Llegué a la sede y me recibió una mujer que hablaba alemán, mas aquella mujer de hermosa cara tenía un peso enorme, y cuando digo enorme es que sus pies y manos eran diminutos y su cara se veía pequeñita en ese gran cuerpo obeso. También me recibió un hombre de aspecto normal, mas cuando me saludó, comenzó a doblarse y a hacer cosas extrañas con su cuerpo, me explicó que era un contorsionista, que se llamaba Adler y que la mujer obesa se llamaba Betty.
Isabella jaló mi vestido y señaló al enano quien me dijo que me daría un
El circo tenía la carpa principal, unos vagones donde se acampaba, el comedor y una bodega.
Esa noche cenamos en la carpa principal que tenía una entrada que parecía una boca y cuando la atravesabas era como un teatro de Vaudeville, lo que me hacía preguntarme si mis padres y mi hermana estarían en un teatro en este momento, ya que como eran gente de alta sociedad, probablemente disfrutarían de la ópera seguido.
Entró la pequeña Tiaret La Geek, una niña africana con unos dientes letales que matarían a cualquiera, pero aun teniendo semejante poder, Tiaret era muy pequeña e indefensa y les tenía pavor a los hombres grandes.
Todos los fenómenos que ya he mencionado empezaron a bailar y a celebrarme exclamando: ¡Uno de nosotros, uno de nosotros! Por fin me sentía feliz.