Sally pasa algunas horas humanas con Max y le explica como hizo para lograr salir del cuerpo de su humana. Max promete intentarlo para que el encuentro sea más cercano y no esté interrumpido por el cuerpo de aquel hombre que le tocó habitar.
Después, regresa a la habitación de Paula. Y cuando la ve despierta, siente que todo se terminó.
Se acerca a la zona del cerebro esperando ser absorbida como la primera vez, pero no sucede nada. Sigue dando vueltas alrededor con la esperanza de que en cierto punto se active algún mecanismo... Recorre otras zonas del cuerpo, se pega a su piel. Pero no sucede nada.
En un momento, Paula bosteza... Y Sally no lo piensa más de una vez. Ingresa por allí.
Paula comienza a toser, pero Sally logra llegar al cerebro. Un dolor comienza a aparecer en aquella zona y Paula se acuesta. Sally aun no logra dominar el cuerpo y eso le preocupa.
—Duérmete —dice.
Paula comienza a mirar hacia todos lados.
—Duérmete —intenta ordenarle al cuerpo.
—¿Quien anda ahí? —masculla Paula asustada.
—Duérmete.
—No quiero dormir —responde—. ¿Quién eres?
Sally se da cuenta que aquello no funciona y decide detenerse. Esperará a que se duerma y luego tomará el control. Nada saldrá mal. Está todo bajo control.