Scared, darling? (Colton Hayn...

By ironicxndtattoos

92.5K 3.2K 304

...Retrocedí un poco más, hasta que mi espalda chocó contra aquél tronco. Él se acercó, el color de sus ojos... More

Scared, darling?
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
¡Nota importante!

Capítulo V

3.8K 250 32
By ironicxndtattoos

"Estamos enfermos como animales, jugamos a fingir. Eres solamente un caníbal, y temo no poder salir con vida..."





Los cristales de la habitación estallaron en miles de fragmentos, me quedé absorta, la piel de mi nuca se herizó. Sentía miles de pasos en nuestro alrededor, pero nadie estaba aquí. Ian tomó mi mano de manera abrupta y rápida, me atrajo hacía su cuerpo.
Un chillido ensordecedor se escuchó. A él no parecía afectarle, pero a mi me hacía doler en demasía los oídos, mi cuerpo se paralizó; alguien venía corriendo en nuestra dirección.

-Hablo en serio.- me mira con pavor- Debemos irnos.- dice en tono de orden, imponiendo toda su rudeza. Su mirada se volvió fría, su mandíbula, al igual que su cuerpo; se tensó.

Asentí, algo en mi; me decía que no debía irme con alguien que ni siquiera conocía, pero, otra voz en mi conciencia me incitaba a salir de aquí. Había peligro. Mis instintos y mi propio cuerpo me decían que debía hacerle caso, teníamos que huir. Pronto.

Subimos al auto, su desesperación aumentó al no encontrar sus llaves. Mi mirada se volvió a la tétrica escena de mi casa. ¿Por qué tenía que huir?, ¿por qué sentía que miles de sombras tenían sus ojos puestos sobre mi?

Las hojas de los árboles comenzaban a tambalearse con la brisa del viento, en una danza caótica y violenta.
Una sombra pasó rápidamente del lado de la ventana. Abrí mis ojos abruptamente. Ian arrancó su auto a toda velocidad, apreté mis puños con fuerza. Alguien corría detrás de nosotros, aunque todo era muy difuso, podía distinguirlo en el espejo retrovisor.

-Tomaremos un atajo.-interrumpió mis pensamientos. El auto giró velozmente a dirección del bosque, mi cabeza golpeó la ventana. Apretó el acelerador. Su mirada era de concentración absoluta, aunque de vez en cuando se iba al espejo, y se mantenía en calma cuando se percataba de que nadie nos seguía. 

El bosque era el mismo paisaje de un asesinato, y no; no estaba exagerando, era todo sombrío. Viviendo una persecución en primera persona, con la adrenalina tomando control de mi.
Las hojas caían con la misma rápidez en la que Ian manejaba, los árboles eran demasiados altos para distinguir la luna o los pequeños fragmentos de nubes negras en el cielo. La oscuridad emanaba por doquier.

Me aferré a mi asiento, él giró varias veces evitando chocar la cantidad de árboles que había.
Su respiración se tranquilizó cuando salimos del tan interminable bosque. 

El silencio era incómodo y algo eterno para ambos. Y para completar el miedo que sentía, aún no sabía dónde nos dirigíamos.

Aparcó el auto. Me tomé unos segundos para poder analizar todo, pero mi mente no trabajaba. Regularicé mi respiración. 
Él me extendió su mano. Demasiado confundida, salí de su auto. El frío me golpeó al instante en el que pongo un pie afuera. El frío se cuela por cada poro de piel. Me doy calor a mi misma, encontrándome con la hermosa vista de unos lujosos departamentos

Emprendemos paso. Su ancha espalda me proporcionaba una inexplicable sensación de protección.

Proseguimos el camino. 
Éste paró en seco para buscar sus llaves.
 Departamento 142, la puerta parecía venirse abajo.
Sonrió triunfante cuando al fin pudo sacarlas. 

Me hizo señas de que pasara, mis pasos eran torpes y lentos, pero puede tomar el control; bueno, la mayor parte de el, y lograr entrar. Porque estaba en una especie de trance en el que mi cuerpo se manejaba por sí solo, mientras que mi mente seguía divagando sin encontrar ninguna explicación lógica. Todo era tan mecánico e insufrible.

Mis ojos se abrieron exagerados, mi cuerpo se quedó inmóvil, el miedo recorrió por mis venas como una subida de adrenalina. Mis manos temblaban, era incapaz de articular palabra. 

Él estaba aquí.
Ian frunció el ceño al verlo, completamente confundido, vio mi expresión, volvió su mirada hacía él. Intentando buscar una explicación. 

-¿Qué mierda?-.expresó, con una completa cara de incertidumbre.- ¿Cuándo llegaste?- preguntó rápido, sin sacar aquella expresión de su rostro.

Entonces, como si se hubiera percatado de mi mísera existencia, me mira. Sus puños se aprietan, dejando de estos casi de un color blanco. Su cuerpo estaba casi inmóvil, como el mío. Intenté buscar soluciones para la situación en mi mente, pero aún no había nada.
Él tenía una sonrisa de satisfacción, sus ojos se fueron a los míos, y su sonrisa se borró. Su mandíbula cayó en seriedad.

-He estado todo el tiempo aquí.- su ronca voz resonó, haciéndome sentir débil, recorriendo cada centímetro de mi piel. Bajé mi mirada. Porque, no pensaba que tuviera tal tono tan imponente y ronco en si mismo.

Ian negó varias veces, pasó su mano con desesperación por su cabello. El castaño hizo un chasqueo con la lengua, interrumpiendo el incómodo silencio sepulcral que se había creado. De pronto, me sentía tan asfixiada y terriblemente fuera de lugar.

-Cayden, ella es..- sin dejar que éste terminara, él se levantó de mala gana. Pasó por mi lado, casi llevándose mi hombro con él, aunque tenía la ligera sospecha que eso había sido adrede. Finalmente, cerró la puerta del corredor de un fuerte portazo. 

Así que, Cayden era su nombre.
La pesadez se apodera de mi cuerpo, y me quedo estática.

Ian resopló.
Se tumba en el sofá, y parecía que aún no hilvanaba las ideas de su mente.

-Disculpa sus modales- me sonríe, asiento de forma robótica. Rasca su nuca con nerviosismo.- Siento haberte traído hasta aquí, húm.- dijo, parándose enérgico, se acercó a centímetros de mi.-Estás bien, ¿verdad?

-S-sí.- Me las arreglo para decir, aunque miento.

-Me alegra escuchar tu voz de nuevo. Pensé que habías quedado muda.- se separa un poco, sonriendo a medias, sus ojos azules me inspeccionan con cautela.

Quería hacerle demasiadas preguntas en éste momento, sin embargo, no tenía capacidad de ninguna. Aunque la que carcomía mi conciencia y retumbaba en mi ser, era una muy estúpida: ¿Por qué ellos vivían juntos? Mi mente se hizo una nube. Él me miró, como si pudiera leer mis movimientos, comprendiendo de inmediato.

-Somos primos.- baja la mirada con algo de decepción.- Este departamento en realidad no es nuestro.- pausa unos segundos- Sólo es como una cuartada, ¿entiendes?- ríe forzado, y lo miro sin entender nada.- Estamos aquí de paso, aún no podemos ir a nuestra casa.- dice, rápido, intentando cubrir lo que había dicho sólo hace unos segundos. Hace señas de que me siente a su lado, a lo cual me niego. Mi mente comienza a recobrar vida, en el momento en que escucho que él habla de "su casa".
¡Mi casa! La he dejado sola, completamente desprotegida, por el miedo que sentí. Entrecierro los ojos.

Si te pagaran por ser una estúpida, seguro ganas el premio Nóbel, Hannah. Y con honores.

Tenía que volver. En el momento no lo había entendido, me sentía eufórica y ni siquiera podía pensar con claridad, con tantos pensamientos recorriendo y jugando en mi mente.

-Aún no, dulce- me mira.
Se dirige hacía la ventana, sin entender nada, me puse a su lado. El gran ventanal nos enseñaba la bella luna, acompañada con un apenas notorio tono rojizo. Él sonríe
Algo se escapa de sus labios, pero no puedo distinguir qué es lo que me dice.

-¿Ian?- digo, en tono de pregunta. Él deja de mirar hacía la luna, y vuelve su mirada hacía mi.-¿Podría...-hago una pausa, intentando formular cualquier cosa. ¡Piensa en algo rápido!-.¿Podría pasar al cuarto de baño?-. Pregunto, al fin. Y quiero golpear mi frente con mi mano. Una pequeña carcajada se escapa de sus labios, asiente, divertido. Toma mi mano, y comienza a emprender paso por largo corredor, para enseñarme dónde está.

No quería estar sola con él, mi propia piel me estaba asfixiando. Necesitaba salir de aquí, de sólo pensar que me encontraba en éste lugar me ponía los nervios y la adrenalina en ebullición de mis emociones. Necesitaba volver, y cuanto antes, mejor.

La puerta de madera hizo un crujido en cuanto la abrí, la cerré, tan despacio y con cuatela, casi como queriendo que nadie pudiera escucharme. Puse todo el peso de mi cuerpo en ella, mi respiración se calmó por una milésima de segundos. Una risa casi desquiciada salió de mis labios. "Estoy sola, en un departamento completamente oscuro, con un chico que conozco de nada. Y Bella va a matarme en cuanto lo sepa". Fueron mis únicos pensamientos. 

Me acerqué al gran espejo. Los azulejos de un color azul oscuro, casi negro, que rodeaban las paredes, hacían que todo se hiciera más tétrico y peligroso de lo que ya era.

Mi reflejo hizo que sintiera asco, estaba despeinada, los ojos completamente rojos. Daba pena, lástima de mi misma. El agua comenzó a fluir, tomé una bocanada de aire. Y llevé con desesperación el liquido hacía mi rostro. "Muy bien, sales del baño. Le dices que te sientes verdaderamente mal( aunque no era mentira), y que tienes que volver a tu hogar, antes de que vuelva tu tutora y te asesine por irte con un completo desconocido y dejar la casa a completa merced de los extraños" Levanté mi mirada, cerré mis ojos por unos instantes. Llevé ambas manos a mi rostro, intentando convercerme a mi misma.
"O, puedes decirle que llamarás a la policía si no te lleva a tu casa en éste instante"

Aunque, esa opción era la más estúpida, porque no tenía ni siquera el teléfono celular conmigo.
Resoplé. La luz tanteó con apagarse, volví mi mirada al espejo. 
Un grito ahogado salió, las paredes estaban escurriendo un liquido espeso, rojo. Sangre

Una sombra pasó por detrás mío, tan rápido, que creí haberlo imaginado. Me volteé como acto reflejo. N-nada.
Las manchas pararon de fluir. Suspiré aliviada.
El espejo estalló en miles de pedazos. Llevé ambos manos tapando de mi boca, retrocediendo, horrorizada.

Alguien tomó mi cintura, una cálida respiración cerca de mi oído.

-Muere, ahora-.una voz, demasiado ronca, a la vez que distorsionada, resonó. 

Me di la vuelta, mi cuerpo al fin comenzaba a reaccionar. Esperando encontrarme cara a cara con alguien. Busqué con desesperación por toda la habitación. Esto no podía ser posible. ¿Estoy perdiendo la cordura?

El espejo estaba impecable, el piso no tenía rastros de cristales. Las paredes completamente libres de manchas de sangre.
Un mareó demasiado fuerte me recorrió el cuerpo. Me encontraba en una burbuja de aturdimiento.

Los golpes firmes provenientes de la puerta,  me hicieron reaccionar. 

Corrí con desesperación hacía ella, miré las puntas de mis pies. La abrí, intentando calmarme. Sus ojos chocaron con los míos. Temblé. 

-¿Cuánto tiempo quieres quedarte allí dentro?- me mira. Trago saliva. Algo sorprendida, esta es la primera vez que me habla directamente. Intento retener su mirada, dispuesta a contestarle. Su respiración es irregular, al igual que la mía. Sin embargo, sus ojos siguen carentes de emoción. ¿Cuánto tiempo se supone que he estado?, según yo, sólo han sido un par de minutos.  

Mi cuerpo choca con la pared, y no sé cómo, ni cuándo, pero; él tiene ambas manos al rededor de ésta, aprisionándome. 

El pasillo estaba oscuro, aún más que antes. Los pequeños deslumbres de la luna que se asomaban por la ventana, me permitían ver el rostro de Cayden, aunque no demasiado.
Una de sus manos fue directo a mi cintura, casi en forma de golpe. Mi cuerpo se tensó. Jamás lo había tenido tan cerca. 
Sus labios se acercan peligrosamente a mi oído. Y siento como esboza una sonrisa.

-¿Por qué estás aquí?- pregunta, en tono seco, a la vez que burlón.

Me separa bruscamente, al ver que no obtiene ninguna respuesta. Caigo lentamente. Mi cabeza se golpea con una de las pequeñas mesadas. Mi subconsciente pide ayuda a gritos. Intento incorporarme, pero su mano no me lo permite.

-Supongo que tampoco es necesario que recuerdes esto, ¿verdad?-.su ronca voz vuelve a resonar. Mis ojos comienzan a cerrarse, mi mente está gritándome que se detengan, pero es algo imposible. Mi respiración se tranquiliza. 
Oígo unos gritos a lo lejos. Abro mis ojos abruptamente. Mi cuerpo vuelve a temblar. Él niega con la cabeza. Algo me empuja con más fuerzas, el golpe ha sido demasiado fuerte para que mi cuerpo pudiera soportarlo. Caigo nuevamente, incapaz de soportar el dolor.

-Estás pérdida.

Continue Reading

You'll Also Like

20.9K 2K 29
Evil † Su mirada me da escalofríos, miedo, como si leyera mis pensamientos. Algo oscuro esconde en su mirada algo que no quiero saber. Ese hermoso h...
4.7M 532K 57
↬Cuando te vi, una parte de mi dijo: "Es hermosa" y la otra se imaginó cómo te verías amarrada a una silla con los ojos y la boca vendados, luchando...
413K 23.9K 36
Te ví por primera vez en una fotografía, quien diría, quien diría Anastasia que me enamoraría tan perdidamente de tí, que asesinaría a todas esas per...
1.7M 77.6K 66
La asesinaron un 23 de octubre, y desde entonces todos se preguntan: ¿Qué le pasó a Elizabeth Parker? Venus, la protagonista, tras el reciente asesi...