Zayn
Caminé a mi casa, destruido por la forma en la cual Selena me había echado...
Llegué y me tiré a mi cama, en cuanto entré a mi cuarto.
No duré ni veinte segundos en paz, cuando mi puerta se abrió.
-mamá quiere hablar contigo-
Resoplé.
-pues dile que luego la veo, Waliyha...-
No quería hablar con ella en este momento...
-dice que quiere saber de inmediato la razón por la cual no te quedaste en la casa, anoche-
Suspiré fuertemente, y me levanté.
-¿por qué no te puedes callar, diabla?-
-por la misma razón por la cual tú no puedes hacer nada más que darle problemas a mamá, vago-
Me tragué todas las respuestas que se me ocurrieron, y solamente salí de mi cuarto, al comedor, donde mi madre me esperaba con los brazos cruzados.
Me senté, y esperé a que ella comenzará a hablar.
-Zayn Malik...tú... ¿Tú crees que tu padre y yo nos matamos, mandándote al colegio, para que salgas cada noche a tirarte a alguna chica?-
Sus palabras habían sonado frías, y probablemente pretendían ser hirientes...
No lo fueron.
-mamá, no me estaba acostando con nadie...-
-¿entonces solamente decidiste pasar la noche en la casa de Selena o algo así? No me creas estúpida-
...
-de hecho fue eso exactamente lo que pasó. Fui a su casa, y nos quedamos dormidos, pero ya estoy aquí-
Ella subió una ceja.
-¿así? Entonces, supongo que no habrá problema de que yo llamé a su mamá, ¿o sí?-
-no, ningún problema-
Dije, con la expresión seria.
Ella me la devolvió, y ya se proponía a volver a hablar, cuando su teléfono comenzó a sonar.
Ella me levantó su dedo índice, indicándome que esperara, mientras ella contestaba.
-¿hola?-
Una sonrisa se coloreó en sus labios.
-¡habías estado perdida! ¿Qué me cuentas?-
(...)
-no te creo, no te creo ¿en serio? ¿A qué instituto?-
(...)
-¡tienes que estar mintiendo! A ese mismo va mi Zayn-
A la mención de mi nombre traté de poner más atención a la conversación.
-estoy más que segura de que a mi bebé le encantaría mostrarle el pueblo a tu hija, Dev-
¿Que? ¿Qué hija? ¿De quién me iban a poner de niñero?
(...)
Mi madre sólo asentía y sonreía.
-aja, tres bloques después de la iglesia, la casa con un carro rojo en frente-
(...)
-está bien, te espero-
Mi mamá colgó, sonriéndole al teléfono.
Luego, es ojos volvieron a encontrarse con los míos.
-tienes una tareas este fin de semana, hijo-
Oh no...
-la hija de Devora, no se sí te acuerdas de ella...pero bueno, su hijita Louise y ella se acaban de mudar de Machester, y la niña va a entrar a tu instituto, así que no le caería mal un amigo-
Ni a mi una novia, con un promedio más alto que mis probabilidades de salir de este pueblo, pero no todas las cosas se pueden conseguir en la vida.
-ve a cambiarte, devora no debe demorar-
Subí los ojos, y caminé a mi cuarto.
Me puse una camisa blanca, básica, y una chaqueta de cuero. Me dejé los jeans, y bajé a la sala, en la cual ahora estaban ocupada por mi progenitora, y dos rubias.
Mi madre se volteó y me miró.
-Zayn, amor, estas son Devora y su hija Louise-
-Perrie, por favor...no me dicen Louise desde que tengo seis-
-oh, lo siento...supongo que fue a
ese edad, más o menos, la última vez que te vi-
La muchacha que estaba en mi sala, Perrie, podría ser la mujer más maquillada que yo hubiera visto en mi vida.
Su cabello estaba hacia atrás, como si tuviera una diadema, aunque yo no veía ninguna...
Ella me sonrió, apretando los labios.
Le devolví la sonrisa y me senté frente a ella.
Devora y mi madre comenzaron a hablar desaforadamente de muchas de las cosas que sólo unas cuarentonas podrían hablar.
En mi mente sólo había lugar para la noche pasada, lo placentera que había sido...y lo mucho que me hubiera gustado que las cosas hubieran salido bien.
Recordaba el olor a fresas del cabello de mi hermosa Selena.
Mis dedos aún parecían arder sobre su estómago desnudo... ¿Por qué habría llegado sin saco?
Despejé mi mente de esa pregunta, y seguí recordando mis manos sobre sus pechos...maldita sea, pensar todo eso en un lugar público no era muy buena idea...
-un dólar, por tus pensamientos-
Me dijo una voz con bastante acento y aguda.
Mis ojos de enfocaron en dos gotas de color azul frente a mí.
Le sonreí a Perrie.
-mis pensamientos valen mucho más que eso-
Le respondí.
Ella pareció indignada, pero de una manera cómica.
-oh, lo siento, pero esa es la mayor cantidad de dólares con la que cuento-
-acepto libras, también-
Ella me sonrió.
-¿podemos dar una vuelta?-
-¿dónde?-
-a la ciudad...-
Ella se acercó a mí, y susurró.
-no creo poder segur soportando la charla de estas dos-
Me reí un poco, y me levanté, interrumpiendo a las habladoras mujeres.
-Saldré con Perrie para que ella comience a conocer la ciudad-
-oh...genial, genial-
Dijo Devora.
Perrie se levantó, y me siguió hasta la puerta.
Caminamos en silencio, hasta que llegamos al auto.
-¿a dónde quieres ir?-
Le pregunté.
-no conozco ningún lugar de aquí, sorpréndeme-
Pensé en algún lugar al cual pudiera llevarla...pero no se me ocurría ninguno; no podía pensar en nada, menos en Selena.
-¿aquí hay librerías?-
Me dije Perrie, sacándome de mis ensoñaciones.
-sí... ¿Quieres ir?-
-sí, por favor-
Nos montamos al auto, y manejé hasta la librería, sin pronunciar palabra.
Aparqué, y nos bajamos.
La librería era bastante grande, por lo cual también era una especie de restaurante.
Perrie se sentó en una de las sillas del comedor, y me hice frente a ella.
-algo te perturba... ¿Quieres hablar de ello?-
Me sonrió, apretando los labios, de nuevo.
-mmm... No tengo nada-
-has tenido la mirada perdida desde el momento en que te sentaste en la mesa de tu casa, supongo que sí es algo-
Me quedé en silencio unos escasos momentos, para luego comenzar a hablar.
-me gusta una chica...pero ella tiene novio, y yo soy su mejor amigo...-
Analizándolo mejor, esto parecía una barata novela con triángulo amoroso.
La chica frente a mi arrugó las cejas, demasiado gruesas para mi gusto.
-¿le gustas? ¿Le has dicho?-
Claro que lo había hecho. Claro que yo le gustaba.
-sí, a las dos-
-entonces no comprendo de que va tu problema...-
-va de que a ella le gusta más su novio, y de que yo le agrado más de mejor amigo...-
Me sentí tan rechazado, que el sólo contar mi situación, me dolía.
-pues ve que tan cierto es esa basura-
Subí los ojos, que inconscientemente había bajado a mis manos.
-¿que quieres decir?-
-yo inicio el instituto el miércoles, porque aún hay un poco de papeleo para hacer...si quieres te puedo acompañar el lunes, y ver si a tu amiga le dan celos...si dices que sabes que le gustas, es más que obvio que lo de que quieres más a su novio, es mierda-
Sonreí ante esa buena idea.
Quizá Perrie había llegado en un muy buen momento, a hacerme todas las cosas más fáciles.
Todo el fin de semana nos lo pasamos organizando la forma en la cual le daría celos a Selena.
Perrie había resultado siendo una chica un tanto irritante, pero agradable.
Se había quedado a dormir a mi casa, y yo la llevaría mañana al instituto.
Le puse un colchón en el suelo, y unas sábanas.
Nunca nadie se había quedado en mi casa, así que no sabía como debería poner las cosas.
Selena decía que no la dejaban, pero creo que sólo era una excusa para salir con el idiota de su novio...
Perrie salió del baño al final del pasillo, cambiada, y sin maquillaje.
Por favor, un aplauso al inventor del maquillaje, ya que hacía cambios extremos.
Sus labios se veían tan sólo un poco menos rellenos, sus ojos más pequeños, y su cara menos tersa.
Ella se sentó en su colchón, ya disponiéndose a dormir.
De un momento a otro, Walyiha entró y me tiró una cajita al estómago.
Riéndose, salió.
-¿quien era?-
Preguntó Perrie.
-mi hermana, Walyiha...-
-¿qué te tiró?-
Agarré la caja, y mi cara comenzó a arder.
-nada-
Le dije Perrie, mientras guardaba la caja de condones en mi nochero.
A la mañana siguiente, la dulce voz de Beyoncé me despertó.
Fui directo al baño, y por primera vez en mi vida, no me demoré mucho, ya que Perrie también tenía que bañarse.
Entré a mi cuarto, con una toalla envolviéndome la cintura, y desperté a Perrie.
-vete a bañar, tenemos que ir al instituto-
Ella se despertó, y caminó hasta el baño.
Me cambié rápidamente, eligiendo una ropa que se viera bien en mí.
Hoy necesitaba que Selena se fijara en mí.
Salí del cuarto, para que Perrie se pudiera cambiar, y elegí mi desayuno: un dos.
Me tocó el desayuno normal, haciéndome dudar de su este sería, o no, un buen día.
Perrie bajó primero que Walyiha, y se comió el desayuno sorpresa, que eran unos rollos de canela.
Salí apurado de la casa, y conduje al instituto.
Íbamos tarde, y si el timbre sonaba, Selena no me vería.
Nos bajamos del auto, y Perrie se acercó bastante a mí.
Vislumbré a la chica más hermosa del mundo, con un saco de lana encima, sentada en donde siempre me veía con ella, leyendo un libro, como siempre.
Instantáneamente comencé a sonreír y reír un poco.
Perrie comprendió que era la señal: Selena estaba cerca.
Ella también comenzó a reír conmigo, y se acercó más, al grado en el que nuestras manos casi se tocaban.
Me detuve, repentinamente, y ella hizo lo mismo, quedando frente a mí.
Le agarré las muñecas, y pensé con ironía que ese era un gesto que nunca podría tener con Selena...
Sin querer la voltee a mirar, y vi que se acariciaba sus muñecas.
¡El plan estaba saliendo bien!
Perrie subió el rostro, y me miró a los ojos.
De un momento a otro, cerró los ojos.
Sonreí, y le besé la mejilla.
Ella abrió los ojos de nuevo, y se fue de ahí.
La alarma sonó unos cuantos segundos después.
Al parecer, todo había salido perfecto.
A la hora del almuerzo, me senté con mis compañeros de pintura, contrario a lo que siempre hacía, no me iba a sentar con Selena.
Les comencé a contar sobre el maravilloso viernes que había tenido con Selena, aunque sin decir su nombre, obviamente.
La susodicha se sentó a la mesa, después de que mis ojos se encontraran con los de ella a la lejanía, y me callé unos segundos.
-creo que he monopolizado la conversación, mejor que hable Payne, ¿cómo esta quedando tu retrato abstracto?-
Todos la miraron, intuyendo que era ella la razón por la cual había dejando de hablar.
-¡no! Queremos seguían escuchando de la chica-
Dijo Styles.
-luego les término de contar-
Argumenté.
Liam habló.
-pues mi cuadro está...bastante abstracto a decir verdad-
Todos reímos, menos Selena.
Se levantó de la mesa, sin decir palabra, y desapareció por la puerta de la cafetería.
El día se me pasó rápidamente.
Cuando llegué a mi casa, Perrie estaba en mi cama, revisando mis fotos.
Sus ojos se alzaron.
-ya tengo el plan perfecto para mañana-
Me dijo.
-
-
¿En serio creen que Perrie "había llegado en un muy buen momento, a" hacerle las cosas fáciles a Zayn? 😂
Comenten que les pareció el capítulo.
Espero que les haya gustado...
Lamento no haberlo publicado ayer, pero era día de las velitas y eso...así que no pude, lo siento...