¿Y si te digo que te extraño...

By PASCUALPERSSON

7.1K 576 95

ESTADO: FINALIZADO Cumplir 17. Era un plan grandioso en mi agenda o al menos en mi vida, ya casi formaba pa... More

Capítulo 0
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 20
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 15
Capítulo 29
Capítulo 30
Epílogo
Especial 1: Anabel
Capítulo 16
Especial 2: Nadia
Especial 4: Liam
Especial 3: Domenica
Especial 5-6: Pedro & Liam
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Dedicatoria

Capítulo 8

140 17 4
By PASCUALPERSSON

Capitulo 8:

El beso

La casa de Doménica no quedaba tan lejos por ser vecinos, cosa que agradezco. Estaba emocionado como también me encontraba ansioso. Pase mis manos sudorosas por mis pantalones secándolas con disimulo. Habíamos quedado en que hoy estudiaremos juntos para el próximo examen de lengua y literatura, de la profesora Margot. Los exámenes de esa profesora son bastantes complicados, que es difícil pasarlos sin haber estudiado con anticipación, además de que este incluía temas nuevos y complejos.

Lo mejor de la frase anterior es: Juntos.

Un momento a solas era lo que quería, porque podía pasar tiempo con ella sin que las narices de Liam se interpongan.

—Buenas tardes señora Maia —saludé cordialmente.

Limpio sus manos en su delantal. Tenía varias manchas de harina en su rostro, mientras su cabello se encontraba recogido en un moño desprolijo. Parecía una Doménica mayor, con diferencia que sus ojos son de marrón oscuro, y los de la pelinegra eran un marrón más claro igual que su padre. Pinto una de sus mejores sonrisas al verme.

«¿Qué estará cocinando?»

—Hola Allan, ¿vienes a ver a Doménica?

Asentí. —Sí. Hoy estudiaremos juntos. —Le indiqué la maleta con un gesto de la cabeza. Los papás de Doménica nos tenían confianza a ambos, pero no tanta como para sobrepasar límites. Tampoco los necesitábamos, porque lo nuestro se definía lamentablemente en una amistad (Lamentablemente, ¿eh?).

—Doménica aun no llega de su práctica, me envió un mensaje mencionando que se quedaría un tiempo extra más, pero pasa, puedes esperarla en su cuarto hasta que llegue. Estas en casa, Allan. —asentí; sonrió dejándome pasar. Mis ojos curiosearon el interior de la casa que ya me era bastante familiar. —Hice galletas de chocolate, ¿deseas unas?

—No, gracias —ladee la cabeza —¿Y el señor Albert?

Apretó su boca en una línea recta. Vi como sus hombros junto a su sonrisa se tensaron, una pisca de nerviosismo invadió su cuerpo. Paso su mano por el cabello repetidas veces hasta aclarar su voz para poder hablar y pasar a segundo plano lo incomodo que había sido preguntar por él. Muy bien Allan, arruinando la conversación ¡Genial!

—Esta en su trabajo, no vendrá hasta la cena—, queriendo evitar preguntas trago en seco —. Bueno estaré en la cocina por si me necesitas.

Asentí sin decir ni una palabra más. Fui directo al cuarto de Dome, no es que sea un pervertido. Tenía curiosidad de lo que podría haber en ese lugar. Al entrar, ese olor a fresa característico se sentía en el aire. Las paredes de color rosa me hacían extrañar la cada vez más, dejé la maleta al suelo aventurándome.

Es muy organizada. Las paredes están repletas de fotografías nuestras y de otros amigos. La sonrisa traviesa de Pedro, el símbolo de amor y paz de María, Sally enseñando su dibujo, Pablo poniendo cuernos a cualquier victima cercana, y la mueca graciosa de Liam mirando a la cámara me trago nostalgia.

«¡Qué recuerdos!»

Pase mis dedos por las fotografías mirando una por una. La de la salida a la piscina municipal, donde María perdió su arete, y Liam termino por buscarlo como todo un caballero en e fondo. La colección de insectos de Pedro, el cual de brazos cruzados sonreía con orgullo. La noche de películas en nuestra casa. Mientras más observaba, más recuerdos de una manada de críos volví a mi cabeza. Cuando las cosas no eran complicadas, donde todo era sencillo y divertido.

Baje más hasta quedar perplejo y atontado al mismo tiempo. Pestañé un par de veces para centrarme, y me encontré a mi mismo tragando en seco para centrarme nuevamente.

Y ahí estamos los dos.

El basquetbolista y la bailarina.

Que pareja más desequilibrada.

Esa fue la vez cuando ambos ganamos en cada concurso individual, decidimos tomarnos esa foto para conmemorar el recuerdo. ¡Y otra! La vez que ganó un peluche en la feria. Mis veinte dólares habían desaparecido ese día. Los algodones de azúcar, las manzanas caramelizadas, el carrusel infantil. Fue la primera vez que acepté mis sentimientos por ella, donde mi corazón corría peligro en esa noche donde hacía frío.

Agarre la cajita de música de su cómoda. La abrí con miedo de que se rompiera, es algo apreciado. Me sobresalte al notar el girasol con el lazo rojo que le iba a regalar ¿Cómo lo tiene? Pero, mis pensamientos se perdieron por el sonido de la cajita musical.

Lentamente apareció una bailarina de metal, la música resonó. Cerré los ojos memorizando la melodía, la imaginé a Doménica. Estaba en un escenario grande, y él único espectador privilegiado era yo.

Ese baile era para mí. La dulzura, la delicadeza de sus manos, como parecía que iba a flotar en el aire. Las vueltas de su tutú morado, la sonrisa que se dibuja en su rostro al hacer lo que ama, me enamoraba, me ilusionaba y me destruía de cierta forma. Pero, uno elige de quien enamorarse, simplemente terminas aceptando esos sentimientos.

Unas risitas se escuchaban cerca. Cerré la caja, con las manos temblando agarre mi la maleta.

—No me muerdas la oreja ¡Me lastimas, Dome! —Los escuche reír juguetonamente —Miss Queen, eres mía. Espera... espera, ¿Dónde piensas ir?

—Deja de seducirme y bésame de una vez, Liam—su voz coqueta me arrugó el corazón ¿Están coqueteando? —Esto del secretillo no se me pega bien, ¿sabes? Ven. Vamos al cuarto, que para eso viniste, ¿no?

¿Para qué?

—Así, sí, sí. Se me ha olvidado. Con esto del beso, me quede flipando. —Accedió.

Desesperado busque un escondite al mi alrededor ¡Bingo! El armario. Entre ahí lo más rápido junto a mi maleta posible acomodando ciertos abrigos esponjosos que me resultaron cómodos.

—Espera.Tu papá no está.

—No, se a peleado con mamá. Con eso del nuevo cambio, es complicado. No hay día que mantenga una conversación sin que uno de los dos este apurado en tener la razón. —Soltó un suspiro.

Su papás, ¿qué cosa? Doménica no me ha dicho nada de eso.

—Hey, todo estará bien. No es necesario esperar que la tormenta pase cuando puedes aprender a bailar bajo la lluvia.

—¿Acaso es otra de tus propuestas seductoras?

—¡Que yo no he dicho eso!

Se echo a reír.

Solté un suspiro de alivio al escuchar la puerta abrirse. La risita de ella me enloquecía. Se suponía que sería yo, no Liam. Y otra vez está robando mi protagonismo ¡Genial! Obtendría con seguridad el papel del árbol si las cosas seguían de esta forma.

—Mis Queen —susurro. Escuche el sonido de la puerta cerrar.

Apegue mi ojo a las rejillas para observar, la curiosidad me consumía. Me enojaba no poder hacer nada más que mirar.

—¿Qué haces? ¿Y si alguien se entera?

—Mi pequeña Dome, —susurro tan cerca de sus labios. Pude observar como ella bajaba su mirada a los de él esperando que acortara el poco espacio. —el mundo ahora mismo se puede ir a la mierda si quiere. —su mano acarició su mejilla. Agarrando un puñado de su cabello la besó.

¡La beso! ¡Demonios! Soy fuerte, pero está más afuera de mis límites. Si Liam quería destruirme, lo logro. Mi mundo se pulverizó, el sonido de mi corazón quebrándose me confirmo. ¿Esto es real? Se estaban besando, ninguno se despejó.

«Es tu bebé, ¿no?»

¿Él me traicionó? No. El cerro los ojos y luchó por la persona que ama, no como yo. Puras palabras y pocas acciones. Se lo merecen. —apreté mi puño aguantando la avalancha de emociones—

Me sentía libre con ella ¿Y ahora? Ya me había hecho ilusiones, pero si me lastimas ¿es porque en el fondo me quieres? Por qué están jodido enamorarte de alguien que no te corresponderá nunca.

Siempre lo supe.

Su sonrisa no era la misma que cuando él estaba, y odiaba admitir que ese brillo tonto se colaba en sus ojos cuando él aparecía. La observé tanto, que cuando caí en cuenta ella estaba enamorada de él y yo de ella.

Limpié mis ojos colocando de nuevo los lentes, abrí el armario con un ruido algo molestoso para mi propio gusto. Ambos se separaron al instante, el rostro de Liam se veía satisfecho y orgulloso mientras que la Miss Queen pestañaba perpleja.

—Me voy, Doménica. Otro día estudiamos, ¿ok? —Le sonreí como si nunca hubiera llorado por ella. Rasque la nuca incómoda. Adiós.

Me fui. No es como en las películas, que van detrás de ti para explicarlo. No, solo me dejo ir, sin explicaciones, sin clip.

1 mes antes de los 17

N/a: Ameeeeee <3

Continue Reading

You'll Also Like

366K 25.5K 36
Las mentiras envenenaron los corazones de aquellas dos personas malditas. Lu va en su 4to año en Hogwarts. Parecía que su vida iba normal, claro, su...
1.9M 133K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
130K 28.2K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...
35.6K 4K 19
Bradley tiene una nueva oportunidad de recuperar su estatus, aun si eso implica perder su orgullo ante Max. Quedando a su merced, estará dispuesto a...