SAGA LUX II | El amor de Neo

By Kath_B_Carlton

176K 20.1K 784

Adorable, encantador y tierno. Es la mejor forma de describir a Neo Lux. Es un hombre vivaz y sensible, capaz... More

El amor de Neo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Noticias y actualización
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capitulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capitulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50 (FINAL)
La historia continúa en...

Capítulo 42

2.2K 303 0
By Kath_B_Carlton


Neo

Al regresar al hotel siento mis ojos cerrarse mientras caminamos. Comienzo a pesar que el cansancio acumulado está comenzando a pasarme factura y en este preciso instante tengo fantasías no aptas para menores con mi cama, pero tengo algo que hacer antes de entregarme a los dulces brazos de Morfeo.

Me despido robando un beso de los labios de Sarah en la puerta de su habitación antes de dirigirme a la mía. Los miembros del staff van de aquí a allá, el movimiento usual.

Mientras camino por el pasillo que me lleva hacia mi habitación comienzo a tener una sensación extraña, me siento observado, pero no de la manera habitual. Vamos, el lugar está lleno de personas en este momento es obvio que alguien me verá. Siento una mirada hostil o eso creo. Hace que se me ponga la piel de gallina.

Sin embargo, quiero pensar que solo se trata de mi imaginación y del cansancio jugándome una broma.

Al entrar lo primero que hago es dejar mis cosas en el sofá y sacar mi celular del bolsillo para avisarle a Alejandra que ya estoy en mi habitación. Pocos minutos después escucho unos golpecitos en la puerta que me anuncian su llegada. Sin perder tiempo la dejo entrar.

Va directo a sentarse en uno de los sofás. Es lo bueno de nuestra amistad, podemos estar tan cómodos el uno con el otro que ya es algo tan natural como respirar. Me acomodo a su lado y solo la observo mientras se retuerce las manos con evidente nerviosismo.

—Ale, no hagamos esto más complicado de lo que ya es. Háblame como si fuera cualquier chico, ¿sí?

Quiero encontrar una forma en la que no me convierta en un completo idiota, tomando en cuenta que sin importar lo que me cuente voy a querer arrancarle las bolas a mi hermano, pero eso no tiene por qué hacerse tan evidente. Lo último que necesita Alejandra en estos momentos es que yo complique más las cosas.

—No sé por dónde empezar...

—Vamos, desde que la banda comenzó siempre te gustó Basha, esa parte la tengo clarísima. Lo que quiero saber es cómo las cosas se torcieron tanto. —Trato por lo más grande de mantener la compostura, pero hay momentos en que siento que esa parte flaquea.

—Hace dos años... —comienza.

Por un segundo no soy capaz de entender lo que estoy escuchando...

—Espera, ¿qué?... ¿¡dos años!?

La veo encogerse ante la dureza de mi voz y de inmediato siento una punzada de culpa golpearme de lleno en el pecho. No soy nadie para juzgar en este momento y debo controlarme. Tomo una profunda respiración y continúo.

—Yo... lo siento, solo me tomó por sorpresa. Continúa.

—Bueno... —dice dubitativa—. Hace dos años, me invitaron a una fiesta de la universidad. Normalmente no soy de ese tipo de ambientes, pero había comenzado el verano y Oscar estaba de cobertura y me dije, bueno lo peor que puede pasarme es que me emborrache hasta que no me acuerde de nada. Aunque sabía que no lo haría porque así soy. Solo quería darme la oportunidad de vivir algo normal de estudiante universitaria.

»En cuanto llegamos al lugar habían cientos de personas metidas en un galpón que se había convertido en una improvisada discoteca, gente bailaba, otra bebía, se drogaban, la música era un ruido horrible, bueno todo lo que suele pasar en ese tipo de lugares, casi no se veía nada y difícilmente podrías reconocer a tu propia madre en ese lugar. Al paso de unas horas las amigas con las que había ido desaparecieron y yo, estaba como pez fuera del agua, sentada en una de esas mesas asquerosas sola y encargada de cuidar delas cosas de las demás, para ese momento lo único que quería era desaparecer. Había sido la idea más idiota que pude tener.

»Cuando llegué al punto de resignarme y regodearme en mi miseria en ese horrible lugar, porque no podía ser tan perra de dejar a mis «amigas» tiradas ahí, aunque ellas si lo hicieron conmigo. Un bulto cayó en el asiento de en frente de mí y básicamente me congelé, porque no tenía ni idea que hacer, si decir algo, que se fuera o algo así. Tenía la cabeza gacha y una gorra de por si escondía bastante bien su rostro en ese lugar.

»Sin saber qué hacer. Fui e hice exactamente lo que toda mi niñez Oscar me dijo que no hiciera. Tratar de hablar con un completo extraño, que bien podía haber sido un violador o un asesino. Para mi entera sorpresa, era tu hermano. Aún no sé por qué estaba en ese lugar, lo único que sé es que en su rostro había mucha tristeza y que estaba completamente borracho. Cuando menos lo pensé estábamos bromeando de cosas sin sentido, a pesar de que era evidente de que algo le sucedía era encantador, educado y yo, estaba cumpliendo el sueño de cualquier fan.

»Era muy entrada la madrugada cuando la policía llegó. En ese instante todo se volvió un caos, la gente corría, bueno aquellos que aún podían mantenerse en pie, y a mí no me daba nada de ganas de quedarme en ese lugar y dar explicaciones. Así que hice lo mismo, pero la gente comenzó a empujar y de un segundo al otro tenía el espacio para moverme, al ver atrás Basha estaba protegiéndome con su cuerpo. Llegamos hasta el lugar donde estaba estacionado su auto y se desplomó. Y yo estaba ahí con cara de idiota pensando qué hacía. Si huía y la policía lo encontraba iba a hacer comidilla de todos los medios y aparte me había protegido aun cuando no tenía la más mínima idea de quién era.

—Estoy seguro que ni él sabía quién era si se desmayó de borracho —acoto lleno de sarcasmo.

—Seguro que así era —afirmó con una pequeña sonrisa—. De alguna manera me di modos de encontrar en su chaqueta las llaves del auto y de meterlo en el asiento de atrás. Creo que hasta hoy ha sido una de las cosas más difíciles que he hecho. Cuando encendí el auto y salí hasta la carretera no tenía ni idea de a dónde ir, mi celular se había quedado sin batería hacia horas. Comencé a manejar por la autopista hasta que encontré un letrero que me ubicó donde estábamos. Lo único que se me ocurrió fue conducir hasta casa y de ahí llamarte a ti y que alguien fuera a recogerlo de ahí.

»Sonaba a una buena idea en mi cabeza. Cuando llegamos estaba amaneciendo y yo arrastraba a un cuerpo dentro de la casa ante la mirada curiosa de mis vecinos. Estoy segura que pensaron muy mal de mí. Con todas las fuerzas que tuve llegue a arrastrarlo hasta el sofá y lo dejé ahí mientras buscaba una manta para cubrirlo con el miedo de que vomitara y se ahogara. Creo que para ese punto el alcohol ya había hecho estragos en mí también.

»Cuando regresé, seguía profundamente dormido. Lo dejé ahí y fui hasta la cocina para conectar mi celular y preparar café. En algún momento me perdí en mis pensamientos y no sé cuánto tiempo pasó hasta que escuche movimiento en el salón.

»Fue extraño salir hasta el salón y verlo ahí todo desorientado. Por un momento vi el pánico en sus ojos cuando me vio. Estoy segura que en su cabeza pasaban cientos de cosas al mismo tiempo. Tuve suerte de que recordara que habló conmigo la noche anterior y pude explicarle cómo es que terminó en mi casa. Eso lo hizo relajarse un poco y sobretodo el hecho de que fingí que no tenía ni idea de quién era. En ese momento mi idea de llamarte a ti se fue a la borda.

»Basha cambió tanto en el segundo que le pregunté por su nombre y que él me mintió descaradamente diciendo que se llamaba Seth, pero decidí que si ya me había metido en esto sería un capítulo aislado en mi vida y también en la suya. Lo que no me esperé es que antes de marcharse me pidiera mi número y mucho menos que esa misma noche me escribiera.

La miro extrañado, porque conozco a mi hermano y él, bueno, no suele ser de los que busca a una chica.

—¿Te escribió?

Ella asiente con una pequeña sonrisa. Esa sonrisa se me clava como una punzada en el pecho porque solo me indica lo feliz que fue con eso, aunque todo fuera parte de una gran mentira. Una gran mentira en la que se metieron ellos solos.

—Sí, fue extraño durante dos años hablábamos mucho, a veces por llamada o por mensajes, me contaba su día, aunque decía ser un simple músico para una banda, nada importante y yo, yo era una estudiante de arquitectura común, así que no lo engañé en ese sentido. Siento que yo era su vía de escape. Era como que esa dosis de normalidad que le faltaba, solo ser él sin tener que pensar el por qué lo hace o que sea alguien de su familia. Entendí en todo este tiempo que se sentía muy solo y de alguna manera terminé en convertirme en su amiga.

»Todos los días pensaba que ese era el día en que le diría la verdad, pero nunca tuve la valentía suficiente para hacerlo. Hasta el día que me aparecí en tu casa y todo se complicó.

—¿Cuándo secuestraron a Phoebe? —pregunto.

—Sí. Luego de ese día lo que formamos en tanto tiempo se fue al caño. Él no era capaz de perdonarme el que me burlara de él por tanto tiempo, lo digo textualmente, sin ponerse a pensar en que también me engañó y que a pesar de que jamás tuve ninguna intención de hacerle mal. Incluso ni siquiera te lo conté a ti por la misma razón. Sé que estuvo mal, pero ya pasó de esta manera y no hay nada que podamos hacer al respecto.

—En eso tienes razón. Pero desde ese día hasta ahora ha pasado bastante tiempo.

Se encoge de hombros y suspira profundamente.

—No lo sé, luego de eso entramos en algo así como un círculo vicioso. Cada vez que nos veíamos discutíamos y siempre terminaba mal para alguno de los dos.

La miro con un poco de dureza.

—Por lo que escuché el último día, diría que, generalmente, eras tú.

—Bueno, sí. Pero eso no quiere decir que tu hermano no lo sienta. Puede parecer muy duro por fuera, pero creo que he llegado a conocerlo bastante bien, como para saber que cada vez que dice ese tipo de cosas es por herirse a si mismo —comenta convencida.

No sé qué pensar al respecto. Basha es mi hermano y creo que por eso lo conozco mucho, si bien no es con quién he tenido la relación más cercana he vivido literalmente toda mi vida con él. Creo que gran parte de mi enojo no ayuda a que pueda comprender todo de mejor manera. Supongo que es hora de darle a mi hermano el beneficio de la duda.

—Y a todo esto. ¿Por qué te fuiste de casa? —pregunto recordando el mensaje de Oscar.

Ella rueda los ojos y niega con la cabeza.

—Discutí con él. Bueno, lo hacemos mucho desde que comenzó a salir con una chica que no me gusta nada. Justo antes de que comenzara la gira estaba muy atorada con las cosas de la universidad, el drama con Basha, la responsabilidad con la gira y muchas cosas más en mi cabeza; simplemente exploté en una discusión con él y me marché. Ni siquiera había pensado a donde iría, a penas tenía dinero suficiente para cenar ese día. Pensé en llamarte, pero ya tenías un escándalo encima.

»Esa noche me quedé toda la noche en la biblioteca de la universidad. Sabía que con algo de suerte podría hacerlo una noche más y pensaba también en la posibilidad de disculparme con Oscar y en el momento en que llamé a casa, fue su novia la que me respondió y volví a explotar. No iba a regresar ni así me lo rogara y en medio de la ofuscación solo se me ocurrió recurrir a Basha.

—Al menos te ayudó a pesar de todo.

—No solo me ayudó. Hizo todo cuanto necesité, en esos días fue como regresar a los días en que todo estaba bien.

—Ahí es cuando sucedió ¿no es así? —la interrumpo.

—¿Sucedió? —Su tono de voz se eleva un par de tonos.

Si algo conozco perfectamente de Alejandra es que cuando se pone realmente nerviosa su voz se vuelve más aguda. También cuando intenta mentir. Quizás una persona normal no lo notaría porque su lenguaje corporal no cambia para nada, pero una persona como yo con un oído bien educado es capaz de notar hasta la variación más sutil y este es el caso.

—No vas a pensar que soy tan inocente como para creer que ustedes solo han estado enviándose mensajitos y llamaditas, y pelearse de la manera en que lo han hecho.

Sus ojos se abren mucho y sus mejillas se tiñen de rosa de inmediato. No necesito más confirmación para saberlo.

Vamos, sé que no debería importarme ni mucho menos meterme en ese tema. Ambos son adultos y bueno... espero que dos adultos conscientes. Pero lo que ese hecho me dice, es que a mi hermano le importa mucho más Alejandra de lo que se permite admitir. Aunque creo que por ahora mantendré esta información para mí.

Continue Reading

You'll Also Like

7.1K 538 36
~ Me quedo petrificada al verle, ¿Quién es?, ¿Qué quiere?, ¿Por qué me mira así? Me siento pequeña ante su mirada, por dentro un escalofrío me recorr...
735K 37.5K 35
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
11.7K 1.5K 101
¡Murió joven! El segundo día después de que Xu Mao Mao rechazara su cita a ciegas, ¡se convirtió en el gato de ese tipo! ¡Acostado en los brazos del...
171K 10.4K 32
•Resumen: Luego de que Ash, Dawn y Brock decidieran ir en camino separados por sus respectivos sueños Piplup hace un berrinche llevándose a su mejor...