de decir eso mientras seguía jugando con las manos de Ashton.
-Me gusta su historia, pero me gusta aún más su hija mayor. -Movió sus cejas reperidas veces.
-Lamentablemente no puedo decir lo mismo de ti. -Hice una mueca. -Lo siento Ash, pero a mi me gusta Harry. -Terminé con una gran carcajada por la cara de susto que había puesto antes de entender mi broma.
-¡Hey! Casi caigo. -Puso su mano en donde esta el corazón.
-Creo que estas sólo un poco cansado, deberías dormir. -Me levanté de donde estabamos sentados y fui a buscar mi pijama.
-Las embarazadas son sexys. -Decía él mientras me cambiaba en el baño con la puerta entre abierta.
-¿Ahora estás desarrollando algún fetiche sexual por las embarazadas? -Pregunté entre risas.
-¡Luego te digo que estas gorda y me mandas a dormir a la terraza! -Gritó en su defensa.
-Okay, mejor cállate. -Lo apunte con mi cepillo de dientes.
-Te amo. -Sonrió ampliamente.
-Te amo más. -Sonreí.
-Buenas noches mujer con estómago en proceso de mutación. -Río y se escondió entre las sabanas.
-¡Irwin! -Le lancé el tubo de la pasta dental.
***
Nuevamente estabamos aquí, en el aeropuerto, sentados esperando que nos llamaran a nuestro vuelo. A diferencia que ahora tenía a mis padres al lado.
-Nooooo, te extrañaré demasiado. -Lloriquie como una niña pequeña en las piernas de mi madre.
-¿Desde cuándo estás tan apegada a mi? -Preguntó con gracia. -Estaremos allá para el parto, ¡el tiempo pasará volando!
-¿Me acompañas a comprar una bebida? -Pregunté levantándome de pronto.
-Por supuesto, vamos. -Respondió siguiendome la corriente.
Cuando estabamos lo suficientemente lejos como para que Ashton y mi padre nos escucharan le hable a mi madre. -Tuve un presentimiento extraño cuando estabamos allí. No hay... ¿Estás segura que no hay posibilidades de que Niall este aquí? -Pregunté rápido.
-No... no creo, si vuelve debería ir a Irlanda, no tendría nada que hacer aquí. Y en el peor de los casos este lugar es muy grande como para que te lo topes. -Me explicaba mientras pagaba el chocolate que había comprado. Ya que el antojo de bebida se me había pasado.
-Quizás sólo estoy imaginando cosas, debe estar en pleno tour. -Intente restarle importancia. -¿Tienes hambre?
**
Mi paranoia no fue en vano.
Porque en el momento que estabamos por cruzar la puerta de embarque con Ashton vi su cabeza rubia pasar en sentido contrario.
"Si no nos topamos, si nuestras miradas no se conectaron fue porque así debía ser. Porque el destino no hace nada sin motivos."
-Este es nuestro último beso en Londres. -Habló Ash cuando nuestros labios se separaron.
-Ummm... uno más. -Al finalizar tomé su cara y lo besé.
-Todos y cada uno de los que quieras, bebé. -Me sonrió.
-Creo que fue más sencillo de lo que creímos. -Dije tomando su mano entre las mías.
-Viéndolo ahora, ¡claro que sí! Por un momento juré que volvería a casa castrado. -Reí ante su comentario.
-Y... me dirás sobre que hablaron esa noche... o no... -Hablé lento mientras jugaba con sus dedos.
-Nop. -Y justo en ese momento avisan que el despegue va a comenzar.
Oh ahí vamos.